Me encanta comer el culo de mi hija

No soy lesbiana pero me es imposible lo rico que está el lindo trasero de mi hija Caro. No soy una mala madre, al contrario creo que soy la mejor que alguien puede tener.

ADVERTENCIA: el siguiente relato contiene tomas sobre scat (excremento), pedos y lamida de trasero. Si no es de tu interés, te pido te retires y encuentres lo que estás buscando. Gracias.

Hola a todos. Antes que nada me disculpo con ustedes por ausentarme tanto tiempo. La verdad que eh estado atendiendo asuntos muy personales en mi vida, que aunque no puedo dar muchos detalle cambiaron mi vida por completo. En fin, el siguiente relato no es mas que un pequeño momento intimo y muy pervertido que tuve con mi hija Carolina, el cual vengo a cumplir por petición de algunos lectores. Había ya leído comentarios solo que no encontraba el momento oportuno para realizar este lindo fetiche con ella, así que pido disculpas por el retraso.

Para los que no me conocen, mi nombre es Isabel. Mi edad no es lo más atractivo ya que tengo 47 años, aunque mi cuerpo me hace ver como si tuviera 30. Hago ejercicio y eso me ah ayudado a mantener una figura llamativa. Complexión delgada, glúteos parados y pecho firme. Soy de cabello negro ondulado, tez blanca y de estatura mido 1.70. En cuanto a mi hija Carolina que será la protagonista principal, es una chica de 24 años. Una chica increíble y hermosa. Y no lo digo porque sea mi hija sino porque es linda y me atrevo a decir que la envidio. Al haber practicado atletismo, desarrolló un cuerpo que roba cualquier mirada. Abdomen plano, culo parado y redondo, y pechos medianos. Con la experiencia que tengo de conocer su cuerpo puedo decir que es muy similar al de la actriz porno Luna Lovely. Simplemente perfecta para cumplir cualquier fantasia repugnante que se puedan imaginar. Un culo blanco redondo con un agujero marrón como el de esta chica. O como el de Anastasia Knight. Si gustan darse la idea solo agreguen "asshole", a ambas actrices. En cuanto a su lindo rostro solo puedo decir que refleja inocencia y ternura pero por dentro se que es una chica perversa que se atrevería a probar cualquier cosa si se ganan su confianza. Para que tengan masomenos una idea sobre ella, tiene un perentesco a la actriz Lily Collins.

Este excitante momento sucedió hace una semana y lo único que puedo confesarles es que lo disfrutè como nunca. Siempre eh dicho que soy heterosexual, pero desde que me atreví y jugar un poco con una amiga del trabajo y con el cuerpo de mi hija, específicamente con su trastero, mis ganas y gusto por probar el cuerpo de una mujer a ido aumentando. Si gustas conocer un poco más sobre la relación que mantengo con mi hija, los invito a visitar mis relatos.

Una de las cosas que eh disfrutado hacer con mi hermosa hija es sin duda divertirme con su rico trasero. Y digo rico porque es verdad lo es. Culo parado, redondo y blanco con un ano ligeramente color marrón, gracias a toda esa basura olorosa que ah expulsado por su tierno agujero toda su vida, para mi lo ah convertido en el trasero perfecto. Y en cuanto a su aroma. Dios, es lo más maravilloso. No soy aficionada al scat (mierda), pero tener la oportunidad de olfatear su parte trasera y degustar de su natural aroma ah sido un placer y una aducción para mi. Y en esta ocasión, después de tanto tiempo, me propuse a revivir ese repugnante gusto.

