Me escapé del orfanato, así me fue. 11

Vida de Juan de la Calle González, El profesor Esteban, Mi verdadera madre, Mayor de edad.

Me escapé del orfanato, así me fue. 11

Juan de la Calle González.

El profesor Esteban.

Esteban se llama el nuevo profesor, una pinta, un físico, precioso, lástima para las chicas es que le gusten los muchachos, a mí me invitó varias veces a salir…

_Paso le dije. Tengo un harén que atender Esteban…v

También pasó a ser parte de la sociedad en las ganancias, para que trabaje con incentivo que se dice, ja ja ja…

Mi verdadera madre.

Un día en la academia, en el que estaba esperando a Amalia que me pasara a buscar, para irnos para casa, tenía el uniforme del colegio, llegó Ester…

Me miró y me dijo

_Juan podemos ir arriba tengo que preguntarte algo…

_Siii, le dije, uno rapidito…

_No, no es eso me contestó…

Mierda pensé, qué estará pasando y me lo mandó…

Que había venido una señora, que decía ser mi madre, que quería verme, que estaba muy arrepentida de haber abandonado, que era una criatura, y que y que…

Quedé turulato, sin poder decir nada, abombado…

_Estás segura que es mi madre…

_Mirá, podemos hacer un adn y si estamos seguros después vemos…

_Si, dije sin fuerzas…

Sacó un hisopo, me lo pasó por la boca, lo guardó en una bolsita y…

_Te aviso cómo resulta todo y vemos que hacemos más adelante…

Quedé sentado un buen rato, hasta que me llamaron, que había llegado Amalia…

En el almuerzo les conté…

Amalia se puso a llorar…

Mónica la miró y le preguntó…

_Porqué lloras hija…

_A ver si nos deja Juan para irse con su verdadera madre…

_Vos estás en pedo Amalia, yo jamás, que te quede claro, me voy a separar de vos y de Moni…

Mónica se paró y me dio un beso de lengua…

Amalia un abrazo y beso en el cachete, cuando quise aprovechar se separó…

Quedamos en que esperaríamos el resultado del análisis y veríamos…

Y se dio nomás, era mi madre, había ido al orfanato, le dijeron que había sido adoptado y la encaró a Ester en el juzgado…

Me había llevado Amalia para encontrarnos en un barcito cerca del colegio…

El que hace “una bocha” había estado consolando a mi profesora de matemáticas…

Una mujer joven, bastante alta, de buen físico, muy demacrada, con el pelo pajoso, como que no estuviera cuidado…

Se llama María Ibarra, no tiene a nadie en el mundo, también fue abandonada al nacer, nunca conoció a sus padres, que después de mí no pudo tener hijos…

Me contó que ella tenía 14 años cuando me tuvo, que había quedado embarazada en una especie de violación por varios en una fiesta…

Que en esa época iba a muchas fiestas como esa, (yo pensé que cogía a lo loco, así le fue), que ahora quiere vivir conmigo, quiere recuperarme, que seamos madre e hijo como debió ser siempre…

La verdad es que me abrumaba con sus pedidos y con todo lo que me contaba…

_Dónde vivís ahora le pregunté…

_En una pensión, pero si no pago me van a echar a la mierda me dijo…

Y me salió sin pensar…

_Tengo para que vivas un departamento, de paso nos vamos conociendo…

Y así quedamos que a la tarde la esperaba en la academia…

Cuando salí del bar Amalia me acribilló a preguntas, no le gustó mucho lo que le dije del departamento…

A la tarde apareció con un pequeño bolso, parece que muchas cosas no tiene, pensé, le mostré el departamento… Quedó encantada…

_Esto es el paraíso, comparándolo con los lugares en los que he vivido…

A veces almorzaba con ella, otras cenaba, algunas tardes tomábamos café…

Un día me pidió si no le podía dar algo de dinero para comprarse algunas cosas…

_Qué querés comprarte María, (nunca la llamaría mamá, mi madre es Amalia, me la quiero coger pero es mi única madre)…

