Me encanta Dani. Mi boca

Sobre todo el placer que Dani me da en la boca.

Cómo era de esperar no consiguieron el proyecto, no hubiera sido tolerable a principio de año. Dañar la imagen de una de las delegaciones históricas. Hay demasiado en juego. Apenas nos hemos visto estos días pese a estar trabajando aquí, un par de polvos medio rápidos e intensos pero eficaces que ayudan a mantener las ganas y el recuerdo de su polla.

Esta semana toca convención europea, si todo va bien estará toda la semana fuera. No acabo de entender su trabajo aunque intento seguirlo todo lo que puedo; pero él entiende menos aún el mío y eso me da un cierto relajo. Ambos trabajos son muy diferentes y  estresantes. Para mí siempre ha sido muy importante compartir cama con alguien que supiera conectar con ello, pero creo que el hecho que a Dani no le interese en absoluto hace que yo misma le quite mucha importancia y hace que mientras estamos juntos relativice todo bastante. Ya que todo el mundo siente mucho interés por todo lo que hago y aunque él intenta poner interés… no se le da bien y eso me parece muy divertido. A veces pienso que a él le debe pasar parecido.

Así que esto servirá para al menos sentirnos conectados, me encanta pensar que al igual que yo empiezo a mojarme según empiezo a escribir, él se va empalmando conforme va leyendo este mini relato. Imagino cómo va frunciendo el ceño conforme se va calentando y cómo va sintiendo su polla despertarse. Poniéndose dura, ufff yo que me le he tragado unas cuantas veces, sé que se pone realmente dura. Le imagino tocándose por encima del boxer. Disfrutando pero no queriéndose empalmar ni excitar del todo, ya que es tremendamente serio y tímido y comparte habitación con un compañero de la ofi.

Le imagino recordándome cuando me mete la polla en la boca, le encanta que se la chupe. Es de las cosas que más le excitan, verme comérsela y de vez en cuando ser él quien me folle la boca. Cuando está bien dura. Meterla y sacarla mientras yo la oprimo con mis labios, me cabe entera pero muy justo porque es bastante grande. Una de las primeras veces me hice daño en el paladar y la garganta, yo creo que ya me he acomodado a ella y ahora puedo disfrutarla plenamente.

Le encanta mirar fijamente mi boca y jugar a metérmela y sacarla, es ese momento me encantaría estar en su cabeza, entender cómo vive él ese juego. A mí me encanta mirarle a él, hacerle disfrutar tanto como él me hace disfrutar a mí.

En dos o tres ocasiones me he corrido sin tocarme, solo de la excitación de sentirla en mi boca, mientras él me embestía. Le gusta agarrarme la nuca y apretarme sobre él para meterla más adentro y dejarla ahí hasta que ya no puedo más y tengo que retirarme medio ahogada. Me pone tan cachonda solo de pensarlo que creo que podría correrme ahora mismo al recordarlo. Estoy realmente empapada, no hay día que no tenga que cambiarme de bragas al menos dos veces porque es pensar en él y no parar de estar más y más mojada.

Esta mañana al despertar, he pensado que iba a escribir el relato y no he podido levantarme hasta correrme tres veces. Había dormido desnuda y nada más despertarme estaba realmente caliente. Al pensar en sobre qué escribir tenía claro que hoy sería sobre comerme su polla y cómo lo disfrutamos los dos.

Hoy es el primero de los días clave de la semana. Me gusta mandarle el relato justo cuando entra a la reunión, antes de saber lo que va a suceder. Para que sepa que al salir, acabe cómo acabe, va a tener su pequeña recompensa. Trabaja realmente duro y es injusto que las cosas se midan solo por el resultado final. Así que esta es mi pequeña recompensa segura.

Me encanta el placer que siento en mi boca en todos estos juegos, pero hay algo que solo me ha pasado con Dani. Me encanta que se corra en mi boca, la primera vez no se atrevió ni a pedirlo, habíamos follado increíble, me había corrido incontables veces y le pregunté dónde quería correrse, se merecía tener la corrida que equivaliera a todas las que él me había dado. Sonrió mientras me estaba follando y sin dejar de metérmela, señaló mi boca. No pude menos que decirle que sí.

¡Qué sensación! Nunca he sentido esa complicidad antes, claro que todo va sobre morbo, pero cómo todo lo que sucede con Dani, se trata de compartir un momento. No hay nada de dominación o necesidad de mostrar una  masculinidad mal entendida. Es un momento íntimo y delicioso que compartimos y que me encanta.

Sentir cómo emana su semen en mi boca mientras el sostiene su polla y notar como entra en mi boca y baja por mi garganta. Jamás pensé que me pudiera gustar tanto y sé que a él le encanta. Lo noto en su penetrante y satisfecha mirada. Mientras tengo su placer en mi boca.

Continuará…