Todo sucedió hace unos días por la tarde. 22 de Enero para ser exactos. Mi día comenzó por estar la mayor parte del tiempo en la calle con mi hija. Su hermano había hecho planes por lo que no nos acompañó. Desde las 11 am decidí por salir y ver cosas que resultarían necesarias para la casa así como complacerme con un artículo personal. Al dar las 2:45 pm. Dimos un descanso y buscamos donde comer. Al terminar eran las 4:55 pm. Salimos del restaurante y continuamos observando. Para las mujeres es un día largo para ver todo tipo de cosas. Mi hija se detenía en cada tienda que se encontraba en el centro comercial para ver con tranquilidad, pero en mi caso yo solo miraba el hermoso cuerpo que tiene. Su vestimenta la hacía lucir tan antojable que solo miraba a los hombres como la mistaban. Sobretodo su trasero. Y no los culpo porque yo también lo hacía. Vestida con un short de mezclilla a la mitad de los muslos muy ajustado a su parte íntima, hacia volverme loca e impossible de ignorarla. Cada vez que daba un paso sus glúteos se movían de una forma que me generaban tantas ganas de apretarlos y enterrar mi cara en ellos. Casi a punto de llegar la noche y de admirar su cuerpo, opté por finalizar la salida e ir rumbo a casa. Siendo ya las 7:15 pm, era un buen momento para volver y descansar.

ATENCION: Aunque el relato no es continuación de otro, la comunicación que se lleva a cabo y la confianza será fluida ya que existe un fuerte vínculo entre mi hija y yo.

Mientras conducía, de reojo miré sus blancas y finas piernas. Son tan bellas, yse lo hice saber.

  • Te vez bien con ese short
  • gracias, contestó sonriendo.

un momento de silencio se apoderó de nosotras por unos cuantos segundos.

  • ¿te puedo decir algo?
  • aja.
  • no soy lesbian ni nada pero me gusta como luce tu trasero con ese short.
  • jajaja ¿tú crees?
  • si.

se mordió los labios y tiró hacia atrás un su cabello de lado izquierdo. Signo de nervios.

Se que no es lesbiana pero se pone nerviosa cuando le dicen un cumplido. Al llegar a la casa, entramos. Caminamos a nuestras recámaras. Al llegar a la mía, me quité las botas que tenía y fui al baño. Salí y me acosté. Revisé mi celular y le mandé un mensaje a Jorge, mi hijo.

  • "¿Estás en la casa?, llegamos.

dos minutos después,

  • "no. Llego mas tarde".
  • "regresa con cuidado".

Mi mente solo recordaba el cuerpo de ella. Sus piernas, sus muslos, pero sobretodo su sabroso trasero. Sin pensarlo más, me levanté y salí de mi recámara dirigiéndome al de ella. La puerta estaba cerrada. Toqué.

  • ¿quien?, preguntó con un grito.
  • yo.
  • pasa.

al darme permiso, entre. Al hacerlo mis ojos la buscaron. Al encontrarla, vieron su cuerpo tumbado boca abajo vestida solo con una blusa con la que había salido y su panty rojo ajustado a sus dos redondos glúteos. Dios, tragué saliva.

  • ¿que se te ofrece?, preguntó con tono amigable.
  • ...quería saber que hacías.
  • veo Facebook.
  • eso veo, respondí sin apartar la mirada de su admirable culo.

Mis ganas por enterrar mi rostro en el me estaban matando. Estaba en una posición lista para comer su increíble trasero, o ser penetrada hasta lo más profundo de ella. me acerqué lentamente hasta llegar a ella. Me senté en el borde izquierdo de su cama comenzando a peinarla.

  • ¿que te pareció la salida?
  • bien. Me agradó. Tenía tiempo que no saliamos.
  • si, verdad. ¿Y que más?
  • ¿que más que?, preguntó confundida.
  • ¿que más no hemos hecho juntas?
  • ...no lo se.
  • ¿te muestro?
  • ¿que me mostrarás?, preguntó riendo y nerviosa.

Sin más tiempo perdido. Tomé el resorte de su panty y comencé a bajarlo lentamente.

