Me gusta todo de tí
Toda la trama que conlleva ese juego, para mi, es como un ritual que nunca se repite, pero que cada vez tiene mas sentido, y acabo igual, perdiéndome entre sus brazos y gozando como una loca.
_____Me gusta todo de tí_________
Me gusta cuando me doma, cuando se hace dueño de mi cuerpo y mis deseos se ponen a sus pies. Cuando me mira con gesto alegre, y cuando sus ojos se impregnan de deseo, cosa que suele ocurrir bastante a menudo. Porque ya me encargo yo de encender el fuego en él.
Cuando llega a casa, le suelo esperar ligerita de ropa. Después de pensarlo todo el día y desearlo; quiero ponerle tan caliente que se abalance sobre mi cuerpo, que me llene de besos y sentir como se excita. Que no le de tiempo ni a quitarse la ropa, que venga tan caliente y tan deseoso de mi, que en la misma entrada de la casa, me abrace y me ponga contra la pared, subiéndome la falda y bajando mi blusa.
Me voy encargando de eso durante el día, pues suelo llamarle y decirle la ropa que llevo puesta y las ganas que tengo de saborearte. También cuando me estoy duchando, lo llamo, y le digo como paso mis manos por mis pechos, por mi vientre, o como me pongo la loción sobre mi piel después de ducharme, sintiéndola sedosa, me va recorriendo la piel, deslizando mis manos sobre ella. Y claro con tanta historia, llega a casa echo un semental, deseando cogerme y hacerme todas esas cosas que sabe que me gustan, pues su mayor placer es verme gozar.
Pero no crean ustedes, que me lo da tan fácil. Si por mí fuera, solo con que me tocara, seguro que llegaría a correrme con solo su roce, pues soy tan caliente que estoy todo el día mojada solo con pensarlo. Esto no me ha pasado con ningún otro hombre, pero el hace que salga la puta que llevo dentro, convirtiéndome en una perra que lo sigue y lo persigue hasta conseguirlo. A veces, cuando lo espero y solo pensando en todo lo que me hará, ya me pongo a tono, siento como mi flujo va saliendo de mi concha, e incluso va mojando mi braga, si la llevo claro, porque a veces no llevo nada debajo. Eso hace que caiga por entre mis muslos y moje a veces la falda o lo que lleve puesto, incluso si estoy sentada he dejado la huella húmeda en la silla.
Yo nunca pensé que esto pudiera sucederme, ya que nunca asocié el estar mojada con las ganas de tener sexo. Pero él me ha enseñado a observarme, a conocerme, en definitiva a sentir cada roce, cada sensación, y a disfrutar sin cohibirme por nada.
Nuestros juegos son mas intensos cada vez, y todos esos juegos me gustan, en todos encuentro el sentido, el porque de cada toque, pues me hace estar mas sensible y mas receptiva a las caricias que vienen después; toda la trama que conlleva ese juego, para mi, es como un ritual que nunca se repite, pero que cada vez tiene mas sentido, y acabo igual, perdiéndome entre sus brazos y gozando como una loca. Haciendo lo que el me ordena, a sabiendas, que lo que vendrá a continuación será lo máximo. Y siempre término perdiendo el control de mi misma, dejando de ser yo para ser de él.
Como me gusta cuando me hace desesperarme, noto como me descontrolo en ese instante haría cualquier cosa por tenerle. Y de hecho lo hago, me da igual por delante que por detrás, que meta su mano o su polla. Pero que no me ignore y que me haga sentir que soy una mujer por encima de todo. Sabiendo que él eres mí macho, y que sin él no soy nada más, que una sombra que se va ocultando entre las tinieblas sinuosas, observándolo, buscándolo, queriendo provocar en él, la pasión mas ardorosa y el deseo mas fuerte.
A veces no hay sexo entre nosotros, pero tenemos charlas llenas de sensualidad y vivimos ese momento con una gran armonía de los sentidos, hace que me sienta flotando entre nubes, para después, dejar salir el sol de entre ellas. Y me hace sentir su cómplice y su compañera, compartiendo con él lo mejor de mi vida.
Otras veces solo nos echamos y cogidos de la mano, nos quedamos en silencio. Compartiendo el espíritu que desata este amor que nos tenemos, y nos llenamos de la esencia de una mirada y una sonrisa compartida. Todo entre nosotros es satisfactorio, la complicidad que entre el y yo hay, es un todo compartido.
Y me gusta ser su cómplice y ser su sombra y quisiera ser su amante, su compañera y su amiga el resto de mi vida.
Evelyn45