_Cigarrillos, ropa interior, cremas, cosas de mujeres…

Me cagó, yo le traía de todo, desconfiaba de su futuro comportamiento, por el asunto de drogarse, se me hacía que en algo me estaba engañando, no olvidarse que me he criado en medio de guachos y no tan guachos cagadores, tránsfugas, mentirosos y vividores…

Todo eso eran los del orfanato, y no te digo nada de algunas celadoras, bue, también estaban las monjas que eran lo más parecido a santas y en mi vida entre los linyeras y cirujas aprendí muchas cosas, casi ninguna buena…

Y le di nomás dinero, ella al otro día me mostró todo lo que había comprado, fueron pasando los días, volvió el pedido de dinero, ya no pregunté, me fui relajando…

Es cierto que Amalia me repetía que no me confiara, creía que era por celos…

Pasó el tiempo, las profesoras la ocuparon para que limpiara en la academia, se le pagaba un sueldo, yo le traía para vivir, alojamiento no pagaba, además le daba dinero de vez en cuando…

Fue pasando el tiempo, en las fiestas la invitábamos a pasarla con nosotros, se cuidaba de tomar alcohol, se cuidaba en los comentarios, en los gestos, se cuidaba de todo…

En el departamento, conmigo no era así, a veces me hacía comentarios sobre “la guita que tiene tu familia”, que tenía que aprovechar, lo dejaba pasar…

Mi madre se droga.

Un día Cristina me dice que por las mañanas, mientras estaba en el colegio, viene un chabón a visitarla y que a ella y a su novia no les gusta…

También  lo dejé pasar, pensé que sería alguien con el cual tendría sexo, una noche la encontré dura, se la notaba drogada, entiendo bastante de cómo se pone uno cuando tiene algo más que “unas líneas”…

Le recriminé, le dije que de dónde había sacado droga para darse toques y nos pusimos a discutir…

Otra vez faltó al departamento dos días y dos noches seguidas, apareció también “dada vuelta”…

Cuando el primer día del colegio de cuarto año vino con Amalia y con Mónica, las tres sentadas en las primeras filas escuchando el discurso del rector, después hablaron con mi preceptora, parecía como que todo se acomodaba…

Una noche, cuando salía de cenar con María, en la puerta de la academia me abordaron tres tipos, uno peor que el otro, una pinta de malandras…

_Vos sos el hijo de  María no…

_Sí contesté…

_Bueno entonces vos tenés que pagar lo que ella debe, sino la vamos a hacer mierda, entendiste…

_Sí, y cuánto debe

_3000 dólares…

_Vengan mañana al mediodía…

Se subieron a una camioneta y se fueron a los pedos…

Volví para hablar con ella, me contó que era una deuda vieja, de cuando consumía “fiado” y que era cierto lo de las “tres lucas verdes”…

Al otro día les di los 3 mil dólares  que me había regalado Teresa y que con tanto cariño guardé, pensé que era por una buena causa y que tenía que controlar más a María, nunca la voy a llamar mamá…

Una noche me llama la policía, me preguntaron si era el hijo, que cuántos años tenía, que tendría que venir con un mayor, que María estaba detenida por estar en una redada contra el narcotráfico…

Fui con Amanda a la comisaría, nos salió mil dólares la joda, digo nos salió porque Amalia se los dio al comisario para que la soltara y no iniciara ningún expediente…

La incluimos en un programa de desintoxicación, se escapó, anduvo desaparecida por un tiempo, volvió al departamento una mañana, toda drogada, la tuve que ayudar a subir, la bañe, la acosté…

Al otro día se fue robándome el equipo de audio, desapareció otro tiempo…

Muere mi verdadera madre.