  • espera, ¿que haces?
  • no te muevas.
  • mamá, ¿que estás haciendo?, preguntó nerviosa mirándome sin moverse.
  • ahorita verás, respondí viendo su lindo culo parado.

Prosiguiendo a deslizar su prenda, la tela rozaba sus blancos y redondos glúteos dejando que la línea que los divide se fuera asomando poco a poco. Siendo tranquila, tierna y a la vez tímida, no dijo nada más como si quisiera que continuara. Y eso hice. Prosegui descendiendo hasta conseguir que su apretado ano marrón quedara al aire. Al ver la extraordinaria vista de su entrada anal, mis ojos se agradaron imaginando mis ojos dilatarse. Era imposible quitar la mirada de ese agujero hermoso. Seguí bajando. Su apretada y afeitada vagina se asomaba mostrándome sus delgados y delicados pliegues.

  • Dios mío, dije en voz baja.

Estaba tan sorprendida y tan hambrienta por comer su zona más íntima. Al bajar su panty a la altura de sus muslos. La solté. Subí mis manos a su lindo y descaradamente separé sus mejillas para que me dejaran ver su abrumante ano.

  • mamá, dijo con tono angustiado.
  • es hermoso, la alagué excitada.

Estiró su mano izquierda colocándola en mi brazo izquierdo queriendo que dejara su culo. Al parecer la apenaba que la viera en condiciones en las que no se sentía preparada. Pero no me importó. Me incliné hacia su zona y besé su glúteo derecho. Mis labios tocaban esa piel suave y fina. Cambie al otro glúteo e hice lo mismo. Marqué mis labios en el. Me alejé unos cuantos centímetros de su culo y observé detenidamente su ano. Tragué saliva. Estaba hipnotizada por su extraordinario ojete. Apretado, marrón, y maloliente, obviamente. Las ansias por olfatearlo y disfrutar de su natural aroma crecía conforme los segundos pasaban. No perdí más tiempo y me acerqué dejando caer mi nariz justo en su apretado agujero.

  • mamá!!, dijo en voz alta sorprendida por lo que había hecho.

Al presionar mis fosas nasales en sus lindos esfinteres, respiré lento y profundamente. Dios santo, su aroma era fenomenal. Era seguro que había ido al baño y había expulsado una gran carga de excremento.

  • huele tan rico, dije en voz baja mientras degustaba de su aroma anal.
  • ...no lo hagas...por...favor. Para, se suplicaba.
  • no puedo, contesté.
  • ¿porque?
  • porque me encanta!! Huele riquísimo tú trasero.
  • no te creo!!
  • ¿porque no, mi vida?
  • ...porque...porque se que huele mal.
  • pues ara mi no. Lo olería todo el tiempo.
  • dios!!

después del primer respiro. Descansé tres segundos y volví a respirar su ano. 15 segundos aproximadamente de olfatear su culo, me detuve. Necesitaba más de ella, y era mi oportunidad para calmar mis necesidades. Así que separè sus nalgas lo más que pude haciendo que si orificio se abriera un poco. Ver sus esfinteres estirarse vi que era el momento para enterrar mi lengua y alimentarme de ella por el lugar más sucio y prohibido de su bello cuerpo.

  • aaahhh!!! Mamá!!! ¿Que estás haciendo?, preguntó con un tono de placer y preocupante.
  • necesitaba hacer esto, perdóname!!

El sabor amargo de su ano cubría la punta de mi lengua. Pero sin duda era de lo más rico. Moría por acariciar sus tiernos esfinteres. Su respiración era lenta y profunda. Se sentía nerviosa y apenada pero sabía que lo estaba disfrutando.

  • ¿que piensas?, le pregunté pausando mi lamida.
  • ...no lo sé.
  • no tengas miedo, dime. ¿Que pasa por tu cabeza mientras hago esto?
  • que siento pena.
  • ¿porque?
  • porque...haces eso.
  • ¿y que pasa?
  • que....que no estoy limpia de ahí.
  • No te preocupes, a mi me gusta tu sabor. Sucia o limpia me encanta. Aunque adoro que estés como ahorita.
  • pero mamá....aaahhh!!!

la interrumpí al enterrar con fuerza mi lengua en su lindo agujero de modo que entrara más de lo que ya había entrado.

