Me follé a mi hijita por el culo por primera vez
Un padre loco por follar, se lo monta con su adolescente hija mientras ella está dormida y despues... despierta.
Era una noche tormentosa, de esas que no ha habido un rayo cuando pronto viene otro con sus respectivos truenos, no había pausa, esa noche le entró pánico a mi adolescente hija...
Papá, ¿puedo dormir contigo esta noche? Tengo miedo.
Si, por supuesto hija, entra que hay sitio para los dos.
Ella lo sabía perfectamente, hacía tres años que falleció mi querida esposa, y desde ese tiempo no había entrado nadie en mi cama matrimonial, lo que no sabía Laura es que yo seguía durmiendo totalmente desnudo, y alguna que otra noche me cascaba una paja colosal, esta noche tuve el recato de que no me viera así.
Al rato de estar durmiendo me desvelé con un fuerte dolor de polla, es que se me había puesto dura, como en tantas otras noches que me despertaba con mi pene en erección y tenía que hacerme la paja, sólo que esta noche no podía tan cómodamente con las otras, tenía a mi hija al lado...
Pasó un largo rato y no bajaba la erección ni me dormía tampoco, así que decidí abrazar a Laura, a ver si se me pasaban las ganas pero... el remedio fue peor que la enfermedad... en cuanto abracé su cuerpo recien adolescente sentí en mis dedos unos pezones tiesecitos... eso me puso más malo, comencé a acariciarlos, ella dormía plácidamente y yo me estaba volviendo loco.
No podia follarme a mi hija, no, no debía, pero la tentación era muy fuerte, y estando los dos de lado y dándome la espalda, empecé a menear mi polla entre sus muslos, para ver si me podía correr sobre su pijama, pero cada vez era peor, había alcanzado el total de mi erección, me movía lentamente, y sabía que mis 23 cm. de pene estaban saliéndoles por delante, en cualquier momento lo podría tocar como se despertara, yo seguía follándome sus piernas, estaba como loco.
Para acelerar mi corrida se me ocurrió meter la mano entre sus piernas por dentro de su pijama, así alcancé su delicioso y seco clítoris, el cual empecé a masajear, ufff, que delicia de botoncito, sentí como se estremecía un poco, pero en segundos se quedó quieta, como quieto me quedé yo con mis dedos puesto en su sexo, que pronto se empezó a mojar, supongo que ella se dará caricias en lugares donde yo no lo pueda ver, o tal vez se las hagan...
Seguía con mis movimientos follándome sus muslos, todavía vestidos, y escuchaba como dormía, de pronto, escuché un suspiro, y apretó las piernas, se acababa de correr con mis dedos, yo los tenía chorreando, pero tampoco conseguía correrme.
Necesitaba un lugar calentito donde meter mi tremenda polla, pero no quería desvirgar a mi hija así como estaba durmiendo, si se diera el caso, me gustaría hacérselo totalmente despierta.
Andaba en esos pensamientos cuando se me ocurrió que seguramente como no lo haría ni despierta ni borracha sería por detrás, follarme a mi Lucía por el culito, seguro que le entraban los 23 cm. de polla.
Ahí se me ocurrió probar a pasarle mis dedos por su anito para prepararla, así que comencé de nuevo a pasarle los dedos por su mojado clitoris y sus labios y me los embadurné bien, después los pasé por su culito, conseguí meter uno con facilidad y a ella no se le ocurre otra cosa que levantarlo como hacen las perras dispuestas para la monta.
Eso fue lo máximo, con mi dedo dentro de su culo, su respiración se volvía a acelerar, con la otra mano comencé a menearle de nuevo su clitoris, estaba cerca de un segundo orgasmo, al encontrarse invadida por ambos agujeros, era el momento propicio, así que decidí hacerlo ya.
Su culito respingón estaba a la altura, yo tenía mi pene al cien por cien de sus posibilidades, sólo bastaba bajarle el pijama y follármela por su entrada trasera, dicho y hecho, se la puse y como tenía tanto lubricante de mis dedos... enseguida le entró, ella se despertó en ese momento...
- ¡¡Ah!! Papá, me duele, -yo para apaciguar su dolor, sólo le había introducido el glande, le acariciaba los labios y el clitoris con mis manos- ahora me da gustito por delante, mmm, sigue por delante así, siiiii...
De otro empujón que dí conseguí hacer entrar hasta la mitad de mi polla, tendría unos 12 cm. dentro cuando...
¡¡Nooo!! Ooohhh, que me... duele... por el culo... házmelo por delante... mmm...
Espera hija...ufff... a tenerlo todo dentro, relájate... con mis caricias en tu clitoris y verás... es que no quiero... que empieces a criar... ufff... tan pronto un bebé, porque me quiero correr dentro de ti...
Y eso hizo, fui empujando lentamente con mi polla mientras le acariciaba relajadamente hasta que entró en su totalidad mi miembro en su dureza y longitud completa.
Una vez dentro, empecé a sacarla y a meterla casi completamente.
Uffff, sigue papi..., sigue..., nunca, mmm... me habían follado el culo....ooohhhh... de esta manera, acariciandome el clítoris, me viene otro orgasmo... ¡¡¡aaahhh!!!
Sí hija..., seguro que no..., yo soy un maestro... mmm... y no todo el mundo tiene una polla como la mía... ooohhhh
Siii, sigue que me vuelve a venirrr
Y siguieron así durante más de media hora en la que Lucía tuvo al menos 12 orgasmos y el padre acabó rendido tras la corrida que le dio dentro del culito de su adolescente hija.
Después de eso mantuvieron una charla, y resultó ser que la hija a su tierna edad, siempre había follado por el culo, había hecho pajas y mamadas con su boca, desde hacía tres meses, pero no la habían desvirgado todavía... pero eso... será otra historia.