Me encanta sentirme mojada
A las chicas nos gusta el sexo incluso más que a vosotros, pero no os enteráis.
Mi nombre es Cristina, chica de 27 años, 1,70 de estatura buen cuerpo, castaña con mechas rubias baby lights y ojos negros. Actualmente trabajo como administrativa de una empresa familiar y aunque mi trabajo no me apasiona me siento afortunada por poder modificar mis horarios según mis necesidades por lo que estoy bastante acomodada. Estoy soltera por decisión propia, los dos primeros de bastante tiempo cada uno pero como siempre los hombres no pueden reprimir sus más bajos instintos y terminaron engañándome con alguna zorra que se les cruzó, por lo que a los 21 años decidí no atarme a nadie y disfrutar de mi vida sin sentir que mi pareja no muestra su verdadera cara cuando está conmigo. Puede que los cuernos me hayan traumatizado pero ahora mismo tengo claro que soy la dueña de mi vida y no voy a dejar que nadie (por ahora) me amargue la existencia. Tampoco penséis que quiero quedarme como la típica vieja solterona que vive con mil gatos, estoy segura de que llegará alguien que sepa valorarme y que me fascine en toda su extensión y será entonces cuando este estilo de vida acabe para comenzar algo especial con ese alguien, pero por ahora soy feliz así.
Desde que me desvirgó mi primer novio he sentido fascinación por el sexo, siempre es una buena excusa para pasar un buen rato, y nunca he rechazado una buena follada a ninguno de mis novios, por esto también estoy convencida de que aunque te entregues a tu hombre completamente y creas satisfacerle en todos los sentidos, los hombres necesitan “variar” y ver otro coñito que no sea el que tiene cuando lo pide, instintos animales que no saben controlar por lo menos hasta que cumplen más edad. A nosotras nos pasa lo mismo pero nuestro significado de amor y entrega vence por mucho el deseo carnal que puede surgir en cualquier discoteca o pub cuando un chico guapo se acerca y lo ves buscando cualquier excusa para interactuar contigo, es muy gracioso cuando miras sus ojos y ellos sin saber donde poner las manos intentan captar tu atención con cualquier tontería. Al final con mi decisión de permanecer soltera por lo menos un par de años más he vivido muchas situaciones calientes y otras completamente desastrosas. No me hace falta ir follando por ahí a cualquiera que me invite a una copa, si estoy sola en mi piso en el sofá viendo la tv y me dan ganas de sexo, me toco y ya está. A veces lo hago de forma inesperada y rápidamente busco el orgasmo que necesito en ese momento. Otras estoy todo el día pensando como darme placer y cuando llego a casa por la noche realizo toda la preparación, me pongo algo sexy, pocas luces y algunas velas y totalmente relajada comienzo a dar rienda a mis impulsos. Cuando me doy cuenta ya tengo las bragas a mitad de las piernas, una mano acariciando muy suavemente mi chochito con una delicadeza que pocos hombres saben demostrar, la otra mano baila entre mi ombligo, mis costillas, mis pechos… A veces me entrego tanto que noto como algo de saliva ha caído de mis labios y recorre mi cuello u hombro hacia abajo, hacia donde fluye todo mi ser. También acariciarme la parte interior de mis muslos me electrifica el cuerpo en ese momento, mis dedos recorren mi pierna en esa parte tan sensible, como acercándose a mi vulva pero como resistiéndose a llegar del todo, hasta que no puedo aguantarlo y mi dedo índice alcanza uno de mis labios externos totalmente depilados. La suavidad en esa zona es increíble… Ya poco puedo hacer llegados a ese punto, no puedo resistir el impulso de explorar esa zona donde comienzan los pliegues de una piel más que preparada para los latigazos de placer que vendrán en poco tiempo. Abro los labios exteriores y comienzo con los internos, estos ya emiten cierta humedad, no visible aún pero sí palpable. Dar pequeños círculos con mis dedos en estos labios que luchan por sobresalir me vuelve loca, al principio muy delicadamente pero conforme mi temperatura aumenta y mis jugos salen al exterior la fuerza de mis circulitos aumenta, aplasto algo más esos tejidos que me hacen