Me entregué a la sumisión total - VIII

Nací obediente, crecí obediente y me convertí en obediente "cum laude"

  • Sabemos que eras tú y no tu antiguo amo, quién diseñaba las orgías y el resto de depravaciones. Y seguramente aquí harás lo mismo, ¡tendrás total libertad para hacerlo... pero a su tiempo!

  *  *  * 

Y así terminé el relato anterior. Miré detenidamente a los dos y tuve el convencimiento que allí, en esa enorme casona, mi vida iba a tener un cambio radical. Nos terminamos los puritos en silencio y Felisa preguntó a Pascual, mi amo:

  • ¿Qué te parece Pascual si nos vamos los tres un rato a dormir, hasta las 12 más o menos. Yo no sé vosotros, pero yo estoy totalmente deshecha de tanto follar.

Y los tres nos fuimos a la cama a dormir un rato. Puse mi despertador para las 11,30 porque no quería ser la última. Miré a Sissi y seguía durmiendo pesadamente. Pero pocos minutos después de levantarme yo, aunque la vi profundamente dormida, y comprendí todo por lo que paso follando y bebiendo esa noche, la desperté. Nos duchamos e hicimos café intenso para todos, mientras empezábamos a preparar las comidas. Curiosamente, Felisa no vino a la cocina hasta media hora más tarde que nosotras y con cara de cansada, me dio un beso en los labios y me dijo:

  • Creo que yo ya no estoy para tanto follaje y bebidas como anoche. Ni sé cuantas veces me corrí, pero me duele hasta el pelo que no tengo. Necesito que me releves tú ya en estos menesteres de ama de casa para poder descansar yo un poco porque creo que me lo he ganado, y mira cómo anda Sissi ¡ni que le hubiesen roto el culo! -dijo riéndose-

Y puedo aseguraros que sabía cómo andaba Sissi. Vi cómo Nkohme se la folló al menos tres veces por el culo y cómo Felipe le hacía dar unos gritos espantosos mientras su pollón de elefante disfrutaba de su estrecho culo. Cuando vino a la cocina, andaba fatal y vino descalza, pero yo le enseñé mis taconazos y le hice que se pusiese los suyos. Éramos perras -aunque ella era callejera- y teníamos que ir como a nuestro amo le gustaba vernos. Desnudas o prácticamente desnudas -a no ser que hubiesen órdenes especiales- y por casualidad íbamos las dos igual, camisetas de manga corta y los taconazos de la noche anterior y nada más. El resto que nos pusimos estaba destrozado.

Tuvimos que despertar a nuestro amo y a Paco, el tatuador, y decirles que se iba a servir la comida, cosa que hizo Sissi, que sirvió la mesa del comedor para nosotros y ella comió en la cocina. Pero viendo como estaba de cansada Sissi, le pedí al amo que, en agradecimiento de su fabuloso comportamiento de la noche anterior follando sin parar con todos y todas los invitados, le diésemos un par de horas de sueño reparador.

Cuando recogió y limpio la mesa, ni oyó lo que le dijimos, lo llevó todo a la cocina, subió a su habitación y se quedó frita sobre la cama. Por lo tanto, no se enteró de todo lo que el tatuador nos iba a tatuar, pero yo, en su nombre, lo aprobé. Al fin y al cabo, su voto no era válido. Felisa y yo estábamos pendientes de las imágenes de Paco y las explicaciones a mi amo.

Para mí, proponía empezar en mi espalda, entre mis glúteos, con un tallo de hiedra. Ese tallo, formado preferentemente por hojas jóvenes y raíces aéreas, se iría extendiendo por toda mi espalda y extendiéndose hacia mi tórax, de forma que tanto mi espalda y mi tórax completos, estuviesen cubiertos de esa hiedra y algunas flores aunque no fuesen de hiedra para dar color. Entre mis pechos y ligeramente por debajo, en la parte central estaría mi nombre LULÚ en letras góticas. Desde mis glúteos y hacia mis muslos, bajarían raicitas, hojas sueltas y algunas flores, y los huecos libres, podrían ser utilizados para grabar nombres y fechas determinadas, p.e.: Pascual y mi fecha de sumisión. O la fecha que pude quedarme preñada.

