Me gusta follar con mujeres chillonas
Hombre gris logra un cambio en su vida.
Siempre me gustó follar con mujeres chillonas, bueno la realidad es que siempre imaginé que me gustaba follar con mujeres gritonas, pues siendo muy joven conocí a mi mujer y fue con ella con la única que mantuve relaciones sexuales.
Si vierais a Paqui pensaríais que era una leona en la cama, desde luego tenia toda la pinta, muy buen tipo, dos pedazos de tetas y un culo de infarto, pero lo cierto es que una vez en la cama la mejor manera de describirla era como una estrella de mar. Ósea que se abría de piernas y brazos y se dejaba penetrar hasta que me corría más por aburrimiento que por otra cosa. Ni un grito, ni un jadeo, ni un cambio de postura, ni una mamada. Nada de nada, solo penetraciones vaginales y gracias.
Lo he intentado todo con ella, pero lo único que consigo de ella es tener una discusión y ni mucho menos en convertirla en la tigresa en la cama que a mi me gustaría.
Cuando nos casamos todo el mundo procedía que seriamos dos triunfadores. 10 años después yo era un simple administrativo y ella secretaria en una empresa de transportes.
Constantemente me masturbaba pensando que mi mujer, a la que amaba, pensando que hacía mil y una marranada con Paqui en la cama y que esta reaccionaba con múltiples orgasmos y gritos de placer. La triste verdad es que eso era lo máximo a nivel sexual que obtenía de ella, volar mi imaginación
Desgraciadamente, como digo, Paqui no reaccionaba y cada polvo resultaba en una frustración por mi parte.
Nos despertamos como un martes más. Contrariamente a lo que pasaba todas las mañanas, Paqui no salió desnuda de la ducha para buscar en el armario su ropa interior. Se metió en el baño con su ropa y salió vestida de él. El mundo se me cayó encima cuando Paqui esa mañana a punto de salir a trabajar me plantó delante un documento en el que me pedía el divorcio.
- eres un fracasado Pepe, un fracasado y un mierda en la cama. He encontrado a alguien que no solo me da lo que necesito como mujer sino que además me da una vida que tu nunca podrás. No, no digas nada, no nada que hablar.
- Pero…
- Ni pero ni nada. Sencillamente firma los papeles y hagámoslo fácil. No tenemos ni hijos, ni casa en propiedad ni propiedades. Puedes consultarlo con un abogado, pero solo vas a gastar un dinero que no tienes para nada.
Me quede hecho una mierda cuando la vi salir de casa. Esa noche no durmió en la que hasta esa mañana había sido nuestra cama. Cuando volví del trabajo la tarde siguiente, Paqui se había llevado los mejores de nuestros muebles, la tele y toda su ropa. Cuando mire por internet había vaciado nuestras cuentas bancarias en común.
Firme el papel resignado y le mande copia por whatsapp. Ella solo me dijo que lo metiese en un sobre y lo llevase a correos.
Tuve lo que se dice una semana de mierda. Paqui no iba a volver y yo solo en mi cama no podía pensar en otra cosas que en como un desconocido en esos momentos se la debía de estar clavando a mi mujer.
64 millones de euros, eso era lo que decían los medios de comunicación que valía un boleto de los euromillones sellado en Madrid y que había sido premiado en el ultimo premio celebrado el día anterior. Sentí una envidia tremenda por el ganador, y no fue hasta por la tarde que tuve un rato libre en la oficina cuando se me ocurrió revisar el boleto que yo mismo tenía en la cartera. Casi me desmayo, casi me da un ataque al corazón. El boleto premiado, era el mío.
Pensé en llamar a Paqui, pensé en llamar a algún amigo, pero realmente no los tenía. Era triste, pero con 34 años no tenía amigos de verdad.
Llamé a un antiguo compañero del colegio, abogado en un bufet importante. Le pedí hora y el cabrón de él me dio hora para dos semanas después. Le mandé literalmente a tomar por el culo. Me fui a casa sin despedirme de nadie en cuanto tocó la hora de salida.
Me levanté temprano y llame a la oficina excusándome por el día. Salí a la calle y empecé a andar por el centro de la ciudad. Vi un despacho de abogados abierto y allí me metí.
Me hicieron esperar más de una hora hasta que un chico joven y trajeado me recibió. Le conté mi historia y después palidecer se excusó, salió de su despacho y volvió con un hombre canoso al que le volví a contar mi historia.
