Me folló mientras cuidaba la casa de su amigo.

Un reencuentro aun más apasionado que el anterior.

Este es una secuela de mi relato “

Me folló en el garage con su esposa en casa” surgió la curiosidad de si Pedro y yo nos habíamos vuelto a citar con más espacio para hacer de las nuestras. Espero este relato sea la respuesta a esa interrogante. No dejen de enviarme correos, me motiva mucho. Saludos.

Justo salí del garage la puerta se cerró detrás de mi. A decir verdad había sido una de las mejores folladas que me habían dado en lo que llevaba de experiencia y moría por volverlo a ver.

Entre a la aplicación naranja para ver la foto de su polla una ves más cuando me di cuenta que tenía un mensaje suyo. “Dame tu número” no lo pensé dos veces y lo envié.

Pasaron días y no volví a saber de el, hasta que un día me llego un texto de un número desconocido.

Unknown: tengo todas las ganas de verte y preñarte de nuevo, estoy cuidando el apartamento de un amigo. Ven a las 4p.m a “x” dirección. Tú sabes quien soy.

Yo: ok.

Realmente no tenía ni puta idea de quien era pero dentro de mi quería que fuera Pedro, así que me metí a la ducha y realicé mi ritual de preparación para follar. La primera fase consta en depilarme el culo y hacerme un enema para estar completamente limpio. La segunda consta en aplicarme mi crema corporal para estar suave y evitar cualquier irritación, la tercera y última fase consta en escoger un calzoncillo mono que resalte mi culo. Escogí una trusa negra Calvin Klein que me enmarcaba las nalgas y hacía ver mi trasero bastante redondo y apetitoso.

04:00 P.M

Llegue a la dirección que recibí por texto y apenas aparqué mi SUV reconocí el sedan blanco que estaba cruzando la calle, en ese momento no me quedó duda de que Pedro era el que había enviado el texto y estaba esperando por mi dentro de uno de los apartamentos que estaban ahí.

Golpee la puerta del apartamento que se me había indicado, mis manos sudaban y mi estómago estaba lleno de mariposas, pero más importante mi culo palpitaba por qué estaba ansioso ya que sabía lo que a continuación estaba por suceder.

Pedro: hey! Que bueno que estás aquí. De verdad necesitaba verte.

Yo: aquí me tienes, totalmente a tu disposición.

Pedro: antes que nada quiero pedirte perdón por lo de la última ves, para ser honesto solo quería una follada rápida y olvidarlo. Pero después de cómo lo hiciste supe que tenía que volver a verte, toda esa noche no pude dormir pensando en volver a tenerte. Cada paja la hago pensando en ti y no logra satisfacer el hambre que dejaste en mi.

Yo: jajaja (me reía de nervios bastante ruborizado) creo que lo tomaré como cumplido, yo también quede muy satisfecho y esperaba volver a repetir.

Pedro: que bueno que escuche eso porque te voy a preñar más de una ves mi putito hermoso.

Apenas termino de hablar se lanzó a mi y me comenzó a comer la boca con mucha pasión, su lengua invadía completamente mi boca y llegaba hasta mi garganta, a pesar de yo medir 1,82mts el era un poco más alto que yo y sus brazos me rodeaban por completo, sus manos amasaban mi culo y restregaba su bulto en mi. Solo eso bastó para que yo empezara a gemir como un cualquiera en celo.

Pedro: ahora si carajo, gime todo lo que quieras. Ruégame por verga puto de mierda.

Yo no pude articular palabra alguna, solo besaba sus labios y le abría paso para que succionara y mordiera mi cuello y orejas. Me dio la mano y me llevo a la habitación que estaba hasta el fondo del apartamento, entramos y me aventó a la cama.

Pedro: encuérate putito.

Me prendió mucho como me hablaba, comencé a quitarme todo estando acostado en la cama mientras el seguía de pie y retiraba su ropa, quedó en una trusa blanca que más cachondo me puso.