Para Sissi, y dado que con ella no había interés inicial, hacia una sugerencia doble: Tatuar solo los pechos con su nombre, y "ponerle" unas bragas. Dado que iba a ser reproductora, los pezones y areolas no serían tocados, como a mí. Pero a Paco, le gustaría hacerle, desde las areolas hacia la base y todo lo que se quisiese extender, una tupida tela de araña. Como las mismas arañas, tejer un sin fin de hilos que se cruzan y descruzan y que podrían llegar hasta los sobacos, el cuello, el ombligo... o con el tiempo, extenderse por todo el cuerpo. Por supuesto, su nombre escrito entre sus tetas en la parte baja, SISSI, así, con las dos eses. Y para abajo, una especie de braga-tanga en cuadros negros y blancos, como un tablero de ajedrez. Tan grande como se desease, tipo hilo, braguita, o braga completa que cubriese todo lo delantero y trasero. Por supuesto, también se le tatuarían los labios vaginales para que no se notasen yendo desnuda.

Nuestro amo y Felisa, vieron las diferentes composiciones previstas para tatuar nuestros cuerpos (yo poco) y decidieron las composiciones que iban a tardar bastante tiempo en plasmarse. Los colores irían del mate al brillo y serian realistas. Solo tintas vegetales, las llamadas ecológicas. Y como el diseño para Sissi gustó, pues también ella fue metida en el paquete de los tatuajes. Pero solo me enseñaron y unos segundos, cómo quedarían nuestros cuerpos, ya que ya nos los veríamos todos los días durante toda nuestra vida. Yo me vi muy verde, pero Felisa me dijo luego que fue una idea suya conjuntamente con Paco. Y cuando se lo enseñaron a la pobre Sissi se puso seria, lo de las arañas le importaba muy poco, pero eso de ir con el coño y el culo a cuadros, le hizo decir en voz baja -¡joder, ahora quieren usar mi culo para jugar al ajedrez!-

El resto de la tarde las tres trabajamos de lo lindo para limpiar la cuadra de los restos nocturnos y nos reímos de las grandes manchas de semen y fluidos femeninos, amén de restos de licores y de alguien que vomitó un poco. Fuimos comentando entre risas esa orgía salvaje, los meses que íbamos a tardar en tatuar nuestros cuerpos y francamente, no le dimos ninguna importancia a ello. Pero claro, con las tres de cachondeo, acabamos jugando con nuestras manos y bocas y nos corrimos unas cuantas veces. Total, un poco más para limpiar. Preparamos después la cena y al terminar de cenar Sissi me pregunta:

  • Lulú, ¿qué hay que hacer en esta puta casa para fumarse un cigarrillo rubio? No me gustan los puritos, son buenos pero me recuerdan demasiado a papá.

Cogí un purito, lo encendí, lo aspiré varias veces seguidas y lo aplasté con toda mi rabia en el cenicero. Sissi lo comprendió ¡podía así aplastar los recuerdos de nuestro padre! Me dio un beso en los labios y encendió ella su purito con una sonrisa ¡pobre papá!

Pero a Sissi había que educarla y había que preñarla, así que mientras Sissi estaba ausente por llevar los restos a la cocina, pedí permiso a mi amo para hablar y le dije:

  • Mi amo, quedamos anoche en preñar a Sissi lo más rápido posible. Y además, ella no tiene experiencias en follaje de grupos, sugiero por tanto que todas las noches, de 8 a 11, se la entreguemos a los jornaleros para que cada noche, 10 de ellos se la follen a su gusto, se meen y caguen en ella y sepa Sissi que su vida sexual cambia radicalmente. Al mismo tiempo y durante el día, ya que Sissi es del gusto de nuestro tatuador Paco, también él pueda servirse de ella a su gusto ¿sería posible?

Paco, mi amo, y Felisa, se miraron entre ellos y decidieron que si, pero Felisa añadió:

  • Pascual, se podría aprovechar estas folladas de Sissi para elegir entre sus folladores esos 3-5 sementales de los que hablamos. Poco a poco los iríamos eligiendo y sería la propia Sissi quien nos diría con su experiencia, qué sementales de ellos le gustaría usar constantemente, y cuáles de ellos no le gustarían.