Mientras estaba en el colegio, durante una clase de historia suena mi celular…

Como lo tenía en vibrador no levanté la atención de la profesora, no quieren que tengamos los celulares durante la clase…

Miré que era  de un número desconocido, en el recreo llamo pensé…

Cuando llamé resultó ser del hospital, si podía pasar a la tarde…

_Porqué asunto pregunté…

_Ya le vamos a informar, cuántos años tenés me preguntó la que estaba hablando conmigo

_17 señorita…

_Tenés que venir con un adulto, con tu padre…

_No tengo padre señorita…

_Con alguien mayor de tu familia entonces…

Esperé a que terminara con el último paciente Amalia y cuando creyó que íbamos para casa…

Le pedí si no podía llevarme al hospital, que me habían llamado…

Se quedó dudando, como que iba a decirme algo, pero no lo hizo…

_Bueno vamos dijo…

Cuando entramos  y nos llegamos a la administración, la chica que atendía escuchó el motivo por el cual veníamos…

_Esperen que averiguo…

Al rato la llama a Amalia, volvieron como a la media hora…

Amalia con una cara de preocupación de la gran puta…

_Qué pasó Amalia le dije…

_Es María Juan, falleció, la encontraron desnuda flotando en el río, murió por exceso de droga…

_Nooo.

Me agarró una angustia que se me llenaron los ojos de lágrimas, era mi mamá, aunque nunca me dio bola, era mi mamá, aunque nunca se lo dije, me puse a llorar en los brazos de Amalia…

No me preguntaron si quería verla, tampoco quería, prefería tener el recuerdo más o menos de cómo la vi la última vez, tampoco era muy buen recuerdo…

Al otro día le pregunté a Amalia…

_Si estaba desnuda, cómo hicieron para saber mi celu y llamarme…

_Lo tenía tatuado en el cuerpo Juan, en el cuerpo, me dijo…

La muerte de María no me afectó tanto, me había dado mucha bronca que me robara, con todo lo que estaba haciendo por ella…

Claro, con el tiempo comprendí que cuando uno es adicto hace cualquier cosa por la droga, por eso yo jamás voy a probarla, ni fumar…

Terminé cuarto año con muy buenas calificaciones, estaba por cumplir los 18 años…

Mayor de edad.

Una fiesta  con mi familia y los profesores de la academia, recibí regalos por todos lados, uno mejor que otro, Mónica me regaló una moto impresionante, una 250 de cilindrada, una facha espectacular, con osciloscopio, que sirve para mantenerla en equilibrio y no tener que hacer mucha fuerza en el momento en que estás detenido, los cascos con comunicación interna, con sistema para grabar las conversaciones con el celular y un montón de chiches más que tengo que ir aprendiendo…

Amalia, además de no estar muy contenta con el regalo que me hizo la madre, me regaló un viaje a Brasil…

Comimos, tomamos, cantamos, bailamos, terminó como a las cuatro de la mañana, nadie se fue, todos a dormir la borrachera…

Los profesores en mi casa, terminé abrazado al profesor Esteban, espero no haber hecho nada indecente ja ja…

En las fiestas de Navidad y de fin de año nos reunimos los mismos…

Me aseguré que además de las facturas de siempre, en el orfanato reciban muchísimas cosas para festejar las fiestas, no me importó el gasto, que tuvieran unas buenas “comilonas” los guachos.

Siempre en secreto que nadie se entere de mi nombre ni lo que hago, hablo de “lo de donar”.

El profesor Esteban no estuvo con nosotros, él fue a pasarla con su familia…

Araki y Cristina como no tenían familia, con nosotros…

Ahí me enteré que ellas se conocieron un fin de año, las dos cenando solas en un restaurante, dicen que se miraron y se auto invitaron…

Que Cristina fue a la mesa de Araki, las cagué a pedos, sobre todo a Cristina,  les dije que éramos nosotros su familia, que sea la última vez que pasan solas una fiesta, y ante cualquier otro problema, que lo tienen que compartir con nosotros, que lo arreglaremos todos juntos, me abrazaron muy emocionadas, ahora vienen los domingos a almorzar…

Araki le traduce recetas japonesas a Laura y a Ramón…

Continuará.