Me embarace de mi hermano
Desde siempre he estado enamorada de mi hermano, y que el fruto que hoy llevo en mí vientre es de él, a pesar de no saber lo que sucedió el día de su cumpleaños.
Me embarace de mi hermano
Querido Diario con lagrimas en mis ojos escribo estas líneas, para contarte el grave problema en el que estoy metida.
Tu sabes que desde siempre he estado enamorada de mi hermano, y que el fruto que hoy llevo en mí vientre es de él, a pesar de no saber lo que sucedió el día de su cumpleaños.
Tus hojas guardan con recelo lo que escribí esa noche de octubre cuando aproveché la borrachera de Guillermo.
Recuerdas que te narre que esa día después de haberse ido a festejar su aniversario con sus amigos, llego a la casa sin poder sostenerse en pie por la borrachera que se cargaba, yo le ayude a entrar a la casa puesto que nuestros padres no se encontraban la ciudad, y lo lleve como pude hasta su habitación.
Ya en la soledad de su recamara y la inconciencia por el alcohol decidí hacer lo que por años había querido realizar.
Con temor lo bese en sus labios, mismos que no se negaron a corresponder pese a la borrachera, sin embargo ya entrada en calor puesto que a mis 14 años no conocía a un lo que era sentirse mujer y dejando atrás cualquier temor decidí pasar de niña a mujer con mi hermano Guillermo de 21 años.
Lentamente comencé a despojarlo de sus ropas, mientras lo besaba en cada parte de su cuerpo que quedaba libre de cualquier prenda de vestir.
Su piel se sentía suave y expedía un aroma embriagador a mis sentidos que desde hace tiempo deseaban probar.
Al terminar de quitarle sus ropas admire su desnudez, mi vista se fijo principalmente en si pene, una verga que para mí, una chica de 14 años lucia enorme y descomunal pero a la vez encantadora.
Mi mano temblaba al tratar de tomar ese palo de carne viviente que respondía mis torpes caricias, mientras Guillermo mi hermano mayor no se daba cuenta de lo que sucedía.
Suavemente deslice mi mano hacia arriba y hacia abajo y comencé así una paja que me hacia arder por dentro y sentir en mi mano el palpitar de ese falo, que estaba ya en su totalidad erguido como mástil de un gran barco.
Estaba hipnotizada no soltaba ese trozo de carne y cada vez lo masturbaba más y más rápido, mientras en mi interior sentía un ardor que recorría todo mi cuerpo y más en lo mas profundo de mi vagina, que ya comenzaba a emanar sus jugos.
Sin pensarlo dos veces me desnude, y me coloque encima del cuerpo de Guillermo y de una sola estocada me ensarte en su preciosa verga la cual se llevo mi niñez y me convirtió en mujer, en la mujer de mi hermano.
Lo cabalgué por largo rato, la sensación de sentir su carne dentro de mi era maravilloso, sentir como su pene entraba y salía de mis entrañas era sin lugar a dudas una de las mejores experiencias que había vivido hasta ese momento.
En la habitación solo se escuchaba el ruido de choque de dos caderas durante la cúpula y los gemidos de una mujercita de 14 años que cabalgaba a su hermano de 21.
Sus labios eran un manjar de dioses, por ello los devoraba con pasión, mientras mi vagina aprisionaba su falo que estaba a instantes de explotar y llenarme de ese tibio jugo de vida.
Mi excitación había llegado a su punto máximo y cada vez aceleraba más y más, y mas el movimiento de mis caderas que descendían y subían sobre el cuerpo de mi hermano.
Cundo por fin me vino el orgasmo sentí como mi hermano Guillermo me inundaba la vagina y su néctar llegaba hasta lo mas profundo del útero.
Rendida por la deliciosa cabalgada caí sobre el cuerpo de mi hermano y mi cabeza la coloque sobre su torso desnudo.
Después de un rato de descanso me baje de mi hombre, tome mis ropas y me fui a mi habitación a dormir y a sentir me la mujer más feliz del mundo por haberme convertido ya, por medio de la verga de mi hermano, en una mujer.
De eso ha pasado más de dos meses, Guillermo no se entero de lo ocurrido, y mi periodo menstrual se ha retrazado, me he hecho una prueba de embarazo y da positivo.
Guillermo entro a mi habitación sin saber que era lo que portaba en mis manos vio la prueba y su rostro cambio y enojado me cuestiono que porque me había embarazado y quien había sido el hijo de puta que se robo mi inocencia.
Apabullada por sus preguntas y con lagrimas en mis ojos le grite que él era, que si acaso no recordaba la noche de su cumple años, lentamente me soltó y corrí a mi habitación y escribí estas líneas para despejar mi mente.