Me gusta el campo... quien lo iba a decir (2)

Nada es lo que parece...

Me gusta el campo... quien lo iba a decir.

2ª Parte

Hicimos noche en un pequeño bosquecillo cerca de un ruidoso riachuelo de aguas limpias y cristalinas. Mi novia estaba nerviosa y merodeaba cerca de mí sin atreverse a empezar la conversación.

¿Que quieres Eva?

Venga Marcos....me sabe mal que estés enfadado, he hablado con Helen y está muy arrepentida de lo que pasó antes. Me ha pedido que te de las gracias ¿Por que no le das un respiro?. No me mires así...no sabes lo mal que lo paso cuando mi hombre y mi mejor amiga se pelean. Antes le has acusado de lesbiana y de querer acostarse conmigo. Creo que te has pasado cariño...reconoce eso al menos.

Mira Eva, no esperes que acepte a esa tía, no me gusta su actitud, como tampoco me gusta que intente ponerte en mi contra.....si.....eso es así, te guste o no. Mientras le contestaba extraje la tienda que me habían asignado, una tienda tipo canadiense baja con capacidad para dos personas. Se veía robusta y bien terminada .Al extenderla, mientras hablaba con mi novia, me dio la sensación de que era muy estrecha. Miré la etiqueta cosida a su lateral

Tienda para media montaña- capacidad: 1 adulto

. Me giré con cara de pocos amigos y enseñándole las etiquetas a Eva le dije:

Se puede saber que coño es esto, en la funda pone para 2 adultos, pero estarás de acuerdo conmigo que la tienda que hay en su interior es solo para una persona, sino, mira la etiqueta. Vaya...veo que mi suerte está mejorando por momentos. La miraba con cara seria y algo decepcionado.

Se giró con cara de rabia y llamó a Helen. ¿Me puedes explicar esto Helen? Tu te encargaste de comprar las tiendas. Te dije que la de Marcos debía ser de dos plazas. Mira tu misma lo que pone en la etiqueta.

Y a mi que me estáis contando....la compre y pagué el precio de la de dos plazas. Si estaba equivocada la etiqueta....joder ....no tengo la culpa o también soy la responsable de eso, como si fuera una entendida... la observaba atentamente mientras con cara de ofendida intentaba dar las explicaciones a su amiga.

¿Helena (no me salía de los cojones llamarla Helen), cuando compraste la tienda, ¿la funda exterior estaba precintada?

Me miró sorprendida, estaba aun ofendida y me contestó: No....¿Por?...está como esa otra, con un cierre por cordón...., con un lazo.

¿Como esa tienda? Le dije señalando el bulto de la otra. Se podía apreciar como apretaba la boca de la funda y estaba cerrada mediante un lazo doble.

Marcos, no entiendo porque te interesa tanto ese detalle. Mi novia me miraba extrañada mientras me hacía ese comentario. La cogí y haciendo un aparte le dije:

Me interesa mucho Eva, me apuesto el sueldo de un mes a que cuando volvamos a la tienda para quejarnos, aparecerá en la exposición una tienda que su funda también estará equivocada y cambiada de talla. Creo que tu querida Helen ha decidido que es mejor que yo duerma solo por las noches. Lo siento, pero estoy casi seguro. Eva te pido por favor que esa tía no se acerque a mí ni aun en el caso de que mi vida dependa de ello. La desprecio y si no me marcho ahora mismo de aquí es porque no quiero dejaros solas y te lo he prometido. Me giré y sin más me puse a montar mi enana tienda. Mi novia se arrodilló a mi lado y me quiso pedir que al menos le concediera a Helen el beneficio de la duda. Estaba sollozando y empezaba a darse cuenta que mi actitud hacia ella no era ya la habitual. La trataba con más rudeza y desde el incidente del parking la evitaba bastante.

Déjame Eva...por favor.

Esta noche vendré a verte....venga Marcos......todo se arreglará. Va...no seas crío.

No....no quiero que vengas, si ya una tienda de dos plazas no es exactamente demasiado espaciosa para mí, te puedes imaginar lo que pasa si te metes conmigo en esta. Mejor, nos ponemos a follar en la entrada de la otra para que tu amigas lo puedan ver cómodamente y no tengan que molestarse luego en sacarnos de la derruida tiendecita.

