Me enamore de un chico (v)

Al fin cogiendo y hiendo realidad lo que tanto deseabamos

V AL FIN LO DESEADO

Llega el momento en el que todo lo que deseas y esperas de la persona con que andas y le amas se hace realidad…. Ello te hace pensar que todo lo que has esperado ha valido la pena…

Luego de todos los calentones que nos veníamos dando, y esos estupendos besos que nos propinábamos, me hacia desear y saber que a Oscar lo estaba empezando a amar, es más me estaba enamorando de ese chico.  Me Conto que un día de los que se avecinaba debía de viajar para visitar a sus padres y familiares que vivían en las afueras de la cuidad en un  lugar un tanto distante.  Dadas las circunstancias no nos podríamos ver, más si podríamos estar en contacto vía telefónica a través del cel., y lastimosamente no por altar horas de la noche ni  por largas conversaciones.  El día lunes que partía, nos juntamos para despedirle y desearle todo lo mejor en su viaje.  Al nomas juntarnos le hice saber lo mucho que le entrañaría, pues ya me estaba enamorando de él tanto que esperaba que los días pasaran pronto.  Me indico que también me amaba y que sería solo unos tres días, ya que entre miércoles o jueves estaría de vuelta.  Caminamos hacia donde está la estación de bus, deambulamos por calles solitarias y me puso a escuchar aquella cancioncita de “Déjame un beso que me dure hasta el lunes….  Un beso grande, un beso inmenso…. Y  qué lindo le indique…. Lo arrime hacia un paredón de un portón y viéndonos solos en el callejón donde andábamos,  le propine semejante beso… que me hizo sentir como en las nueves.  Gua solo recuerdo que cerré los ojos, y paladee su boquita cual manjar más exquisito… Me encantas tú, y tú forma tan linda de demostrarme que me amas.  En  ese momento le tarareé la canción de “Un minutos nada más” de Hombres G, la cual me encanta y quedaba como anillo al dedo… ya que era solo lo que le pedía… un poco más de su tiempo para gozar de su compañía.  Pensé de pronto llevarlo a un motel de paso, se lo indique en son de broma, y  me respondió como la típica de  “Y porque no” dándome pauta a que todo podría pasar.  Recordé que no cargaba preservativos, y un lugar cerca para conseguirlos estaba difícil de encontrar… por lo que opte solo por platicar, caminar, tomarle de la mano, besarle y hacerle saber cuánto lo quería.  Sin darnos cuenta, el tiempo se nos pasa por alto, y se retraso un poco su partida, espere hasta que se fuese el bus, y verlo a la distancia sentía como un sentimiento de nostalgia y desasosiego invadía mi ser.  No lo podía creer, algo me decía que me estaba enamorando muy pronto,  cosas que la verdad me encantaba, pues hace mucho tiempo atrás que no experimentaba tal situación.  Por la tarde de ese día me comento que había llegado muy empapado, pues la lluvia le hizo presa fácil, y me encanto oír que me decía “me encantaría que estuvieras acá para secarme y darme calor con tu cuerpo,”.  Los tres días que estuvo distante sirvieron para darme cuenta que en realidad ya estaba totalmente enamorado.

Quedamos que a su regreso lo acompañaría tramitar unos documentos que le servirían para optar a algún puesto de trabajo, acordamos hora y lugar.  Casualmente, se me había pasado por alto que debía de atender unas gestiones administrativas de carácter urgente  esa  misma mañana.  De no ser así tendría complicaciones con unos colegas.  Bien llego el día jueves, y como habíamos quedado llegue un tanto retrasado, me disculpe por la demora, le indique la dificultad de no poder acompañarle como pretendía, y para mi sorpresa el ya había adelantado todo lo de sus trámites.  Me indico que si no era inconveniente estaba a mi entera disposición y si gustaba y no había inconveniente alguno me acompañaba a hacer mis diligencias.  Se lo agradecí, y como ni lento ni perezoso nos pusimos en marcha.  Llame a un par de amigos para ponerles al tanto de lo que haría, y solicitarles la colaboración ya que solo me daría tiempo de entregar los documentos que llevaba, firmaría otros, y ellos deberían solventar el resto.  Decidí por adelantar todo la burocracia de mis vueltas mientras el desayunaba, y le deje en un restaurante cerca a donde me encontraría con mis camaradas…. Trate de acelerar todo lo que se podía y pese a que deseaba que todo fuese rápido, las horas pasaron también,  recibí un par de llamadas de mi chico… no las pude atender pues me encontraba en una institución bancaria, y solo le mensaje al móvil  “ya llegaré dame unos minutos más”.  Luego de media hora hice acto de presencia en el lugar donde le había dejado, me indico que se había desesperado, salió y  pensó que fue mala idea el acompañarme pues su presencia me atrasaba más.  Para mis adentros me dije  -  Solo es stress, ya que debí correr como nunca antes lo había hecho, y opte por qué un colega hiciera el resto mientras yo como buen actor hacia mutis,…. Por la derecha- Descuida y lamento tanto mi demora, lo único es que debo de  esperar un par de horas más para que me entreguen unos documentos; otro colega los recogerá en mi nombre y me los traerá si no te importa, y gustas de acompañarme.