En ese mismo momento, entró Nkohme sonriente, sujetó a Sissi del brazo y la introdujo en la cuadra. Al oír arrastrar la cadena, y los gritos de Sissi que no la quería llevar, sonreí ¡qué vida la de perra, solo obedecías y ya está! Pero estuve totalmente segura que este pensamiento no lo compartiría Sissi y menos encadenada con tanto negro ¿verdad? Se la llevó al alojamiento de temporeros. Y a las 11 nos la devolvió totalmente agotada y superfollada. Como la entró por la cuadra, en el mismo suelo, sobre el mismo cemento, se dejó caer y se quedó dormida. A menos de dos metros del camastro... Miré su cuerpo desmadejado y cogí mi antigua y raída manta y la cubrí.

Dos o tres noches más tarde, Sissi me desafió a compartir entre las dos las pollas y los deseos de los 21 temporeros ¡a mí, que me los había favorecido a todos yo sola! Pedí permiso a mi amo y las dos, cogidas de la mano fuimos andando hasta el almacén, y al vernos, nos gritaron felices. Minutos más tarde y durante más de esas 3 horas, las felices fuimos nosotras. Muchas veces, más que folladas éramos violadas. Nuestras bocas se tragaron todas las pollas y semen posible ¡hasta Felisa, que vino a vernos al oír nuestros gritos, se dejó follar varias veces!

Y nuestro amo lo grababa todo para la posterioridad. Esa noche, Sissi y yo la pasamos juntas en su cama follándonos hasta el agotamiento. Fue la primera vez que nos sentimos "algo" más que unas perras. Y eso nos ayudó de cara al futuro.

Al día siguiente, tal y como estaba previsto, Paco separó mis glúteos y empezó a clavarme las agujas para empezar a perfilar mi decoración corporal. Dos días más tarde, empezó a tatuar con su famosa tela de araña las tetas de Sissi. Y así aprovechaba su tiempo, horas de trabajo para una, y horas de trabajo para la otra.

Pero cada día veíamos Felisa, Sissi, y yo, y a veces nuestro amo, las folladas de los negros, veíamos sus cuerpos y rostros y los tamaños y potencias de sus pollas. Y aunque Sissi y yo no teníamos ni idea de para qué, yo sí me hice una composición. Posiblemente mi amo y Felisa querrían contratar a Nkohme y a otros 3-5 negros, para trabajar en la futura instalación del club sexual y no precisamente de camareros. Y debo ser sincera, habían varios con muy buenos cuerpos y unas pollas muy utilizables.

Fueron pasando los días y Sissi maduraba a una gran velocidad y se la veía feliz. Como también se veían en los ceniceros los restos de los puritos totalmente aplastados ¡papá, papá! Y por consejo de Felisa, yo me encerraba el poco tiempo que tenía libre y leía libros que ella me indicaba. Siempre me recordaba que "el saber no ocupa lugar" y que yo me estaba haciendo una buena perra, pero falta de cultura. Tanto Sissi como yo, follábamos sin descanso e incluso algunas noches, Felisa nos llevaba con su coche al bar de Noelia y Sissi, Marimar, y yo follábamos con todos los que venían y cómo ya no había encierro, venían bastantes. Felisa nos decía que éramos el reclamo del local, éramos la "tapa" que se sirve con cada consumición. Sissi decía que en ese bar, en lugar de pincho y caña, servían coño y caña. Pero lo cierto, es que nos hicimos todas muy populares.

Pero ya metidos en verano, una noche cambió muchas cosas. Después de cenar y mientras Sissi estaba follando con los negros, un claxon en el patio interrumpió la conversación que mantenía con Felisa en la cocina mientras fregábamos. Antes que nosotras llegásemos a la puerta, como un rayo veloz entró Marimar. Me dio un besazo maravilloso y de repente me pregunta:

  • ¿Dónde está tu amo? Vengo a hablar y pasar la noche con él y contigo.

Pero en ese mismo momento, entró Nkohme con Sissi sujeta del brazo, la vi tan agotada como las otras noches. Le quité la cadena y como Marimar tenía que hablar con mi amo, ayudé a Sissi a llegar a su habitación, pero apenas llegó a la misma, casi se deja caer sobre la alfombra, pero la ayudé a caer en la cama y se quedó frita. Y es que ser follada por 10 sementales más Nkohme cada noche durante 3 horas, agota ¡os lo juro!