Me miró con cara ofendida y me dijo que de acuerdo si esa era mi postura, no vendría a visitarme .... . Lo dijo como una velada amenaza de no estar conmigo en toda la excursión.

Felicita a tu amiga y dile de mi parte que es muy lista. En un solo movimiento ha conseguido que nos enfademos, que no podamos estar juntos y por lo tanto que nuestra relación se joda por momentos. Me miró con semblante irritado, giré y decidí que era un buen momento para pasear por los alrededores. Antes de alejarme escuché como Eva le recriminaba lo sucedido a su amiga. Esta, se limitaba a poner cara de tonta y aguantar el chaparrón. Me encontré junto al arroyo a Carmen. Se había quitado las botas y tenía metidos los pies en el agua fría.

¿Que tal Marcos, como lo llevas?

Mal Carmen. Estoy un poco arto de algunas situaciones y me sabe mal que tu y tu amiga Claudia tengáis que presenciar según que escenas.

Es complicado Marcos, parece ser que Helen y tu no congeniáis nada. Es una lástima porque Eva sufre mucho.

Carmen, Eva y yo tenemos un compromiso. Helen es una amiga que ha demostrado desde mi punto de vista que está dispuesta a destruir nuestra relación, movida por no se que motivo...... Creo que Eva debe decidir que piensa hacer con su vida.

Bueno, venga....creo que tienes que quitar hierro a esta situación. No juzgues tan a la ligera a las personas. Quizás el que se equivoca eres tú. No puedo contarte más pero al final recordarás lo que te digo ahora.

Me quedé algo sorprendido por sus comentarios. Carmen era para mí una amiga y esa forma de quitar importancia o de hacerme dudar de mi postura no era muy propia de ella. Esa noche, Eva no vino a verme. Me pareció escuchar algún fragmento de una discusión acalorada que en ese momento mantenían entre las cuatro. Oí en algún momento mi nombre. No pude entender nada de lo que hablaban.

Por la mañana temprano, emprendimos la marcha para llegar al destino sobre el mediodía. Estuve callado todo el camino. Mi novia después de acercarse varias veces a mi, decidió por fin, que no era buen momento y se mantuvo a distancia. Estaba meditando que hacer. Me daban unas ganas de largarme tremendas. Sobre la 11, nos topamos con una de las sorpresas que el campo siempre te puede dar. Claudia se agarró a una rama y rompió un pequeño avispero que había en ella, no serían más de 15 bichos, pero se pusieron morados a su costa, Carmen que estaba cerca también fue visitada por esos asquerosos insectos.

Examiné el brazo y la mano de Claudia. Le habían picado 5 veces y empezó a hinchársele el brazo. Lo de Carmen no era muy grave, salvo el picotazo que había recibido en una teta. La zona se inflamaba por momentos.

Les hice acompañarme y apliqué a Claudia un pañuelo mojado en agua fría. Luego lo pensé mejor y le dije que metiera toda la extremidad en la corriente. Se le alivió bastante. Luego saqué una de mis pomadas y le apliqué un poco en todas las picaduras. Estaba agradecida y por primera vez, me miró con interés.

Gracias Marcos, eres muy atento. Lástima que estés pasando un mal viaje. Creo que lo dijo con sinceridad, hasta diría que en cierta forma me estaba apoyando. Le di un beso en la mejilla que no rechazó y con tono socarrón, le dije: Lo siento, tengo que ocuparme de la teta de Carmen, ves ella ha tenido más suerte, la próxima vez procura que te piquen en alguna zona donde pueda disfrutar poniéndote la crema. Me sonrió y me guiño un ojo. Vaya...parece que mi acción de buen samaritano, le había gustado. Quizás empezó a ver que no todos los tíos somos iguales.

Eva y Helen miraban la escena a distancia. La cara de mi novia era de aprobación, me miraba con cariño. Helen lo hacía con una expresión indefinida. No obstante, cuando me alejé, la escuché interesarse por el estado de sus amigas.

Llegamos al enclave secreto y me quedé con la boca abierta. Era una pequeña depresión donde había un lago de aguas claras y cristalinas. No era muy grande, aproximadamente como un campo de fútbol, de forma ovalada. Parecía alimentase de algún manantial que se encontraba en su interior. A su derecha, la colina rocosa hacía un saliente que estaba protegido del viento del norte. Me pareció el sitio adecuado. Ellas tenían otra opinión. Tanto si quise como si no, se decidieron a acampar junto al mismo lago.

