Me excita que vean a mi esposa
Me he dado cuenta de que me excita que os hombres vean a mi esposa.
Relato verídico
Mi esposa es preciosa, pero me ha sacado muchos dolores de cabeza, y no por liviana sino por lo contrario, nos casamos hace 5 años, ella tenia 22 y yo 25, pero es tremendamente mojigata. Ella recibió una educación tremendamente moralista, estudió en un colegio de monjas hasta la preparatoria y en la universidad nos casamos, así que para ella los placeres de la carne siempre fueron menos que pecado.
Me costo mucho trabajo hacerle entender y quitarle la pena que le daba el que la viera desnuda y ya no digamos hacerle el amor con la luz prendida, y hacerlo con posiciones diferentes fue un tormento, pero poco a poco ha ido cediendo, y es que algo que ella no sabía es que es tremendamente ardiente en el fondo.
Soy psicólogo de profesión y creo que nuestra personalidad tiene mucho que ver con nuestros orígenes y ella tiene origen costeño, caliente como la que mas, pero muy reprimida. Así que sabiéndole llegar, hablándole bonito y persuadiéndola poco a poco la he ido haciendo que le agarre el gusto a esto de coger.
Ella es morena aceitunada, mide 1.72 mts, y tiene todo muy grande pero muy bien formado: Pechos grandes y redondos, copa C, caderas anchas pero con un talle delicioso, le miden como 89 cm y de cintura tiene 72, es decir, no es una modelo, pero esta buena. Además de dientes muy blancos, pelo lacio negro y largo y una cara de inocencia que no puede con ella.
Poco a poco la invite a experimentar el sexo oral, de hecho la primera vez que se lo hice fue a fuerza, casi fue una violación, comenzó pateándome y arañándome y llorando mucho por la humillación, pero termino llorando de gusto y pidiendo mas.
Para el anal fue otra violación, pero esa vez la agarre dormida, ella estaba de lado, bien dormida, sus nalgas se veían lindas enfundadas en un calzón blanco de satín. Fui por aceite y lo embarre en todo mi garrote y con cuidado le baje los calzones un poco, le apunte mi gusano y se lo deje ir de un golpe. El grito fue ensordecedor, pero termino pidiendo mas al final de la sesión.
Hacerla ver pornografía también me costo una bronca, pero su curiosidad, su cachondez y mi insistencia dieron fruto y ahora de vez en cuando cogemos viendo películas cachondas, me he dado cuanta de que le llaman la atención los penes grandes, como buena mujer y por ahí es donde le llego.
Pensé que nuestra vida sexual estaba llena, hasta que me di cuanta de que había algo mas que me excitaba. En una reunión con unos amigos casi al finalizar, mi esposa dejo caer sobre su blusa blanca una copa de champagne, el liquido hizo que se pegara a su pecho y se traspasara un poco su pezón, tal vez por la misma embriagues que tenían todos, mi amigo, su esposa y la mía, pues casi yo no tomo, no percibieron la cachondez de la situación, a mi amigo se le iban los ojos en la chichi de mi esposa y ella ni en cuenta, su amiga le dijo que se fuera a cambiar y le presto ropa, al subir las dos al cuarto, mi amigo dijo que iría al baño y se subió también, algo raro si les cuanto que hay baño abajo. Al tardarse un poco subí con cuidado y sorprendí a mi amigo espiando por la cerradura, mi primer impulso fue agarrarlo a madrasos pero en eso se paro como si lo hubieran cachado y la puerta del cuarto se abrió saliendo Ana, la esposa de mi amigo para decirme que fuera, lo hice y cerré la puerta, pero sabía bien que mi amigo estaba espiando en cuanto se cerro la puerta. Ana me dijo que ninguna blusa de ella le venía, por lo chichona, y mi esposa, vanidosa al fin, no quería ponerse una camiseta, lo único que le ajustaba era un vestido de fiesta negro, algo ampón pero que estaba algo corto de abajo y me pidió permiso para ponérselo, les digo que es algo inocente mi amada. Le di el permiso y Ana se salió, volviéndose a oír como mi amigo se levantaba de la cerradura. Cuando Ana se bajó debió llevarse al fisgón, cerramos la puerta y deje que mi esposa se cambiara. Se quito la blusa, después el pantalón quedando en pura ropa interior, era blanca de licra. Al ponerse el vestido me di cuenta de que de verdad estaba corto, le llegaba poco mas arriba de la rodilla pero así lo dejamos y bajamos.
