Me gusta que me disfruten

Mi nombre es Vanessa, mido 1.64 mts, rubia y con un cuerpo que suele atraer muchas miradas, grandes piropos y más de una propuesta indecente tanto de hombres como de mujeres. Mi físico lo pueden constatar por webcam. Me gusta que los hombres me disfruten y por supuesto yo disfrutar de eso tan rico y hermoso que les cuelga entre las piernas.

Es la primera vez que escribo un relato y me es muy excitante compartir esta experiencia. En esta ocasión escribo una de mi más atrevida aventura, que de solo escribirla vuelvo a revivir esos momentos llenos lujuria y me vuelvo a mojar y a calentar como ese día. Mi nombre es Vanessa, mido 1.64 mts, rubia y con un cuerpo que suele atraer muchas miradas, grandes piropos y más de una propuesta indecente tanto de hombres como de mujeres. Mi físico lo pueden constatar por webcam. Y efectivamente me gusta que los hombres me disfruten y por supuesto yo disfrutar de eso tan rico y hermoso que les cuelga entre las piernas. Amo sus penes, los adoro, los deseo y los disfruto tanto como si fueran lo último en la vida. No hay nada como despertar por la mañana y tener uno a mi disposición: arrugadito y dormidito, listo para ser tratado como se merece. Me encanta acariciarlos con mis manos, tenerlos entre mis senos, tratarlos rico con mi boca y labios; me gustan de todo tipo: grandes o chicos, gordos o delgados, rectos o curveados; todos, todos las penes me encantan, me fascinan, es lo mas rico de los hombres. Muy seguido me doy la oportunidad de disfrutar sus vergas. Un día decidí comerme cuatro de esas ricas piezas de carne colgante; tengo muchos pretendientes así que tuve de donde escoger y me di el lujo de seleccionar a 4 de ellos. Estos hombres habían "trabajado en mí" durante meses tratando de convencerme para llevarme a la cama y follarme. Efectivamente, como muchos hombres, ellos solo querían fornicar conmigo y gracias a mi calentura les di el gusto que muchos otros deseaban. "Cedí" a las invitaciones de estos hombres; ellos no lo sabían y los cite el mismo día pero en diferentes lugares y horarios. Mauricio, Miguel, Leonardo y Joel, son los nombres de los machos que tanto deseaban llevarme a la cama.

El día que cite a mis machos amanecí muy caliente con unas ganas tremendas de ser follada, de tener sexo y ser poseída por una magnifica verga; tuve que conformarme con darme dedo y usar algunos juguetitos, pero me puse más caliente.

Me coordine con ellos en los siguientes horarios: a Mauricio lo cite a las 3:30 p.m., a Miguel y Leonardo a las 6:30pm, a Joel a las 9:30. Miguel y Leonardo son dos amigos que andan juntos en casi en todo, así que decidí tirármelos a los dos al mismo tiempo.

A decir verdad yo quería sentirme como una puta, quería verme como una verdadera golfa, así que a mis machos los cite en las calles del centro de la ciudad y así darme a notar como una prostituta; me excita serlo, me calienta.

Eran las 1:40 pm de la tarde, me metí a bañar para prepararme y ponerme linda para mis machos. Mi calentura estaba a mil, mi vagina no dejaba de soltar sus líquidos y mi corazón palpitaba muy rápido. Me maquille ligeramente. Entre mi guardarropa encontré un vestido color negro, sexy y provocador, me llegaba a las rodillas con una abierta por el frente que dejaba mostrar mis muslos; mi silueta se marcaba deliciosamente pues es muy pegado al cuerpo; de tirantes en los hombros y un poco escotado, no use sostén y se notaban descaradamente mis senos; por la parte de atrás se veían perfectamente mis nalgas; por el frente se marcaba muy bien mi cuevita, ese triangulo que muchos hombres desean; por debajo del vestido solo me puse una micro tanga. Mis pies eran adornados por unas zapatillas de tiritas y de tacón alto. Me veía sexy y provocativa. Tome una bolsa de mano. Me pare frente al espejo y la imagen que vi reflejada me excito muchísimo, me veía muy linda, como una verdadera puta y de solo verme me puse tan caliente que decidí salir lo más pronto posible de mi casa y encontrarme con mis machos.

Maneje lo mas rápido posible para acercarme al lugar donde quede verme con Mauricio busque una calle para estacionar mi auto; llegue por la Av. Insurgentes hasta el eje 1 norte, me metí en la calle de Roble que es paralela al eje 1 norte; apague mi coche. Me baje de mi auto y un par hombres que pasaban por ahí en ese momento se dieron un agasajo visual al ver mis piernas incluso mi tanga ya que al salir del auto el vestido se me subió muy arriba de mis muslos; me chiflaron y me lanzaron lindos piropos. Su mirada lujuriosa me calento aun mas y solo por el hecho de que eran unos desconocidos no me los tire en ese momento. Sentí como mi cósita soltó una descarga de líquidos, mojando mí tanga. Con ese vestido me sentía hermosa y divina, mis nalgas se veían redondas y firmes. Mis senos erectos casi salían de mi vestido; se me marcaba deliciosamente mi tanga, me veía insinuante, me veía y me sentía bien puta, una puta linda. Sin más tiempo que perder cruce la Av. Insurgentes y me dirigí al Vips de Buena Vista,. Mi presencia provoco alboroto entre los hombres que me veían pasar. Eran ya casi las 3:15 PM. Muchas miradas se clavan en mí ser, los machos me mandaban piropos y me chiflaban; algunas mujeres volteaban a verme con admiración y otras con envidia. Con las piernas de "gelatina" seguí caminando y me paré en la esquina de Av. insurgentes y eje 1 norte por 5 minutos para dar tiempo a que mi primer amante Mauricio llegara. Al estar parada en la esquina algunos taxistas y chóferes de autos particulares me tocaban el claxon y me hacían señas invitándome a subir a su auto y para cogerme, claro; mis piernas me temblaban por los nervios que tanta excitación me provocaba, el corazón casi se me salía del pecho, claramente se notaba como mis senos se inflaban al inhalar y exhalar aire por tanta excitación y nerviosismo que provocaba el simple hecho de sentirme tan puta y deseada por muchos hombres y mujeres. Eran ya las 3:25 p.m. cuando me dirigí al lugar exacto donde quedé de verme con Mauricio. Caminé por la avenida insurgentes hacia las oficinas del PRI. Caminaba y me movía casi ofreciéndome a todos los machos que encontraba en mi camino. A lo lejos veo que se aproxima la camioneta de Mauricio y al llegar junto a mí se detiene y me invita a subir. Algunos hombres que me seguían vieron a Mauricio como un cliente que en ese momento estaba preguntando por mis servicios, pues por la forma en que me pare y platique con él al lado de la puerta de su camioneta parecía que negociábamos el costo de mis servicios y aparentemente me llego al precio. Mauricio me abrió la puerta y muy nerviosa subí a su camioneta y al sentarme "descuidadamente" el vestido se me subió muy arriba de los muslos y de reojo vi que a Mauricio casi se le cae la baba y se le salen los ojos por el espectáculo que le estoy brindando, ni intentos hago por bajarme el vestido y le dejo ver todo mi espectáculo de piernas y senos. Después de todo el protocolo inicial me dice:

¿a donde quieres ir preciosa?

  • a donde tu quieras, soy toda tuya, ¿para eso me invitaste, no?

Pues la verdad si,

Dejémonos de tonterías, la verdad estoy muy caliente y yo se que me deseas, (acercando mi mano a su pene se lo acaricio para que se anime al tiempo que le digo): quiero ser tuya y me excitaría mucho que me lo hicieras ya.

Ok, me parece muy bien, ya quiero cogerte aquí mismo pero busquemos un mejor lugar.

Él se dirigió hacia la Colonia Sta. María la Rivera. Por la manera en que me ofrecí a mi macho me sentí tan perra y tan puta en ese momento que mi pocito ya estaba bien mojado de cachondez, estaba inundado por mis jugos vaginales. Acercando mi cara a su verga le pedí:

desabróchate el pantalón, y de preferencia bájatelo un poco para mamarte la verga con más comodidad y goces rico de mi boca y mi lengua.

Se bajo el pantalón y… ¡wooooww! Muestra su hombría, su gran salchicha tiene unos 14 cm. de verga medio dormida pero muy linda, ¡que hermoso pájaro!. Con mis manos le acaricio el animal que se carga pasando por sus lindos huevotes llenos de leche, se siente muy rico tocárselo, suavecito y esponjadito,

que lindo pájaro tienes, la voy a gozar como nunca.

De solo tener ese camotote en mis manos solo atiné a tragármelo y sin dudarlo me dispuse a tratar bien al dueño de ese ríco pito. Su pájaro me volvía loca como a una perra y es que lo tenia tan hermoso, gordo y grandote. Me agache hacia su pene y lo comencé a lamer, a disfrutar, a mamar ¡Aaaaammmm! ¡Mmmmmmmmh!, ¡mmmmmmh! ¡aaaaaammmh! ¡mmmmh!,. Le pedí que se mantuviera manejando dando vueltas por una sola manzana, el volante casi roza mi mejilla derecha; el muy cabrón acariciaba mis espalda, mis senos y mis nalgas y eso me calentaba más. Sigo lamiendo y mamando su camotote de lo mas rico y tambien lindos sus huevotes,

  • ¡aaaaaaammmh!, ¡mmmmmh! -¡Que rico lo haces puta!, !mámamela!, !si!, !mámamela rico!,¡mmmmh!.