Oye, escucharme un momento, creo que sería mejor que plantáramos las tiendas al resguardo de la pared rocosa. Nos protegerá del viento en caso de tormenta, que por lo que he leído, son bastantes frecuentes en la zona. Notaba un cambio importante en mi percepción de la montaña. Allí los espacios me permitían moverme con una soltura nueva para mí. ¿Me empezaba a gustar?

No hubo forma de convencerlas, no me preocupé más y con toda mi calma les dije: Mirad, no pasa nada, Eva ya me comentó que os hacía ilusión estar estos días juntas. Creo que si me instalo en ese lugar, seguimos estando a la vista, pero tendréis vuestra intimidad asegura. Juro que lo dije con gestos conciliadores y me sorprendió que ninguna de ellas, ni siquiera mi novia se opusiera a mi idea. Es más parecía que les complacía y todo. Solo percibí durante un momento una expresión preocupada en su cara.

Para que no vieran mi enfado, me encaminé a lugar escogido y monté todo lo bien que pude mi pequeña tienda. Procuré tensarla y asegurarla. Había leído no recuerdo donde, que el viento era infernal cuando las tormentas se cebaban en la zona. Acomodé mis cosas y salí de dentro para dejar todo el material que me sobraba.

A los pocos minutos se presentó Eva. Se abrazó a mi espalda y me empezó a acariciar.

Marcos, por favor, se que lo estás pasando mal, te juro que no era mi intención, te compensaré todo lo que pueda mientras estemos aquí y a la vuelta aun mucho más pero .....por favor....no te enfades conmigo.

Me empecé a ablandar como siempre y acepté sus besos. Cogió mi saco de dormir y me arrastró hacia unas rocas que había justo bajo la cornisa de la colina. Extendió mi saco y me hizo tumbarme. Me bajó la bragueta y empezó a mamarmela como ella sabe. Me comí hasta las uñas para aguantar el gustazo que me estaba dando, no quería correrme aun. Cuando llevaba un rato, paró de repente y me dijo ¿No quieres correrte? Le dije que prefería hacerlo en su coño. Me dijo que se le había irritado y que estaba poniéndose una crema. Que tuviera paciencia, quizás en un día ya podríamos follar sin sufrir escozores. Me mosqueó cantidad su excusa. Parecía ser cierto. Pero le dije que me lo enseñara. Con un gesto de contrariedad, se bajó los pantalones y su tanga. Pude ver que efectivamente lo tenía enrojecido y con restos de crema en su labios. Me excusé y me dijo con cara de cabreo "¿Satisfecho?

Si, pero aun falta que me digas lo más importante.

¿Si? No te entiendo Marcos...

Como es que lo tienes tan enrojecido. No entiendo de medicina, pero eso no tiene pinta de escema ni de hongos, está como cuando nos damos un hinchón de follar durante mucho rato. No se que pensar....

Oye, que me insinúas, llevo tres días sin separarme de ti.....te digo que está irritado joder, no tengo ni idea de por que está así, quizás fue tu barba el otro día. O puede que sea un jabón nuevo que uso. Yo que se....va deja de imaginar cosas y ponte cómodo para que te pegue una buena mamada. La dejé que siguiera y a los pocos minutos me corrí. Se sintió satisfecha de haberme complacido a su manera y dándome un beso me dijo, anda, ponte el bañador y nos vamos todos al agua.

Nos bañamos durante toda la tarde, en un momento determinado, Claudia paso cerca de mi. En ese momento, Carmen me tiraba un balón pequeño que se habían traído. Al saltar para cogerlo, casi ahogo a la pobre Claudia, la cogí y la subí a la superficie, se reía y tosía como una condenada. Su contundente culo quedó apoyado en mi paquete. Mi pequeño explorador, reaccionó de repente al contacto con semejante pandero. Lejos de sentirse incómoda, aprovechó para frotar su trasero contra mi rabo. Lo hizo varias veces mientras se reía y luego se alejó nadando. Me quedé tan caliente que decidí salir de allí y tumbarme un rato en la orilla. Al momento, Eva se subió encima mío y al notar mi erección, me dijo:

Ala Marcos, como te pone jugar a pelota.......hummmm...vete a las rocas que voy ahora mismo. Miré con disimulo a Helen y me preocupó la cara de odio y rencor que en ese momento tenía. Estaba claro que la tía estaba como una regadera. Pero lo peor es que su absurda actitud la podía llevar a cometer cualquier tontería. Juro que me empecé a preocupar de verdad.