Me pusieron un whiskey con hielo sin pedirlo, en realidad me lo pusieron porque ellos lo necesitaban. Me pidieron una hora en la que mandaron a un abogado al juzgado. Cuando volvió todo estaba claro. Había ganado 60 millones de euros y no debía compartirlo con mi ya ex esposa. Técnicamente ya estaba divorciado, la muy puta se había apurado en salir de mi vida.
El despacho se ofreció a llevar todos mis asuntos legales y como obviamente el dinero no iba a ser problema, acepte.
Fue el despacho el que se encargó de mandar a tomar por el culo a mi jefe y despedirme de la empresa. El despacho me buscó un nuevo piso, se encargo de decorarlo, me compraron un 4x4 y una de sus secretarias me acompañó a comprar ropa de acuerdo mi nueva situación económica. Evidentemente yo lo pagaba todo, pero ellos se encargaban de los detalles.
Sonia la secretaria insistió en que me cortase el pelo en un sitio llamado Juan Por Dios, un peluquero de moda en el centro de la ciudad. Como no tenía que volver a la oficina me propuso que nos tomamos primero una copa, después cenamos y que fuésemos a mi nueva casa a ver un par de detalles de la misma.
Propuso tomar una copa allí mismo pero ni siquiera llegué a ir a buscar el hielo a la nevera. Sonia me besó sin que me lo esperase y para cuando me di cuenta la mujer estaba de rodillas ante mi sacando mi polla del pantalón y metiéndosela en la boca.
Jamás me había comido el rabo y lo cierto es que Sonia no era ni mucho menos mala. La muy puta me estaba dando un placer impresionante con esos labios y esa lengua que no dejaban de trabajarse mi tronco. La mujer paso justo antes de que me viniese en su boca.
Sin dejar de sonreírme dejó caer su camisa, se quitó el sujetador, soltó su falda y quitándose el tanga me llevo hasta la cama del dormitorio principal. Sonia tenía un pelín de culo de más y las tetas pequeñas, pero estaba buenísima en pelotas. La chica se puso a cuatro patas ofreciéndome su colorado chocho. La metí sin miedo y la secretaria empezó a gemir de placer.
Por primera vez en mi vida tuve entre mis brazos a una mujer que gemía y berreaba a cada una de mis penetraciones. La secretaria y yo follamos hasta muy altas horas. Sonia me chupó la polla por primera vez en mi vida. Sonia movía la cadera acompasándose a mis embestidas, me la follé de esta forma durante un largo plazo. Sonia se sacó el rabo de su raja y se dio la vuelta. Me quedé a cuadros cuando Sonia cogió mi rabo y subiendo un poco la cadera empezó a metérsela en su culo. No daba crédito, estaba sodomizando a una mujer por primera vez en la visa. Sonia gemía y daba gritos de placer fruto de las penetradas que le daba con mi polla. Nos corrimos a la vez los dos dando alaridos.
Sonia se fue al acabar de follar pues su marido estaría preocupado, lo cual me dejó de piedra. Ni me imaginaba que estuviese casada.
Me hizo gracia encontrármela tan formalita dos días después en Ortega y Partners Abogados andando por el pasillo con unos papeles en las manos. Le eche un poco de cara y le pedí a Ortega, el dueño de todo aquello, si me la podía dejar para realizar unas nuevas compras.
No sé si Ortega se lo supuso o no, pero esa tarde volvía empalar con mi dura polla a Sonia en mi casa. Hay que ver como cambia el desempeño sexual cuando tienes tu polla metida en una mujer que lo aprecia. De follar con Paqui casi sin ganas a recrearme en mi suerte de poder follarme a Sonia como un campeón.
A Sonia me la follé un par de semana más, aunque me dejó muy claro que por muy atractivo que le pareciese era una mujer casada y eso iba a continuar así. La verdad es que tuve la suerte de conocer en Sonia a una gran amiga, una gran confidente y alguien muy importante en el futuro en mi carrera profesional.
No sabía que hacer con mi vida hasta que por casualidad fui a una conferencia en el edificio de Telefónica en Gran Vía. El tema era sobre start ups en internet y me metí porque no tenía nada mejor que hacer. Me pareció muy interesante todo lo que oí, tanto que me quedé a las cervezas en el bar de al lado donde pude hablar con mucho chico joven pareciéndome fascinante las cosas en las que se metían.
Me contaron sobre las oportunidades de inversión que este nuevo mundo digital ofrecía. No me lo pensé mucho y para esa misma semana quedé con tres jovenzuelos para que me explicasen sus proyectos con vista a invertir en ellos.