El muy cabrón gruñe de placer y me dice que ya me quiere coger, que ya me quiere clavar su fierro. Me incorporo y sin soltar su buen pitote le pido que busqué una calle solitaria por que también quiero ser suya y que ya no aguanto, también quiero sentir su vergota dentro de mi. Se detiene en la calle Trébol que se ve muy poco transitada. Sigo chupando y lamiendo su lindo pájaro, ¡mmmmmh!, ¡aaaaammmh!, ¡mmmmh!, no me cabía por completo pero hacia lo posible por darle un buen trato, lo sentía tan rico en mi boca que mi panocha ya protestaba por también sentirlo pues hacia pucheritos y babeaba más y más. Me incorporo un poco para exigirle que ya me cogiera, observe que él tenia los ojos en blanco y justamente en ese momento su animal comenzo a escupir su leche pues estaba muy sensible; la primer escupida fue a caer al volante y a sus piernas; yo, al ver esta rica lluvia de semen me agache lo mas rápido posible y me trague su pálote impidiendo que su leche siga desperdiciándose, succione todo su caldo caliente gota a gota y el muy cabrón me empujaba hacia su camote para que no lo soltara. Una vez que ordeñe completamente el camote de mi macho nos pasamos a la parte de atrás de su camioneta; él se sentó en un sillón y se quito completamente el pantalón, abrió las piernas; su camotote y sus huevotes quedaron completamente a mi disposición, me puse de rodillas ante él para seguir dándole otras ricas mamadas y volver a ponerle duro y bien parado el pitote; gustosa lo hago, además se que también me daré un agasajo; él disfrutaba mis ricas mamadas, su verga la podía lamer desde sus huevotes hasta la puntita de mear; la tenía riquísima, toda para mi, sus testículos me fascinaban los lamía y me los tragaba con tanto placer que mi hombre no dejaba de jadear. En verdad le estaba proporcionando unas mamadas sabrosísimas a su hermosa pinga. Al tener su pito nuevamente duro y bien erecto me puse de pie solo para quitarme la tanga, la avente al sillón donde yo iba sentada; dándole la espalda abrí las piernas encima de él, subí mi vestido hasta la cintura y lentamente me fui sentando en su verga tan rica y parada... tiesa, dura como el acero… ¡ooooooooh!, ¡oooouuuugh! Aaaaaaah!, mmmmmmh!, ¡mmmmmmmh! Me va entrando poco a poco su hombría, milímetro a milímetro, gozo sus 16 cm. de carne ya erecta, durá y bien maciza, gozo ese tubo de carne con mucho placer, ¡aaaaaah!, ¡aaaah!, ¡mmmmmmh! Él me acaricia las nalgas, los senos, mi cintura: ¡que rico mi rey!, ¡que rico pitote tienes! Mis sentones son cada vez más rápidos, ¡aaaaaaah!, ¡aaaaah!, ¡aja!, ¡aja!, ¡aja!, ¡así! ¡así!, ¡si!, ¡si!, ¡si!, ¡mmmmmmh!, me muevo de lado a lado, adelante y hacia atrás, en círculos; siento que sus huevotes quieren entrar a mi vagina, siento su camote hasta mi ombligo, siento como taladra mi vagina y como la punta de su camote roza mis paredes vaginales, el placer es insoportable no puedo mas y comienzo a vaciarme… ¡me vengo!, ¡me vengo!, ¡aaaaaaaaaah!, ¡yaaaaaaa! ¡Mmmmmmh!; ¡aaaaagh!... mis jugos mojaron ese precioso tubo carne; a sus muslos llegan mis jugos vaginales, parte del asiento también se moja; como una muñeca rota sigo brincando una y otra vez sobre su bien parada verga clavándome su delicioso camote, perforándome la vagina, ¡si, si, si, si!!que rico!, ¡mmmmmmh!, ¡asi!, ¡asi!, ¡sssiiiiiii!… desesperadamente me zafe del pájaro de mi amante para proporcionarle otras ricas mamadas y lamidas pues la idea de ser poseída por ese camote me tenia llena de lujuria; el gusano de mi amante ya estaba bastante sensible y estaba apunto de escupir otra vez su leche caliente, así que tuve que darle unas ligeras mordidas en la cabecita de su hermoso gusano y así evitar que esa sesión de sexo acabara muy pronto. Me incorpore, abrí nuevamente las piernas y me monté encima y de frente a mi vergudo amigo; me clave su rica tranca en mi vagina; mi macho parecía pulpo, acariciaba mis nalgas, mi cintura, mis senos, mis piernas, todo, todo mi cuerpo y eso me tenia a mil, estaba supercachondisima; como pudo él muy cabrón me quitó el vestido y me dejo completamente desnuda y al ver mis pechos comenzó a darme unas formidables lamidas, eso me subió aun más la temperatura y tuve un orgasmo de a mil mientras su pené entraba y salía por mi panocha. ¡Aaaaaah! , ¡así!, ¡así!, ¡así!, que rico mamas mis chiches, ¡mama! ¡así!, ¡así!, ¡así mi rey! ¡así!, ¡si!, ¡si!, ¡así!, ¡así!, ¡así!, ¡aaaaaaaah!, moje nuevamente su pene; sus manos manoseaban mis nalgotas y sus dedos mi ano, su boca no dejaba de succionar mis senos y su lengua se movía por mis pezones, provocándome un chispazo de placer en el cerebro que genero nuevamente otro orgasmo, ¡aaaaaaaaah! ¡si!, ¡aaaaaaaah!, para esos momentos su pene estaba ya a punto de soltar su semen en mi vagina y le pedí que no se viniera, que se aguantara un poco mas, pues quería su pene y su leche en mi ano. Nos despegamos y ahora nos acomodamos para que me diera su verga por el ano; me puse en 4 patas en el piso de la camioneta ofreciéndole mis nalgas; moje mis dedos con saliva y los pase por mi ano para así facilitarle la entrada; él de rodillas detrás de mi apunta su cañón directo a mi ano… pero viéndome en 4 patas tan linda, cachonda y dispuesta a recibir su verga no dudó y se agacho para darme unas lamidas de campeonato a mis nalgas y mi ano. Utilizando su lengua mi macho intenta penetrarme por el ano lo cual provoca en mí un aumento de placer,

¡ya!, ¡ya!, ¡ya!, ¡dámela!, ¡ya quiero tu chile!, ¡ya lo deseo en mí!, ¡por favor fooollameee!. ¡Yaa!, ¡yaaaaaaaaa! ¡dámelo por mi culo por favor!

El muy cabrón, teniendo ese hermoso espectáculo de mi culo bien parado lo único que hace es hacerme sufrir por su chile y solo se limitaba a seguir mamándome el culo y mi panochita; ¡ya quiero tu pistolaaa!, ¡dámela porfavooooor!, ¡yaaa!, ¡yaaaa!, ¿quiero sentirteeee!, le suplicaba desesperadamente a mi macho.

Por fin el muy cabrón decidió complacerme y así empinada en cuatro patas con mi culo a su entera disposición me toma de las caderas y apunta su pistola directo a mi ano, a su funda; primero acerco el glande y casi desfallezco de placer de solo sentirlo; gracias a su saliva su gran camote no encuentra oposición para invadir mi culo; penetra despacio pero seguro; me da un ligero dolor, pero después sobrevino en forma abrupta el placer ¡y que placer!… la pistola entra completamente a su funda, mi ano y solo la empuñadura, sus huevotes, quedan fuera y cerca de mi ardiente y húmeda crica. Él comienza el mete y saca de su gusano en mi ano, se mueve hacia los lados; siento unas ricas ganas de cagar pero lo único que sale de mi culo es ese hermoso gusano de mi macho, el placer que me provoca hace que yo misma acaricié mi vagina con una mano, al mismo tiempo acaricio los testículos de mi amigo. Su ojo de mear babeaba, soltaba ese rico lubricante el cual permitía que su pene se deslizara deliciosamente por mi ano; eran unos piquetes sumamente deliciosos.

-¡me matas!, ¡me matas de placer!, ¡mmmmmh!, ¡cojéeme así!, ¡lo haces muy bien!, ¡lo haces muy rico! ¡Ooooouugh!, ¡mmmmmmh!, ¡aaaaah!, ¡aaah!, ¡aja!, ¡aja!, ¡siiiiii¡.

Me halo hacia él y ambos quedamos de rodillas y bien pegados, prácticamente quede sentada sobre él; mis nalgas embonaron perfectamente en sus piernas; él me tomó muy rico de la cintura y se daba oportunidad de acariciarme los senos, me besaba la nuca y mis orejas y yo restregaba mis nalgas en sus pierna mientras su pene me seguía perforando el ano; sentía muy rico a mi macho detrás de mi, lo gozaba de lo lindo: el roce de su pecho en mi espalda, su abdomen en mi cadera, su entrepierna en mis nalgas y su chile en mi ano y sus manos en mis senos; yo no dejaba de mover mis nalgas pues de esa manera gozaba mas rico de esa deliciosa cogida. Las ricas ganas de cagar son inmensas su vergota me da mucho placer y un dolor muy rico; ese pene entra hasta lo más profundo de mí, llega hasta mis intestinos tocando quizás mis heces más profundas, ese pene tan sabroso llega hasta mi cerebro,

¡Así!, ¡así!, ¡así!, ¡así macho pitudo!, ¡dame tu leche ya!, ¡así!, ¡así!, ¡así!, ¡así cojéeme!, ¡dame tu pitote!, ¡dame tu leche ya!, ¡ya!, ¡ya!, ¡así!, ¡así!, ¡así!, ¡mmmmmmmmh!, ¡Aaaaaaah!

Con una mano me toma fuertemente de mi abdomen y con la otra mano me toma de la cabeza solamente para darme unos excitantes besos en mi cuello y al oído me decía lo puta que me estaba portando con él, me humillaba muy rico con sus palabras. Sus embestidas son cada vez mas rápidas, con sus dedos me da algunos apretones indicándome su venida, mi culo casi revienta pues siento como su verga se infla y se pone mas dura,

¡aaaaaagh!, ¡toma puta!, ¡toma mi leche!, ¡perra!, ¡golfa ramera!, ¡tómala toda puta bonita!

¡si!, ¡si!, ¡si!, ¡dámela toda mi macho pitudo!, ¡mi vergudo!, ¡aaaaagh!, ¡mmmmmmh! ¡que rico me llenas de tu crema!, ¡la siento caliente!, ¡siento tu verga muy dura y rica!, ¡aaaaah!, ¡mmmmh!, ¡si!, ¡si!, ¡siiiii!.

Su semen inunda todo mi intestino; me quedé inmóvil para sentir su escupida y gozar como deposita su espeso sémen mililitro a mililitro en mi ano, ¡aaaaah!, ¡así mi macho!, ¡así mi rey!, ¡me llenas toda, me inundas!, ¡me complaces!, ¡me haces feliz!, ¡me haces mujer!, ¡me haces puta!, ¡tu puta, ¡que rico lo haces mi pitudote!, ¡mmmmmmmmmh!. Mi vagina comienza a escurrir debido a que con sus caricias y movimientos tan ricos de su buen pitote provocó que yo misma me dedeara y tuve una venida de a mil. Wow, que placer, este cabrón me estaba cogiendo de lo mas rico.