Volví abajo, hice mi ronda nocturna de ama de casa, apagué las luces y subí al dormitorio de mi amo que ya se estaba follando a Marimar, me quité lo poco que llevaba puesto, subí a la cama y me uní a la fiesta. Mi amo nos demostró a Marimar y a mí, que a pesar de la intensa follada que tuvo conmigo la noche anterior, estaba totalmente recuperado. Pero a mí me dolió las atenciones que ponía en Marimar. Vale, de acuerdo que yo era su perra, pero era nuestra cama y en nuestra casa... Se corrió cuatro o cinco veces entre las dos, y apenas lo hizo en el culo de Marimar, esta me dijo:

  • ¡Límpiame el culo, perra!

Y no solo le limpié el culo y me bebí todo lo que allí encontré, sino que proseguí y metí mi lengua en su coño y se lo dejé más limpio que cuando nació. Me gustaba esa puta y a ella le gustaba yo. Así que nos entregamos la una a la otra sin miramientos, nos mordíamos en los pezones y en el clítoris, nos metíamos las manos por cualquier sitio que diese placer o incluso dolor, Tanto mi coño como mi culo fueron profanados por sus manos y de la misma manera, yo profané los suyos.

Fue casi una hora de sexo intenso, salvaje entre dos mujeres que se gustaban y no tenían limitaciones. Pero los cuerpos si tienen limitaciones y nos quedamos dormidas, abrazadas, pero profundamente dormidas ¿Y qué hacía mi amo y amante de Marimar? Pues filmarlo todo y casi al final, le dediqué una mamada antológica y su leche la repartí con nuestra amante en un apasionado beso ¿cómo no dormirse felizmente?

Al despertar, estaba junto a Marimar pero mi amo ya no estaba. Cuando bajé a la cocina vi una nota de Felisa, ella y mi amo habían salido y no volverían hasta la tarde. Me recordaba algunas cosas que debería hacer y desperté a Sissi. Entre las dos preparamos un ligero desayuno para los cuatro (Paco, Marimar y nosotras dos) y sobre las 11 de la mañana, conectó Paco la máquina y nuevamente las agujas prosiguieron mi tatuaje penetrando en mi piel. Marimar no se lo quiso perder y se quedó mirando. A la hora de comer me tuve que poner un cojín ¡hay que ver cómo escuece la hiedra! O las agujas!

Aproveché para organizar un poco la casona, sobre todo en mi mente, quería conocerlo todo en profundidad. Que cada detalle se grabase en mi cabeza. Que cada cosa tuviese encaje en un sitio o una labor determinada. Estaba cogiendo ya las riendas de todo y me daba cuenta que lo estaba haciendo de una forma seria y pormenorizada. Quería poner a Felisa en su sitio y en sus labores, a Sissi en el suyo, y a mí, en el intermedio de ambos pero controlándolo todo. Aunque aún me costase un tiempo.

Y ahora se presenta Marimar de improviso para hablar con mi amo, y se pasa la noche follando con mi amo y conmigo. ¿Había algo de Marimar que yo no sabía? Y qué pasaría si también Lara se presentaba ¿o todo esto estaba relacionado con el inesperado para mí, viaje de mi amo y Felisa? Mis dudas, siempre mis dudas... ¡Aún estaba aprendiendo y era cada vez, más consciente de mis debilidades! Mi lucha sería larga. Pero la ganaría ¡estaba segura!

Yo tenía cada vez más claro mi papel de perra domestica, es más, tal y como transcurría el tiempo, me encantaba serlo y me sentía feliz, incluso cuando era castigada y mi cuerpo golpeado. Sabía el papel que debería aprender Sissi bajo mis órdenes. Pero el papel de Felisa no me cuadraba... porque Felisa no tenía ningún papel. Hacía lo que quería incluso con mi amo. Mi amo era eso, el puto AMO, pero ahora la aparición totalmente imprevista e inesperada de Marimar, y el rato que estuvieron los dos hablando a solas, mientras yo atendía a Sissi por la follada de los 10 negritos... Al menos sabía que Paco era tatuador. Algo es algo ¿no?