  • en verdad que sabe increíble tu culo!! Eres perfecta!!!
  • esto es tan asqueroso, mamá!!
  • y muy excitante!! Apuesto a que los tipos que te miraban en el centro comercial desearían hacerte esto!!!

Retire mi lengua y comencé a lengüetear sus arrugados enfinteres con la punta de mi lengua.

  • Aaahhh!!!, gimió ligeramente.

le agradaba que lamiera su sucio agujero aunque sus palabras fueran desagrado.

  • puja, le ordené.
  • ¿que?
  • puja, anda!! Como si quieras ir al baño.
  • pero...¿y si sale algo?
  • lo limpiamos. Anda, haz lo que te pido.

Guardó silencio por unos segundos. Cinco segundos después aproximadamente, su ano comenzó a inflamarse y a estrecharse como si fuera a salir algo. Sin decir nada más inesperadamente inserté mi lengua y la presioné con fuerza esperando que se adentrara a su tubo fecal.

  • Dios!!!!, reaccionó a mi descarada penetracion

Hacer ese acto tan pervertido y repugnante era lo que más deseaba. Navegar en el interior de su rico culo sin importar que tan mal oliera o que tan sucio estuviera, era el lugar donde mi lengua necesitaba estar.

  • mamá, me habló en voz baja.
  • di...me, contesté cortando mis palabras ya que mi lengua se encontraba escarbando su orificio de mierda.
  • Esto....que haces...es...muy asqueroso, dijo pausando como si le diera miedo o pena decirme lo que pensaba.
  • lo sé...pero...me encanta!!! Me encantas!!! Me encanta...tu culo!! Es perfecto!!

finalice mi pequeña confesión y prosegui comiendo su trasero. Mis manos separaron con fuerzas sus dos nalgas haciendo que su amargo agujero se estrechará permitiendo que mi lengua naufragara más dentro de ella.

  • aaahhh!!!, gimió
  • ¿Te gusta?
  • ajá

Tocar sus delicados esfinteres era de lo más increíble. Ser la madre de una chica hermosa como ella y tener la oportunidad de hacer lo que me apeteciera con su fabuloso cuerpo era ser la madre con la mejor suerte del mundo.

  • ¿disfrutas que haga esto?, le pregunté
  • ...si!!
  • me gusta tu sabor. Es tan...sabroso!!
  • no digas eso!!, me pidió.
  • es que es la verdad!! Es rico!! Y tu aroma mucho mejor!!
  • debio oler mal cuando lo oliste!!
  • para nada. Fue de lo más placentero.
  • estás mal, mamá.

A pesar de ese insulto, ella no me negaba la atención que le estaba dando.

  • me pregunto qué pasará si hago esto, dije introduciendo mi dedo en su lindo ano.
  • aaaahhhh!!! No!!! No lo metas!!!

Ignoré su orden y seguí avanzando.

  • mamá!! Por favor!!! No sigas, exigía usando su mano derecha para sacar mi dedo pero no lo lograba

Al tener la mitad de mi dedo medio dentro de su sucio trasero empecé a moverlo en círculo rodando sus paredes anales. Diez segundos después retiré lentamente mi dedo y me decidí olerlo.

  • Dios mío, que mal huele, dije sin dejar de olfatearlo
  • No hagas eso!!! Dios!!, dijo mirando hacia mí con la espalda retorcida.
  • apesta a mierda pero me gusta, dije mirando mi dedo y oliéndolo al mismo tiempo.