crujir de placer. En poco tiempo mis sentidos se nublan, mi mente sólo puede fijar su atención en el gustor provocado por mis movimientos, pequeños estirones al girar las pieles, esos pliegues de los labios se tensan y se aprietan con cada pasada. No puedo evitarlo y mi dedo corazón muy curioso inicia una incursión algo más abajo, donde la abertura de los labios ya se ha dilatado unos milímetros pero suficientes para dar la bienvenida a la yema del dedo. Humedad, más calor. Esta mojado pero es muy agradable, se desliza dentro casi sin querer, noto como me invade la punta del dedo y contrariamente a lo que se puede pensar desde fuera el agujero no es horizontal, ese pequeño túnel está diseñado con una inclinación hacia arriba, no completamente pero siento como mi dedo al entrar asciende un poco por mi cadera. Dentro la piel se vuelve algo más rugosa que el exterior, muy mojada, muy sensible… repito la minipenetración un par de veces pero después salgo de mi propia esencia para volver a restregar los labios menores, los restriego ya con más fiereza, si subo la sensación se vuelve más crítica, el clítoris, algo escondido en mi anatomía pero fácilmente localizable en el extremo superior de dichos labios. El mío tras miles de observaciones propias en cada espejo tras la ducha se encuentra como arropado por los últimos pliegues de esos labios, pero con dos dedos a ambos lados y con escaso movimiento logro destaparlo un poco y esa bolita rosada se hace visible. Tocarla directamente me electriza pero la sensibilidad no me permite hacerlo tan apasionadamente, casi necesito esa piel que lo recubre para restregarlo, darme ese placer que en ese punto agarrota todo mi cuerpo. Ya mis dedos juegan a los círculos amasando esos pliegues junto a mi clítoris bajo ellos, me vuelvo loca, dejo de pensar en nada, la escena se oscurece no capto más sensaciones que las que me da mi cuerpo desde mis ingles, mis pies se van estirando en el sofá desde mis caderas hasta los mismos dedos de los pies, casi puedo ver como se separan entre ellos. Con cada caricia mi coñito emite impulsos que llegan a cada nervio de mi cuerpo, incluso noto como involuntariamente agarroto mi ano con cada restriego circular en la vagina, todo está conectado. Ya no puedo más, el calor me invade, mis fluídos empapan ahora sí mis muslos y parte del sofá donde estoy recostada, las bragas las he perdido bajo algún mueble cercano, mi mano izquierda ya presiona mis pechos, mis pezones, no puedo coger los dos a la vez pero el que aprisiono entre mis dedos casi ha dejado de tener circulación sanguínea de la fuerza con la que lo estrujo… mi mano derecha ya sin miramientos no deja de restregar esos labios mojados que me hacen perder la razón, y cuando hasta la respiración se me hace difícil por la acumulación de sensaciones comienza el clímax… como que algo se rompe y explota bajo mi ombligo, un éxtasis que me hace abrir la boca y salir unos gemidos que en cualquier otra situación sería incapaz de reproducir…por un segundo parece que se me para el corazón… los pulmones dejan de respirar, todo mi cuerpo se endurece como el acero, mi espalda se arquea y tras ese segundo que dura una eternidad las sensaciones comienzan de nuevo a fluir, desde el centro de mi chochito hasta cada pelo de mi cuerpo, espasmos involuntarios, articulaciones agarrotadas, me muero de placer, nunca puedo preveer la sensación del orgasmo que viene, cada vez es diferente pero a la vez la explosión es la misma, parece que más gotas salen de mi vaginay se desperdigan con el movimiento de mi mano, pero en cierto momento debo frenar mis movimientos, como que mi sistema nervioso se ha colapsado y no admite ni una caricia más… me quedo quieta recuperando la razón y la respiración, aún me palpita el chochito con lo que acaba de ocurrir, mis piernas entumecidas por el esfuerzo, noto el sudor por mis costados, mi ano se relaja tras el agarrotamiento final con la corrida… podría quedarme dormida y con la sonrisa en los labios hasta despertar mañana, pero decido hacer un esfuerzo final y recoger toda la escena, de todas formas aún es pronto para ir a la cama.