Mi buen amigo comienza a extraer su pene de mi ano y cuando salio la cabecita me provoco un leve dolor que me hizo dar un grito de dolor y placer. Desfalleciendo de tanto goce me tire al piso de la camioneta. Me quede temblando, una mezcla de dolor y placer me inundaban completamente. Él macho se tumbó encima de mi; sorpresivamente y sin dejarme descansar Mauricio me volteo boca arriba, me abrió las piernas y comenzó a clavarme su tolete en mi vagina, de inmediato comienza a bombearme desesperadamente y yo recibo con gusto y placer su rica verga, abrí las piernas y las levante lo más que pude y así permitir que su pito me entre lo mas profundo… ¡aaaahg!, ¡mmmmmmh!, ¡que rico!, ¡mmmmh!, ¡si!, ¡si!, ¡mmmmh!, sus bombeos son mas y mas rápidos, su verga me taladra llegándome hasta mi punto mas sensible, haciéndome venir como una zorra en celo; sentía muy rico a mi macho encima de mi, sintiendo todo su cuerpo, me sentía sometida a sus deseos, me sentía acorralada por ese macho. Se arrodillo y subió mis tobillos a sus hombros y se le antojo darme por mi ano, me levantaba de las nalgas para cogerme como él deseaba y yo tumbada en el piso dejaba llevarme a su lujuria. Su pájaro no me entraba completamente solo sentía la cabecita, mi macho me taladro sin descanso y por la posición incomoda en que él estaba su verga perdía erección; yo estaba muy caliente y le exigí que me diera su verga en mi boca e inmediatamente se monta sobre mi cabeza; prácticamente descansó sus testículos en mi rostro y me los da a mamar; su verga casi dormida me pica los ojos. De esa manera pude lamer y chupar todo su rico miembro y testículos, pude ver claramente como su animal iba creciendo nuevamente; desde esa angulo se veía imponente, hasta cierto punto se veía enorme y yo lo lamía desde sus enormes bolas hasta la puntita, de vez en cuando me lo comía todito. Una vez que con mis mamadas y lamidas puse su pájaro listo para la acción el macho se acomodo un poco mas abajo justamente en mis senos, comienza a masturbarse en medio de ellos, yo los junto para que mi macho goce de lo lindo; de vez en cuando le doy lengüetazos a su verga cada vez que se aproxima a mi boca. Que hermoso cuadro: una linda verga adornada por unos bonitos senos. Muy caliente mi macho se baja aun mas, ahora justo a la altura de mi panocha y me vuelve a clavar su parado pito; yo con las piernas abiertas dispuesta a ser penetrada, a ser cogida, a ser follada; mi macho me bombea rápido, de lo lindo; me siento en la luna, mi punto g es golpeado por la cabeza de su pito en cada arremetida provocando venirme una y otra vez; él me besa el cuello y mis senos, sus manos recorren todo mi cuerpo; la verga de mi hombre nuevamente comienza a hincharse, se pone mas tiesa y mas sensible, siento que esta por eyacular otra vez, no aguanta mas y ¡wow que delicia!, derrama su semen caliente y espeso en mi vagina, ¡ah!, ¡si!, ¡mmmmh!, ¡que rico!, ¡que descanso para ambos!, ¡que alivio! y ¡que placer!. En esos momentos me sentía postrada, humillada, adolorida, satisfecha a la vez, algo que muchos hombres habían conseguido hacerme sentir y siempre deseaba repetirlo. Mi macho, sin mucho aire se tira encima de mí y quedamos inmóviles para tomar un poco de aire. Ya repuestos comenzamos a vestirnos; me pasa algo de papel y limpié mi vagina y mi ano, únicamente me pongo mi vestido, mi tanga la guardo en mi bolsa de mano, tengo que salirme de la camioneta para acomodarme bien el vestido. Mi amigo hace lo mismo para fajarse el pantalón y su camisa. Por suerte la calle Trébol es muy poco transitada y solo se veían pasar algunos coches y gente en las calles perpendiculares y la verdad no se si de alguna casa alguien nos vio pero lo dudo pues los vidrios de la camioneta son polarizados; pero que importaba si nos vieron o no, soy una exhibicionista de primera y me calienta que me vean ensartada por una deliciosa verga. Nos subimos a la camioneta de mi vergudo macho y le pedí que me dejara cerca de la calle San Cosme. Maneja por la calle Sta. María la Rivera. En el trayecto me volví a maquillar y arreglé un poco mi cabello, íbamos platicando y entendí que él me quería de puta fija:

¿te gusta como lo hago?, ¿me muevo rico?, ¿quedaste satisfecho?

¡uuufffh!, mas que satisfecho, la verdad me encantó eres muy buena entregándote, así siempre fantaseo con mi esposa, pero no es muy buena, quisiera tenerte mas seguido, me gustas mucho.

pues ya vez, tu fantasía llego cuando menos lo esperabas, pero… no me gusta hacer daño a nadie, pensé que eras soltero, así que olvidemos lo nuestro, fue un día muy lindo me encanto lo de hoy pero no se volverá a repetir. Ahí mismo le di el cortón pues Mauricio era casado.

Dame una oportunidad, me gustas mucho, no quiero perderte…..

Déjame aquí… (estábamos por la calle de san Cosme y "haciéndome la indignada" inmediatamente me baje de su camioneta).

A estas alturas ya no me importaba nada solo exibirme y disfrutar; al bajar de la camioneta el vestido se me subió muy arriba de los muslos, lo suficiente para llamar la atención de los hombres; quitada de la pena acomode mi vestido y cruce la calle; a mi paso los machos comenzaron a alborotarse ya que el vestido se me abría por la parte de enfrente y se veían mis torneados muslos, mis erectos pezones casi salían por mi escote; algunos hombres iban detrás de mi para seguir obsrevando mi cuerpo. Los hombre que topaba de frente no perdían oportunidad de mirar mis senos, casi metían la cabeza entre ellos. Llegue al otro lado de la calle y muchos vendedores ambulantes comenzaron a lanzarme piropos y silbidos. Para darles oportunidad de sguirme observando me puse a ver la ropa de los aparadores. 20 minutos después me subí al microbús qué me dejaría en la Av. Insurgentes; algunos hombres tambien se subieron al mismo microbús; me senté en un asiento lateral. Los pasajeros ni el chofer podían creer que una mujer tan linda, delicada y vestida tan sexy podía andar en trasporte publico; todos me veían desconcertados pero agradeciéndo que en ese momento me cruzara en su camino. El chofer y los pasajeros no dejaban de voltear a verme; decidi hacer su viaje más agradable brindándoles un buen espectáculo de piernas. Veian mis senos y piernas pero buscaban con mucho morbo mi crica; "descuidadamente" abría las piernas para mostrarles mis muslos y mi depilada vagina; una y otra vez cruzaba las piernas descaradamente. Al llegar a la Av. Insurgentes me puse de pie muy segura de mi mostrandoles mi trasero, me baje del microbús y me dirigí caminando hasta el vips de Gomes Farías en la Col. San Rafael que esta aproximadamente a 3 cuadras de Puente de Alvarado y como soy una exhibicionista de primera comencé a caminar como lo que soy, como toda una puta, exagerando mis movimientos de cadera, insinuándome; hombres y mujeres volteaban a verme; los hombres deseándome y las mujeres envidiándome. Hombres detrás de mi me seguían como perros hambrientos de sexo. Al llegar al vips entré y pedí una mesa para esperar a Miguel y a Leonardo; observe que varios hombres no dejan de mirarme, casi me desnudan y me cogen con la mirada. Al sentarme dejo ver gran parte de mis muslos, estoy completamente segura que varios hombres tuvieron una erección. Ordene mi comida y un jugo de naranja, pues con el movimiento de la cogida anterior tenia ya mucha sed y no es lo mismo tomarse una buena dotación de semen caliente que un fresco jugo de naranja, jejejejejejeje. Como el semen de mi macho anterior aun escurría por mis piernas decidí ir a limpiarme, me levanté y me dirigí al baño. En el baño tome suficiente papel y limpie mi ano y mi vagina. De mi bolsa de mano saque el cepillo de dientes y me lave la boca pues aun me olía a semen, jejejejeje. Muy segura de mi regrese a mi mesa presumiendo mi cuerpo y me senté nuevamente dando un espectáculo de piernas a todos los machos ahí presentes los cuales intentaban ver si traía o no alguna tanga puesta y solo unos cuantos comprobaron que no traía nada debajo de mi vestido pues con claridad les di oportunidad de ver mi depilada panocha. En ese momento llegaron los chicos que esperaba. Tranquilamente bebí mi jugo de naranja. Ellos piden también algo de tomar; note que ya habían platicado sobre esta cita y estaban seguros que yo iba a aceptar un acostón con ellos; y pues también yo iba dispuesta a eso, así que no dudé en aceptar su propuesta de tener sexo con los dos, además me faltaba otro macho por tirarme mas tarde.

Te invitamos a otro lugar, para pasarla bien, ¿te parece?

OK vamos, acepto, llévenme a donde quieran, por hoy soy de ustedes.

Ok, vamos aun hotel, dicen ellos.

Esta bien...

Ok, esta bien, vamos al que esta enfrente, dice Leonardo.

Después de terminar de comer piden las cuentas de consumo y pagan. Salimos del restaurante, yo en medio de mis machos. Mucha gente hizo comentarios pues era muy obvio lo que estaba pasando. Al ver el rostro de toda la gente ahí presente incluso de los empleados sonreí altiva, con el porte y majestuosidad de una reina del sexo. Las mujeres mostraban su enojo de una manera que daba risa… Ardidas, ¡bah! Y supongo que algunos tipos que iban con sus aburridas esposas o amigas hubieran deseado ser cualquiera de mis machos. Para calentar más a esa gente abrace a mis dos hombres y nos fuimos caminando hacia un hotel llamado Pisa y que se encuentra en contra esquina del restaurante vips; supongo que muchas personas nos siguieron con la mirada hasta que desaparecimos en el hotel; verdaderamente me calentó esa acción, me vi como lo que quería demostrar, una puta; una vez mas hice creer a la gente que yo era una prostituta. Eran casi las 6:40 PM. Llegamos a la recepción del hotel y mis amantes pidieron un cuarto, no se cuanto pagaron mis machos por la habitación pero me sentí una puta barata, pero bueno al fin una puta y eso me agrada y me excita. En trayecto hacia la habitación mis machos me iban manoseando, me pasaban las manos por mis nalgas y mis senos. Al llegar a la habitación les pedí que me dejaran bañar, me desnude inmediatamente y me metí a la regadera para lavarme y poder sentirme fresca y al mismo tiempo no incomodar a mis machos con la leche que aun estaba escurriendo por mis orificios. Tome el jabón y lave mi cuerpo, sin mojar mi cabello; ellos también se desnudaron y mientras yo me secaba y me arreglaba, ellos se bañaban; de reojo pude ver como lavaban sus hermosas vergas, las cuales ya deseaba comerme; ambas median aprox. 16 cm., solo que uno la tenia mas gruesa que el otro. Cuando los machos salieron de la regadera yo ya estaba completamente seca y únicamente tenía puestas mis zapatillas; al verme así sus penes ya apuntaban hacia el techo de lo duro que se les puso de solo verme desnuda y bien caliente. Literalmente con la boca abierta, cayeron de rodillas adorando mi piel que trastornaba sus sentidos; luego reptaron sin recato en servil pleitesía a la lujuria prometida. Ambos machos se me lanzaron, besándome los senos, el cuello mi espalda, lamían mis nalgas y mi cosita, pasaban la lengua por mi ano, me tenían ya bastante caliente; yo sonreía satisfecha y entrecerrando los ojos me mostré extasiada ¡a-ámenme, pequeños! ¡owmmmmmgh!; yo ya pedía a gritos que me dieran su camote, no sin antes darle el trato que se merecen sus lindas vergotas. Después de lamerme toda y ponerme mas caliente me agache entre mis dos machos para poder hacer lo que mas le gusta a los hombres: mamarles la verga.