Subí la mirada a su rostro el cual solo reflejaba desagrado por lo que estaba haciendo. Para mi no iba a ser suficiente por lo que abrí la boca y lo probé. El sabor amargo y a la vez salado invadió mi boca por completo. Dios mío, probar el sabor de su trasero de esa forma fue tan sucio y enfermo, pero extraordinariamente rico.

  • ¿porque hiciste eso?, me preguntó sorprendida sin dejar de arrugar su cara.
  • porque moría por saber que tan rico sabes, respondí al sacar el dedo.

Miré su pequeño agujero y volví a enterrar mi dedo.

  • aaahhh!!!, jadeó de placer.

Escucharla gemir me hacía desearla más. Al estar lubricada de su jugoso ano, mi dedo resbaló con facilidad llegando más adentro de lo esperado de modo que solo quedara mi nudillo pegado a sus esfínteres.

  • no puede ser. Está todo mi dedo dentro de tu hermoso culo.
  • se manchará, dijo con tono de avergonzada.
  • Tranquila, para eso tenemos mi boca. Para limpiarlo.
  • dios santo! Respondió intrigada.

Segundos después inicié un juego de movimientos circulares dentro de ella.

  • ...mamá.
  • ssshhh!! Déjame complacerte un poco. ¿Acaso no pensaste que volvería a pasar?
  • ...no.
  • pues te equivocaste. Por el momento tengo tu culo para mi y haré lo que me dé la gana.

Después de responder agresivamente, comencé a sacudir mi dedo y mi mano con fuerza haciendo que sus bellos glúteos pálidos se tambalearan.

  • aaahhh!!! Mamá!!! No lo hagas tan fuerte.
  • ¿que? ¿Acaso no te gusta?
  • ....si, contestó con voz temblorosa tras mi brusco movimiento.
  • ¿y entonces?

Saqué mi dedo. lo miré rápidamente y lo metí a mi boca. El sabor era amargo, viscoso y a la vez salado, pero increíblemente riquísimo.

  • no hagas eso, mamá!!! Por favor!!!, rogó mirándome.
  • lo...siento!!! Tenía...que hacerlo!! Adoro a lo que...realmente...sabes!!, respondí cortando mis palabras por culpa de mi dedo.

Chupé, limpié y saboreé con gusto mi dedo. Liberé mi dedo, anunciándole:

  • no puedo, necesito hacer algo más!! No te muevas, ahora vuelvo!!,
  • ¿a donde vas?, preguntó preocupada
  • solo no te levantes, le ordené.

Sali de su recámara y caminé a la cocina. Al entrar, me dirigí al refrigerador. Abrí la puerta y busqué el galón de leche. Lo tomé, serví en un plato grande y lo calenté un poco en el microondas. Verifiqué la temperatura con el dedo. Estaba perfecta. Ni fría ni caliente. Dejè el plato sobre la barra de la cocina y busqué en los cajones el instrumento ideal para el momento. Abrí como loca cada cajón hasta encontrarlo. Lo tomé, lo lavé y tomé el plato de leche para volver a la recamara. Al llegar se había movido. Estaba sentada sobre su colcha. Sin el panty.

  • ¿porque tardaste?, ¿que es eso? preguntó.
  • no tarde nada. Acuéstate boca abajo. Ándale.
  • ¿pero que es eso? ¿Que vas a hacer?. Oh no!! Se que harás!! No, mamá, no aquí!!!
  • Claro que si!! Acuéstate!!, le ordené.
  • pero...
  • pero nada. Obedece o saldrá peor.

Guardó silencio y se volvió a acostar boca abajo. Puse el plato en la mesa que estaba junto a su cama y metí la boquilla del enema que tenía en la cocina. Presioné la bola de goma para expulsar el aire generando burbujas en la leche. La solté. El enema adsorbió una cantidad de leche. Al haber llenado casi todo el enema, retire la boquilla y me senté junto a ella.

  • separa las nalgas, le ordené.
  • pero, mamá...
  • hazlo, dije.

