Me embarace de mi hermano (2)

Después de que mi hermano Guillermo viera mi prueba de embarazo y se enterara de forma abrupta que él era el padre de mi hijo, salí hacía mi habitación donde llore por largo rato, hasta que el toco mi puerta.

Me embarace de mi hermano II

Después de que mi hermano Guillermo viera mi prueba de embarazo y se enterara de forma abrupta que él era el padre de mi hijo, salí hacía mi habitación donde llore por largo rato, (incluso luego de haber escrito en mi diario) hasta que el toco mi puerta.

-Ana, abre por favor quiero hablar.

Me limpie las lágrimas y lo deje entrar en mi recamara, estaba nerviosa asustada, no sabia de lo que quería charlar.

Se hizo un silencio, que a pesar de haber sido breve pareció ser muy largo, con voz quebrantada y temblando de nervios y con los ojos llorosos me dijo: "pero como fue que sucedió esto, por que lo hiciste".

Yo le conteste; "Guillermo, siempre te he querido y mi deseo por ti creció más, yo intente demostrártelo en varias ocasiones, pero tu nunca me hiciste caso".

"Pero, Ana tu eres mi hermana por eso me alegaba de ti, porque no quería que fuera a suceder esto, ese día pensé que lo sucedido había sido tan solo un sueño, como otros que ya había tenido", me dijo.

"En otras ocasiones había soñado que te tomaba en mis brazos y te besaba y que tu me correspondías, y que las caricias entre nosotros se incrementaban hasta el grado de ardernos la piel".

"Varías veces soñé que te desnudaba que besaba tus hermosos pechos, que los chupaba y lambía desde su base hasta la punta de tus pezones, los cuales mordía con ansias, que mis manos recorrían cada rincón de tu cuerpo, desde tus pies hasta tu vagina que respondía a mis caricias y me incitaban a entrar en ella".

"Que permitían poseerte, hacerte mujer, mi mujer, que mi pene sería el primero y el único en hacerte sentir mujer, que mis embestidas te hacían llorar y gemir al mismo tiempo que me decías al oído que me amabas, que eras mía".

Al escucharlo comprendí que en el fondo el también me quería y me deseaba, sin perder tiempo le cuestione si el sentía lo mismo que yo, apenado me contesto que si.

Mi ánimo regreso a su máximo y sin pensarlo salte a sus brazos y lo bese, sin embargo se separo de mi y me dijo que lo nuestro era una locura y que si nuestros padres se enteraban lo mandarían a la cárcel y a mi a un internado religioso.

Sin decirme nada más, se marcho hacia su habitación, eso me callo como un balde de agua fría y volví a caer sobre mi cama a llorar, de nueva cuenta por largo rato, hasta que a la habitación entro mi madre y vio tirado en el piso la prueba de embarazo.

Debido a sus prejuicios, comenzó a gritarme y a bofetearme, inmediatamente después mi padre apareció y al enterarse me tomo de los cabellos, exigiendo le dijera el nombre del padre de la criatura.

Yo conciente de lo que me había dicho Guillermo guarde silencio, el cual mi hermano rompió al decirle a mi padre que me soltara, que eso era lo de menos y que no debería de tratar así a su hija mas estando encinta.

Mi padre se enfureció y le dijo que ese bastardo no debía de nacer.

Guillermo sereno le dijo que no estaba de acuerdo con que yo abortara y que no iba arriesgar la vida de su hermanita.

Entonces, mi padre dijo que en su casa no había cabida para mujerzuelas con bastardos,

Guillermo me levanto del piso y le contesto a mi padre, "si no eres capaz de perdonar a tu hija, pues olvídate de que también tienes hijo, esta misma noche nos vamos de tu casa, yo cuidare de ella y de su hijo".

Mis padres salieron de la pieza y se marcharon a la sala, nosotros hicimos nuestras maletas y nos fuimos ese día de la casa de nuestros padres.

Por suerte, mi hermano tenía un amigo que le consiguió un departamento, en el cual hemos iniciado nuestra nueva vida, ahora además de hermanos como pareja.