Me enamoré de mi perro

Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre, lo que no dicen es que es el mejor amante para la mujer.

Siempre he sido una mujer fiel a mi marido, esa a sido mi vida mi hija y mi marido, aquí bajo el anonimato, una puede desahogarse, decir lo que realmente piensa, yo solo he conocido como hombre a mi marido, tiene muchas virtudes, pero el sexo no es una de ellas, cuando con mis amigas todas casadas hablabamos de nuestros maridos, las envidiaba aunque, decía y digo que si que me lo paso tambien como ellas, mi marido tiene su verga pequeña, pero no solo eso, apenas aguanta 5 minutos de tenerla dentro de mi como tampoco aguanta preliminares, es decir si acariciamos y nos besamos, le ocurre igual, siempre desde novios, ahora tengo 47 años.

Ahora siquiera eso, si lo hacemos una vez al mes ya es mucho, yo sinceeramente no conocí realmente un orgasmo hasta que no me masturbé a solas con mas de 30 años ya, él solo me preguntaba y pregunta, te lo has pasado bien digo si y queda tan contento, aunque pienso que en su fuero interno, sabe que jamas me ha sabido satisfacer ni minimamente, ademas es un hombre muy obsesionado con la higiene y que jamas, a siquiera besado mi coño, dandome siempre esa excusa, hasta que no se lo dije más.

Vivimos en un adosado, donde paso, la mayor parte de la semana ya sola al irse mi hija hace tres años, él por su trabajo suele estar fuera, no menos de 5 dias, sin importar que sean sábados o domingos, siempre he estado acostumbrada a ello, cuando mi hija se marchó, él me regaló un perro, sobretodo para que no estuviera sola y me defendiera, un labrador de pelo corto marrón claro, la trajo con dos meses, me encariñé rapidamente con él, asi hasta que creció y le llegó la hora de el sexo, le dio por querer “montar” su “cama”, yo le reñia, le enseñaba pero nada, puse anuncios para que montara a otras perras y se fuera calmando como me recomendaba el veterinario, pero no encontré, así pasó hasta tener los tres años, el veterinario diciendome se calmaría, con la edad o que lo castrara, pues ademas le afecta al comportamiento, siendo muy “revoltoso”, a veces se agarraba a mi pierna, intentando restregarse con ella, yo le reñía, pasó estas navidades, cumpliendo él eso 3 años, tras marcharse mi hija y su pareja, a los pocos dias, de pasadas las fiestas, se marchó mi marido por 5 dias, ya el perro como digo estaba mas calmado, enseñado a que no se “restregara” con mi pierna, con decirle un eeh, seco y fuerte, se quitaba rapidamente y se estiraba sumiso, asi lo enseñé hacía mas de un año.

Por la mañana se fue mi marido, quedé sola y me fui a pasear el perro, ademas de tomar el café en la terraza con las amigas, ese dia el tema de conversación fue el sexo y los hombres, todas contaban maravillas, como se lo pasaban y llegaban al orgasmo con su marido, yo dije que también, nos fuimos y llegó la noche, sola en casa, aburrida, sin ningúna motivación, pensando en mis amigas y el sexo, me fui excitando, hacia muchisimo que no me excitaba, desde el verano que no me masturbaba, pues, en parte me parecía insulso inacabado, estaba sentada en el sofá viendo la tele, me toqué en mi pijama, sin quitarmelo llevaba un pantalón, la tela al rozar mi chochito, me excitaba, hasta que dejé de hacerlo, me fui a la cocina e hice algo que no suelo hacer, me eché un poco de ron en un vaso, hielo y cola, me quité el pantalón, quedé bragas y camiseta, no suelo beber salvo que lo haga con mi marido, volví al sofá, dejé la copa en la mesita, me acariciaba suavemente, los muslos nada más, lentamente tranquila sin la mas minima prisa, mi perro allí echado en su cama, en una esquina del salón.