Ella sabía perfectamente lo que tenía en mente cuando me vio entrar. Y aunque pareciera que no le agrada la idea, accedió. Agarró sus dos precioso glúteos blancos y los separó exploniendo al aire su hermoso ano.

  • Wow!! Se ve tan rico!! No cabe duda que si salieras a la calle desnuda, te comerían el culo inmediatamente.

Sin esperar a que dijera algo, inserte la boquilla del enema en su sucio agujero.

  • aaahhh!!!, soltó un ligero gemido.
  • no te muevas

Continue metiéndolo unos milímetros. Me detuve.

  • ¿lista?
  • ...ajá, contestó dudando.

un segundo después de responder, apreté la bola expulsando toda la leche al interior de tu hermoso culo.

  • aaahhh!!! Es mucha!!!
  • claro que no!!

Lo retiré, y volví a llenarlo de leche. Lo metí por segunda vez en su orificio y vacié el contenido presionándolo con fuerza.

  • no metas más!!! Mamá!!! Lo siento lleno!!!
  • que rico!!!

Deje el enema dentro del plato y me incliné a su trasero para lengüetear su ano.

  • aaahhh!!!
  • ¿te gusta cuando hago esto?
  • ...si, contestó con una voz dulce
  • puja, le pedí
  • ¿ah?
  • puja la leche!!
  • ¿Aquí?
  • si, aquí!!
  • pero se mojará!! Y lo más...seguro se manchará!!
  • no importa!!! Duermes conmigo!! Hazlo, por favor!!, la convencía y le rogaba.

Me enamoraba tanto sus nalgas y su ano que probar leche con un poco de su excremento no me importaría. Viendo la maravillosa vista de su culo todo abierto ante mis ojos, su ano comenzó a liberar un pequeño chorro de leche. El líquido blanco brotaba de ese sucio lugar. Ver el principio bastó para mí, así que platé mi boca abierta en su agujero y comencé a beber la leche.

  • mamá!!!

No dije nada y seguí consumiendo lo que salía. El dulce sabor me fascinaba combinado con el de su lindo trasero. Mientras tragaba mi lengua lamía con cariño su agujero haciendo que el chorro chocara con ella.

  • seguro...está saliendo sucia, dijo

Sus palabras me excitaban mucho. Decir cosas repugnantes y en cómo su trasero estaría, me ponía muy caliente.

Aparté la boca al ver que había salido todo. Tomé el enema y repetí nuevamente. Llené su lindo trasero de leche tibia.

  • Aaahhh!! ¿otra vez?, preguntó al sentir la boquilla entrando en su ano.
  • asi es.

Antes de presionar, mi mente tuvo una mejor idea la cual compartí en ese momento.

  • sabes que, lo harás tú.

Retire la boquilla de su trasero, me levanté.

  • levantate, le ordené.

se puso de rodillas junto a mi.

  • te sentarás en mi cara y lo harás tú. Te lo llenarás de leche.
  • ¿que?, preguntó espantada

Sin decir nada más, me acoste boca arriba esperando que su lindo trasero se acercara a mi rostro.

  • vamos, ven, le exigí.

Trago saliva y lo hizo. Colocando sus rodillas junto a mis costillas, flexionó las piernas aproximando su culo totalmente abierto hacia mi boca, mi nariz y mis ojos.

  • Dios santo, que hermosa estás!!! Tienes un culo perfecto!!, dijo impresionada y muy excitada.

Ella simplemente rió. Poniendo el enema en su mano derecha, dije:

  • es tu turno, hazlo.

Su iniciativa para hacer lo que le pedí, me cautivaba. Tomó el enema con toda confianza y lo llevó a su agujero presionándolo para llenarlo de esa dulce leche.

  • aaahhh!!!, gimió al sentir como el líquido blanco inundaba su tubo de mierda.
  • sácalo y llénalo, le pedí.

