Me follé a la periodista que me entrevistaba.

Unos periodistas vienen a hacerme una entrevista y me quedo prendado de una pelirroja que jamás lograría ligarme.

Había quedado con un periodista que vendría a entrevistarme para una revista cultural de Barcelona. Mi contacto era un tal Joan, un tipo muy simpático que estaba interesado en lo que yo hacía y queria ayudarme promocionábdome.

Quedamos antes de uno de mis actos para poder hablar tranquilos y que luego pudiera quedarse al show. Llegado el momento mi sorpresa fue mayúscula cuando vi llegar a Joan con su mujer Marta. Una chica muy alta, pelirroja, muy guapa de cara y con un aire sensual que me dejo idiota nada más verla. No pude fijarme en sus pechos por no ser maleducado, pero intuía que aquella mujer era mucha mujer, la típica mujer poderosa, con carácter, divertida, atractiva...y por si fuera poco, pelirroja.

La entrevista fue divertida y ellos fueron un encanto y se quedaron al show, mientras yo hacía mi trabajo ellos escuchaban y miraban. Marta miraba con fuerza, era demasiada mujer para mi, pero a mi no me importaba porque no pensaba tener opciones de ligarme a la mujer del periodista.

Pasados los días, Marta y Joan me añadieron como amigos en una red social. Marta era una apasionada de la música y de Sabina y pasamos mucho tiempo hablando de canciones y grupos de música. Tanta conversación me gustaba pero solo veía que una chica guapa periodista me hablaba y me hacía caso, pensé que sería bueno para mi promoción.

Una noche, Marta y yo nos quedamos hablando hasta muy tarde, y aunque me sorprendió no le di importancia, hasta que me preguntó si tenía novia, insinuando que era extraño que no la tuviera, insistiendo hasta preguntarme si era gay. Evidentemente le dije que no y haciendo gala de mi buen sentido del humor, le dije que me encantan las pelirrojas.

Noté que le no le molestaba y siendo las horas que eran, seguí jugando un poco, hablando de algún rollo que había tenido, siendo un poco explícito con el sexo. Marta reía y participaba de la conversación, y yo disfrutaba contándole como había conseguido ligar con otras chicas.

Cuando estaba a punto de irme a dormir, Marta me propuso quedar al día siguiente para cenar y tocar canciones en su casa. Pensé que era cosa de su marido y acepté sin idea alguna de ligar, solo pensé que disfrutaría viéndola.

Al llegar al día siguiente, mi sorpresa fue que me recibió sola en su piso, cenamos, reímos, y tocamos canciones de Sabina y otros, hasta que llegadas las tres de la mañana me atreví a preguntarle por su marido.

Ella se puso a reír y yo me molesté, me sentí idiota. Ella me dijo que Joan no era su marido, solo su compañero de trabajo...no pude evitar sonreir, no pude evitar verla de otra manera, ni pude evitar fijarme en que sus pezones se marcaban en la camiseta.

Luego de unos segundos de silencio, me preguntó que en que estaba pensando y le dije que lo mucho que me gustaba el color de su pelo (intentaba saber si podía acercarme). Ella empezo a hablar más bajito y a bajar sus ojos, y algo dentro de mi me decía que se había rendido.

Me acerqué a ella y le toque el pelo, ella estaba sentada y yo de pie. Me dijo que no lo hiciera, que no habíamos quedado para hacer nada, pero ya me había acercado y creí que ella tenía ganas. Al fin y al cabo yo no tenía nada que perder y seguí tocandole su pelo y me acerque a su boca y la bese...no pude evitar que se me pusiera dura, ni que ella lo notara (estaba sentada y mi paquete a la altura de su cara).

Nos besamos, se puso de pie, metí mi mano debajo de su camiseta y descubrí que tenía unos pechos grandes y muy apetecibles, con unos pezones bien gordos y aunque ella seguía diciendo que no muy timidamente, puso su mano encima de mi polla y no dejo de sobarla.

Se desató, tengo una polla normal pero empalmada debido a su grosor es notable, nunca he tenido quejas la verdad. Me desabrochó el pantalón y yo le fuí quitando la ropa. Yo mido 1'70 y ella medía 1'85, era una diferencia muy grande como para que no se notara.

Empecé a desnudarla del todo y me comi esos dos pechos grandes que tenía, es de lo que más me gusta hacer comer pechos, despacio, apretando con mi lengua el pezón, haciéndola gemir por primera vez. Nos tumbamos en la cama y me bajo la cabeza hacia su coño, que estaba depilado, y me puse a comérmelo, metiendo la lengua y moviéndola, hasta que puso sus dos manos encima de mi cabeza.

Ella estaba muy mojada y yo tenía muchas ganas de sentirla dentro, me moví hacía arriba y casi sin esfuerzo le meti mi polla, y la pelirroja de 1'85 torció su espalda, poniendo sus dos manos en mi culo y apretándome contra ella. Era espectacular ver a esa mujer desnuda, entregada a mi polla, cerrando los ojos, notar sus pechos contra mi, sus labios dejando señales en mi cuerpo.

La puse a cuatro patas y me la folle muy fuerte, apenas podía moverla siendo tan grande, pero era una pasada ver a una mujer asi, desnuda, con sus pechos moviendose y los ojos cerrados. La notaba tanto, lo estaba disfrutando tanto que no pude evitar cogerla del pelo, nunca lo había hecho pero me salió sólo, y noté como gemía mucho más, como empezaba a temblar con cada empujón y me di cuenta que iba a correrse.

Voy a ser sincero, los dos estabamos a punto de corrernos pero yo me quedaba sin fuerzas para seguir cogiéndola de la cintura y follándomela a cuatro patas, tal como estabamos, y haciendo un esfuerzo grande empecé a apretar hasta que logré tumbarla plana sin dejar de metersela, fue entonces cuando le volví a estirar de los pelos y a empujar con todas mis fuerzas.

Estaba a punto y le dije que iba a salir, que iba a correrme fuera, pero en un arrebato, empezo a mover su culo hacia atrás y me pidió que no sacara mi polla de dentro de ella, no tuve más remedio que seguir follándomela, hasta que los dos nos corrimos a la vez y nos quedamos tal como estabamos, bien juntos, apretados, luego de corrernos.

Volvimos a quedar luego de esa noche, solo un par de veces. Luego se fue a vivir fuera por trabajo, pero nunca olvidaré la periodista pelirroja a la que me follé.

Esta historia es totalmente real.