Veía la película pero a la vez, me acariciaba los muslos interiores, a veces tocaba la braguíta, dandome un pequeño pero a la vez mas creciente placer, por lo que mas asiduamente repetía esta operación, hasta quitarle voz a la televisión y centrarme más en las caricias, mis dedos resbalaron dentro de la braga, noté mi chochito humedo, froté con extrema lentitud y suavidad, quité los dedos, me los llevé a mi nariz, olí mi olor, me excito más, hasta llevar mis dedos a la boca, los saboreé, encendida, despues volvieron al interior de mi braga, volví a frotarme la humedad de mis dedos aún hacia sentir más placer, lento, pequeño, pero deseoso sin yo querer quitar mis dedos de allí.

Escuché a mi perro, miré se habia levantando se desperezaba, estirando sus patas, después vino a mi, yo suspiraba, aunque muy silenciosamente, él se acercó y sus hocicos se metieron entre mis piernas, mi primera intención fue retirarlo lo hice pero no sin sentir, un gran placer al él chocar su hocico contra mis dedos y bragas, nada mas soltarlo él volvio a insistir, yo volví a retirar su hocico, de nuevo sintiendo aquel placer, pero el perro, parecía haber olido, el olor que yo desprendía a deseo de sexo, volvía a insistir, hace varias veces, hasta que retiré mis dedos y lo aparté con las dos manos, me levanté, llevandolo de nuevo a su cama, ahora si obedeció pero yo me calmé, en parte, fui a la cocina, bebí agua, tenia sed no de bebida, volví, cogí la copa di un nuevo sorbo estaba casi entera, le di voz de nuevo a la tele, buscando calmarme, pero, ahora en mi cerebro ademas de mis dedos, me recordaba, los hocicos del perro, sin apenas darme cuenta de nuevo me encotré “tocandome” y poco despues, suspirando de nuevo lentamente, era como lo deseaba lentamente, es de la unica forma que después sentía un cierto placer en el orgasmo, de nuevo se repitió, de nuevo el perro volvió, de nuevo metía el hocico, de nuevo ese pequeño latigazo de placer, pues yo al meter el hocico le agarraba la boca, totalmente, igual que antes, hasta que una de las veces no lo hice, el perro dio una lamida en mis bragas, que me “derretí” ahí mismo, quedé quieta mirandolo, no podía pensar, quería quitarlo pero a la vez, veía como lamía y mis suspiros, eran perfectamente audibles por mi, hasta que me fui, tumbado hacia atrás en el sofá las piernas abiertas mi culo, sobresalia del asiento ahora para facilitar al perro las lamidas al igual que me iba echando a un lado la braga, el perro lamió directamente, como si se lo hubiera ordenado como si alguien le hubiera dicho como hacerlo, no paraba, lamia y lamia hasta que empecé a gritar sintiendo aquella enorme lengua, sobre mi sexo, el placer me invadia me sentía en esos momentos en su poder y eso me excitaba aun mas era como estar siendo obligada a ser lamida por el perro pero obligada por él, los minutos me pareciern segundos cada lamida, era un jadeo mio cada vez mas fuerte, mi cuerpo, empezó a sentir en mi vientre en enorme cosquilleo mil veces mas fuerte que cualquier masturbación mi, mis muslos empezaron a temblar mi mano se puso en la cabeza grande de mi perro, acariciandola a la vez empecé a sentir en mi ano mi vientre y mi chochito en todo en conjunto algo desconocido para mi hasta entonces creí enloquecer pegué más mi sexo al perro, gritando, no me reconocía a mi misma, aaaahaahhhhhh aaaaahhhaaaaahahh aaaaahhhhhha aahhhhhhaaaah, era incapaz de contenerme, la ropa me molestaba pero ya no podia quitarmela, rezaba para que el perro no parara yo explotando en sus hocicos hasta que aquel enloquecedor orgasmo, fue alejandose en pequeñas oleadas ya mucho mas manejables por mi cuerpo, yo hipaba aun con cierto placer, pero era como haber vuelto del mundo de la locura, ahora estaba relajada, pero no calmada, es decir, queria volver a repetir todo aquello y pronto.

