Me gusta el campo... quien lo iba a decir (Final)

Como dice el refrán el que dispuesto está a perder, hasta lástima da ver que gana

Me gusta el campo... quien lo iba a decir.

Final

Helen se sentó junto a mí. Ninguno de los dos nos molestamos en ponernos algo de ropa. Vi que intentaba ordenar sus ideas. No la quise interrumpir, le di su tiempo.

Marcos, Los dos queremos a la misma persona, vaya putada ¿no?. Yo no pienso renunciar y haré lo posible para que Eva no me abandone. Pero te tengo que dar una explicación, creo que te la debo y luego piensa y haz lo que quieras. Tienes razón cuando sospechaste de mí por el tema de la tienda. No soportaba que intimaras con ella cada vez que os encontrabais, imagina si eso mismo pasa a pocos metros de donde me encuentro. Cambié las fundas y reconozco que te hice una guarrada. Muy grande. Te pido antes que nada que me perdones. Si...es cierto que te he intentado minar toda tu relación con ella. Espera.....no digas nada aun. Lo hice por pura impotencia. Eva cada día estaba más colada por ti y tuve miedo. Me sentía incapaz de competir contigo. Encima eras un tío muy cariñoso y atento. Me jodiste el guión típico que soltamos las tías cuando queremos poneros a parir. Quiero que sepas también que Eva me ha dado un ultimátum. Si no me disculpo y arreglo las cosas contigo, piensa dar por concluida nuestra relación. Ya ves, si querías verme humillada y derrotada, aquí me tienes. Apoyó su barbilla en sus rodillas y se puso a llorar.

Por primera vez en mi vida, pasé mi brazo por sus hombros y la mire con afecto. Se que estaba sufriendo mucho. Hice el esfuerzo de ponerme en su lugar y entendí que Helen solo era una chica enamorada que intenta ser feliz y retener su amor a cualquier precio.

Helen....siempre lo he sospechado...entiéndeme, me refiero a que estabas colada por Eva. Está claro que no conocía que ese sentimiento era mutuo. Tampoco sabía que erais pareja antes de empezar a relacionarse conmigo. Yo también la quiero. Pero también soy consciente de que esta situación es insostenible. Ya de por si rara, este sentimiento a tres no tiene futuro. Tu y yo somos totalmente incompatibles y nos volveremos a hacer daño y se lo haremos a ella, tan pronto uno de los dos considere que el otro le roba espacio. ¿Lo comprendes verdad?. Solo tengo dos caminos. Me di una pausa y continué. Elprimero, imponer mi ventaja y hacer que deje de verte. Eso le dolerá mucho a ella y aun más a ti. Yo tampoco me sentiré satisfecho y siempre sospecharé ante cualquier discusión o problema que tenga Eva, siempre se verá tentada de ir a llorar en tu hombro. La segunda posibilidad, es que como bien dices, yo soy el intruso, incluso sin haber tenido la posibilidad de saberlo. Eso se lo tengo que agradecer a mi cobarde novia. No he tenido ni siquiera la posibilidad de elegir si quería continuar o no nuestra relación. Ella no ha tenido suficiente confianza en mí. Solo cuando presencié lo que tu sabes, se sintió obligada a sincerarse y encima tuviste que ser tu quien me lo explicara. Te soy franco, he perdido la confianza en ella. Lo podría adornar para que no suene tan crudo pero como has hablado con franqueza, yo también lo voy a hacer. Estate tranquila, he decidido que es mejor alejarme de ella. . Se que me costará mucho, pero no puedo soportar que una sombra revolotee sobre nuestras cabezas. Ves....a veces cuando cree alguien que ha perdido, consigue una victoria in extremis....tu perseverancia ha tenido premio. Mañana por la mañana me marcharé y si alguna de vosotras cuatro se siente insegura aquí o incómoda puede acompañarme.

Le di un beso en la mejilla y me aleje de allí con mi ropa en la mano y mi moral por los suelos. Me senté junto a la puerta de mi tienda y encendí un pequeño fuego...más por hacerme compañía y darme luz que por proporcionarme calor. La noche era muy agradable, aunque se apreciaba una masa de nubes que avanzaban perezosamente en nuestra dirección. Vi como las chicas volvían del lago. Eva se sentó junto a Helen y estuvieron hablando. De repente, mi novia se levantó haciendo aspavientos y se dirigió a la tienda mientras su novia intentaba retenerla. Claudia se acercó a mí y se sentó vestida solo con una especie de pareo bastante transparente y una pequeña tanga bikini. Estaba realmente hermosa con su cabello mojado y su bonita figura insinuándose a través de la tela. Cogió la botella de licor que acabada de abrir y se dio un par de tragos.