Saco la boquilla y la llevó al plato para llenar el enema nuevamente. Al hacerlo, lo metió en su trasero para luego exprimir.

  • ¿Que sientes?, le pregunté
  • ...raro.
  • Ahora escucha con atención. Vas a hacer un conteo del 1 al 10. Y al llegar al 10, pujarás con fuerza. ¿Entendiste?
  • ajá

Al darle mi orden. Comenzó a contar. Mientras su linda voz pronunciaba cada número. Saqué mi lengua y commence a lamer su exquisito agujero.

  • aaahh!!! 3....4...

Lamer su ano era una actividad que me fascinaba hacer. Comer el culo de mi hija en esa posición era indescriptible.

  • tú culo es precioso, Caro.
  • ...9...10,

Al llegar a su final. Su repugnante rabote liberó un chisguete blanco cayendo dentro de mi maldita boca. Mis opciones no eran mas que tragar lo que su maravilloso trasero me regalaba. Al sentir mi boca llenarse de ese dulce líquido, tragué con desesperacion. De repente un trozo pequeño salió mezclado con la leche.

  • Dios, salió!!!, dijo espantada.

Tomé su trasero con fuerza y consumí lo que saliera.

  • mamá!!! No la comas!!!

Una vez que su culo había expulsado lo que tenía que expulsar, aparté mi boca y le ordené:

  • no pares!! no pares!! Puja, puja con fuerza!!
  • pero saldrá más!!!
  • no importa!! Solo haz lo que te digo!!

Respiró lento y profundo, y cumplió mi sucio y asqueroso fetiche.

  • aaahhh!!!, gimió al pujar su hermoso ano.

Dios santo, mis ojos no podían dejar de ver como su lindo agujero se estrechaba conforme pujaba.

  • me encanta, me encanta!! Es increíble!!, alagaba su trasero.

Más ganas por enterrar toda mi lengua dentro de su sucio culo me estaban matando. Ver que ya no iba a abrirse más, descaradamente incrusté mi lengua.

  • aaahhh!!! Mamá!!!, jadeó con un todo de que lo disfrutaba.

Mi lengua rosaba sus paredes anales.

  • sabes tan rico!! Cualquier tipo sucio estaría encantado de comer este culo.
  • ...esto es tan...asqueroso, mamá!!
  • pero, ¿te gusta?
  • ...si!!!
  • a mucho más, corazón!!

Seguí devorando su sabroso trasero pensando en toda la suciedad que sale de ahí. Sin previo aviso, me detuve, chupé mi índice derecho y lo introduje en su agujero fecal.

  • aaahhh!!! No, mamá!!! No lo metas!!!
  • ¿pero porque no? Si te agrada!!
  • si...pero lo mancharé.
  • no importa. Yo lo limpio con mi boca
  • dios!!! No!!!

Lo retiré esperando que saliera sucio pero no fue así.

  • parece que es tu día de suerte porque salió tal como entró.

sin pensarlo dos veces, lo probé. Al haber entrado leche no sabía a otra cosa más que a eso.

  • bueno...creo que debemos terminar porque tu hermano no tarda en llegar.

Sin pedirle que se moviera, alejó su trasero de mi cara sentándose en la sábana. Se peinó tirando su cabello hacia atrás descubriendo su rostro. Su cara tierna e inocente me tenía enamorada. Me incliné hacia adelante quedando sentada frente a ella. Estiré mi brazo derecho llevando mi mano a su fina y blanca cara y acaricié su mejilla izquierda.

  • eres preciosa, la alagué con ternura

Sonrió.

Miré sus labios y sin temor a que me rechazara, la besé. Nuestros labios se envolvieron en un lindo y cálido beso. Me aparté, diciendo:

  • te amo y quiero que seas solo para mí

Me miró a los ojos fijamente y asintió.

  • eres un encanto, me gustas mucho, Caro.
  • y tú a mi, mamá.