Mario: No para nada, hoy estoy dispuesto a todo.

Esa respuesta me dejo muy excitado.

Oscar: Ese todo,  ¿Cabe en la totalidad de la palabra? Le indague con una mirada bastante erótica.  –Ya que por mi mente repase que  por el lugar donde andábamos conocía un motelito no tan de buen parecer que valdría para el momento-  Caminamos unos cuantos metros y llegamos al indicado lugar, acudimos al  solicitar una habitación y nos dirigimos hacia la que nos indicaron.  Ya adentro no puede evitar las ganas de darle un semejante beso, y abrazándolo y diciéndole cuanto le quería, le exprese lo mucho que me agradaba que por fin pudiéramos hacer realidad algo que tanto anhelaba.  Estar en intimidad con él y concretar todo un encuentro sexual…

Mario: Solo espero que después de todo lo que pase acá; no cambies conmigo ni te decepciones, y seas como muchos otros que: SI TE VI LUEGO NI ME ACUERDO.

Oscar: Descuida lindo, desde ya te aseguro que todo lo que hasta ahorita nos ha pasado ha sido muy especial para mí, me estoy enamorando y como te lo comente antes una relación no es solo precisamente de sexo, contigo no se... siento desde ya algo distinto.  Te amo.  Y con lo que pase hoy seguro solo concretare más lo que siento.

Luego de este recital de amor, le bese por todas partes, y nos acomodamos en la cama, lentamente con una mano empecé a quitarle la playera, mientras rozaba con las yemas de mis dedos sus tetillas, le besaba el lóbulo de la oreja, me encantó escuchar su respiración ya muy acelerada… de pronto se pone de pie, y inicia a desvestirse a lo que le indico.

Oscar: Momento lindo esto me toca a mí, dame la oportunidad al menos de que por esta primera vez, pueda desvestirte yo….   Y diciéndolo ya estaba con desabrochando su pantalón y quitándole la playera…. Me encantó y éxito tanto al notar que su pecho estaba poblado de un bello que lo hacía todavía más erótico, a mi gusto –ya que me encantan los peluditos-

Recuerdo ese momento como uno de los pocos bellos instantes en mi vida, mientras bajaba su pantalón aparecían delante de mi dos largas y enormes piernas, cual columnas bien torneadas y esculpidas por el mejor de los arquitectos pobladas de un elegante bello.  Se las acaricie, y lentamente fue subiendo a su abdomen que como ya indique estaba con un bello más espeso…. Roce con mi lengua sus tetillas,  y le indique posicionando su mano en mi entrepierna que me tenia súper excitadísimo.  A estas alturas ya ambos estábamos solamente en calzoncillos, yo con un tanga sensual de leopardo, el con un bikini color gris de esos que te dejan mucho a la imaginación, por su corte sensual.  Con los dientes empecé a bajar lentamente el elástico de su prenda, y me voy topando con un magnifico y escultural pene, estaba en semierección  algo morcillón coronado de un capullo blanquito ya que  por la erección que se avecina  se le estaba descapullando mostrando un cierto grado de inclinación hacia la derecha, acompañado de dos huevos de un tamaño adecuado, los cuales no le  descolgaban mucho, sino mas bien  estaban duritos y súper calientitos recubiertos de un frondoso vello púbico que lo hacía verse notar como todo un señor paquete digno de cualquier adonis.