me han dado una gran alegría y se merecen una recompensa igual… diciendo y haciendo me agache directo a sus salchichas

Chupaba el pito de uno y después el del otro, lamía desde los testículos hasta la cabecita, nunca dejé de atender sus pitos, pues mientras chupaba uno al otro le hacia una paja y después al revés; intentaba tragarme los dos penes al mismo tiempo, pero solo logre tragarme sus glandes; estaban deliciosos me gustaba su sabor, su olor, ¡mmmmmmh!. Me incorpore y me subí a la cama poniéndome a gatas y con los penes de mis machos de frente seguí dándoles sus mamadas que tanto gozaban, ya no usaba mis manos, solo mi boca. Miguel ya quería clavarme así que solo dio vuelta a la cama y se puso detrás de mi y apuntando su taladro a mi vagina comenzó a perforarme, ¡aaaaaaaaaaaah!, ¡aaaaaah!, ¡así!, ¡así!, ¡mmmmmmh!, cuando lo tuve completamente dentro sentí que su verga me salía por la boca, me inundaba la vagina tan rico que esa era la sensación. Mi macho comenzó a bombearme tan deliciosamente, que me hacia sentir de lo más lindo; me tomaba de las caderas, acariciaba mi busto, mi cintura, tocaba mi ano. Leonardo por su parte me halaba de las orejas para evitar que sacara su camote de mi boca. Hubo un momento que Miguel llevo el control de la cogida, nos sincronizamos deliciosamente que cuando sacaba su verga de mi vagina, yo sacaba la verga de Leonardo de mi boca y cuando me la metía lo mismo ocurría con la verga de Leonardo en mi boca. ¡Aaaaah! ¡ya!, ¡ya!, ¡me vengo!, ¡me vengo!, un chorro de mis líquidos vaginales mojan la verga de Miguel que deliciosamente me estaba follando. Al sentir mis jugos el macho aumentó la velocidad de sus cogidas haciendo que tuviera otro orgasmo más y después otro; sin dar mas tiempo me zafé de mis machos y me gire de tal manera que ahora le estaba dando mí vagina a Leonardo mientras le mamaba la verga a Miguel. Ambos machos ya estaban sensibles gracias a mis mamadas y sus penes estaban bien duros apunto de escupir la leche; de tenerme bien clavada y con mis gritos de placer por esa follada tan rica no soportaron mucho y arremetieron con mas fuerza sobre mi, Miguel por mi boca y el Leonardo por mi vagina, note como sus cuerpos sudaban y sus músculos se tensaban, me tenían a mil y sin pensarlo más exigí la venida de mis machos, ¡ya!, ¡ya!, ¡vénganse!, ¡vénganse!, ¡córranse en mi!, ¡rocíenme su leche!, ¡ya!, ¡ya!, ¡ya!, con esfuerzo titánico mis hombres lograron eyacular, ¡si puta!, ¡toma!, ¡toma puta!, ¡toma golfa ramera!, ¡ya!, ¡ahí te va!, ¡tómala rameraaaa…!, el semen de mis pitudos machos caen en mi boca y en mi vagina, ¡mmmmmh!, mi boca y mi panocha comienzan a succionar la leche caliente y espesa de mis machos. Después de terminar de venirse en mi, caen rendidos en la cama, yo golosa no permito un solo segundo de descanso y así como están boca arriba comienzo a chupar el pene mas gordo que es el de Miguel, lo bese como si fuera lo único que existiera en la vida, lo acaricié con tanta pasión y lujuria, le di besitos, lamiditas, absorbí el liquido que aun salía de su ojito de mear, lamí los testículos, chupe la cabecita me trague toda su verga, succione lo mas rico posible, ¡mmmm!, ¡si!, ¡si!, ¡si¡, ¡me encanta tu verga cabrón!; la tome con mis manos y ahora con mi boca atiendo el pene de Leonardo, también le doy el mismo trato, chupe los testículos, los lamí, le di besitos a toda la extensión de su carne, lamí lo largo de su hombría hasta que también se le puso dura y tiesa, ¡mmmmmmmm!, dos verga tan ricas completamente para mi solita, para una putita. Miguel al ver todo esto con su erección se pone de rodillas detrás de mi y nuevamente comienza a bombearme y gustosa lo dejo picarme. Me saca su verga y me voltea poniéndome boca arriba, abro las piernas y mi macho se monta encima de mi, levanto y doblo las piernas para permitir que su pene entre lo mas profundo; yo acaricio su espalda mientras él besa mi cuello y mis senos. Ahora se incorpora un poco y pone mis tobillos en sus hombros y me bombea. Leonardo al ver todo esto acerca su verga a mi boca la cual se ve riquísima de lo dura y bien parada que esta, gustosa acepto su verga en la boca mientras su amigo miguel me folla por la vagina. Mis machos deciden turnarse y ahora a Leonardo le toca darme por la vagina mientras mamo la verga gruesa de Miguel. Varias veces repitieron esa acción. Tenia la verga de Leonardo dentro, mi calentura era tan grande que lo hale hacia mi para sentirlo arriba y hacerlo besar mi cuello y mis senos; levante las piernas y sentí como su verga entraba muy profundo, sentí unas ganas tremendas de orinar y logre venirme gracias a sus ricos bombeos; Miguel solo observaba aun con la verga bien parada. Leonardo y yo nos giramos y quede encima de él montándolo; me incorpore un poco y me zafé de su verga, la tome con mis manos y la dirigí a mi ano, comencé a sentir su tolete en la entrada, con mis jugos lubrique mi ano y él comenzó a penetrarme deliciosamente, las ganas de ir al baño comenzaron a invadir mi cuerpo, su verga entro por completo y mi macho comenzó a moverlo suavemente y después me bombeaba mas rápido; Miguel al ver esto se acerco a mi y se puso detrás, adivine lo que quería, me zafé de la verga delgada de Leonardo y me la metí en la vagina y así liberé mi ano para la verga gruesa de mi macho Miguel. Pero sorpresa, Miguel no me penetro por el ano, el muy cabrón fue metiendo poco a poco su verga en mi vagina; la verga de Leonardo estaba totalmente dentro de mi y Miguel se abría paso en mi cuevita; gracias a mis corridas anteriores mi vagina estaba ya muy lubricada y fui sintiendo como mi panocha se dilataba más y más permitiendo la entrada del grueso y ardiente tubo de Miguel. ¡aaaaagh!, ¡aaaaag!, ¡me parten mi cricaa!, ¡me matan!, ¡aaaagh!, ¡aaaagh!, ¡si!, ¡si!, ¡viólenme!, ¡follenme!, ¡matéenme de placer!. Ahora sentía los dos gusanos en mi bien empapada y dilatada vagina; los pitos de mis machos se rozaban entre si; que delicia, era como tener una verga demasiado gruesa enterrada. Los dos se movían al mismo tiempo, me llenaban bien rico la vagina; el roce de sus cuerpos al mío me excitaban, me tenían muy caliente; el imaginarme como sus huevos y sus penes rozaban entre si me mataba de morbo y lujuria. Una riada de sensaciones me inundaron en ese preciso momento que ambos machos me perforaban: miedo, dolor, angustia, pasión, locura, lujuria, goce, perversión, placer… todas esas emociones y muchas más me llegaron…Así fue como mis dos hombres me tenían ensartada por la crica, me estaban cogiendo de lo mas lindo, orgasmo tras orgasmo, mi goce no paraba, me sentía la mujer mas dichosa, mas feliz, mas puta, mas golfa; Ahora Miguel saco su verga de mi vagina y apunto directo a mi caliente ano; me hizo dar un grito pero no de dolor, fue de plena satisfacción, ahora ya tenia sus vergas en cada uno de mis orificios; estaba entre dos hombres bien clavada como una mariposa, siii, como una mariposa de noche; sus vergas eran para mi, únicamente para mi, y las gozaba como una desesperada, me movía mas y mas rápido; deseaba hacerlos venir ya, quería sentir su semen en mis hoyitos de placer. Leonardo que estaba debajo de mí, chupaba mis senos, acariciaba mi cuerpo y mis piernas. Miguel, pasaba sus manos por todo mi cuerpo, yo disfrutaba esa doble penetración y caricias; Leonardo pidió a Miguel que cambiaran de lugar pues también quería darme por el ano. Solo hicieron que me volteara de tal manera que quede boca arriba dándole la espalda a Leonardo, casi estaba acostada sobre él; ya bien acomodados Miguel me daba por la vagina y Leonardo me daba por el ano a la vez que besaba mi cuello y mis orejas; miguel, teniéndome de frente acariciaba mis senos y de vez en cuando me los besaba, estuvieron penetrándome deliciosamente, con una lentitud que daba gusto, sus arremetidas eran lentas pero yo gozaban en cada estocada; de vez en cuando arremetían con gran velocidad y yo me acoplaba a sus movimientos; me sentía en la gloria y muy seguido me estremecía del placer que ambos hombres me daban; mis orgasmos sucedían uno tras otro, sin parar; por el culo sentía unas tremendas ganas de cagar muy ricas. Les pedí que lo hiciéramos en la misma posición pero parados; miguel no lo dudo y me halo hacia él que al mismo tiempo se paraba a la orilla de la cama, situación que provoco que me safara de la verga de Leonardo. Miguel en vez de prepararse para darme de pie entre los dos me puso en 4 patas y comenzó a fornicarme por mi vagina y despues por mi ano, Leonardo se paro a su lado y esperó su turno, también me pistoneo por mi ano y mi vagina, para después entregarle mis nalgas a Miguel. Sentía tan rico como se turnaban. Yo tenia los ojos cerrados, pero no hacia falta tenerlos abiertos para darme cuenta quien me estaba vergueando, pues mi vagina y mi ano distinguían bien que verga pertenecía a cada macho, gozaba de lo lindo cada intercambio, me venia en cada turno de mis machos. Con los ojos cerrados vino a mi mente la escena de muchos hombres formando una fila enorme esperando su turno para follarme. La forma en que cada macho le entregaba mis nalgas al otro me encantaba me ponía al borde del orgasmo, el cual se completaba al ser follada por el siguiente macho; ellos no dudaban en cogerme por el culo o por la panocha. Que placer me daban… Simplemente… que delicia ser follada de esa manera. Pude ver en el espejo como mis hambrientos machos me daban su verga en esa posición, me veía linda follada de esa manera. Mis machos me tomaron de mis piernas y me levantaron de tal manera que me pusieron de cabeza dejando mi boca a la altura de sus vergas, me excitó estar colgada de esa manera y no dudé en tragarme los camotes de mis machos, una y otra vez me comía sus vergas maravillosas, me balanceaba como un péndulo para lamer una y después la otra; estos cabrones de rica verga me tenían a mil y yo no dudaba en darles un buen trato con mi boca, me tuvieron así por varios minutos. Entre los dos me voltearon y me abrace de frente a Miguel y abrí las piernas, me tenia en el aire y me levanto lo mas alto posible para después irme bajando poco a poco clavándome su palote, Leonardo lo ayudaba y me sostenía de las nalgas. Una vez que estuve ensartada por la vagina Leonardo tomo su verga y comenzó a buscar el ojo de mi culo y comenzó a dejármela ir por completo. La sensación de tener dos vergas de esa manera hacia que mi vagina soltara mis líquidos una y otra vez, sus vergas entraban deliciosamente, yo me sentía la reina de las vergas y las que tenia en ese momento me llenaban toda, me hacían la mujer mas feliz y mas puta. Sentía que sus vergas sostenían todo el peso de mi cuerpo. Por la vagina me venia y me venia y por mi ano sentía que me cagaba gracias a un delicioso dolor, que el muy cabrón de Leonardo me provocaba. Repentinamente mis machos me bajaron de esa posición únicamente para hacerme mamarles la verga, lo cual hice con gusto y una vez satisfechos por mis lamidas y chupadas volvieron a levantar al aire y volverme a coger, pero ahora me abrace a Leonardo para recibir su chile en la vagina y el de miguel en mi culo. En cada arremetida de mis machos sentía que desfallecía de tanto placer. Sus vergas casi chocaban dentro de mí y eso me excitaba más, estaban separadas por una pared muy delgada de mi cuerpo. Cientos de piquetes sentí en mí vagina y ano, no dejaban de perforarme ni un segundo, no tenían descanso y mi vagina no dejaba de babear. Mis hombres no pudieron más y comenzaron a aventar sus líquidos en mí, ¡toma!, ¡toma ya perra!, ¡tómalas!, al mismo tiempo yo tenía otro orgasmo y los tres terminamos juntos. Mi culo y mi panocha estaban inundados de semen que escurría por mis piernas y hacia la alfombra. Desfalleciendo me apoye en mis folladores machos mientras me zafaba de sus vergas; con los pies temblorosos mis machos se sentaron en la orilla de la cama y yo quede de pie y aún con muchas ganas; me senté en el piso y busque la verga de Leonardo para succionársela, lamí sus testículos y su verga medio flácida, hice lo mismo con la verga de Miguel iba de una verga a otra y cuando note que la verga de Leonardo estaba lista me senté en él dándole la espalda y con las piernas abiertas, él junto sus piernas permitiendo motarme en él; de esa manera podía cogerme yo sólita, me clave su verga completita y cuando la tuve hasta el fondo comencé a moverme de lo mas rico, Leonardo estaba con las piernas totalmente estiradas, me cogia yo sólita, brincaba sobre su camote, me movía de izquierda a derecha, hacia atrás y hacia adelante, en círculos; me agachaba lo mas que podía para darle un lindo espectáculo de mis nalgas a Leonardo y que viera como me comía su verga con mi vagina; me safé de él y me fui a ensartar en el chile de miguel de la misma manera en que estaba Leonardo, me senté en su cuerpo pero ahora me clave su verga en mi ano, de igual manera brinque en su verga, me movía en círculos, de izquierda a derecha y hacia atrás y hacia el frente, su verga se movía por mi culo de manera deliciosa, me safé de el y le abrí las piernas para poder gozar de su verga ahora con mi boca, como una hambrienta me la trague, lamiéndola, chupandola, besándola. Ahora deje de mamarsela y me fui sobre la verga de Leonardo, de igual manera me senté en él y comiéndomela con mi ano, gozando de lo lindo. Leonardo no soporto mas el trato que mi culo le estaba dando y termino por aventarme sus chorros de semen calientito; yo no deje de moverme y seguir gozando de su verga mientras se venia; cuando descargó todo su semen me levanté lo mas rápido posible y me dispuse a limpiarle su rica verga hasta dejársela completamente limpia. Me dirigí ahora con Miguel que de solo ver el trato que le di a Leonardo tenia ya la verga en su punto, me senté en el, me clave su verga en mi vagina y después en mi ano, la saque nuevamente de mi ano para meterla en mi vagina y una vez mas me la clave en mi ano. El cerebro se me derretía de placer, me vine varias veces como una loca, Miguel también ya quería terminar. Puse las manos en el piso y con las nalgas bien paradas comencé a moverlas de arriba hacia abajo de una manera rapidísima provocando mayor excitación en Miguel, no pudo mas y exploto aventando su semen en mi ano, en seguida me safe de él y me dispuse a limpiar la verga que tanto placer me había provocado. Ambos pájaros quedaron semimuertos pero completamente limpios; los machos se recostaron en la cama y yo en medio de ellos, aun acostada no solté sus vergas, tenia una en cada mano. 15 minutos después sentí que sus penes estaban nuevamente erectos y sin mucho pensarlo me puse en 4 patas ofreciéndoles mis nalgas otra vez, deseaba mas verga; mis machos lo entendieron, se acerco Miguel para empezar la cogida, se puso de rodillas detrás de mi y comenzó a bombearme, para después darle mis nalgas a Leonardo; el semen que me inundaba jugaba un papel muy especial: sus penes entraban como cuchillo caliente en mantequilla. Mis machos se turnaron mi ano y mi vagina hasta más no poder. Me encantaba como se turnaban mis hoyitos de placer y ellos lo disfrutaban, lo pude notar por que sus penes se ponían más duros en la siguiente embestida. Miguel aventó escasas gotas de semen en mi ano y se tumbo en la cama con su verga totalmente muerta; Leonardo también logro venirse por ultima vez pero en mi vagina y como fulminado por un rayo se tumbo en la cama. Sus pajaros estaban totalmente muertos; mis machos quedaron completamente inofensivos y aprovechando ese estado me dispuse a darle unas mamadas mas a sus penes; me encanta ver las vergas así dormidas e indefensas, me las pudo tragar completamente de un solo bocado. Ambos machos necesitaban más tiempo para lograr otra erección más. Yo con mas fuerzas me levante de la cama y me dirigí a la regadera me quite las zapatillas y me di un baño con agua tibia, lave muy bien mi ano y mi panochita después me seque el agua, también lave mi boca; me puse nuevamente mis zapatillas. Me acerque a mis machos que aun estaban acostados les di un beso a cada uno y para su sorpresa me acerque a la puerta y les dije:

Cogen muy rico, me encanto estar con ustedes, todo fue muy excitante pero tengo que irme ya, nos vemos, mmmmuuaaccck! Byeeeee.

Aun desnuda tomé mí vestido y mi bolsa de mano, abrí la puerta de la habitación y salí, ellos no pudieron detenerme pues seguían aun desnudos y "noqueados". En el pasillo y caminando hacia el elevador fui poniéndome el vestido, no me importo que algunos trabajadores y clientes que iban llegando me vieran en esa acción; al llegar al elevador estaba un trabajador del hotel y juntos entramos a el, no me importo su presencia y saque la tanga de mi bolsa de mano y me la puse, los ojos casi se le salían y estaba totalmente desconcertado y sorprendido y quedo mas sorprendido cuando al salir de elevador me despedí de él dándole una sobada a su chile; caminando hacia la salida baje los tirantes del vestido de mis hombros a mis brazos mostrando aun mas mis senos, faltaba poco para que mis pezones salieran del vestido. Eran las 9:10 PM de una noche calurosa con un viento ligero que me ponia mas caliente, me urgia llegar a mi próxima cita. Me pare en la Av. Insurgentes para esperar un taxi, muchos hombres se me acercaban para preguntarme cualquier tontería y otros mas atrevidos preguntaban directamente por mis servicios a lo que les respondia pedíendo una gran cantidad de dinero por mis caricias; lo mismo ocurría con los automovilistas que se paraban a hacerme la misma pregunta. Ya no podía mas, estaba muy caliente, no se que me pasaba; muchas veces me había calentado pero no como esta vez y los culpables eran todos esos hombres que me veían y me ponian caliente con sus preguntas, que me deseaban, que querían sentir mis besos y caricias, que deseaban follarme; nunca había estado con tanta necesidad de sentirme ensartada por un buen trozo de carne como esa noche; me sentía llena y satisfecha, pero queria más y más camote, más leche. Quería seguir parada ahí, sintiéndome deseada y admirada por esos machos pero ya eran las 9:27 y tuve que solicitar un taxi para llegar lo mas rápido posible al encuentro de mi siguiente fierrudo macho: Joel. Le pedí al taxista que me llevara a Toks de Puente de Alvarado; al subir al taxi el vestido se me subió muy arriba de mis muslos mostrándoselos al chofer, ni intentos hice por cubrirme, incluso dirigí la mirada hacia otro lado y así darle oportunidad de que él me observara con completa libertad: mis senos, mis piernas incluso mi tanga. Llegamos al Toks y quise pagar pero el chofer no me cobro nada además con el espectáculo que le di él me salía debiendo. Baje del taxi y me dirigí hacia el Toks. Ya estaba Joel esperándome. Tomamos un par de tragos y fui directa, le pedí que nos fuéramos pues, según yo, estaba esperando el momento de estar a solas con él. No se hizo del rogar e inmediatamente nos dirigimos hacia el hotel, a mi amigo Joel se le hacia excitante llevarme de la mano por la calle, él quería lucirme, me gusto su idea. Joel me llevaba del brazo y me di cuenta que muchos hombres lo envidiaban. Fuimos caminando por la Av. Insurgentes, llegamos a la esquina de Héroes Ferrocarrileros y a media cuadra estaba un hotel llamado Lark; Joel me llevaba de la cintura y de vez en cuando pasaba la mano por mis nalgas, algunos hombres que nos seguían podian ver lo que este cabron me hacia. Ya en el Hotel, Joel pago una habitación, subimos por las escaleras y el muy caliente me seguia manoseando todo lo que podía de mi cuerpo. Ya dentro de la habitación Joel no pierde el tiempo y al cerrar puerta comienza con mas intensidad a manosearme, me toca las piernas, los senos y yo trato de acariciarle el pájaro, él da un leve quejido de placer y se deja llevar; baje el cierre de su pantalón y su pajaro asoma la cabecita, metí la mano en su pantalón y le agarre el chorizo; empecé a sobar las bolas y su chile que apenas asomaba; de solo sentir mi mano, al instante empezó a despertar y a crecer, lindo, grande, duro, listo para penetrar a cualquier hembra; desabroche su cinturón y baje el pantalón hasta los tobillos, me arrodille ante él y pasé mi lengua lentamente hasta llegar a la base del glande y retrocedí para meter la punta de mi lengua en el agujerito de mear, para luego regresar a la base, me detenía en el frenillo, en la corona y trataba de introducírmelo todo en la boca, le acaricie los testículos y él empezó a estremecerse. Se quito completamente el pantalón y se sentó en la cama, yo me hinque en el piso y pude contemplar plenamente sus bolas y su gran gusano; de esa manera pude disfrutar de toda su hombría; él gozaba mis mamadas y lamidas, volteaba a verlo a los ojos, tenia la cara llena de placer y satisfacción y eso me motivaba mas y con mas gusto lamía su palo y sus huevotes; le hice una mamada tan rica como solo una puta como yo sabe hacerlas; su gusano parecía un fierote de lo duro y tieso que se había puesto gracias a mi boca; Joel no soporto las caricias que tan sutilmente le propinaba entonces comenzó a soltar la leche, tibia y abundante la cual yo trague y trague sin dejar una sola gota en su hermosa verga. Una vez que termino de eyacular en mi boca seguí chupándo su camote hasta que quedo limpiecito y bien parado; quitándome rápidamente el vestido y mi tanga me ofreci a mi macho:

follame, deseo tu verga dentro de mi, por todos mis orificios.