Esto no quiere decir que no necesite sexo con hombres, me gusta que me follen también. De vez en cuando me apetece abrazar a un hombre, hacerme suya, violar sus partes íntimas como sé que va a hacer él conmigo. Sobretodo si algo del día a día me excita o simplemente me apetece, llamo a mis dos amigas sin pareja o por lo menos sin problemas para salir a cenar. Tras la cena siempre lo mismo, buscamos algún sitio de copas para tomar algo, es curioso, ninguna hemos querido postre para mantener la figura pero luego las tres queremos un Ron con Cola que tiene 4 veces más calorías… hay varios sitios cerca donde ir, y al final nos decidimos por uno de moda. En la entrada ya nos comen con la mirada, mi vestidito negro con la falda por encima de la rodilla y escote cuadrado no deja lugar a la imaginación. En la puerta los mismos porteros casi se relamen cuando aparecen unas hembras apetecibles y bien perfumadas, nos abren la puerta enseguida. Dentro más calor, no demasiado lleno para no tropezar con la gente, pero los típicos grupos de chicos que nos ven intentar pasar no abren paso, es más se acercan, con esa mirada de vicio nos escanéan de arriba abajo, casi imperceptiblemente mueven sus caderas cerrando el paso para que tengamos que restregarnos un poco al pasar y dejarles nuestro aroma. Mantienen nuestra mirada a ver si alguna de las tres se da por aludida y les da la señal para entrarnos, pero nosotras queremos beber algo y bailar, calentar la noche, luego se verá. Ya con las copas en las manos comenzamos a bailar muy juntas entre nosotras, nos acercamos, nos reímos, nos cogemos de la mano y brindamos… plenamente conscientes de que a nuestro alrededor se ha creado una muralla de chiquitos que mueven los pies con el ritmo de la música pero mantienen su mirada en nuestro pequeño aquelarre, se nos comen con los ojos y nos gusta, no queremos que nos molesten pero tampoco que se vayan a mirar a otras… egoísmo de las divinas que somos. En poco tiempo un chico le echa huevos y se acerca para decirnos algo, el resto de sus amigos lo mira desde su posición inicial y temerosos han enviado a su caballero explorador de terrenos inexplorados. El chico se presenta e intenta realizar una de las 20 preguntas estandarizadas para este tipo de situaciones, la verdad no presto atención a sus palabras aún, sólo me interesa observar como se mueve, si está nervioso, el físico es aceptable tirando a bien, la ropa es de pijito, bien. Se le nota algo de nerviosismo ya no sólo por que le podamos dar miedo nosotras, sino también por otra de las debilidades de los machos: quedar mal delante de su grupo de gallitos. Mi amiga le corresponde a ese inicio de conversación, a mí el chico me mira fugazmente pero no se atreve a decirme aún nada, mi mirada serena y algo vampírica le da respeto, lo noto. El segundo acto siempre es el mismo en todas las situaciones, esa amiga que ha tenido el detalle de responderle al macho que nos acecha se gira y comienza a presentar una por una a sus amigas, los besos distantes de rigor. Ahí el chico gana muchos puntos de autoconfianza, se relaja un poco, se viene algo arriba, supongo porque en su interior además de iniciar el contacto con las hembras que había visualizado también ha logrado que sus amigos a escasos metros de nosotras vean que el comienzo ha sido fructífero y ya hay presentaciones y besos. La verdad que el chico es mono, puede que un par de años menos que yo o como mucho mi misma edad. Es en ese momento que me decido: si en los siguientes 20 o 30 minutos no la caga…le dejaré que me folle. No le digo nada, él está totalmente ajeno a mis pensamientos y a que ya ha pasado el filtro de un ejemplar de hembra que la mitad del pub se quiere empotrar, esa es la verdadera dificultad de estos machitos, sean buena gente o no, ese desconocimiento de la situación con las mujeres debido a que somos nosotras las que decidimos quien nos folla y cuando y encima no os lo decimos (a no ser una de esas noches locas que nos pasa a veces…jejeje) No tenéis información sobre nada de lo que ocurre pero nosotras queremos que reaccionéis a nuestros deseos… esa es la verdadera dificultad que sólo los