Los dos primeros proyectos eran una gilipollez, pero el tercero me pareció la bomba. Una app para compartir transporte. Invertí 100.000 euros por un 30% de la empresa y un derecho de veto para ciertas decisiones futuras de la empresa.
Me pasé dos meses viendo a emprendedores, creo que debí entrevistar a unos 90 chavales. Mucho iluminado, mucho inocentón, pero mucha idea brillante. Invertí un millón entre 12 nuevos proyectos quedándome con una cartera de 13 empresas.
La verdad es que no podía ser un tío más feliz. Estaba forrado, el dinero no era problema. Me dedicaba a algo que me estaba apasionando.
Viendo mi escasa vida social, Sonia me presentó a una amiga suya.
- no te preocupes por ella, esta es de poco enamorarse, a esta con que la lleves a cenar y tomar unas copas te la llevas a la cama.
Y efectivamente, la tal Elvira resultó ser un putón tremendo en la cama, y tal y como decía Sonia, Elvira solo quería sexo, era tan despeada que a través de ella conocí a otras chicas a las que una tras otra me fui follando.
Había pasado en menos de un año en follar con la muerta de mi ex mujer a fornicarme de mil y una manera a mujeres de bandera, cultas, simpáticas y que evidentemente me querían por mi dinero pero también por mi nuevo yo. Para mi era lo normal que me la chupasen en el coche antes de despedirnos. Era normal sodomizar a una chica en la primera noche y por supuesto todas follaban conmigo en la primera cita.
Pasaron dos años en los que me convertí una persona muy influyente en el mundo digital. De las 13 empresas invertidas en la primera oleada, 3 cerraron haciéndome perder más de 150.000 euros, 5 se mantenían y pintaban bien, lo cual no era poco, 4 fueron vendidas con unas ganancias de más de dos millones de euros en total, lo cual solo con ellas doblaba mi inversión inicial, pero la ultima se vendió a google por 150 millones de euros, por lo cual mi participación me reportó 32 millones de euros. Contra mi voluntad no pude evitar que mi cara saliese en la prensa.
Cuando le pedí permiso a mis abogados para poder fichar a Sandra no solo lo aceptaron sino que le hicieron una fiesta de despedida por todo lo alto. Al fin de cuentas yo era el mejor cliente del despacho y literalmente les podía pedir la luna.
Sonia pensó en un principio que venia como secretaria con derecho a roce, pero el primer día le dejé muy claro que ella tenia voz y voto. Sus consejos, su intuición y su apoyo habían sido decisivos en los últimos años y la quería cerca.
Cierto es que me la follaba de vez en cuando, sobre todo cuando nos íbamos de viaje de trabajo. Pocas eran las noches en la que no le daba lo suyo al llega de cenar por media Europa adelante.
Me encantaba ver sus pequeños pezones ponerse duros cuando le clavaba la polla en su coño o culo. Me gustaba como movía su cadera cuando la follaba y como gemía de placer. La verdad es que me encantaba follármela, pero agradecía que no tuviésemos una relación formal y que no fuese nada celosa.
Empecé a invertir como única actividad. Cree una fondo con mi propio capital. Contrate a tres brillantes analistas aparte de Sonia y juntos creamos una cartera de 20 millones de euros en empresas de internet tanto española como europeas. Aquello fue un tremendo éxito y cada año sacábamos entre ventas de empresas y beneficios de más de 5 millones de euros sin contar los pelotazos que dábamos de vez en cuando.
Tenía 40 años y el mundo a mis pies.
Teníamos que ir a Barcelona a ver una de nuestras empresas, en el ultimo momento Sonia me llamó para decirme que estaba en la cama con un gripado tremendo y que no podía acudir. Pensé en cancelar la reunión, pero al no ser nada crucial lo que íbamos a tratar decidí ir solo.
Llegué en nuestro avión privado, un chofer me esperaba a pie de escalerilla. Salude al chofer habitual el cual me llevó hasta la Diagonal. La reunión se alargó más de lo que esperaba por lo que decidí quedarme a dormir en la ciudad condal. Desde el móvil pedí una habitación en el hotel Arts. Cene con uno de los fundadores de la empresa invertida el cual me dejo en la puerta de hotel. No era muy putero la verdad, alguna vez me había llevado algún cliente a un puticlub de ultra lujo y he de reconocer que había usado los servicios de una prostituta de lujo. No tenía sueño y tenía el cuerpo guerrero. Por un momento eche de menos a Sonia, por lo que subí a la habitación y desde el móvil llamé a recepción y directamente le dije al conserje que me consiguiese una puta y que la mandase a mi habitación. Le pedí que sencillamente la dejasen entrar en la habitación y me esperase a cuatro patas mientras me daba un baño.