Me levanté pues el perro hubiera seguido lamiendo, me bajé las bragas hasta quitarmelas tirandolas al suelo me miré, mi entrepierna mis muslos y sobretodo mi chochito estaba mojadisimos, no sabria decir cual era los liquidos de mi perro, cual los mios, en mi vida había, echado tal cantidad de liquido vaginal, me notaba encendida, es decir, satisfecha por el momento pero sabiendo que a la vez deseaba más, fui al aseo, el perro estaba oliendo y oliendo mis bragas a la vez que chupandolas hasta que me vió caminar y la dejó, pensé mientras caminaba, muchas vees la cesta de la ropa la habia tenido a su alcance y nunca lo habia visto olisqueando mis bragas sin embargo ahora las lamia, intuia el perro que yo estaba “cachonda”, entré me lavé en el bidet, el perro entró, miré su polla, introducida dentro, miré sus testiculos mientras me aseaba, de pronto alargué la mano y los acaricié desde atrás, el perro al contrario que yo, me parecieron muy suaves, me gustó acariciarlos tenerlos en mi mano el perro totalmente quieto, solté los testiculos, el perro se movió al verse suelto, quedando ahora junto a mi, yo sentada en el bidet, mi mano, fue a la bolsa de piel que cubre su polla, la acaricié, sentí aun sin salirle nada como parecia como una “varilla” dura y empezó a asomar la punta, fina despues ya la parte mas gorda, rojo amoratado, froté desde la piel, el perro quieto hasta que empezó a soltar un liquido transparente a chorros cortos pero muchos chorros y al terminar se quiso quitar de mi mano lo solté, de nuevo e imaginé que hacia lo que él me decía, me habia excitado todo sobremanera de nuevo, fui, al salón me senté, él me siguió le indiqué su cama y obedeció, se chupaba la polla, hasta que dejó de hacerlo yo lo miré todo el rato, bebiendo lo que quedaba de la copa mas de la mitad, tranquilamente sin prisas pensando y reviviendo en mi cerebro cada escena vivida, seguia excitada, desde el principio pero sin atreverme a nada, hasta que tras ese rato, volví a levantarme llamé al perro, me siguió, volvimos al baño, lo metí dentro, solamente me dediqué a lavarle la polla y los huevos, yo metida con él en el baño, él quieto, le eché su gel, pero esta vez era muy distinto a como otras veces al bañarlo pasaba mi mano por allí, esta vez, lo hacia muy lento sentia su dureza en el interior y al sacar el la punta lo dejaba y me deleitaba lavando sus huevos, al menos estuve 15 minutos asi hasta que lo enjuague lo sequé y salimos del baño, con su polla y huevos lavado concienzudamente, me decia a mi misma que no pasaría de volver a hacerle una paja al perro e intentar me volviera a chupar mi chochito, pero yo misma sabía que me engañaba.

Pusé una toalla, en el sofá me senté desnuda y me froté, el perro volvio y rapido a chuparme, solo que nada mas estar un minuto sintiendo su lengua queria cogerle su polla, me bajé hasta el suelo, le cogí su polla por la piel él se quedó quieto, sentí de nuevo su dureza en el interior y salio su punta yo mirandola y frotando hasta que salió ya la arte mas gorda solo un poco, pero me bastó fui metiendo la cabeza hasta lamerla, al instante la tenia en la boca, la chupe, rojizo amortado y venoso, mi mano agarraba con suavidad su piel y pelos para no tocar la zona sensible, solo mi boca, el perro empezó a escupir su leche, en mi boca no la quité, excitadisima por verme así, el perro se apartó de nuevo buscando su cama y tirandose lamiendose su verga habia salido, al chuparsela, era bastante grande y gorda, ya estaba de nuevo “recogida” el lamiendose, yo encendida como nunca, sin dejar de ver en mi cerebro su verga, lo que habia salido de allí.

