Me enseñó Nerón, el perro de mis sueños
Mis Hijas se fueron de paseo con sus amigas una de ellas me dejo a Neron, el perro que cambio mi vida.
Tengo 39 años, enviude hace ocho meses y tengo dos hijas, Silvia tiene 18 años y Karen 16, soy una mujer que pese a los años tengo buena figura, tanto así que los amigos de mis hijas me miran con ganas, sobre todo mi cola, que desde muy joven fue mi atractivo, en cambio mis pechos son algo chicos.
En esa época yo estaba bastante deprimida y un poco desquilibrada sexualmente ya que soy una mujer bastante caliente tanto así que cuando estaba mi marido le exigía sexo casi todos los días.
Un fin de semana mis hijas me pidieron ir de paseo a la quinta de una amiga que esta a veinte kilómetros de la ciudad, no les pude negar por que nunca me dan problemas, especialmente en el estudio, al paseo fueron cinco compañeras de curso y se coló mi hija menor. Todo bien pero al tiempo de partir Mª. Elena me pidió dejar a su perro en casa, un doberman bastante grande y musculoso, por que sus padres estaban de viaje y no confiaba es su sirvienta, yo acepte porque me estaba quedando sola y me serviría de guardián.
Ese día después de almorzar le lleve el alimento a Nerón, así se llama el perro, cuando me agaché ha levantar la vasija en la que le di agua el me monto como si yo fuera su perra eso me asusto bastante, y tras darle su comida entre corriendo a la casa en ese rato Nerón intento montarme otra vez, ese rato sentí rabia con el perro y la amiga de mi hija por los apuros que pase con el perro.
Esa tarde me senté en la sala para ver tele y se vino a mi mente lo que me hizo Nerón y me puse a pensar los motivos de su actitud, puede ser que el este jugando y lo hizo sin malicia pero también puede ser que Mª. Elena que es una chica no muy agraciada físicamente y muy tímida tenga relaciones con su perro, por que a mis años yo se de todas las formas de practicar el sexo auque nunca hice nada fuera de lo normal aparte de que cuando hacia el amor con mi marido y el terminaba en mi voca y yo me lo tragaba sin echar una gota o desde que estoy sola cuando me masturbo me meto una zanahoria en mi conchita. Pero eso es normal según mi punto de vista, todos estos recuerdos trajeron a mi mente algunos videos, películas y fotos de zoofilia que vi a lo largo de mi vida y me calentó un poco, pero paso por mi mente algo que nunca lo imagine me pasaría, tener relaciones con un animal, pero dije no, eso no lo haré, así que para despejar mi mente me fui de compras al súper y así no tendría tiempo para pensar en eso.
En la noche después de una charla extensa con mi amiga Lucy quedamos ir de compras al día siguiente. Me fui a la cama, cuando estaba a punto de dormir volvió a mi mente el pensamiento del perro y volví a calentarme, imagine a Mª. Elena con su perro ella de cuatro y el tratando de introducirle su pene, esto me calentó tanto que empecé a sobarme la conchita por encima de mis braguitas, para no caer en la tentación de tener relaciones con el perro me dispuse a hacerme una paja inolvidable, para esto tenia que buscar mi favorita, una zanahoria, salí en busca de ella a la cocina donde siempre tengo una reservada, estaba tan excitada que me di modos para no dejar de sobarme el clítoris mientras caminaba a la cocina,
Pero el destino estaba escrito cuando llegue a la cocina estaba Nerón detrás de la puerta de vidrio, no pude resistirme y lo hice pasar, tal como supuse, el ya tenia experiencia porque lo primero que hizo fue acercarse a mi conchita olfatear mis flujos y batir la cola con desesperación, trate de llevarlo a mi recamara para estar mas cómoda pero no pude apenas llegue a la sala y el me monto haciéndome caer al sofá, lo tranquilice un poco acariciándole el capullo esto lo puso quieto, en un minuto le salio esa tremenda verga, yo ya había visto a otros perros pero nunca los tuve en mi mano, es mucho mas grande de lo que pensé, nunca tuve en mis manos una cosa tan grande como esa y mientras lo pajeaba seguía creciendo, parecía no parar nunca, cuando ya lo tenia dominado me saque mis braguitas con desesperación, no lo podía creer ahora yo estaba mas desesperada que el perro, sin pensarlo me puse de cuatro patas y el me monto al instante Nerón era un experto, sin necesidad de guiarlo para que encuentre mi conchita me la metió en un cerrar de ojos. -Haaaaaaaaaa!!!!- No se si era dolor o placer pero era una maquina para coger lo hacia con una velocidad impresionante - Mmmmmmmmmm me corroooooo Asssiiiiiiiiiiii no pares Nerón no paresssssss métemela toda quiero que recojas toda la noche siiiiiiiiiiiii- no paraba de bombear sobre mi conchita aflorada por su enorme verga Ooooooooohhhhhhhhhh que pasa Nerón que pasa Nnnnnnooooooo sentí que mis caderas se partieron , Nerón me metió su enorme bola que por tanta excitación había olvidado que a ellos les crece al momento de eyacular, pero todo compensaba con el placer que me estaba dando. No se cuanto tiempo paso pero yo estaba gritando de placer con mi cara prácticamente en el suelo y mi culito arriba a merced de Nerón, al rato Nerón se dio levanto una pata y nos quedamos cola con cola en ese lapso con la ayuda de mis dedos sobre mi clítoris tuve mi segundo orgasmo, sentía en mi cuerpo un escalofrió por semejante palo de Nerón, cuando el dio un tirón sentí como se estuviera pariendo, era la bola que salio me quede mirando a Nerón como lamía su aparato cuando toqué mi conchita estaba completamente dilatada y salía liquido a chorros cuando me levante mis piernas no respondían me fui agarrándome de lo que encontraba en mi camino para poder llegar a mi recamara, llegue a mi cama y me tire sobre ella, me sentía sin fuerzas no tenia aliento para nada no supe en que rato me dormí.
Desperté sobresaltada, sentía en la sala rasguños y aullidos, me levante ya casi eran las diez de la mañana, fui a ver que pasaba era mi Nerón que quería salir al jardín a hacer sus necesidades que yo por el cansancio me olvide del pobre.
Me que de parada en la puerta mirando como corrió al pilar de luz y levantando una pata empezó a orinar desesperadamente, dije, que noche que me dio este perrito pero tengo todo el día para disfrutarlo, creo que le daré lo que mi marido nunca se atrevió a pedírmelo.
Lucy tendrá que esperar. Pero eso será mi próximo relato.