Eva, me acarició y se dejó penetrar, a pesar de que percibí una cierta incomodidad, al principio al menos, luego se le olvidó la irritación que padecía y se empleó a fondo en ordeñarme. Tumbados en mi saco de dormir, mientras la acariciaba le dije: Eva, no quiero que pienses que estoy obsesionado, pero cuando te has puesto tan cariñosa conmigo e visto una expresión en la cara de Elena que me ha dado miedo.

Va...Marcos, se un poco comprensivo, Helen...no Elena, si quiere que la llamen así, respeta su voluntad. Te estaba diciendo que está pasando un mal momento en su vida personal y como tiene el carácter tan especial, pues está bastante rabiosa. Se apoya mucho en mí y confunde a veces los papeles. No es mala, solo está sufriendo mucho por causa de una situación que no es capaz de digerir y así le va....

No se que me quieres decir, pero no soy ningún pelele. No sacrifiques nuestra relación por una amistad, por fuerte que sea, entiende mi postura. Le di un beso en la boca y me volví a bañar para quitarme el sudor y los restos del encuentro.

Por la mañana, Carmen y Claudia querían hacer una excursión a una zona situada a dos horas de viaje, donde había unas bonitas cuevas naturales. Los estudios de ambas, (supongo que fue allí donde se conocieron) estaban relacionados con la prospección. Las dos trabajaban para una importante petrolera.

Tanto Helen como mi novia, no les atrajo mucho la idea y prefirieron tomar el sol y bañarse en el lago. Yo les dije a todas, que me apetecía subir por una ruta que había visto el día anterior y que parecía llegar hasta una frondosa meseta cercana.

¿ Eva, te viene conmigo? Se lo dije casi con cara implorante.

Cariño, me gustaría, pero ayer por la noche a penas dormí comiéndome la cabeza con todo lo que está pasando. Estoy agotada, prefiero tomar el sol y quizás hacer una siesta a ver si me recupero.

Vio mi gesto de contrariedad y antes de atender algún tipo de explicación me dirigí a buscar algunas cosas para empezar mi excursión.

Cuando llevaba 20 minutos de camino, comprobé con disgusto que sería imposible acceder a ese bonito sitio. Había que escalar una pared de unos quince metros y yo ni tenía ganas ni llevaba el equipo adecuado. Me tuve que dar la vuelta bastante decepcionado. Cuando por fin aparecí en la curva del camino que daba acceso a nuestra zona, vi que mi novia y su amiga estaban demasiado juntas en la orilla del lago, vamos una estaba tumbada sobre la otra dándole un morreo de la hostia. Me quedé tan jodido que no supe reaccionar, Solo fui capaz de sentarme en una roca y continuar observando la trágica situación. Se estuvieron acariciando bastante rato, Helen le apartó el bikini y empezó a lamerle el coño. Mi novia, se reía y la detuvo con sus brazos. En ese momento vi que miraba en dirección al camino por donde yo me había marchado. Le dijo algo y cogidas de la mano, se dirigieron a su tienda. Esperé unos minutos y quitándome las botas avancé hacia su tienda, procurando no hacer ruido. Antes de llegar ya escuchaba los gemidos y las risitas. Estaban en plena bacanal.

Aparté la tela de entrada de golpe.

Eva estaba metiéndole un grueso consolador a su amiga por el coño. Helen babeaba mientras se sobaba con los dedos sus pezones. Mi novia tenía metido otro amigo de plástico algo más pequeño en su culo, mientras devoraba el clítoris a su amada amiga.

La cara de horror de Eva era para filmarla, Helen, se quedó mirándome con auténtico miedo. Creo que pensó en ese momento que la iba a moler a golpes.

Noooooooooo......por favor.......Marcos....espera..... Se puso a llorar a lágrima viva. Helen solo bajó la cabeza y empezó a sollozar muy bajito.