Durante la tarde, Paco siguió tatuándome y Sissi trabajó de lo lindo a pesar de su cansancio, y de tener el culo y el coño reventado por las pollas de 10 negros durante tres horas cada noche sin parar. Yo sabía por experiencia, la cantidad de veces que esas trancas se meten dentro de ti y se vacían. Gente joven y nosotras únicas mujeres para ser usadas ¡y la cantidad de veces que nos usaba cada uno! Sobre las 8 paró Paco para dejarme terminar la cena, porque aunque Sissi no era mala cocinera (reconozco una vez más, lo buena cocinera que era la muy puta de nuestra madre y lo que nos enseñó), no estaba preparada aún para terminar algunas cosas y sobre todo, darle una presencia estética que demuestre que te lo has currado, y que deseas se alimenten por los ojos y el estómago. Además, si no cuidas de tu propio amo ¿para qué eres y te llamas sumisa?

Pascual y Felisa llegaron los dos muy contentos y riéndose. Mi amo casi no me hizo ni caso y Felisa me estampó unos húmedos y maravillosos besos. Sus ojos estaban brillantes. Se fueron a sus habitaciones, se ducharon y cuando bajaron al comedor, todo estaba preparado. Esa noche, por decisión mía, Sissi no fue al almacén para follar con los trabajadores, cosa que con una ligera sonrisa, me agradeció. Supongo que sus agujeros estarían destrozados con las orgías salvajes de cada noche. Cierto que era una gran folladora, pero lo suyo no eran las orgías y los gang-bangs, cosa de las que yo disfrutaba y organizaba de maravilla. Pero Sissi era callejera y había que entrenarla.

La cena fue divertida, yo tuve que enseñar los perfiles que ya se estaban marcando y llenando de color y mi amo sacó más fotos de mis tatuajes. Y al terminar, mientras fumábamos los sabidos puritos y tomábamos un coñac, Felisa preguntó a mi amo:

  • Pascual ¿crees que podríamos decirle algo a Lulú? Creo que nos podría ayudar.

Y Pascual, levantándose, dijo:

  • Felisa y Lulú, a la salita conmigo. Y Paco y Sissi podéis hacer lo que os dé la gana.

Y claro, Paco y Sissi se fueron a follar como dos locos desatados al camastro de la cuadra, ¡y los negros a dos velas esa noche! Nosotros tres fuimos a la salita, nos sentamos cómodos, Pascual dio la palabra a una sonriente y feliz Felisa, y saltó otra sorpresa ¡cómo no!:

  • Lulú, hemos decido hoy hacer lo que hace algunos días dijimos que íbamos a hacer, convertir este complejo en un centro de atracción sexual. Esta casona se reformará totalmente, se ampliará, y aquí habrá una gran guardería para las hijas de todas nuestras reproductoras y de nuestras parejas. También aquí, estarán los reservados donde todas vosotras daréis de mamar a vuestros clientes. El almacén, a fines de Septiembre estará vacio, lo echaremos a tierra, y haremos allí un pequeño pero perfecto hotel para intercambios de parejas, y para que durante las 24 horas del día puedan venir a follar todas las parejas que lo deseen. Habrá un buen restaurante y cafetería y por supuesto, un servicio de habitaciones muy adecuado.

** Haremos en la esquina de la huerta, un pequeño complejo, sótano para BDSM, una amplia y erótica sala de baile, reservados, y dos grandes espacios para orgias y gang-bangs, que estarán divididos en varias secciones para poca o mucha gente. Incluso hemos pensado en una de ellas, hacer unos pequeños graderíos, y a través de webs, difundir esas orgías en directo. Por supuesto, en esos espacios también podremos grabar porno.

Se calló Felisa y se hizo un silencio y en silencio seguimos fumando y bebiendo unos minutos. Nada había de especial en lo dicho sobre lo que yo pensaba hacer, pero la muy puta y querida de Felisa, siguió hablando:

  • Hemos visto lo muy bien que Marimar y tú os lleváis. Y Marimar quiere montar en este complejo, una estupenda tienda sex-shop, complementada con lencería sexi y de grandes marcas, con unos complementos especiales. Y hemos pensado, tu amo y yo, ¡regalarte el 50% de esa tienda! Así te sentirás más unida a tu amo y a Marimar.