¿Que piensas hacer Marcos? He visto la cara de Helen y estaba totalmente desolada. No te quiero ni explicar como se ha puesto Eva cuando le ha dicho el resultado de lo que fuera que estabais hablando los dos. La ha chillado y empujado con tanta rabia que pensé que se darían de hostias, luego me apenó ver lo hundidas que están las dos. Ahora están metidas en la tienda con tal discusión que he preferido venirme aquí.

Voy a dejar la relación. No puedo competir, no se como plantearme todo esto. Está claro que mi mentalidad masculina no está preparada para admitir según que cosas. Que gracia....siempre me he sentido un avanzado a mi época. Siempre he sido flexible y poco dado a juzgar con dureza a la gente. El problema es que no voy a ser capaz de compartir y solo me queda la huida. Es lo que estoy haciendo en estos momentos. Ya ves........un tío como yo, estoy tan asustado....no se como decírselo a Eva. Le voy a hacer mucho daño, tanto como me lo haré yo sin duda.

Le metió otro trago y justo en ese momento apareció Eva con una expresión tan abatida que me rompió el corazón. Se sentó junto a mí .

Claudia...por favor.....te importa dejarnos un rato a solas. Tengo que hablar con Marcos. Se lo pidió mientras le cogía las manos . Claro, como no, Marcos... no te importa que me lleve la botella....

Se alejó camino abajo. Eva se abrazó a mí y apoyó su cabeza contra mi pecho. Notaba la humedad de sus lágrimas bajar por mi torso. La dejé llorar a gusto. También la acompañé con mi silencioso llanto. No sabía que hacer o que decir. Solo me limité a abrazarla.

Marcos...no se como empezar...no puedo perderte. He sido una hipócrita. No te confié mis sentimientos ni tampoco te di la oportunidad de elegir. Quiero a Helen...es una mujer maravillosa a pesar de tus críticas. Su comportamiento contigo ha empeorado tanto la situación que estoy a punto de volverme loca. Marcos...¿Porque los tres no empezamos de cero de nuevo. Quiero que conozcas a Helen....no te digo que te acuestes con ella, no es eso, pero¿ por que no intentáis por mi, ser amigos?. Soy una egoísta en esta situación. Pero quiero serlo. Conozco a dos seres maravillosos y los quiero retener junto a mí, quizás.....soy una ilusa y creo que por amor todo es posible. Me lo dijo sin apartar su cara de mi pecho.

Pasó un rato y al final le dije que me dejara respirar un poco....que tenía que meditar sobre todo esto. Me dio un beso en la boca y se alejó por el camino.

Me acerqué al lago hasta llegar a mi zona de entretenimiento y a pesar de ser de noche me puse a pescar. Estaba claro que esa actividad me abstraía del presente y me permitía flotar en mil pensamientos y sus posibles variantes. La gente que ha pescado alguna vez, saben de que estoy hablando.

Hola...vaya Marcos... le estás cogiendo gusto a la pesca. Claudia se había acercado junto a mí, sin que yo me diera ni cuenta. Me miraba con ojos socarrones. Iba algo borracha. Su cuerpo, tapado con el pareo dejaba ver la braga de su bikini y sus poderosas tetas se transparentaban coronadas con dos grandes pezones.

Siento reconocer que la miré con deseo.....esa mujer conseguía calentarme como nadie. Su figura era rotunda y armoniosa. Su mirada en ese momento era salvaje....casi lunática. Me puse de rodillas y le quité el pareo. Empecé a besarla y meter la lengua en su redondo y bonito ombligo. Mis manos, acariciaban sus pechos y pellizcaban sin tregua sus duros pezones. Le baje el tanga del bikini y palpé su culo, madre mía que rico y duro lo tenía. Me dirigí a su coño como un naufrago a su tabla de salvación. Su sabor era simplemente exquisito, más fuerte que el de Eva, pero igual de limpio y fresco. Me di un verdadero atracón. Claudia empezó a perder la verticalidad y la tuve que sujetar con mis largos brazos mientras castigaba sin piedad su clítoris con mi lengua. Un torrente de flujo penetró en mi boca y casi me corro en el bañador. Humm...que rico. Se dejó caer y terminó encima de mi. Me besaba y pasaba la lengua por toda mi cara. Me mordía en las orejas ....después de darme un beso profundo donde incluso mamó con sus labios mi lengua, empezó a bajar por mi torso con un propósito muy claro. Sentí la humedad de su lengua mientras me ensalivaba mis pelotas. Subió por el tronco y se incrustó lentamente mi rabo hasta casi la empuñadura. Que sensación......que cambios de ritmo, me acercaba al orgasmo y me enfriaba para luego comenzar de nuevo. A la tercera serie me rendí. Exploté en su boca, ella siguió mamando con más delicadeza hasta que se la sacó limpia y brillante de la boca. La besé...me sentía a gusto en su compañía. Vaya caos en que se había convertido toda mi vida.

