Me gusta ser cornudo (1)

A uno de mis compañeros de trabajo le gusta follarse a mi mujer.

ENERO 31 DE 2005

Hoy voy a contar la reunión que tuvimos con GERARDO, él es un amigo de aproximadamente 58 años que conocemos desde hace varios años y con el cual hemos hecho varios tríos; para esta noche habíamos invitado a GERARDO y a Pablo a nuestro apartamento, ambos habían aceptado asistir a la reunión.

GERARDO llegó a las 7 de la noche y mi esposa salio a recibirlo a la puerta vestida con una falda muy corta, con medias de liga de malla, sin panties, con una blusa transparente y sin brasier que permitía ver claramente su pezones, cuando entró le dio un largo beso en la boca pegándose a su cuerpo, lo cual por supuesto hizo que Gerardo hiciera comentarios sobre su figura y lo sexy que estaba; ella lo invitó a nuestra sala compartir algunos tragos y de una charla que estuvo bastante amena, sentándose los dos en el sofá.

Transcurrida una hora de charla y poniéndonos al corriente de nuestras vacaciones, y en vista a que Pablo no llegaba, mi esposa lo llamó por celular, para que explicara su tardanza, a lo cual nos contó que se le había presentado un inconveniente en el trabajo y se disculpaba por no poder asistir a la reunión.

Durante la velada, Gerardo le acariciaba los muslos y de vez en cuando el busto, sin que pasara a algo mas, un par de horas más tarde, él se acerco más pasando a besarle los pezones y a subirle la falda, a lo cual mi linda esposa lo invitó a bailar, mientras se movían al ritmo de la música, ella se subió un poco la ya muy corta falda, haciendo que su depilada vulva se viera en toda plenitud, mientras hacía esto, también le bajo la cremallera para con

Su mano empezar a excitarlo, no requiriendo sino unos pocos segundos para que alcanzara una erección; a continuación comenzó a desnudarla por completo y mientras tanto ella hizo lo mismo con el.

Una vez liberados de sus ropas, CARLA tomo el pene de él con su mano para acariciarse con la punta el clítoris haciendo que unas piezas más tarde, Gerardo intentara penetrarla mientras se movían al compás de una canción, transcurridos varios minutos, él se flexionó un poco para colocar el glande a la entrada de la vagina y así lograr meterla por un rato durante el cual se contoneaban ambos cuerpos, debido a que Gerardo es un poco más alto que ella, el miembro se salio pero continuó en medio de las piernas, permitiendo que desde la espalda de ella se viera la punta de la verga ya que cuenta con una generosa herramienta de unos 17 cms.

Transcurrido algún tiempo, Gerardo la volteó haciendo que ella se agachara un poco para penetrarla desde atrás mientras que a mi que estaba sentado en el sillón me daba una excelente mamada, un rato después y cuando estaba a punto de venirme CARLA se sentó de nuevo en el sofá para descansar un poco, pero Gerardo aprovecho el momento para acercar su erecta virilidad a los labios de mi mujer y ella comenzó a lamerle el tronco y la punta, unos segundos más tarde, el hizo que mi esposa se recostara en el espaldar y colocándose de frente con las manos apoyadas en el respaldo del sofá comenzó a bombear en su boca como si la estuviera follando, mientras tanto esa visión hizo que comenzara a masturbarme.

Un rato más tarde y cuando otra vez estaba a punto de correrme, mi esposa lo invito a que pasáramos a la cama, una vez en nuestro cuarto, mientras ella se lo mamaba, yo la acariciaba y la penetré por unos cuantos minutos, antes de que descargara mi semen, me retire y le pedí a nuestro amigo que se la metiera, lo cual hizo de inmediato y comenzó un frenético bombeo dentro de ella que le hizo alcanzar no menos de cuatro orgasmos seguidos; mientras tanto en algunos momentos ella me lamía el pene o yo le besaba los pezones o en otras ocasiones me acercaba a ver como esa verga entraba y salía dentro de ella, mientras sucedía todo esto, CARLA no paraba de gemir fuertemente y en cada orgasmo sus gemidos alcanzaban un volumen bastante alto, el cual estoy seguro pudo haber sido escuchado desde los apartamentos vecinos; cuando vi que se acercaba el momento de venirse de nuevo y mientras yo veía como entraba la verga de su amante dentro de ella, me acerque para introducir uno de mis dedos en su vagina ya ocupada por el pene de su amante, lo cual aumento el placer de ambos hasta que mi esposa se corrió por quinta vez, Gerardo en ese momento también comenzó a correrse dentro de ella depositando su leche en la vagina y yo aun tenía mi dedo dentro de ella, lo que fue una experiencia muy excitante porque me permitió sentir en mis dedos la vibración interna del cuerpo de mi mujer mientras llegaba y la humedad y palpitación del miembro de él.

Luego de terminada la faena entre ellos dos, se recostaron para descansar y mientras tanto yo me recosté a espaldas de ella, lo que permitió que pudiera colocar mi miembro entre sus nalgas y mediante movimientos similares a cuando se hace el amor, lograr masturbarme con su piel, esto fue muy excitante y luego de un rato se lo introduje en su vagina y con movimientos lentos y esporádicos mientras ellos dos hablaban, se mantuvo permanentemente la excitación del momento vivido.

Un largo rato después, nuestro amigo se vistió y se fue, una vez solos, CARLA se subió encima de mi dándome la espalda y con mi verga clavada en su vagina comenzó a moverse adelante y atrás y debido a lo excitante de los momentos previos, a la humedad de su vagina por el semen de su amante, la posición adoptada y los gemidos de ella me excitó hasta hacerme correr dentro de su vagina en forma maravillosa.

Amor aun cuando Pablo no apareció, tuvimos una sesión de sexo y de amor espectacular.