Yo casi me trago el purito, no el humo, el purito entero con humo y llama. Les miré a los dos con cara de idiota (en realidad, lo soy) y sinceramente no me lo creí. Les vi tan sonrientes y como contentos, que consideré que era una broma, una maldita y pesada broma. Pero Felisa adivinó mis pensamientos, se levantó, se acercó a mí, se arrodilló entre mis piernas y después de darme un profundo beso, me dijo:

  • Créelo Lulú. Todo el complejo será una sociedad que esta mañana se ha constituido. Se van a invertir varios millones de euros durante varios años, queremos que esto crezca y tú vas a tener un papel especial. Cuando el otro día nos explicaste tus ideas, nosotros llevábamos más de dos años haciendo proyectos para esta finca. Y queremos que te sientas más que una simple perra en ella, queremos que te sientas parte. Serás socia de Marimar, como si invirtieses más de 50.000€ de tu bolsillo y serás, además, como una directora de orgías y perversiones sexuales ¡siéntete feliz Lulú! Lo estás haciendo muy bien y Pascual, tu amo, está haciendo contigo lo que su padre hizo conmigo y ya me ves aquí ¿no te alegra todo esto que te decimos?

Amig@s, ahora no voy a decir eso de ¡joder, joder, joder!, que ya me conocéis, sino que me trago las palabrotas porque ni me salieron esa noche, ni me salen ahora. No sé cómo me sentí, de verdad, aún no lo sé. Solo sé que estaba en un limbo, en una nube, en un rincón de lo llamado cielo, o en un rincón del Olympo cual Palas Atenea. Pero las voces de mi amo y de Felisa, de los dos, golpearon mi cerebro con más novedades:

  • (Pascual, mi amo) Pero nada de esto es gratis Lulú. En esta vida nuestra, nada es gratis. Esta maldita pandemia está arruinando muchos negocios y eso nos va a favorecer. Encontramos socios más baratos que hace meses y además, tenemos restauradores e incluso varias mujeres profesionales de las direcciones de salones de intercambios y de sadomaso, que están ahora en la calle y con un futuro jodido. Aquí les vamos a dar futuro y tú, mi querida perrita Lulú, no solo serás mi pareja real, sino mi mano derecha, pero como te he dicho, nada es gratis y vas a sufrir. En estos casi cuatro meses que llevas aquí, has demostrado tu capacidad, inteligencia e intuición, pero ahora vas a pasar a otro nivel.

  • (Felisa) Tu antiguo amo te arrancó del instituto. Debes retomar los estudios para entrar en la universidad, hemos pensado que debes estudiar Psicología. No importan los años, sino toda la experiencia que saques con esos estudios y apliques aquí. Estarás con auténticas profesionales con muchos años de experiencia, entre ellas Inge, más conocida como Madame S, de sufrimiento. Ella te enseñará todos los secretos de la vida BDSM y de forma práctica, vas a sufrir, vas a sudar, vas a sangrar, pero vas a ser tremendamente feliz, porque todo lo que tu cuerpo sufra, aprenderás a hacérselo a otros. Y a través de tu sufrimiento, sabrás cómo golpear y en qué lugares, para hacer más daño o menos daño, para que los impactos sean puntuales o amplios. Serás una switch perfecta.

  • (Mi amo) Durante unos años, mi joven y poco experta perrita, vas a sufrir más que Prometeo 1 pero no debes tener miedo. Solo el abuso del alcohol y las drogas destruirán tu hígado. Otra cosa será el sufrir cada día, pero también sufre cada día el panadero que hace el pan y debe venderlo para pagar facturas. O el bodeguero. O las putas sus coños. O el que barre la calle por un sueldo miserable. Te gusta leer y entiendes lo que lees, pues estudia; te gusta organizar, pues aprende, y ya ves que yo te doy toda la libertad dentro de tu papel de sumisa. Te permito tener un amante macho, Nkohme, que se quedará con nosotros. Y te permito una amante hembra, Marimar, de la que te hemos hecho socia de por vida. Esta vida maravillosa no es regalada, te la tienes que ganar cada día. Hasta ahora lo estás haciendo ¿crees que debemos seguir confiando en ti?

Y yo no podía pensar, os lo juro, no sabía pensar, no sabía qué decir, no sabía qué hacer. Y como una autómata, me levanté, cogí uno de los grandes puros de mi amo, lo encendí, cogí una botella de coñac y salí a pasear por el jardín descalza. Y lo primero que vi fue a Paco, en pelotas, sentado en la pequeña escalinata y a Sissi haciéndole una mamada antológica. Paco y yo nos miramos, pero sin molestarles pasé por su lado. ¡Joder, que putada! Esos dos cabrones más de una hora follando y a mí, llenándome la cabeza de noticias como si fuese un telediario. Fumé como loca tragándome hasta la última partícula de humo y bebiendo coñac a morro de la botella. Hasta que mi cuerpo y mis emociones dijeron basta y me quedé dormida, o borracha total, sobre el césped.