Él, con la cara llena de deseo y lujuria me llevo a la cama y de inmediato me acostó, yo abrí las piernas para aceptar su verga tan rica y dura, con el palo bien parado se me monto y de inmediato me lo clavo, ¡mmmh! ¡sii!, ¡siii!, ¡sii!, ¡cógeme!, ¡cógeme!, ¡que rico cariño!, ¡así!, ¡así la deseaba!, ¡que verga dura y rica!, ¡mmmmmmh!, me estaba embistiendo muy rico; Joel me besaba el cuello, las mejillas, las orejas y los senos, por debajo acariciaba mis nalgas, me tenia bien caliente y mi vagina no dejaba de soltar liquidos de placer, me venia a mares de lo rico que me estaba bombeando ese cabrón, ese macho caliente. Recordaba las cogidas anteriores y me calentaba aun mas, recordaba lo puta que me porte con el trabajador del hotel y me venia mas y mas, lo cual Joel disfrutaba; él muy perro me pide que me ponga en cuatro patas, nos zafamos tan rápido como pudimos y me puse en posición de perra; él detrás de mi apunto su duro palote y lo clavo en mi hoyo de placer, ¡aaaah!, ¡aaah! Lo sentí como me inundaba, yo disfrutaba cada milímetro que entraba de su carne, ¡así!, ¡así!, ¡así!, ¡mmmh!, ¡mmmm! ¡dame más!, ¡bombéame más! ¡si!, ¡así!, ¡así!, ¡mmmmh! ¡que rico me lo haces!, !mmmmh!, ¡si!, !si! ¡cojéeme, follame! ¡párchame!, ¡rómpeme el fundillooo con tu verga!; sin mas palabras que escuchar sacó su gusano de mi panocha e inmediatamente apunto en mi ansioso culo y de una sola embestida metió su duro y fuerte animal en mi ano que por las cogidas anteriores ya estaba acostumbrado a recibir verga, lo tenia dilatado; sentía un enorme placer cada vez que su verga entraba y salía de mi culo, ¡mmmmmh!, ¡mmmmh!! Sentía la necesidad de ir al baño, sentía que ensuciaba su pájaro, sentía deliciosa su pinga en mi culito y yo no dejaba de exigirle verga, le pedía que me diera más y más rápido; así lo hizo, mi macho me obedeció y me bombeo más rápido y mas rápido, yo estaba en la gloria, sentía tanto placer, su verga me encantaba, estaba justa a mi culo, entraba y salía, una y otra vez, ya no podíamos mas y sentí que él estaba por soltar su leche, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, mi macho hizo algo que me encanto: al estarse viniendo en mi culo y antes de terminar de vaciarse saco su gusano e inmediatamente lo metió en mi vagina y después nuevamente la metió en mi culo, de esta manera pude sentir también su leche en mi vagina, ¡mmmmmh! ¡así mi rey!, ¡que rico te vienes en mi!, ¡mmmmh!, ¡si!, ¡si!, ¡si!, ¡aaaaah! Se vació completamente; nuestras respiraciones eran agitadas, intentábamos recuperar su normalidad, mi macho se recostó en mí, me besaba la espalda. Su pájaro se puso flácido y salió de mi ano; ahora mi macho se recostó a mi lado ambos boca arriba.

Su gusano se veía lindísimo, dormido, chiquito e inofensivo, ¡mmmmh!, se me antojo otra vez, así que sin perder tiempo me dispuse hacerle un buen servicio a mi cogelón amigo, me incorpore y me dispuse a mamarle la pinga, pude comérmela todita, la sentía en mi boca, chiquita y arrugadita, pero conforme esa verga sentía mi lengua y mis labios comenzó a "inflarse" y a ponerse tiesa, bien sabrosa; el muy cabrón estaba disfrutando de mis ricas mamadas y yo me olvide de todo a mi alrededor, me puse de cuclillas sobre él y me fui sentando en su gran verga, me movía de arriba hacia abajo, dándome unos deliciosos sentones en su hermosa verga. El solo se limitaba a usar sus manos ayudándome para que yo siga brincando sobre su camote. Siento lo rico que esta su pájaro, siento como toca lo más profundo de mis entrañas, lo siento tan sabroso que no atino mas que a aumentar mis sentadillas sobre su duro pajarote, él comprende mis movimientos y me ayuda, ¡aaaaah!. ¡aaaaah!, ¡si!, ¡si!, ¡si!, ¡me vengo!, ¡me vengo!. Mi macho aullaba de placer. Debido al cansancio yo me quede sentada sobre él sintiendo como su verga estaba enterrada completamente en mi vagina, me repuse y nuevamente comencé a brincar sobre él enterrándome su carne; no pude mas y me zafé de él y me tire en la cama, pero viendo su gusano tan lindo puntando hacia el techo se me antojo darle otras mamadas mas, así que no lo dude y comencé a chupar su tolete; yo estaba muy caliente y él también, lo notaba por que me tomaba de la cabeza y me halaba hacia su verga. En un movimiento rápido se incorporo e hizo que me pusiera en 4 patas para taladrarme por el ano, ¡aaaah!, ¡aaaah!, ¡que rico!, ¡si!, ¡si!, ¡mmmmmmh!, comenzó a bombearme por mi culo, sentía cada milímetro de su verga, es delicioso como me picaba el ano, estaba en la gloria, me tenia a mil, yo como podía acariciaba sus huevotes. Me movía como una desesperada, movía mi culo hacia tras y hacia delante, también lo giraba en círculos; sentía que mi culo se abría más y más, me lo partía en dos y sentía mas grueso el pene de mi macho. Nuevamente termine de venirme y mi macho no quería terminar por más que se lo pedía: Caímos rendidos en la cama y después de que pasaron unos minutos me incorpore y le dije que me daría un baño. Al salir de la regadera, ya mas limpia y fresca fui hacia donde estaba él; al verme inmediatamente se lanzo otra vez sobre mi, su verga estaba flácida, se puso detrás de mi me hizo una proposición que me encanto, me tomo de la cintura mientras me decía que le encantaría hacerlo en su auto. Acepte y agradeciéndome me dio un beso en la mejilla. Joel se metió al baño y se enjuago el cuerpo; mientras yo arregle mi cabello, me puse mi vestido y mi tanga; me lave la boca. Yo tenía ganas de más verga y Joel estaba dispuesto a dármela. Ambos estábamos excitadísimos por su idea de coger en su auto mientras su chofer manejaba. Bajamos de la habitación por las escaleras y Salimos del hotel Lark. Eran casi las 10:00 p.m. Él chofer ya nos estaba esperando, me abrió la puerta y me pidió que me subiera a su auto. Su auto era un deportivo de dos puertas pero no traía el asiento del copiloto, Joel lo había quitado apropósito. El chofer no dejaba de mirarme creo que sabia lo de el plan de Joel.

El Chofer tomo la calle puente de Alvarado y se fue en dirección al Toreo. Joel se desabrocho el pantalón y me mostró su tolete semi erecto, lo tome y comencé a masajearlo, mientras él me quitaba el vestido y la tanga me dejaba únicamente con las zapatillas; manoseaba mi cuerpo; Joel comenzó a acariciarme los pechos ricamente y yo no soltaba su camote, me besaba el cuello. El Chofer desvió un poco el retrovisor para no perderse ningún detalle; no soporte mas y me puse de rodillas ante Joel, él se quito completamente el pantalón y abrió las piernas, comencé a mamarle la verga; sus huevos descansaban en el asiento pero aun así los pude lamer con mucho placer, mi lengua no cesaba de pasar por todo su aparato, con mis dientes mordía ligeramente su tubo de carne, el chofer volteaba a ver como me comía el tolete de mi macho y la verdad me excitaba que él fisgoneara mi acción. Me trague lo mas que pude el pene de Joel, este se estremecía y acomodaba su cabeza hacia atrás, con sus manos masajeaba mis senos; me pidió que me montara sobre él, abrí las piernas y me monte sobre su vergota, comencé a subir y a bajar sobre su pito y él como podía me daba leves bombeos, la delicia de sentir ese pene dentro de mi me hizo gemir y note que mis machos se excitaban más de solo escucharme, ¡aaaaagh!, ¡aaaaagh!, ¡mmmmmmh! ¡aaaaah!, ¡cojéeme!, ¡cojéeme!, ¡lo haces tan rico! ¡y tienes un pito riquísimo!, ¡así!, ¡así!, ¡así mi rey mmmmmh, que rica verga tienes!, ¡me haces gozar!, ¡mmmmmh! ¡si!, ¡si!, ¡si! ¡muévelo!, ¡así!, ¡así!, ¡si!, ¡despacio!, ¡así!, ¡así!, ¡así!, no supe para donde miraba el chofer pero no dudo que a través del espejo retrovisor estuviera viendo mis nalgas y como mi panocha era perforada por el tolete de Joel. ¡mas rápido!, ¡mas rápido!, ¡ya!, ¡ya!, ¡ya! ¡si!, ¡si!, ¡aaaah!, el chofer giro su mano y comenzó a acariciar mis nalgas; Joel me clavaba mas rápido su tubo de carne y el chofer hurgaba en mi ano con sus dedos. Para esos momentos ya íbamos por calles de la Col. Nueva Sta. María; ¡me vengo!, ¡me vengo!, ¡aaaaaaah! ¡si!, ¡aaaaaah!, empape el camote de Joel pues de lo rico que sentía no aguante mas, Joel me tenia agarrada de la cintura y su boca no dejaba de besarme los senos y el chofer por su parte no dejaba de acariciarme las nalgas. Ahora Joel me pidió que nos acostáramos de lado en el sillón, él se puso detrás de mi y yo quede a la orilla del asiento, levante la pierna derecha para permitir que me enterrara su verga, así comenzo a bombearme; Joel me besaba la espalda acariciaba mis senos y mi panocha, nos acoplamos muy rico, abrí lo mas que pude las piernas; sentí su pene mas profundo dentro de mi, su rica verga estaba ya muy sensible y no pudo resistir más y comenzó a venirse dentro de mi, ¡tómala perra!, ¡toma mi leche!, ¡me vengo!, ¡si!, ¡si!, ¡dámela!, ¡quiero sentirte!, ¡la quiero yaaaaa!,