valientes son capaces de superar. A los 10 minutos ya están los demás amigos presentándose en nuestro grupo, su explorador les ha dado el ok para acercarse y ellos vienen relamiéndose. Pero yo ya me he fijado en el primero, me ha dicho el nombre pero no lo he escuchado bien, da igual con saber que tiene polla y lengua me vale. El pobre intenta hablar con todas sin saber en quién concentrarse, mis amigas no son tan lanzadas como yo, ellas quieren encontrar el amor de su vida. Yo por ahora me conformo con uno o dos orgasmos esa noche. Sutilmente me acerco algo más a él bailando con mi copa en la mano, veo que me mira sonriéndome e intenta bailar cómicamente para hacerme reír, yo sonrío por educación pero siempre que hacen eso me repele, si follas como me estás bailando ahora vas a perder la noche de tu vida así que le ayudo a salir de su error y le acerco mi copa a sus labios, él la acepta sin pensar y le da un sorbo. Es un detalle sin importancia pero ya le hago saber que no me importa compartir algunos fluidos con él, por supuesto él no se entera de lo que le estoy insinuando y hace como que acompaña mi baile. Algo que me encanta hacer en estas situaciones es cuando intentan bailar conmigo darme la vuelta, darle la espalda y mirarlo de lado por encima de mi hombro y acercarle el culo a su entrepierna, no llego a tocarlo pero lo dejo a pocos centímetros de su paquete. Ellos siempre reaccionan igual, bajan las manos como queriendo cogerme de las caderas pero se frenan, no saben si tienen ganado el derecho a hacerlo aún, miran mi culo sin reservas, adoptan el ritmo de mis movimientos e intentan seguirme. Los más atrevidos sí que me agarran de las caderas e incluso me estiran hacia ellos pero estos chicos “buenos” quieren follar pero no saben pedirlo. Al poco muevo algo más mi culo como “sin querer” y hago contacto con sus pantalones, ahí él ya quiere casarse conmigo jajajajaja. Empieza a intentar decirme algo a la oreja con la excusa para casi abrazarme por detrás pero entre la música y mi embelesamiento no me entero de lo que quiere comunicar, me da igual, no quiero que me hable, ya ha pasado mi prueba y el calor del pub y el alcohol me incitan a buscar sexo, hoy me siento así. Me acerco a mi amiga Marta y le digo que me llevo al niño, que luego les escribo un mensaje, ella con algo de tristeza me dice que no me olvide de escribirle cuando esté en casa y bien, tipo mamá. Sin decir nada más cojo la mano de mi chico y estiro hacia la salida del local, él algo confundido intenta preguntarme donde vamos pero lo ignoro y sigo arrastrándolo a la puerta. Una vez fuera sigue queriendo que le explique y le pregunto si tiene coche o cogemos un uber, pero no hace falta, tiene coche. Si quieres follarme arranca el coche y vamos a mi piso, está cerca. Él como hipnotizado, mientras arranca el motor veo como intenta avisar a sus amigos por mensaje de que se va del local a follar o algo así. Llegamos a mi casa siguiendo mis instrucciones y en el portal lo veo sin saber que hacer ni decir, pobrecito, le he dicho de follar y ni siquiera me ha besado aún, me doy la vuelta y antes de entrar al portal me abalanzo sobre él y le meto mi lengua en la boca… bueno parece que sabe defenderse con lo básico, a ver si consigues que me corra dentro de un rato. En el ascensor es él el que intenta continuar con los besos, y las manos ya han perdido la vergüenza, me manosea toda. Entramos a mi piso, dejando las llaves en la mesita de la puerta me giro hacia mi nuevo amante y lo empujo enrollándome con él algo más brusco que antes, quiero que vea que lo que necesito es que me follen fuerte, no quiero buscar el amor, quiero su leche en mi boca. El se agita y a estirones llegamos al dormitorio, nos quitamos la ropa el uno al otro, mi vestidito necesita que sea yo la que quite la cremallera de detrás, el chiquito seguramente tenga un master en alguna carrera pero no se aclara. Ya únicamente en bragas y él intentando no caerse apoyado en sólo un pie para quitarse los calzoncillos con la otra pierna, se tira encima de mi y comienza a lamerme el cuello… me encanta, al final va a ser que el niño sabe más de lo que yo esperaba. Con las ganas que me entraron de follar hoy mi primera opción habría sido dejarme penetrar por alguno de esos musculitos tatuados que hay en todas partes, para que me diese bien duro y terminase reventada en la cama, pero el morbo que me dio ver a este chiquito delgadito pudo con mis ganas de cerdeo, de todas formas si no me deja satisfecha mañana puedo invitar a casa a algún conocido del gimnasio para desfogarme…