Le susurre al oído lo mucho que me encantaba todo su esbelto cuerpo, y seguimos  besándonos  con mucha entrega, aquello era pura pasión. Nos besábamos como si no hubiera mañana, como si ambos hubiésemos estado sin sexo durante meses… o quizá años… Mario me empujó con fuerza hacia un costado de la cama, me arrinconó y comenzó a comerme el cuello. Estaba como poseído me trasmitía una pasión barbará, y aunque quizá empleaba demasiada fuerza yo no oponía resistencia, me estaba gustando mucho y nunca me había sentido tan a merced de nadie.  Nos volvíamos a besar, su lengua recorrió toda mi boca, era como una bestia hambrienta devorando a su dócil y yo me entregaba como  presa a su lobo. Lo único que yo podía hacer era descubrir con mis manos cada centímetro de su torso, para luego dejar caer mi mano hasta su pene y comenzar a masturbarle. Gozaba con cada sacudida y no dejaba de jadear a escasos centímetros de mi boca.    De momento todo me parecía fascinante, y pensaba en que hacía mucho tiempo que no me llevaba un pene de tan semejante belleza a la boca, y en ese preciso instante lo tenía a mi disposición. Sea como sea no tuve tiempo a pensarlo mucho, porque Mario no podía esperar y empujó mi cabeza para que el show comenzara.  Sí efectivamente se la empecé a mamar de tal manera; como si estuviese deleitándome del mejor de los manjares.  Me metí su gran pene en mi boca y comencé a succionarla como si fuera el más dulce de los todos los postres que he probado. Una y otra vez recorría con mi lengua aquel capullo, que no cesaba de producir aquel néctar de dioses, después comencé a querer tragarme todo su largo falo, intentando avanzar cada vez un poco más. Mario gemía con fuerza, -cosa que me excitaba  más aun- Todo lo que estaba pasando tenía una intensidad inusitada para mí, aquello era mejor que todo el sexo que había tenido en mi vida y sabía que ambos lo estábamos disfrutando.

Mario no podía esperar más, no quería que aquello terminara así, ya que me percate que   él deseaba prolongar su orgasmo y  quería más que una buena mamada, así que me saque su pene de mi boca y  le empecé a comer los  huevos.  Metí mi nariz y mi lengua entre su vello púbico y traté de lamer uno a uno sus suculentos testículos, para luego intentar succionarlos a pequeños y delicados besos. Temía que en cualquier momento se viniera en mi boca, no porque me desagradase la idea sino porque yo también estaba muy excitado y el tener  los huevos de mi chico  en la boca, me hacia desear también acción, él como sabiéndolo me posiciono de tal manera que en un instante nos estábamos brindando un magnifico 69. Aquello se había convertido en una escena de una película  en toda regla cuando después de todo el prólogo  mi chico me puso en pie y me puso de espaldas a él

Mario: ¿Te la meto de una vez?

Oscar: No tranquilito, sin protección estamos mal.  Permíteme.

Y me apresure a buscar entre los bolsillos del maletín que cargaba unos preservativos, para colocarle uno, mientras él colocándose en forma como de buda… se petrificaba ante mí. Me acerque con los condones en la mano, le bese, y logrando que se acostará de nuevo pude notar como su culito lo colocaba en pompa, y separó sus piernas;  de un manotazo yo comencé a jugar con sus nalgas.  Por sus espasmos y contracciones Comprendí que le agradaba, y de pronto mis intenciones cambiaron, introdujiendole entre las nalgas un dedo muy lentamente. Ante tal peligro, pensé,   que inicialmente  Mario lo que pretendía era cogerme y solo pensarlo me excitaba.  Y ahora mi  dedo muy lentamente en su culito, no pese más que darle un magnifico beso negro.  Y él sin ninguna duda me dejo  hacerlo ya que según me indico antes jamás se le habían proporcionado.   Comencé  a lamer su ano con pasión. Lametazo a lametazo noté como aquello se contraía y se relajaba muy claramente, sabía que le encantaba.  Mi lengua dejó de dar paseos superficiales y se introdujo dentro de su ano completamente. Como algo indescriptible sentía como su cuerpo se contorsionaba de placer, gemía cada vez que notaba que mi lengua se detenía en los pliegues de su ano. Cuando se estaba acostumbrando a tal sensación y comenzaba a estremecerse de placer por la dilatada que le estaba propinando con mi lengua, le pregunte si me dejaba penetrarlo, el se giró hacía mi, y  con su cabeza e un par de segundos me dejo comprobar que estaba deseoso y sin mediar palabra se la empecé a meter suave y delicadamente, para no hacerle daño.  Yo sentía que en esos instantes como unas llamas o ráfagas de fuego recorrían todo mi cuerpo, era tal el grado de excitación que estábamos alcanzando que luego de unos minutos yo no  me podía ni mover del dolor que estaba sintiendo –ya que es como cuando quieren ahorcarte pero por el pene-  Estas muy rico, como apretas, le dije… sigue que me encanta. Imagino que ambos estábamos disfrutando de la sensación de hacernos el amor de una manera tan magnífica, tan única. Aunque fueron segundos a mí me parecieron horas. El comenzó a moverse para que su ano se hiciera al tamaño de mi pene.  Aquello me faciba ya que sentía como su culito palpitante me estrujaba en cada envestida el pene. Comencé a embestirle con más fuerza y de una manera muy placentera. Aceleraba cuando había que hacerlo, sabía cambiar el ritmo cuando era necesario, y sabía sacarla y volver a meterla para que notase que aquello no era tan difícil como al principio. Tras un par de minutos en los que mis jadeos ya eran fuertes pues me encontraba en pleno deleite, trate de pensar en algo distinto para cortar la eyaculación que  se avecinaba, él coloco su mano en mi pecho y pellizco de pronto mi tetilla, eso hizo que me sintiera súper. Con sus manos me marco un buen ritmo, me sentí sumamente complacido… y me encantaba. No lo voy a negar, era toda una fascinación total.