Yo estaba encabronado con mi amigo, y esperaba la menor provocación para armar un desmadre pero cuando mi esposa, por la misma embriaguez comenzó a enseñar las piernas las cosas cambiaron, cada vez que mi esposa se sentaba, a mi amigo se le iban los ojos y yo me excitaba. El colmo llego cuando Ana se subió a dormir y mi esposa al sentarse lo hizo con tal desparpajo que se le veía un precioso triangulo blanco entre sus piernas morenas y lo negro del vestido. Mi amigo estaba como idiota y yo excitadísimo. Fueron varias las veces que mi amada enseño el calzón, las mismas que casi me vengo de la excitación.
A partir de ahí le he comprado ropa ajustada y sexy. Me cuesta trabajo que se la ponga pero de vez en cuando lo logro, aún que debo decir que no es muy frecuente.
En otra ocasión, en una fiesta algo subida de tono, logramos convencerla de que en un castigo, se bajara el cierre de sus pantalones, dejándonos ver a todos (éramos como 8 personas) una parte de su calzón. Esa ves llevaba uno beige, semi transparente, pero solo vimos un pedacito.
En otra ocasión, regrese a casa temprano, y vi a mi esposa subida en la escalerita acomodando las cosas de la despensa en la alacena, esa vez el hijo de la sirvienta, un chiquillo de 15 años, se había deslizado con cuidado y estaba debajo de la mesa espiando a mi esposa, ella llevaba una falda blanca y al subir las cosas enseñaba todo el culo. Me quede frío, y mas cuando me di cuanta de que me excitaba terriblemente. Lo deje un momento y después me fui e hice como que llegaba haciendo ruido para darle tiempo para irse
La parte culminante de esto, fue cuando en una fiesta un amigo de alguien se puso hasta atrás, era un gringo muy alto y bien parecido, en esa ocasión mi esposa no tomo mucho, y al estar el tipo ebrio quiso ir al baño, como el de abajo estaba ocupado le pedí a mi esposa que lo llevara al de arriba. A los pocos minutos bajo muy alarmada y me pidió que subiera, por que el tipo estaba tan ebrio que no podía orinar, en ese momento 2 amigos se hicieron de palabras por los efectos del alcohol todo se volvieron gritos y empujones y yo como anfitrión tuve que intervenir. Cuando se calmaban las cosas un poco, mi esposa me volvió a decir que el tipo no podía orinar, no entendí por que. Aprovechando la confusión, le dije que ella lo ayudara por que yo no podía, ella replicó que yo subiera, así que le di un beso y con la voz cariñosa que le gusta oír solo le dije: - Ayúdalo tu mi amor, por favor.. el tipo esta totalmente borracho y no sabrá quien lo ayudo, y aquí abajo nadie sabe que subiste con el... por favor ayúdalo-
Algo turbada se subió, yo deje todo en manos de los que ya estaban mas calmados y subí tras mi esposa. La escena fue arrolladora: La puerta del baño estaba abierta, el tipo se recargaba sobre la taza con las dos manos pero alegaba que no podía sacarse el pito, mi esposa algo asustada le insistía que lo hiciera pero el en un mal español decía que si lo hacía se iba a caer. Mi esposa con mucha cautela metió la mano por debajo de los brazos del y bajó el cierre. Así ya puede?- -No... por favor sáquelo-
Con miedo y algo de asco, ella metió la mano en su pantalón y después de hurgar un poco saco con su mano el pene del tipo. Yo me quedé electrizado. No creí que lo hiciera, pero lo hizo. Con el garrote del tipo en la mano lo dirigió a la taza y espero a que terminara de orinar. El tipo tenía su viborón, blanco como la leche y con la cabeza roja. Al terminar, mi esposa se lo sacudió y se lo guardo, después ambos salieron trastabillando del baño. Claudia lo dejó en la cama y se bajo a buscarme. Cuando lo hizo le pregunte que si todo estaba bien y ella dijo que si. Esa noche la cache oliendo su mano varias veces, como queriendo saber si algo de esa víbora había quedado en su piel, dos noches después la sorprendí masturbándose cuando creyó que estaba dormido. No se si pensando en el tipo, pero no me sorprendería que si.
Debo confesar que estoy excitadísimo con la situación. Ella sigue renuente a vestirse sexy pero esas enseñadas de calzón y verla con el pito de otro en la mano me han quitado el sueño varias veces.