Ya me está chupando las tetas, lo hace bien, yo intento masajearle la polla que ya siento muy dura, tamaño normal pero son las mejores, me lame entera, levanto mis brazos dejándome hacer por él, le veo desesperación en la mirada, no sabe que hacer con semejante hembra ni por donde empezar, yo lo ayudo y con la mano acerco de nuevo su cara a mi pezón derecho, le indico que lo muerda pero sin hacerme daño, él sigue bien mis consejos y poco a poco voy bajando su cabeza y acercándola a mi chochito, que divertido dirigirlo así!. Ya me está lamiendo el coñito, yo gimo más alto para hacerle saber que no lo hace mal, un poco atolondrado quizá pero le digo que lo haga más despacio y parece que hace caso, se está relamiendo en los fluidos de mi esencia, mi néctar que hace un rato ya había comenzado a brotar de mi agujerito y me estaba empapando. A ver si es capaz de hacerme llegar al orgasmo con la boca, puede que sí… intenta levantar la cara de mi vagina pero le digo que siga y lo aprieto hacia ella, él como satisfecho de que me está dando placer no discute, vuelve a mover la lengua entre mis labios mayores y menores, intenta meter la lengua dentro pero vuelve a frotarme por el exterior. Me está poniendo bien caliente este niñato, la verdad que sabe donde chupar… me gusta que lo haga y yo maneje la situación desde mi posición de tumbada y las piernas abiertas totalmente ofrecida a él. Quiero correrme y en poco tiempo me hará llegar, pero ahora me apetece tocarle la polla… o mejor metérmela en la boca. Se lo merece por seguirme como un perrito a su dueño sin ni siquiera saber su nombre. Le digo que se ponga encima y al principio no me entiende, comienza a ponerse en misionero pero lo empujo y le digo que se ponga para 69, entonces su biblioteca de videos porno mental acumulada desde su adolescencia busca y encuentra los parámetros de cómo ponerse, se gira y encima mío me presenta su rosada polla, con sus huevos a pocos centímetros de mi nariz y sus piernas a ambos lados de mi cara. Abro la boca y enseguida encuentro la punta de ese pene, lo tiene muy duro, este no va a durarme mucho el primer round, menos mal que yo ya estoy también bastante avanzada hacia el orgasmo. Se la chupo suavemente mientras él gime con mi coño entre sus labios, nos comemos mutuamente. Comienzo a notar las gotas previas de su nabo en mis labios, están saladas pero me apetecen esta noche, además este chiquito parece que no ha roto un plato en su vida así que paso de pensar en enfermedades por ahora, sólo quiero disfrutar de ese pene que me ofrece y el lavado ensalivado que me está dando a mí… Estoy cerca de correrme pero puedo aguantarme bien, me gusta que me hagan sexo oral mientras noto las venas de su polla al rodearla con mis labios…uy creo que este no aguanta más, se va a correr, el cabrón no veo que tenga intención de avisarme pero lo siento por sus movimientos y sonidos, son muchos los hombres a los que he visto tener orgasmos en los últimos años y una chica aprende con cada experiencia. Veo que se agarrota y aprieta el culo, me va a llenar la boca de esa leche caliente, tan solo pensar lo que se me viene me electrifica el clítoris que esta recibiendo su lamida persistente. Ahí viene, lo noto, el primer disparo de leche entra en mi boca sin conocer el aire del mundo, el golpe del tiro no es débil, esto me calienta el doble y dejo que mi vagina explote en su boca también, me corro mientras su semen me atraganta, me baña la lengua y los dientes, caray este chico tira bastante!, mejor, lo saboreo mientras mi orgasmo aún perdura, no es tan intenso como cuando me lo hago yo misma pero me satisface muchísimo, sentirme poseída a la vez que me corro y se derraman en mi boca es algo que de vez en cuando