Un torrente de leche lleno mí ya encharcada vagina, sentí sus escupitajos como golpeaban en el interior de mi vagina, lo sentí igual de espeso, abundante y caliente; mis liquidos se mezclaban con los espermas de mi macho; pasaron unos minutos y el pene de Joel perdió su erección, solito salió de mi vagina. Creo que el chofer ya había perdido la ubicación de por donde se metía y daba vueltas y vueltas por la misma manzana. Nos acomodamos nuevamente en el sillón para tratar de recuperarnos. En ningún momento solté el gusano de Joel, se lo acariciaba con mi manos y como toda una golosa me baje y me lo metí en la boca, comencé a limpiársela pero sobre todo mamarsela para ponérsela dura y una vez lo puse listo nos colocamos de rodillas en la parte donde se supone que esta el asiento del copiloto, yo acomode mis brazos en el asiento trasero y mi macho se puso detrás de mi dándome unas cogidas de a mil, tan ricas como el mismo lo podía hacer, me metía su verga hasta el fondo y yo la recibía con gran placer, me sacaba orgasmo tras orgasmo, me sentía bien cachonda cogiendo ahí en el auto en movimiento; que rica sensación y a la vez algo incomoda, pero eso mismo le da un toque excitante; ¡quiero tu verga en mi ano!... ¡métemela por ahí!, ¡por favooor!.. ¡dame placer en mi culooo!…, ¡si!, ¡si!.. no lo dudó y dirigió su animal directamente a mi ano dándome unos bombeos de lo mas lindo, llenándome el orificio anal solo con su vergota, siento como raspa mis intestinos de lo mas rico; una y mil veces su verga entra y sale de mi ano, mi vagina pide verga y su pene lo sabe, así que sin dudarlo saca su verga de mi ano y la mete en mi panocha jugosa, entra hasta lo mas profundo, que rico se movía dentro de mi este tolete duro y erecto; mi macho me coge mas rápido y fuerte toca mi punto g y ambos comenzamos a venirnos de lo mas rico, ¡mmmmmh! ¡aaaaaah! ¡Que rico! ¡Que rico me coges pitudoteeee! ¡Aaaaaaaaaaah! ¡siento tus chorros en miii!, ¡aaaaaah! El chofer me acariciaba la espalda y no dejaba de ver mi cuerpo. Los chorros de semen ya me escurrían por las piernas; al terminar de venirnos ambos inmediatamente nos sentamos en el asiento para recuperar fuerzas, pues además era incomodo estar en esa posición. Y una vez repuestos comenzamos a vestirnos, me puse el vestido y mi tanga. Para esos momentos ya estábamos por la calle de San Luís. El resto del camino lo pasamos recuperando fuerza, sobre todo mi macho en turno que inclusive lo note extraño, como sospechoso. Llegamos a una calle de la colonia Nueva Sta. María y ahí Joel hizo como que tenía que hacer una llamada. El chofer se paro en una esquina, Joel se bajo y se dirigió a un teléfono publico. El Chofer se veía muy caliente. Comprendí lo que estaba pasando, Joel me dejo sola con el chofer para que este aprovechara y tratara de convencerme y hacerme suya.

Estas muy linda, te mueves muy rico, eres una diosa del sexo, estas bellísima, eres una real hembra, una nenota.

Sabia lo que este hombre deseaba y sin pensarlo me hinqué a su lado y busque su pito, baje el cierre del pantalón y saque su orgullo, de inmediato comencé a darle la mamada de su vida; estábamos estacionados en la calle y nadie nos molesto, succione y succione su camote, lo lamí con dulzura, tenia el tubo muy sensible y no tardo mucho en venirse ya que las escenas de sexo que vio entre Joel y yo lo tenían a punto de explotar y me trague todo su semen, no deje escapar una sola gota y su pájaro quedo limpio; estaba totalmente idiotizado, creo que nunca olvidara el buen trato que le di a su camote; me incorpore y le pedí que nos fuéramos lejos de Joel. Prendió el coche y nos retiramos. Por su parte Joel seguía en el teléfono y al parecer no le importaba nuestra retirada. No era difícil entender que eso era parte del plan: Joel me puso en bandeja de oro, a su amigo, el cual no era ni su chofer. Pero no me importaba, al contrario, lo estaba disfrutando mucho, estaba como una perra disfrutando, quería más verga y no iba a desaprovechar esta otra que tenia para mi, ademas él estaba dispuesto a dármela.

Eran ya casi las 11:30 le pedí que manejara por el Circuito Interior, llegamos a Tlatilco y ahí vimos un centro comercial. Se dirigió al estacionamiento y busco un buen lugar para dar rienda suelta a nuestros mas bajos instintos; otra vez empezamos el cachondeo y se lanzo sobre mi acariciándome las piernas y besándome las mejillas, el cuello, manoseaba mis senos; yo ansiosa buscaba su hombría y cuando lo tuve en mis manos lo acaricie por encima del pantalón y como pude me solté de sus brazos solo para bajar mi cabeza y comenzar a mamarle lo que tanto me gusta de los hombres, su tolete. Tenia mas hambre de ese pedazo de carne y se lo chupe fuerte con ansias; ya la tenia durísima; como me encantan las vergas, me fascina mamarlas, besarlas, me vuelven loca, soy una adicta a las vergas, son tan hermosas… y esta verga me tenía bien entretenida, adorándola, sobandola, acariciándola y mamandola. Le pedí que saliéramos de su coche, me quite la tanga y la avente al toldo y así facilitar la cogida de su verga en mi panochita; me senté en el cofre de su auto, abrí las piernas y mi macho se acerco a mi con su camote bien parado moviéndose como una víbora, lo abrace con mis manos y piernas mientras mi panocha hacia lo mismo con su pene; su carne dura y sabrosa fue entrando poco a poco.

Comenzó a besarme el cuello, a manosear mis piernas, mis nalgas, mis senos, buscaba mis labios no pude resistirme y se los entregue; era un macho que me gustaba y me excitaba demasiado con una hermosa herramienta que sabia manejar de lo lindo; me bombeaba suavemente mientras nuestros labios se fundían, nuestras salivas se mezclaban de lo mas rico. Estábamos tan entrados en lo nuestro pero notamos que se acercaba una patrulla; por fortuna nos dimos cuenta de su presencia antes de que ellos nos vieran a nosotros, únicamente me baje del cofre del auto y mi macho como pudo escondió su vergota. Los oficiales se acercaron y les comentamos que ya estábamos por irnos; sin dejar de mirarme los 2 oficiales no se tragaron el cuento y se retiraron a unos metros de distancia, por fortuna no vieron mi tanga que estaba en el toldo; la situación me puso bien caliente con las piernas escurriendo de mis propios líquidos. Los policías estacionaron la patrulla y no tenían intenciones de irse, fue entonces que le pedí a mi macho que nos fuéramos de ahí; tome mi tanga y nos metimos al coche e inmediatamente nos retiramos del lugar; él no lo sabia pero lo dirigí a la calle donde yo había estacionado mi auto. Mi amante detuvo su auto justamente detrás del mío, apenas se detuvo y se desabrocho el pantalón, lo bajo hasta sus rodillas e inmediatamente me lance a mamadas sobre su pitote, lo tenia semierecto, se le veia hermoso y le di el trato que una buena verga como la de él se merece; él mismo me tomaba de la cabeza y me empujaba hacia su verga, el desgraciado me halaba de las orejas dandome unas cogiditas muy ricas por la boca; su pito ya estaba durisimo y bien parado, me perforaba la garganta. Estabamos muy calientes, yo necesitaba su verga, me halo de los cabellos y me levanto, me miro a los ojos y me ordeno sentarme en su verga y como pude lo hice y quede encima de mi macho, quede entre el volante y mi pitudo, dandole la espalda; enrrolle mi vesito en la cintura. Me enterre su verga, solo sus testículos quedaron fuera de mi panocha; comence a moverme y a brincar sobre su gran verga; me aferre al volante y aumente mis movimientos sobre mi pitudo amante, movi mis nalgas en circulos y en todas direcciones, ¡aaaah!, ¡aaaaah!, ¡que rico!, ¡mmmmmh!, ¡aaaaaay!, mi vagina escurria de tanto placer gracias al gran gusano de mi amante; él permanecia quieto mientras yo hacia todo el trabajo y lo hacia gozar. Mi amante abrio la puerta y asi como me tenia ensartada nos salimos del auto, su verga nunca salio mi vagina; me pidió que me agachara un poco, él por detrás comenzó el mete y saca de su gusano, me agachaba lo más que podía para permitir una entrada rica y profunda, me bombeo riquísimo:

¡Así!, ¡así!, ¡así!, ¡mmmmh!, bombeaba y bombeaba de lo lindo, como un pistón a toda velocidad; en cada arremetida me hacia ver estrellitas, me picaba delicioso una y otra vez, y de tanto insistir con sus pistoneos alcance un orgasmo, me follaba muy sabroso y me tenia excitada; ya casi eran las 12:00a.m. El lugar me calentaba, el ambiente era tibio con un aire ligero; nunca supimos si alguien nos veía, pero esa duda me calentaba; se veían algunos autos y camiones que transitaban por la Av. insurgentes. Mi macho me pidió me sentara en el cofre del auto, abrí las piernas y acepte su camote; él me besaba en la boca, acariciaba todo mi cuerpo; no nos importaba nada, me quite el vestido y quede completamente desnuda ahí en la calle, justamente en la privada Roble, solo tenia puestas mi zapatillas. Él mamaba mis senos, me tomó de los tobillos y me hizo hacia atrás quedando acostada sobre el cofre, mis tobillos los acomodo en sus hombros, ¡aaaaah!, ¡así!, ¡así precioso!, ¡así mi macho!, ¡cojéeme!, ¡cojéeme soy toda tuya!, ¡méteme tu verga!, ¡esta tan rica!, ¡tan sabrosa!, ¡dámela toda!. Su palote entraba y salía de una forma riquísima y me hizo venir una y otra vez; mi mirada estaba hacia el cielo, su camote me llenaba toda. Él ya no podía mas de verme tan caliente y excitada y exploto dentro de mi haciéndome ver estrellitas, todo su semen caliente y espeso llenaron mi cueva de placer, se escurría por mis nalgas; sin un minuto que perder mi macho con su pene aprovecho ese lubricante natural y lo unto en mi ano con su propia verga, sin prisas y aun con su verga dura y tiesa comenzó a metérmelo por el culo, ¡si!, ¡si!, ¡si!, ¡por ahí!, ¡dame por mi culo!, ¡rómpemelo es todo tuyo corazón!, ¡párteme en dos!, ¡soy tuya!, ¡soy tu puta!, ¡tu putita!, ¡cojéeme rico!, ¡dame tu verga!, ¡ya!, ¡ya!, ¡si, ¡si!, ¡así, ¡siii!, ¡aaaaah!, ¡aaah!, ¡aaay!; su camote no perdió erección con la eyaculación anterior, ¿y para que perderla? teniendo a una puta como yo, creo que a ningún hombre se le dormiría el pito; sin duda yo se la forma de manipular a los hombres para someterlos a mi voluntad, -¡aauuuugh!, ¡aaaarrggg!, ¡oooooouh!, con gran maestría saca y mete su pene de mi ano una y otra vez y eso me lleva a un orgasmo mas pues con sus dedos penetraba mi panocha súper mojada; ahora mi hombre saca su pene de mi ano y lo mete a mi vagina, repite esta acción una y otra vez, el juego me encanta y me tiene cachondisima, prendidísima, en un segundo entraba en mi ano y en el siguiente estaba en mi vagina, era tan deliciosa su cogida que casi podía sentir una doble penetración. El mundo no existía para mi… era todo excitación, miedo, ansias desesperación. Yo temblaba, mis movimientos eran torpes por la larga excitación. No me importaba nada, no me importaba si alguien nos veía y nos denunciaba a las autoridades, no me importaba si la policía nos arrestaba por esa falta moral… nada, nada me importaba, para mi solo existía ese hermoso pájaro, travieso y juguetón que entraba por mi ano y por mi panocha, ese pájaro que me penetraba me hacia sentir bien puta, bien golfa y me humillaba deliciosamente; me encantaba pues me hacia gozar, me hacia tener nuevamente un orgasmo tras otro, mmmmmh!, ¡Que rico me coges mi rey!, ¡que macho!, ¡que cogelon eres!, ¡me encantas!, ¡cojéeme!, ¡si!, ¡si!, ¡si mi rey! ¡soy solo tuya!, ¡mmmmmh!, ¡aaaaaah!, ¡Cabrón que rico te mueves!, ¡me encanta tu víbora!, ¡me encanta tu camote!, ¡lo tienes bien lindo!, ¡lo manejas adorablemente!, ¡que rico gozo!, ¡mmmmmh!, ¡mmmmmh! ¡aaaaagh!, ¡dame!, ¡dame mas!, ¡si!, ¡si!, ¡si!, ¡así!, ¡mmmmmmh!