Entre en el baño con mi ebook, preparé la bañera, me puse una copa y me metí en el agua. Empecé a leer hasta que al cabo de un rato oí como se abría la puerta.
No me apuré y seguí leyendo hasta que el agua se empezó a enfriar.
Salí de la bañera y sin secarme salí al cuarto. Una tetona con un buen culo me esperaba a cuatro patas. Desde la espalda me parecía familiar, pero no le di importancia. La rodeé y sin pensármelo le metí la polla en la boca sin fijarme en su cara. Estaba ansioso por notar la boca de una profesional trabajándose mi polla cuando de repente la puta se quedó parada, baje mis ojos para ver que coño pasaba y el que me quedé paralizado fui yo. Paqui estaba con la boca abierta mirándome fijamente con cara de vergüenza, mi polla descansaba sobre su lengua aún mojada por el baño.
- ¿has venido aquí a mirarme puta? – le dije haciéndome cargo de la situación
- No querrás que te la chupe, ¿no? – dijo Paqui apartando su cara.
- Por eso te voy a pagar, y más te vale hacerlo si quieres volver a trabajar en este hotel
Paqui me miró con odio y viendo que no le quedaba más remedio se la volvió a meter en la boca y empezó a chupármela poco a poco. Deje que perdiese la vengues y cuando vi que chupaba sin importarle estar haciéndoselo a su ex marido, la cogí por la nuca y se la metí hasta el fondo de la garganta. Mis cojones chocaron con su barbilla momento en el que sin el menor miramiento empecé a follarme su húmeda boca. Desde luego Paqui había aprendido porque no mostró la más mínima dificultad para hacer una garganta profunda. Deje que me la chupase durante un rato hasta que me cansé y la saqué de la boca.
- ni te muevas furcia.
Cogí el cinturón de mi pantalón y me puse detrás de ellas.
- pone las manos a la espalda – Paqui sumisa lo hizo. Yo até con él sus dos muñecas y sin darle tiempo a reaccionar metí mi polla de estocazo en su desconocido para mi ano.
Paqui dio un ligerísimo respingo y yo empecé a meter y sacar mi polla hasta el fondo de aquel culo tanto tiempo deseado por mi. La verdad es que el culo de Sonia era mucho más prieto que el de ella, pero claro, Sonia se dedicaba a las inversiones y Paqui era una puta profesional.
Paqui era una puta de campeonato. Le di sin pausa por el culo y cuando me canse la hice ponerse abierta de piernas mirando hacia arriba y le penetré el depilado coño que ahora gastaba.
Le di duro mientras sus tetas se balanceaban.
- sigues sin gemir, eso no debe de gustar a tus clientes.
- Sabes que no soy de gemir, y esperaba no tener que fingir contigo.
- Pues pago por un completo.
Con lo cual, Paqui empezó a gemir y aullar. Era como en el sueño que tantas había tenido cuando me masturbaba en aquel piso de alquiler en un barriete de Madrid.
Le regué la cara de lefa y luego hice que me la chupase.
Antes de irse le hice que me hiciese un masaje, algo a lo que siempre se había negado en nuestros años de casado.
Cuando me cansé del masaje le dije que se vistiese y se fuese. Le dejé 150 euros en la mesita de noche mientras ellas vestía.
- a lo mejor deberíamos hablar – me dijo antes de coger el dinero.
- Coge tu pasta y lárgate, no suelo hablar con putas. Si quiero tus servicios ya haré que te llamen desde la recepción del hotel, y más te vale venir.
Paqui dejo la habitación y a mi en ella con una sonrisa de venganza.
Volví a Madrid y le conté a Sonia mi aventura catalana. No le dije que la había llamado sino que me la había encontrado en el bar del hotel claramente ofreciéndose a los clientes.
Los meses pasaron y nos surgió un nuevo viaje a Barcelona. En principio eran dos reuniones, una por la tarde y al día siguiente por la mañana. Llevaba más de un mes sin follarme a mi asistente por lo que me apetecía mucho el viaje.
Mantuvimos la reunión, cenamos con los clientes y después nos fuimos al hotel. Sonia llevaba un poco de vino de más. LA tía estaba con más ganas de mambo que yo, se lo notaba por la sonrisita y que se hubiese abierto un botón de la camisa.