Yo: follame por favor, necesito tu verga dentro de mi.

Se lanzó sobre mi y yo rodeé su cintura con mis piernas dejando que su verga ajustada por tela rozara mi culito que estaba punzando por la exitación que sentía.

Pedro: chúpamela, recuérdame que puede hacer tu boquita.

Se quito de encima mío y me lance a su entrepierna, le besaba su bulto y me lo frotaba en la cara. Baje su ropa interior y comencé a comerle los testículos, mis manos masajeaban su pecho y tetillas. Estaba muy enfocado en sus pelotas cuando bruscamente me agarró fuertemente del cabello con una mano con la otra dirigió su verga a mi boca y comenzó a follarme la garganta como animal desenfrenado. Deje sus tetillas y comencé a sobar sus pelotas y masturbarle un poco para que no fuera a lastimar mi garganta, lamía su glande rojo y gordo y hacia todo para darle la mejor mamada a mi hombre.

Pedro: ya me enseñaste cómo la mamas y cómo montas la verga, ahora me toca a mi enseñarte cómo culea un buen macho.

Yo: cómo quieres que me ponga?

Pedro: túmbate boca abajo en la cama, yo hago el resto.

Hice caso a su instrucción, el acomodó un brazo rodeando mi cuello y el otro tras mi cabeza, su pecho en mi espalda y colocó su verga entre mis nalgas. Comenzó a embestirme pero sin penetrarme, su verga recorría toda mi raja, pasaba por mi culo y topaba con mis testiculos. En ningún momento podía mantenerme en silencio, mis gemidos eran cada ves más fuertes y eso a él le encantaba. Se levanto y saco una botella de lubricante del armario, se lo untó en su hermosa verga de 18cm bastante gruesa y blanca con sus testiculos rosados y glande rojo que la enmarcaban.

Yo seguía tumbado boca abajo en la cama así que levanté mi cadera para ofrecerle mi culo, termino de cubrir su pene de lubricante y puso su glande en mi ano, comenzó a hacer presión hasta que entro completamente. Yo no podía hacer nada más que gemir del gusto sus 18cm me hacían sentir completamente satisfecho. Me estaba follando lento, me sujetaba de un hombro y con la otra mano de la cintura, siempre cuidando que su pene estuviera ejerciendo bastante presión en mi próstata, lo que a mi me tenía delirando de placer. Comenzó a acelerar su follada, ya sabía que su preñada estaba próxima. Alcanzó con su mano mi pene y comenzó a masturbarme, el ritmo de la follada no bajaba, al contrario cada vez me bombeaba más y más fuerte, no tarde mucho en correrme lo que provocó las contracciones de mi culo que tanto le gustan a mi macho, ambos gritábamos de placer hasta que cayó sobre mi, nuestros cuerpos estaban bañados en sudor. Sin sacar su pene de mi orificio nos acomódamos de cucharita y me quede dormido por el agotamiento que esa follada de más de una hora me había dejado.

Poco a poco fui recuperando la consciencia, sentía algo en mi culito (no era para nada molesto) y sus brazos me recorrían por todos lados.

Pedro: hola chiquitín, hasta que despiertas!

Yo: cuanto me dormí?

Pedro: aproximadamente media hora.

Yo: discúlpame, no me di cuenta - dije apenado.

Pedro: para nada, no te disculpes. Después de lo que hiciste te merecías un descanso, total no hemos terminado aun.

En cuanto termino esa oración pude sentir como su pene volvía a retomar tamaño y firmeza aun dentro de mi.

Pedro: siempre quise terminar de follar y quedarme dentro de la otra persona un buen rato, pero nadie me dejaba pues decían que era incómodo. Gracias por cumplirme la fantasía.

Yo: gracias a ti! Yo entre más tiempo pueda estar con tu pene dentro de mi mejor.

comenten si les gustaría saber cómo termina este encuentro. Saludos!