Me volvió a poner el torpedo en posición....menuda era con la boca. Se sentó encima y me cabalgó a buen ritmo....primero al paso.....luego al rato ...íbamos los dos a galope tendido hasta que reventamos de placer. Joderrrr......que polvazo me había metido la tímida Claudia. Me quedé resoplando como una locomotora. Ella seguía abrazada a mí. Se incorporó y se apretó a mi lado. Con su voz algo trabada por el alcohol se sinceró.

He venido a despedirme de ti. Se que te vas mañana. Yo la verdad....me iría contigo. Pero me sabe mal por Carmen. Creo que tanto Eva como Helen van a echar el resto para que reconsideres tu postura. Me alucina ver lo que están dispuestas a hacer para ser felices. Están decididas a conseguir que aceptes esta extraña relación, cueste lo que cueste. Lo tienes claro guapetón.....con menudas dos te estás jugando los huevos........Me los sobaba con suavidad mientras me hablaba .

Me dio un último beso y cogiéndome la mano me dejó una tarjeta con su dirección y teléfonos. Me sonrió y me dijo:

Te he visto venir hacia aquí y me he preparado .Ya sabes ahora donde vivo. Mi situación sentimental no espero que cambie a corto plazo, por lo tanto, siempre que podamos vernos, me apetecería que me visitaras. No quiero presionarte....cuando nos venga bien a los dos, igual me llamas pronto, no veo yo esa relación muy duradera, en fin tu mismo.....Claro que si Claudia...nos llamamos, eres realmente estupenda. Le di otro beso y vi como se alejaba algo tambaleante por el sendero.

Me metí en mi tienda e intenté conciliar el sueño. A las tres de la mañana empezó a llover y a soplar una ligera brisa. Me senté sobresaltado. Un trueno me puso en alerta. Parecía que no arreciaba, no obstante, mi primera experiencia como campista me hizo ser prudente y me vestí. Me puse el impermeable y con la capucha calada abandoné la tienda para ver como estaban las chicas. Vi luz en su tienda. A pesar de ser poca la velocidad del viento, su tienda se mecía demasiado para mi gusto. Volví a mi tienda y cuando a penas había pasado media hora.....se desató el infierno. Empezaron a caer auténticas trombas de agua, mientras el viento empezaba a soplar de forma furiosa y amenazadora. La tienda se sacudía en medio de un ensordecedor ruido, como si un gigante la manoseara con los dedos. Creí escuchar un grito......se me erizaron los pelos. Cogí mi linterna de cabeza y me puse el impermeable, salí casi hundiendo la tienda y miré en su dirección. Mis horrorizados ojos contemplaron como su tienda de campaña estaba totalmente derruida, rajada como si un cuchillo gigante la hubiese apuñalado. Las chicas, intentaban entre la vorágine de viento y lluvia recoger sus cosas. Baje corriendo y me uní a la labor, cayó en ese momento un rayo a unos 100 metros que nos dejó a todos acojonados y medio sordos. Obligué a las chicas a seguirme, era peligroso continuar allí. Las acomodé como bien pude en mi pequeña tienda. Solo cabían dos más algunos bultos de ropa seca. Tanto Eva como Helen insistieron en que la ocuparan las otras dos. Cedieron y se durmieron casi al momento. Estaban agotadas de la tensión y el miedo que habían pasado. Dejé a las otras resguardas bajo la cornisa. Se mojaban algo pero eso es lo que había. Recogí la funda exterior de la tienda de las chicas, dos de los palos y varias cuerdas y clavos. Tapé todo lo que había a la vista con los restos de la tienda y puse unas piedras para evitar que saliera volando .Volví a la cornisa y después de algún tiempo, estábamos los tres bajo un cómodo toldo que complementaba la protección de la cornisa. Tenía mi saco de dormir doble con las cremalleras abiertas. Mientras, las dos con cara ausente y pensativa, fumaban un cigarrillo. Me quité la ropa mojada y me tendí. Me empecé a dormir.......debió pasar un buen rato. Un trueno especialmente fuerte me despertó de repente....abrí mis ojos....Estaba en medio de las dos. Eva dormía profundamente....mientras la observaba, sonreí recordando otros tiempos.....menuda es, no se despierta ni aunque explote el mundo entero, vamos. Giré mi cara y miré a Helen. Coño..... tenía los ojos abiertos .Y me estaba mirando a mi, no me dijo nada, solo me miraba.....me sonrió y acercando su boca a la mía me besó. Apoyó su cabeza sobre mi hombro y abrazó mi pecho con su brazo. Su poderoso muslo se apoyó en el mío y cerró los ojos. En ese momento la odié y la amé. Terrible ¿no? Quizás más adelante termine de intimar con vosotros y cuente el resto. Quizás...

Crome