- hagamos locuras esta noche – me dijo sonriendo.
- ¿qué clase de locuras?
- Las tipo voyeur.
- ¿No estamos muy mayores para irnos a follar al parque?
- No traigamos al publico a la habitación.
- ¿Pasamos por el bar y pedimos voluntarios?
- Más o menos.
- ¿Qué quieres decir?
- Que llames a tu ex mujer y vea lo que pienso hacerte.
- No tengo su teléfono.
- Tu no, pero en recepción seguro que si.
Y dicho y hecho, Sonia entro en mi habitación, hablo un rato con recepción y al colgar me miró con una mirada divertida.
- viene en 15 minutos.
Sonia dejó una nota en la puerta – siéntate en el sillón y espera.
Nos metimos ambos en la ducha a lavarnos y magrearnos un poco. Oímos como el botones abría la puerta y dejaba pasar a Paqui.
Nos magreamos un poco en la ducha. Sonia se puso de rodillas y me comió el rabo hasta que este estuvo a punto de estallar. La dejé secándose cuando salí de baño con la polla tiesa.
En la habitación Paqui esperaba sentada en sillón. Me tumbe en la cama y ella hizo ademan de levantarse quitándose la chaqueta.
- quieta zorra, hoy te pagamos para que mires – se oyó la voz de Sonia desde la puerta del baño mientras caminaba desnuda hacía la cama.
Sonia se sentó en mi cara mirando hacia los pies de la cama, mirando fijamente a mi ex mujer. Yo empecé a lamerle la pepitilla como a ella sabía que le gustaba, en poco minutos estaría gimiendo como una loca.
- aggg, mira como disfruta una mujer de verdad con el macho que dejaste escapar – le dijo Sonia a Paqui entre suspiros. Yo seguí lamiendo en coño de mi amiga con fuerza – desde el primer día que me lo follé, poco después de que tu salieses corriendo detrás de uno que veo que te ha dejado pensé que la imbécil de su ex mujer no sabía lo que se había pedido.
Yo le comía el coño con fuerza hasta que esta presionó en sus rodillas y avanzo con su cadera hasta mi durísima polla. Se la metió sin miramientos y sin dejar de mirar a mi ex.
- no apartes la mirada zorra. Hay que ser idiota no haber aprovechado este nabo que no veas los momentos que me ha causado.
Paqui miraba medio amargada, medio aburrida, medio con odio hacia aquella mujer que me estaba llevando al cielo. Sonia se pellizcaba sus dos pechos y gemía al compas de las introducciones de polla.
Sonia me montó durante más de 20 minutos corriéndose una y otra vez.
- ¿Ves?, ¿ves lo fácil que es que un hombre te rompa por dentro? - decía Sonia a cada orgasmo – hay que ser boba dejar escapar a un hombre así.
Paqui se removía en su asiento.
Sonia sacó la polla de su coño y poniéndose de lado pidió nuevas sensaciones.
- ahora amargada vas a ver lo que es disfrutar de una penetración anal, te diré que la primera noche me dejo el culo dolorido para una semana, métemela ya cabrón.
Y yo la penetré hasta el fondo agarrando sus pequeños pechos desde detrás, Sonia bufaba de placer tocándose el coño mientras la penetraba.
- mira zorra, mira lo que es tener un a macho de verdad en la cama. Todo esto podría ser tuyo y no estaría estirándote a gordos turistas si hubieses sido un poco más abierta de mente.
Me corrí como un crio en su ano. Los dos quedamos muertos. Paqui volvió intentar levantarse, Sonia la paró con un gesto.
- ¿cuánto pagas a esta puta?
- 150 euros – dije yo.
- Bien puta, quiero que me comas el culo y te tragues toda la lefa de este macho, subo la oferta a 500 euros. Tres servicios más por comerme el ojete.
Nunca había visto a Sonia tan lanzada ni tan hijadeputa. Se acomodó a cuatro patas y con sus manos abrió sus cachetes perfectos.
Paqui dudo pero finalmente se levantó, se puso de rodillas detrás de Sonia y empezó a lamerle el culo hasta que se lo dejo como una patena. Cuando mi ex mujer se levantó tenia toda la cara llena de lefa.
- coge el dinero, vístete y lárgate – dijo Sonia llevando la voz cantante- la próxima vez que vengamos a Barcelona prepárate porque te tendremos algo preparado para ti.
Paqui salió de la habitación y yo recibí una deliciosa mamada de mi mejor amiga que duro más de una hora. Antes de apagar la luz prometimos repetirlo.