Me fui de nuevo al baño, me enjuague la boca con el bucal antiseptico, concienzudamente, si, pero sin dejar de reconocer cuanto me habia gustado, volví a salir, el perro estaba de nuevo calmado, mirandome, pensé que estaría ya satisfecho y cansado, me senté en el sofá de nuevo, azarosa, caliente, solo existia las imágenes que volvia a revivir en mi mente, tuve que reconocerme pues mi cuerpo temblaba, que estaba cachonda muy muy cachonda como nunca en mi vida, una sensación agradable y a la vez desagradable, al no poder satisfacerme ese deseo pues, no me atraia masturbarme no lo deseaba, fue cuando el perro se levantó, fue a su comedero, bebió un largo trago de agua y en vez de ir a su cama se puso a caminar cerca de mi, observandome, lo miraba y me bajé de el sofá de nuevo, se acercó lamiendo mi cara, le aparté el hocico y él obedeció pero senti como lamió mi nalga casi mi cintura a la vez que se iba hacia atrás, hasta empezar a olisquear mi chochito, esta vez, mi cabeza se inclinó hasta tocar el suelo, olia a veces lamia se retiraba, volvia yo inmovil, suspiraba, hasta que se hizo mas larga sus quedadas de hocico en mi entrepierna desde atrás, en una de ellas, alargué mis brazos hacia atrás, mientras me lamia, llegué a coger sus dos patas delanteras, las fui a alzar él titubeaba llegué a sentir sus patas en mi espalda pero al instante se quitó.