¡si!, ¡si!, ¡ten puta!, ¡tómala golfa!….

Me vine nuevamente, parte de mis líquidos caen en el cofre del auto, mis chorros no paraban de salir, su pene se movía como si tuviera vida propia y no para de entrar y salir en mi. Me saco su gusano y fácilmente hizo que me girara 180 grados de tal manera que mi cabeza quedo a la orilla de cofre únicamente para darme su gusano en la boca; lo tome con mis manos y se lo lamí; el espectáculo era lindo su verga larga parecía un cometa entre las estrellas que se veían en el cielo. Cuando mi camotudo macho quedo satisfecho de mis mamadas me volvió girar 180 grados para ahora darme su verga en mi culito y en mi panocha. Estaba tan agitada por la cogida y por la emoción de ser sorprendida en ese momento llena de verga y con mis tobillos en los hombros de mi macho. Me hubiera encantado ir a parar a la delegación, pero ninguna patrulla se apareció en ese momento, por fortuna. Él macho se zafo de mi y yo baje mis tobillos de sus hombros; me halo hacia él y comenzó a besarme nuevamente los senos y la boca, baje las manos hacia su pene y lo pude sentir un poco arrugadito pero aun muy sabroso, me baje del auto y aun con la calentura muy en alto me puse a mamarle el pene, me lo trague completito, no deje un solo cm. de su carne fuera de mi boca, solo sus huevotes, los cuales lamía con la lengua. Le mostré la imagen que a muchos hombres les fascina mirar: ver el rostro de su linda putita comiéndose la herramienta que tienen para orinar, su hermosa verga. ¡Mmmmmmmmh! ¡Que excitante!. Cuando logre ponerlo duro me gire y le ofrecí mis nalgas, él me tomo de la cintura y comenzó a penetrarme por donde se le antojaba, ya no importaba por donde entraba, mis hoyos le daban tanto placer que el no dudaba clavarme su tolete por donde él quisiera; todas sus cogidas eran maravillosas, me sentía bien cachonda me tenia excitadísima y yo solo me entregaba al placer y a la lujuria que ese macho me proporcionaba, me hacia venir una y otra vez sin parar; mis chorros bajaban por mis muslos y las piernas de mi macho; me bombeaba y me bombeaba como una maquina de sexo; como pude me subí a la defensa de su auto y puse ahí mis rodillas quedando en posición de perrita para recibir su gran tolete, muy caliente me bombeaba sin parar ¿y para que parar? con tanto goce.

El ambiente se sentía riquísimo, la noche era cálida con viento muy ligero; mi macho apretó mis cintura y se puso muy tenso, su pito empezó a llenarse de sangre y se inflo, comprendí que estaba por explotar, me quede quieta, su verga la tenia ensartada en la vagina y toda su leche la succione con mi panocha; cuando su semen escurría por mi vagina lo tome con mis manos y lo embarre en mis piernas y abdomen. Pero no quería que la acción terminara con este macho, me baje de la defensa y me arrodille ante él para chupar y lamer su verga semierecta, no permití que se pusiera flácida, mi macho entendió que yo quería mas verga así que se dejo atender por mis sabrosas mamadas a su camote, tampoco deje de atender sus ricos huevotes ya que él subió una pierna a la defensa de su auto dejando ver lo lindo que le colgaban, se los acariciaba de lo lindo con mi lengua, se los pellizque con mis dientes y cuando sentí que su pene ya estaba mas que listo le pedí que se tirara al piso boca arriba y entre nuestros coches; le quite su camisa y le baje lo mas que pude el pantalón. De cuclillas me monte sobre él metiéndome su verga primero en la vagina y después en mi culo, me apoyaba con mis manos en las defensas de nuestros autos, brincaba sobre su chorizo, me lo trague con mi culito una y otra vez; de vez en cuando paraba por el cansancio en las rodillas sentándome en él, tragándome completamente su gusano. Cuando me reponía seguía brincando una y mil veces mas en su rico tolete, tragándomelo por mi culo, las ganas de cagar eran tan rica y deliciosa que yo no quería parar de brincar sobre él, me quite de esa posición solo para chuparle el palote, lo mamaba una y otra vez como una desesperada, estaba embriagada de verga, loca por su camote.

Después volvía a clavarme su verga en cualquiera de mis orificios. Me encantaba tanto su pájaro que volví a propinarle otras mamadas, no existía nada mas para mi boca y ano, lo lamía y me lo tragaba por mi ano una y otra vez sin parar, sin embargo ya quería sentir su leche en mi culo y le suplique que se viniera, me movía muy rico sobre él, mi culo hacia pucheritos haciendo que mi amigo sintiera rico y me diera su leche. El calor era intenso, la pasión mayor y nos entregamos locamente… Puse mis manos en su pecho y seguí moviéndome lo mas rápido que pude, él se arqueo y comencé a sentir sus chorrazos de leche ardiente como fuego; mi grito de placer debió haberse escuchado en toda la cuadra por que justo en ese momento tuve un orgasmo riquísimo, sentí que hasta por el culo me vine, la leche la sentí hasta el cerebro, pasando por mis intestinos… Yo estaba en el mas lindo de los estados, cuando tu vida toda, es ese momento y nada mas importa, el éxtasis total. Sentía su semen entrar hasta lo mas profundo de mi ser; y antes de que terminara por completo me safe de su verga solo para recibir el resto de su semen en mi cara, use su pito para embarrarme su semen en mi rostro y por ultimo use mi boca para limpiarle la verga y tragarme hasta la ultima gota de su leche succionando lo mas fuerte posible; también lamí sus huevotes hasta que también quedaron limpios. Chupe una y otra vez, estaba como poseída, parecía una demente del sexo, y mi macho estaba sorprendido, pero eso le gustaba, más bien a ¿que hombre no le gusta que una hembra se porte así, por su verga?, ya no me importaba el dueño de esa verga, solo existía su pito, olvide por completo al macho; su víbora era lo único que me importaba; por momentos su cuerpo desaparecía de mi vista, solo veía su verga, perdí la noción del tiempo y el espacio. Esta acción él no la soporto y de inmediato lo hice venirse una vez mas y me escupió todo su semen en mi rostro; yo estaba como posesionada pues mientras se venia pude ver todas la vergas que me había cogido anteriormente, como si en ese momento todos juntos se vinieran en mi, solo cuando ya no salía ninguna gota de su verga reaccione un poco y me puse de pie; embarre su semen en mis senos y rostro, el semen que escurría por mi ano termine de embarrarlo en mis nalgas y el que escurría en mi vagina lo embarre en mi abdomen y parte del que cayo en mi pecho lo embarre en mis senos… como una estupida e incluso con voz de idiota, pero llena de satisfacción le dije:

fue un placer cogerte, me encanto tu semen, es rico y la cogida que me diste me encanto, gracias, que lindo.

Del piso levante mi vestido, metí la mano en el coche de mi amante solo para sacar mi bolsa de mano, busque las llaves de mi auto y cuando las encontré abrí la puerta de mi auto; estupefacto él se quedo sin habla y aun con los pantalones debajo y tirado al piso. Me metí a mi auto y avente mi vestido en el sillón trasero, encendí el motor de mi coche, metí las velocidades y con las piernas temblorosas aceleré y me dirigí hacia mi casa; iba manejando totalmente desnuda, que importaba si alguien me veía… además ya era muy de madruga. Manejaba completamente borracha de tanto semen, embriagada de tanta verga recibida en casi 12 horas. Llegue a mi casa y con el control remoto abrí la puerta de la cochera, metí el coche y cerré la puerta, Salí de mi auto así como me despedí de mi ultimo amante, completamente desnuda únicamente traía puestas mis zapatillas. Tambaleante llegue a mi habitación y completamente satisfecha me tire en mi cama. Busque a mis amigos consentidos: dos consoladores con la forma de vergas reales; uno lo metí a mi ano y otro en mi vagina active sus respectivos vibradores y me masturbe de lo mas rico, recordando las cogidas de los 5 machos que deliciosamente me hicieron suya, que llenaron de semen mi boca, mi ano, mi vagina y todos los poros de mi piel; que me humillaron de los mas rico, que me hicieron sentir una puta, una golfa, una ramera, una perdida. Recordé también a todos los hombres que me lanzaban piropos, al trabajador del hotel que deje muy caliente, al taxista que le pague mostrándole mis nalgas, recordé a los hombres que me confundieron con una prostituta; recordé todos los pitos que ese día me hicieron feliz: su textura, su grosor, su longitud, su sabor, su olor; todo, todo estaba registrado en mi cerebro. Que delicia sentir diferentes pitos en un mismo día. Me vine varias veces más, me masturbe de lo más rico hasta que las baterías de mis consentidos amigos se descargaron, me masturbe hasta el cansancio, con los consoladores enterrados. Y con la imagen de verme como una real puta quede completamente dormida y muy, pero muy satisfecha, llena de semen en casi todo mi cuerpo.

Ser puta es otra de mis fantasías por cumplir y con lo que viví con estos 5 machos me he animado a hacerla realidad, fantasía que mas después de cumplirla les contare.

lindaysexy-vanessa@hotmail.com