Mario, entre confundido no dejaba de preguntarse cómo había logrado yo estar cogiéndolo de esa manera, si era él quien me iba a coger a mí.  Y el dejarse coger de aquella manera….  Con lo bien que ambos la estábamos pasando era todo un logro.  Le tome de las caderas, alce sus piernas sobre mis hombros, y seguí acelerando la cogida.  Esa pose de Armitas al hombro… me excita mucho, y tenerlo así,  me calentaba cada vez más,  de pronto, ya le estaba cabalgando muy aceleradamente, ahora era yo quien marcaba el ritmo…. El solo gemía y en un momento me dice:

Mario: Tranquilo lindo, me duele, ten piedad.

En ese instante solo deseaba seguir el mete-saca desenfrenada que le estaba propinando.   Ambos sudábamos de tanto movimiento…. Ah… Me duele….  Calma…  -decía- Para por favor.   Era evidente que aquella situación, por muy placentera que fuese, le estaba dando a Mario dolorcito.  Yo estaba tan burro y  concentrado en la cogida, que de pronto empecé a sentir como mi respiración se aceleraba…, tome todo el aire que pude en mis pulmones… y sabiendo que el orgasmo se avecinaba… me eche de bruces sobre su pecho… apreté mis puños al lado de sus caderas, y desde el pelo hasta la punta de mis pies,  sentí toda una corriente de nervios fluir como descarga eléctrica por todo mi cuerpo.

Mnnn…. Oh…. Que placer.  Estaba eyaculando y él al sentirlo… trato de apretar más con sus caderas… y al contraerlas…. Me brindo el mejor de los placeres…  Le bese…. Lo abrace… y le dije:

Oscar: Que bien la hemos pasado.  Dame unos momentos,  ya que no puedo ni moverme…  Jeje.

Me quede tumbado sobre su pecho, y besándole, lentamente, discurrí mi mano  hacia mí entrepierna para quitarme el preservativo. Lo envolví en papel de baño, y lo  desecho…. Riendo  le pedí disculpa por no haber parado cuando él me indico…. Le pregunte si lo había lastimado… y me contestó:

Mario: Descuida… Ahí en medio del dolor que luego se convirtió en placer,  me encanto mucho…. Y espero que a ti también.

Oscar: ¡Gustarme…! No para nada.  Me encanto. Esa manera de cómo aguantaste toda la embestida…. Y tus piernas… en mis hombros…. Mnnn…. Te diste cuenta que ahí…. Si me pusiste al 100%.  Y por cierto…. No creas que me estoy olvidando de algo….