No dije nada. Solo las contemple con cara de asco. Luego, suspiré con resignación y me alejé de allí. No había dado ni diez pasos, cuando ellas me alcanzaron. Las dos.

Marcos, por favor, quiero que sepas que tienes un punto de vista de esta situación totalmente equivocado, escúchame por una vez en tu vida coño, no eres mal tío, es más en otro momento no me habría importado cambiarme por Eva, pero quiero que sepas que mi rencor por ti es debido a que te veo como un intruso en mi relación con ella. Me lo dijo Helen con cara seria y sin ningún rastro de sarcasmo o desprecio. Eva solo lloraba sentada en una peña, con las manos tapándole la cara.

¿ Un intruso? Serás cabrona, te recuerdo que hasta hoy......porquecreo que esto es el fin, yo mantenía una relación sentimental con tu amiga. Así que soy un intruso...... Se lo decía mirando a Eva con rencor. Ella solo aumentó el volumen de sus gemidos. Me estaba rompiendo el corazón verla en ese estado.

Lo eres. Sabes por que? Eva y yo somos pareja desde hace varios años. No le hemos dado publicidad alguna y nos presentamos ante la sociedad como amigas íntimas. Eva no quiere que la encasillen a pesar de que a mi personalmente me da igual lo que piense la gente de mi. Cuando un día se presentó y me dijo que estaba totalmente colada por un chico, me entró tal ataque de rabia que le dije que escogiera entre uno de los dos. Me hizo ver que ella sufriría mi pérdida, pero que estaba dispuesta a apostar por ti. La amo como no he amado a nadie. Me dispuse a compartirla contigo a pesar de que todo este tiempo has sido un como un calvario para mi. Que te pensabas.........yo estoy más herida aun que tu y no estoy dispuesta a esconderme de ti por muy dolido que te sientas.

Estaba totalmente descolocado. Me alejé de ellas y me fui a mi zona de acampada. Bueno, la cosa estaba clara pero súper complicada. Debía decidir. Pero no quería hacerlo. Estoy enamorado de Eva, pero toda esta situación se me escapaba de las manos.

Pude observar durante mucho tiempo como Helen, con un brazo pasado por encima de los hombros, hablaba a mi novia con gestos cariñosos y tranquilizadores. Eva estaba desconsolada.

Me sabía mal, pero veía que no estaba preparado para entender como se podía desarrollar la relación a partir de ahora.

Llegaron las otras dos. Parece ser que las pusieron más o menos al día. Observaba en la distancia, como tanto Carmen como Claudia, miraban de vez en cuando en mi dirección.

Al rato, Carmen, acompañada de Claudia se sentaron a mi lado.

Bueno Marcos, por fin te has puesto al día de la situación. Me sabe mal lo que está pasando. ¿Que piensas de todo esto?

Claudia me miraba con atención y percibí en su mirada algo de pena por mis problemas.

Mira.....no he digerido aun lo que está pasando.....debo meditar la situación. Eva nunca quiso compartir conmigo su situación real. ¿Debo confiar en ella?¿Hay algo más que deba saber? No se que pensar. Resulta que quien compite por mi amor es otra mujer. Mi mentalidad masculina me impide comprender o contrarestar. Baje mi cabeza y no quise mirarlas.

Eva te quiere tanto que se jugó una relación satisfactoria y con gran carga afectiva para poder conocerte y disfrutarte. No es fácil ponerse en su piel. No seas tan duro juzgándola. Nosotras sabíamos lo que pasaba, pero te tengo que decir, que tanto tu como Helen por separado os consideramos ideales para ella. También sabemos que estas situaciones terminan generalmente mal. Claudia me expuso la situación con total honestidad y franqueza. Cada día me gustaba más esa mujer. Era inteligente y mesurada, aunque creo que escondía una personalidad apasionada que procuraba ocultar a todos.

Esa tarde no comí con ellas. Vi que mi novia guardaba de alguna manera un espacio para mi, pero preferí pasar, cogí unas latas de conservas y comí con desgana. Estaba empezando a atardecer y pensé que era un buen momento para probar fortuna pescando en el lago. Me ayudaría a reflexionar y buscar alguna salida. Me llevé varias galletas para desmenuzarlas y mezcladas con barro y cebar la zona donde probaría fortuna. Busque una rama fina y flexible donde até el hilo de pescar. Según los entendidos un buen cebo para los peces era las lombrices que viven en la tierra húmeda. Con bastante asco, me dispuse a buscarlas. Al rato tenía 6 o 7 bichos. Eran realmente asquerosos y muy resbaladizos. Inserté el primero y me dispuse a matar el tiempo mientras mi imaginación volaba .......

