Me duele la cabeza capítulo 2: De compras sin...

Te dejas arrastrar por Laura y con sus buenas intenciones, siempre os habéis llevado a matar; pero realmente no sabes porque y solo estas tratando de entenderlo, pero ella realmente está muy rara.

Capítulo 2: de compras sin novia

Salimos juntos muy a mi pesar, ella se ha puesto una banda blanca que deja poco a la imaginación y no lleva sujetador debajo, sus pezones marcados son prueba de ello; un minishort que deja poco a la imaginación por detrás ya que lleva la mitad de las nalgas fuera, y por delante se marca todo.

  • ¿nos vamos?

  • ¿te parece que vas correctamente vestida?

  • ¿si, por qué?

  • mmmh...por nada.

  • ¿eres un poco controlador, no te parece?

  • ¿eh...yo?

  • si, tu; no quiero pensar que harías si fueras mi padre o mi novio.

  • tu padre darte unos azotes y tu novio, tengo claro que te tiraba ahora mismo en la cama.

Ella se rie y se sonroja, saca culo y pecho.

  • papi, ¿me vas a azotar? ¿he sido mala? - dice poniendo voz de niña y el dedo se lo chupa en mi cara sensualmente.

Trago fuerte...

  • Laura, hazme el favor de comportarte.

  • Pedro mi amor, ¿prefieres tirarme a la cama o mezclar las dos cosas? - dice azotandose ella misma y besandome el cachete de forma sexy.

  • vamos, joder...

Ella se rie y corre detrás mía, ya que he salido disparado hacia el ascensor; me doy cuenta que es mala idea, cuando ella pulsa el botón y las puertas se cierran.

  • ¿que quieres hacer? Ahora podemos hacer lo que sea y nadie se enterara.

  • Laura, esto no está bien.

  • ¿el que?

  • lo sabes muy bien.

  • no se que estas pensando, pero tu y tu amiguito sois los únicos.

Me señala mi parte erecta ya, intento disimularla; pero ella se rie.

  • así no bobo, dejame a mi.

Ella con gran maestría y rapidez antes de que me de tiempo de negarme, me la sitúa para que la cremallera la disimule; dentro de lo posible, ahora no parece que este empalmado sino que la tengo grande.

  • gracias...

  • de nada

  • oye...¿piensas comportarte o mejor te llevo lejos?

  • llévame lejos mejor

  • esta bien...como eres, ¿que pretendes con todo esto Laura?

  • ya te lo dicho.

  • ya es suficiente.

  • no, no lo es; para que esto funcione debemos crear buen ambiente entre ambos, los dos.

  • ¿y que quieres de mi?

  • que hagas lo que quieras, cuando quieras y como quieras.

  • ...

  • no me mires asi, solo déjate llevar.

Después de eso se abre la puerta del ascensor y estamos en el garaje.

  • Venga vamos Laura

  • llamame Lau

  • ¿para que?

  • porque ya tenemos confianza.

  • cómo quieras.

Escapo hasta el coche como alma que lleva el diablo, me monto de piloto y ella de copiloto; no se porque esperaba que se sentará detrás, ella me sonríe.

  • Ese puesto es el de mi novia...

  • ya, pero ella no está.

  • ...

  • ¿que?

  • no se si esto es buena idea.

  • ¿por qué?

  • porque eres peligrosa.

Ella finge ser una tigresa y arañarme con sus garras, luego se rie; no puedo más que sonreír, sigue siendo una cría.

La llevo a comprar a las afueras, donde ni mi novia; ni yo conocemos a nadie, porque no me fio de la cría.

  • oye, tengo una idea; mientras compremos, somos pareja.

  • ¿que?

  • creo que con eso, rompemos el hielo; y así cuando nos vea Li, estaremos cómodos.

  • no pienso ser infiel a Li.

  • tranquilo, no haré nada raro en la tienda.

  • esta bien...¿por qué decir que no, no servirá de nada; verdad?

  • la verdad es que no.

Suspiro, ella me acaricia la mano que tengo en la palanca de cambios.

  • Lau, no estamos en la tienda.

  • solo estoy practicando.

  • ...

El viaje sigue, con ella dirigiendo la música; yo protestando, ella haciendo lo que le da la gana...vamos como una pareja normal.

Cuando llegó a la tienda y aparco, suspiro por bajarme del coche; ella se baja sola, se acerca a mi y le ofrezco la mano pero ella se agarra de mis hombros. Observó que no nos vea nadie conocido y la agarro por la cintura.

  • relájate, todo va bien.

Suspiro y la miro, ella me giña el ojo y tengo que reírme.

La verdad es que su piel es suave, huele bien; coordinamos bien al andar y estoy a gusto, ella parece contenta y lo observa todo sin perder su agarre conmigo.

Me obliga a pasar por cada escaparate cómo una novia.

  • ¿vas a comprarte algo o vamos a por las cosas?

  • solo estoy mirando ¿tienes prisa?

  • ...no, en verdad no.

  • entonces vamos a disfrutar el día juntos, ¿no?

  • ah, esta bien.

Tras ver cada escaparate del maldito lugar, llegamos a donde están las bebidas; junto a estas, hay unas rosas de las que venden en las discotecas.

  • ¿me compras dos rosas?

  • ¿por qué no te las compras tu?

  • porque tu eres mi novio.

Cuando lo dijo me sentí muy raro, por un lado nuestras rencillas del pasado me provocan un rechazo; por otro sus esfuerzos por agradarme, pasar un día bueno conmigo y hacer las pases me provocan sentirme a gusto.

Le compro las dos rosas, ella me pide que le sujete una; se ata una al pelo, y con la otra...

  • metemela en el escote.

  • ¿que?

  • vamos, ¿no me digas que te da vergüenza?

  • no...pero no está... - me tapa la boca con el dedo, frunce el ceño.

  • hoy todo esta bien, vamos hazlo.

Se pone a tiro y bajo la atenta mirada de los transeúntes, le meto la rosa en el escote; tiene tantas tetas que se le agarra bien y es mu sexy.

  • gracias, ¡me encanta!

Posa sus labios de repente en mis labios.

  • ¿Lau, que haces?

  • ¡perdón, me emocione!

  • no lo hagas más...por favor.

  • ...

Veo que guarda silencio muy seria, llegamos a la bebida; las agarro yo.

  • oye, quiero llevar algo.

  • tu me llevas a mi.

  • ¿que crees que no puedo llevar nada?

  • mi novia no va a cargar en mi presencia.

Ella se sonroja y no dice nada.

Cuando pagamos insiste en pagar.

  • shhh calla esa boca, mientras el novio tenga dinero; la novia no paga.

Ella sonrie roja de nuevo.

Cargo con las bolsas, llegamos al coche; dejo las bolsas, le abro la puerta y ella sonrie de nuevo.

  • gracias, ha sido muy especial para mi.

Dice con voz tierna y un abrazo de los que quitan el sentido, esta vez la rodeo con mis brazos; y nos llevamos así un buen rato en silencio, hasta que ella rompe el silencio con una súplica.

  • ¿me besas por última vez?

  • ...no debemos...

  • hoy eres mi novio no el de Li

  • ...

Ella acerca sus labios, yo no tengo espacio de retirarme; me agarra con fuerza, mi voluntad flaquea.

Ella une sus labios, me hace sentir algo raro; una extraña conexión, nuestros labios comienzan a moverse el uno sobre el otro y su lengua pugna por entrar pero con mucha taquicardia y falta de respiración consigo separarme.

  • gracias, Pedrito.

Tras eso se mete en el coche, parece mareada y yo también lo estoy.