Volví a quedar inmovil estaba nerviosa y hacia que el perro lo estuviera pensé, esperé el perro volvio a hacer aquello lamer quitarse volver a lamer hasta que de nuevo atrapé sus patas, esta vez, mas lentamente y mas decidida a su vez conseguí de ir tirando hacia delanté y el perro ir pegando su cuerpo a mis nalgas, hasta que casi estaba, lo solté con suavidad y mi clevantando mi cabeza y cuerpo para que apoyara mejos sus patas, hasta que lo conseguí, empecé a intentar al mover mis nalgas y rozar su polla, al principio fue muy dificil dificultoso y paciente para que no se quitara de encima de mí, empecé a sentir tras lograr tras mucho tiempo desplazarme unos centimetros mas atrás, su polla, ahora si movia mis nalgas y sentía, la “bolsa” con su polla en el interior, me quedé quieta ahí moviendo mis nalgas casi de forma imperceptible sintiendo, aquella bolsa con cierta dureza en su interior, eso me animó y excitó mas, a la vez que me hizo pensar con cierta frialdad que debia seguir asi con lentitud, asi lo hice, hasta que al tiempo, sentí entre mis nalgas, que su punta habia salido se frotaba conmigo, yo suspiraba, sintiendo su punta desnuda a la vez, sentí sus dos patas delanteras apretarme hacia dentro intentando inmovilizarme quedé quieta, de pronto sentí a mi perro, moverse como si me follara con fuerza adelante y atrás durante unos segundos, pero yo solo sentia unos milimetros por encimaa de mi coño, una presion de un bulto desnudo pero que no me iba a penetrar, segundos despues paró sentí como aflojó la presión de sus patas delanteras, su cuerpo lo noté como iba un poco hacia atrás y perfectamente senti su verga pasar por mi raja, que suspiro de enorme placer di en un nstate al sentir aquello caliente pasar ese instante por mi coño, a la vez, me di cuenta con ello que mi coño estaba totalmente abierto, como una flor esperando impaciente, ahora senti su polla por debajo de mi coño sentí y empecé a comprender ahora, que era su forma de “empezar de nuevo”, buscando mi coño, fue subiendo senti de nuevo ahora la punta pasar justo por mi coño a la vez de nuevo estaba cogida “firme” por sus patas, di un nuevo gemido instantes despues comenzo a moverse de nuevo y de nuevo sentí habia “fallado” estaba en el mismo lugar que la primera vez, yo estaba fuera de si, sentia sus patas, sus arañazos a veces pero los aguantaba, pues mi calentura era muy superior, de nuevo y ahora lo comprendí bien su polla se recogia quedaba la punta la bajaba volvia a pasar por mi abierta raja y yo gimoteaba, hasta estar por debajo de mi coño, volvi a sentir la presión de sus patas, ahora si lo supe, iba a volver a intentarlo sentí su punta y subiendo ahora mas apretado el perro contra mi que bajandola sus patas bien aferradas a mi cuerpo para impedirme moverme y su punta llegó a mi coño, esperé que volveria a pasar pero de pronto me sentí, “empujada” a la vez que atrapada y mi coño siendo invadido por su polla al instante empecé a gritar el perro se movia como un poseso metiendo su verga yo gritando aaaaaah aaahahahah intenté mover mi brazo, para que no me introdujera todo, no pude, sentí mi coño al final abrirse mucho mas que al principio y mas que oir senti como si hiciera un CHOP, a la vez que empecé a correrme como una posesa, mientras me corria a gritos quieta, pues no podia moverme el perro se quitó de mi, mi coño sentia yo perfectamente como tenia dentro una bola un mazacote, se abria y cerraba de un inmensisimo placer, que no podia casi soportar grite sin parar alcancé la toalla la mordí pero no por ello dejaba de gritar una y otra vez, tuve dos orgasmos mosntrusos simultaneos uno tras otro en apenas nada, quedé quieta, mi mano fue hacia atrás, el perro e tenia “pegada” a él, su polla quieta la sentia latir dentro de mi, hincharse, una y otra vez, volvia a hacerme gemir a pesar de mis sudores de mis dos gigantescos orgasmos, el culo del perro pegado a mis nalgas, busque y acaricie sus huevos suavemente empecé a moverme apenas perceptible, pero que a mi me hacia jadear hasta volverme a correr a sentir como mi coño se apretaba a su verga, eesta vez no fue tan fuerte como las dos anteriores.

Apenas me corrí, el perro a su vez empezó a tirar de mi me hizo moverme hacia atrás hasta que di un gritó y su polla salió nada mas salir, mi mano fue a mi chochito, empezo a caer de mi chochito liquidos sin parar a mi mano de ahí al suelo por la inmensa cantidad a su vez mi perro tras despegarse se fue hacia delante, no a la cama quedando a un lado a un metro de mi, le via la verga colgando casi hasta el suelo, el mazacote, con el que me habia “abotonado” a él metido ya pero lo demas amoratadisimo y rosado sacado yo no dejaba de mirarla y mi mano en mi coño.

Se fue recogiendo lentamente y yo volviendo a estar recuperada y dolorida, me fui al baño, él a su cama ahora, me duché, me limpié concienzudamente, me fui a la cama.

Estaba, en parte dolorida la espalda por las uñas y mi chochito pero, por primera vez en mi vida, dormí satisfecha sexualmente, por completo.

Me levanté lo saqué a pasear, despues volvimos a casa, la mañana la dediqué a hacer las labores de la casa la comida y demas la tarde pues la tarde a entrar en internet y por primera vez, leer sobre zoofilia, la noche pues no pude resistirme la pasé follandome mi perro.

Mi marido ni sospechó ni sospecha nada, tambien, me he informado bien de la zoofilia, tengo mis cremas antisepticas como bucales, a la vez ya mi perro no necesito que lo “guie”, rapidamente, me monta a él, me hace enloquecer, dejandome plenamente satisfecha.