Cuando de madrugada desperté, alguien me había tapado con una manta. Sentí frío y me sentí fatal por el coñac y el puro. Me di una larga y caliente ducha en la cuadra para no despertar a nadie, y con la manta en la mano, me tumbé sobre el enorme y manchado camastro, me tapé y me volví a dormir.

Un intenso olor a café y unas caricias me despertaron ¡era mi amo Pascual! Estaba arrodillado en el suelo, a mi lado, sonriendo, y mientras me ofrecía una taza de café intenso, me acariciaba mi monda cabeza. Yo le sonreí a mi vez, me incorporé un poco, tomé la taza y poco a poco me la fui bebiendo. Mientras, mi amo no dejaba de acariciarme, y al terminar mi café, se incorporó un poco y me dio un beso en los labios mientras me decía:

  • Lulú, Lulú ¿qué podría hacer yo sin ti? Me hablaron muy bien de ti, vi algunos videos de orgias organizadas por ti y como bien sabes, yo mismo pagué para follarte sin tiempo limitado, me gustaste y te compré. En estos meses has cumplido mucho más de lo esperado. Eres inteligente, capaz, ves más cosas de las que crees y solo te falta confiar en ti. No solo Sissi tiene miedo ¡tú también! Y lo has demostrado esta noche. Ya sé que te pedimos mucho, pero también sabemos que serás capaz de hacerlo. Solo tienes que confiar en ti y tener paciencia. Somos muchos para ayudarte y nadie te pide que lo hagas todo mañana. Solo te pido que confíes en ti, y si te digo que te tires por el hueco del ascensor, lo hagas sonriendo con la confianza de que en el fondo del hueco habrán muchos colchones para parar tu caída y no hacerte daño. Confianza ¡solo confianza!

Mis ojos estaban llenos de humedad ¡pero no creáis que estaba llorando otra vez... era cosa del rocío! y no dije nada, solo aparté la manta, me mostré desnuda y mi amo entendió perfectamente. Se levantó, se desnudó, subió a la cama y me folló ¡o síii, me folló!

Pero no me hagáis explicar todo el follaje porque casi no me acuerdo. Me penetró, sentía cómo su polla se movía dentro de mi vagina, como entraba y salía, cómo me dilataba mis músculos y cómo rozaba presionando mi clítoris. Pero lo que yo recuerdo está en la nube. La nube que nos envolvió a los dos. No fue una follada pasional, tampoco nada especial en posturas o penetraciones raras. Solo su polla entraba y salía, mientras nos comíamos a besos suaves, largos, cálidos, húmedos. Mientras nuestras lenguas jugaban, se enroscaban, penetraban en nuestras bocas. También mi boca y su boca, jugaban con los pezones de los dos y nuestras manos agarraban el culo de cada uno y lo estrechaban contra el otro.

No sé cuantas veces me corrí. No sé cuantas veces se corrió. Solo sé que en un momento determinado, su cuerpo se paró junto al mío y sus brazos me rodearon. Y era tanta mi felicidad de serle tan útil a mi amo, que en un pequeño susurro que me salió del alma, le dije:

- Te quiero mi amo. Te quiero con toda mi alma y juro servirte fielmente toda mi vida. Haz conmigo lo que quieras. Soy tuya, soy tu perrita Lulú ¡solo eso!

Mi amo me abrazó más intensamente a él y me dio un beso en mi mejilla. Y solo unos segundos después me preguntó:

- ¿Quieres casarte conmigo Lulú?

*  *  *

1 Los que no lo conozcáis, podéis leer "el mito de Prometeo" en cualquier buscador.

Y ahora, queridos amigos y amigas, voy a aparcar esta historia. Hemos llegado con ella al final de Agosto, y se nos ha juntado el tiempo novelado y el tiempo real. Así que descansaré unos meses y luego proseguiré con el relato, pero haciéndolo intemporal, sin paralelismos fijos, y así conoceréis los felices destinos de Lulú y de Sissi.