Al rato, apareció Claudia. Se sentó a mi lado y sin decir una palabra, se puso a fumar un cigarrillo.

Marcos.....eso se mueve......ala.....está picando un pez.

Estiré con cuidado de mi improvisada caña y salió una carpa de respetable tamaño. No entiendo mucho pero era realmente bonita y grande.

Claudia alucinaba....me señaló un lugar donde peces como el que había cogido, se arremolinaban, supongo que comiendo los restos de las galletas. Estaba el lago plagado de carpas y barbos más algún otro bicho que no supe catalogar. Normal, si allí no iba casi nadie. La naturaleza era exuberante.

Se entusiasmó y le deje la caña un rato. Coño....al momento pilló otra carpa, aun más grande que la mía.

Ves....la mía es más grande. Lo dijo con una sonrisita misteriosa.

No Claudia, perdona.... pero creo que gana la banca. Se lo dije, mientras señalaba mi paquete.

Eso hay que demostrarlo...Me tiró de la cintura de mi bañador y miró con descaro el interior.

Vaya....pues si que es grande....humm y bonita....¿puedo? Me lo suplicaba con los ojos.

Sírvete a tu gusto, total se va a caducar estando aquí.

Me cogió de la mano y me hizo estirarme en un pequeño plano resguardado por unos arbustos. Notaba las piedrecillas que el césped tapaba. Se subió a horcajadas encima mío y me empezó a besar.

Hace tiempo que no estoy con un hombre....trátame bien por favor....

Claro Claudia......déjate llevar...estás en buenas manos.

Lo hice. La traté con toda la ternura que pude transmitirle. Más que un polvo, le hice el amor. Era apasionada y decidida. Le gustaba el sexo anal y lo practicó conmigo. No se porque pero me sentía responsable de que volviera a disfrutar con la compañía masculina. Quizás fue mi desengaño reciente. Al principio, con algo de dificultad pero su entrenado culo se adaptó rápidamente a la situación y me hizo gozar hasta la extenuación. Era realmente buena en la cama y pensé en el capullo de su ex marido. Vaya trozo de tía que había perdido por su mala cabeza. Tengo que decir, aunque me sienta culpable, que el rato que pasé con Claudia fue realmente excelente.

Volvimos al rato con varias piezas. Carmen, con entusiasmo se puso a limpiarlas, es buena en la cocina y yo con algunas dudas iniciales, conseguí hacer un fuego bastante decente. Cenamos de puta madre y pareció en ese momento que allí no estaba pasando nada. Eva no dejaba de observarme con algo de ansiedad. Helen me miraba como si quisiera de alguna manera reconciliarse conmigo. Fui por esa vez accesible a todas y procuré ser simpático. El jolgorio se incremento cuando volví con una botella de whisky y otra de ron. La cosa se animó hasta tal extremo que Carmen se puso en pelotas y se fue a nadar al lago. Mi novia la siguió con Claudia pegada a su espalda.

Helen y yo nos quedamos solos, cada uno de nosotros frente al otro. El fuego iluminaba nuestras caras y dibujaba caprichosas sombras en nuestros cuerpos. Me empecé a quitar la ropa sin esconderme de su mirada. Me apetecía bañarme. Ella también se levantó y se empezó a desnudar sin dejar de mirarme. Estaba algo excitado por el alcohol y la repasaba con detalle. Mi rabo estaba encabritado como un pura sangre a punto de empezar una carrera. No me inmuté mientras Helen me realizaba un detallado escrutinio de mi figura.

¿Te disgusta lo que ves? Tu las debes preferir de plástico...no sabes lo que te pierdes.

No siempre dejo que sea de plástico como dices, a mi también me gustan de carne y gordas como la que tu tienes. Marcos, tenemos que resolver una situación que nos afecta a los dos. Te importaría dedicarme unos minutos . Por favor... Me lo dijo con cara seria y tono sincero.

Nos volvimos a sentar.

Continuará

Crome