todas tenemos que sentir… Se tumba a mi lado a recuperar el aliento, yo me esfuerzo en levantarme y acercarme al lavabo a escupir al wc su leche que aún llevo en la boca, no creáis que no me gusta tragármelo muchas veces, pero en ese momento decido escupirlo no sé porque. Vuelvo a la cama y allí está el chico cuyo nombre no recuerdo tumbado y mirándome como llego desnuda de nuevo a la cama. Intenta comenzar una conversación pero le tapo los labios con un dedo, no has venido a charlar, has venido a follar, no lo estropees nene. Comienzo a besarlo para ver si consigo levantarle el nabo de nuevo, él me mete mano otra vez, mientras lo beso comienzo a hacerle una paja para endurecerlo, parece que está morcillona y no costará mucho que levante ese mástil. Poco tarda en alcanzar una dureza aceptable, así que alargando el brazo cojo un preservativo de la mesita de noche y se lo pongo bajo la atenta mirada de él. Me sitúo encima del chico y apuntando su medio dura polla me la introduzco en mi mojada vagina, uffffff. Me encanta sentir como me penetran, esto es lo que hecho de menos en mis noches de tocamientos a solas. Tengo dos vibradores que saco a pasear a menudo también pero no es lo mismo que una polla de verdad, le falta esa calidez, esa flexibilidad que da la piel real. Comienzo a cabalgarlo suave y poco a poco más rápido, esta vez puedo darle fuerte ya que tras haberse corrido hace poco puede aguantar bien un rato. Normalmente no me corro con penetración, mi chochito responde mejor a los restriegos o lametones, pero sentirme atravesada por una polla dura y notar los roces en mis labios con su pelo púbico también me estremece… lo cabalgo fuerte, mis caderas rebotan en el pobre chico que resiste bien a mis caídas, total este pesa el doble que yo aunque sea delgadito. Sus manos me aprietan las tetas pero no se deleita demasiado, parece que nota que su aguante se va reduciendo y él mismo deja de tocarme mucho para poder concentrarse en aguantar, yo lo cabalgo sin miramientos, tan sólo veo una polla que me parte en dos, me da igual sus pensamientos o su historia, seguramente hasta tenga novia, pero en este momento ese es su problema no el mío. A los pocos minutos me dice balbuceando que se va a correr, yo acelero mis movimientos haciendo que mis labios vaginales se restreguen más fuerte en cada penetración para provocar mi orgasmo, me esmero para llegar por lo menos antes de que termine él de correrse, me ayudo con la mano derecha frotándome el clítoris con la cabalgada… Los muelles de la cama crujen sin cesar, estoy haciendo polvo su cadera pero me da igual, estoy a punto de alcanzar el clímax, él aprieta todos sus músculos e intenta ahogar su gemido, yo comienzo a correrme y a la vez noto en el conducto de mi coñito como su polla crece más y me introduce su leche frenado por el látex del condón, pero noto como se va llenando dentro de mí, cosa que hace que mi sensación de orgasmo se acrecenté, me explota de nuevo el clítoris, me sigo restregando en el mientras pasan las sensaciones… Los últimos coletazos de la corrida van desapareciendo mientras siento como su ya no tan duro pene comienza a retraerse, me levanto sacándolo asegurándome que sale con el condón y directa al lavabo para secarme con papel higiénico. Le llevo un trozo a él y le tiro sus pantalones encima, no le digo nada pero sabe que debe irse. Mientras se viste quiere pedirme el teléfono pero le digo que ya nos cruzaremos de nuevo por el bar quitándole la idea de que me llame. La alegría que tenía de haberme follado se le ve algo oscurecida por mi brusquedad para que se vaya de mi casa sin decírselo directamente. Cuando sale cierro la puerta sin darle opción a decirme nada más, no quiero palabras, vete.
Ya toda follada me meto en la cama, quería ducharme antes pero son las 4 am y no me apetece ahora mismo, lo haré por la mañana. Mi sexo aún rezuma fluídos de mis dos corridas, ha estado bien. Cierro los ojos tras enviarle el mensaje a mi amiga abandonada en el pub de que todo ok y me duermo. Otra noche que he aliviado mis instintos pero de diferente forma. Quizá vuelva a escribiros más escenas vividas si os gusta este relato.