Y tomando su pene, entre mis manos, comencé a masturbarle suavemente, llevando el prepucio hasta su glande y luego retrayéndolo hasta su base… Él me decía que no me preocupará que con lo que había pasado estaba más que complacido…. Pero yo sabía que no era así.  Y debía de hacerlo llegar a tener su momento de clímax también… Por lo que empecé a darle la más fenomenal de las felaciones que he  podido dar en mi vida.  Deglutía su miembro en mi boca, coronaba con círculos sobre su uretra,   bajaba hasta la base de su miembro…. Me chocaba con sus duros huevos…. Dirigí las yemas humedecidas de mis dedos hacia donde inician sus testículos y empecé a apretárselos….  De momento los lamentoneaba también…. Marito solo gemía y ello me indicaba que siguiera… Mis dedos ya no solo se quedaron en sus huevos sino,  empecé a masajearle el ano… provocándole uno que otro respingo de placer…. Si lo has experimentado comprenderás lo fascinante que es el que te den una señora mamada con todo lujo, y a la vez jueguen con tu culito…. Yo sabía que de esa manera no iba a durar tanto…. Y empecé a acelerar la mamada con mucha euforia…  El se retorcía tomaba mi cabeza,  y con sus manos trataba de medirme el ritmo…. Cosa que le fue difícil,  pues cuando sentí… gruesos espasmos de semen… llegaban a mi garganta…  y tras unos magníficos trallazos de esperma en mi boca… disfrutaba de la mejor manera  de aquella acabada.

Oscar: Que rica tu lechita… lindo…. Me encanta... ¿Te gusto?  Di la talla… o hubo algo que me falto para llegar a complacerte.

Mario: Que chistoso el señorito… todo estuvo genial….

Nos quedamos en la cama, riéndonos un poco… comentando los mejores momentos que recién acabamos de tener, y de pronto mi pene empezó a tener reacción.  Se volvía a poner morcillón.

Oscar: Ves lo que provocas,  ya Chepito… esta que quiere repetir… y tome mi glande entre las yemas de mis dedos…. Como para que se condoliera del mismo.

Mario: Bien porque no, paquee vamos a dejarlo con ganas…. No te parece…

Oscar: Pero quiere adentrarse de nuevo en ti, le gusto ser parte de tu cuerpo fundirse en uno contigo.

Mario: ¿Y qué más? Eso so que no se va a poder.  Ten piedad… Ya me duele…  mucho…

Oscar: Pero te gusto, también.  En medio del dolor, hay placer no.  Te dije que no me aguantarías, eh…. Lo ves.  –Reí, y le mostraba mí ya erecto pene de nuevo.-

Mario: Huy sí.  El Don cogedor… no.  Jajaja…. Ven no hables brutadas… y me dio un beso muy prolongado, mientras empezaba a jugar con mi pene.

Acelero el sube y baja de mi prepucio…. Y en un par de segundo ya me estaba masturbando de nuevo.  Cosa que me encanto, ya que mi pene respondía a tan noble gesto….  Tal cual yo lo hice, posiciono una de sus manos en mis tetillas, y la rozaba en forma circular mientras acercaba su boca a la misma…. Eso me encanta… Estaba descubriendo una de mis zonas débiles… y lo mismo provocó  que emitiera varios gemidos de placer…  Mnnn…. Sigue…. Si…. Guapo… Te amo.  No pares… Dale… Dale más.   Me encanta…. Que rico…. Guaau….  Oh…. Si…. Que sabes hacerlo.  Dichosos los maestros que te enseñaron.   Oh.  Si….

Error,   mi subconsciente me indico que había quebrantado una regla de prudencia.    “No se debe exaltar o mencionar algo sobre otras conquistas o de cómo o con quien se ha experimentado”.

Mario: Que maestros ni que nada, calla y disfruta…  que ya luego me explicaras eso.

Para mi bien, lo tomo con calma, y es mas… acelero la masturbada…  y en pocos minutos estaba ya corriéndome en sus manos… era algo muy placentero…. Sentir como estrujan tu pene… y te besan a la vez.

Oscar: Gracias  lindo.  Eres estupendo….

Prontamente me dirigí al cuarto de baño, y empecé a ducharme… para librarme de toda la sudoración y al momento ya lo tenía a la par…  debíamos ganar tiempo… pues ya pronto mi colega no tardaría en informarme que debía entregarme la encomienda que recibió en mi nombre y entre besitos, arrumacos…. Y todo eso… salimos de aquel lugar… que aunque no era el más de los adecuados, nos permitió ser uno.  Podía decir que ahora lo ammás que antes.

ONTINURA