Me dijo que no tenia experiencia.
Una primera cita, después de conocernos por internet, en la que visitamos su hogar, en el que nos encontramos solos. Su falta de experiencia me sorprendió bastante.
Colaboración de: ElPicaroDeLasExperiencias
Esta historia comienza con la instalación de varias aplicaciones de citas en mi teléfono, para pasar el aburrimiento de la soltería, la que ya tenía desde hace un tiempo, sin si quiera saber cuanto exactamente.
Yo miraba a las chicas que en las app aparecían, leía su descripción, miraba sus fotos y daba like solo si llamaban mi atención. Cuando llegue a su perfil, me llamaba la atención lo que estudiaba, lo que colocaba de su vida, mientras en las fotos se notaba una mujer alta, con buenas caderas, la medida de pecho justos para que se adecuaran a mi manos, pelo medio largo, entre otras cosas.
Le di like, esperando que ella tambien lo hiciera, para poder empezar a chatear. Algo que por suerte paso, lo que permitió empezaramos a comunicarnos, como todos han empezado en este tipo de aplicaciones.
Por mi partesenti un interés por esta chica, ya que me reía con lo que hablábamos, pasando por todo tipo de temas. Cuando llegábamos a hablar de temas sexuales, ella me contaba que tenia poca experiencia, ya que solo había tenido una pareja sexua, a lo que yo respondía con la típica picardía que me caracteriza, esa picardía que es entre broma y un “te lo digo en serio”, le decía, podría ser el segundo o el “porque no aprendemos juntos”, todo esto en el contexto de que teníamos la confianza para hacer estos comentarios.
Despues de varias semanas en que continuamos hablando, ella me comento que sus padres se irían a la playa, por lo cual ella quería salir para no estar sola en su hogar. A lo que yo le respondí que saliéramos a comer algo, ademas así seria una forma entretenida de conocernos.. Por lo que nos pusimos de acuerdo en juntarnos en un lugar de la zona poniente (oeste) de la ciudad.
Cuando yo ya iba en camino,, ella me avisa que hay cambio de planes, que necesita ir de compras al supermercado y que despues nos iríamos a su casita, ya que no porta estar tanto tiempo sola, por la posibilidad de que entren a robar.
Cuando por fin nos juntamos, confirme sus atributos físicos: esa altura, esas grandes caderas (fácilmente las desee y me hicieron imaginar varias cosas). Obviando el tiempo en el supermercado y las compra, ya en camino a su hogar, yo me decía a mi mismo que solo seria una junta, comer y tomar algo, para luego irme de regreso, pero la realidad es que en lo más profundo de mi ser yo ya estaba deseando otras cosas.
Llegando al espacio de su familia, en el que nos encontramos los dos solos, yo ya sabia que pasaría lo que imaginaba, veía la intención de ambos en que sucediese lo que yo quería, sin que ni uno de los dos fuera capaz de reconocerlo.
Nos sentamos en el sillón, empezamos a conversar, mientras buscábamos una buena película y abrimos las cervezas recién compradas. Para luego ponernos de acuerdo para ir a preparar las cosas que comeríamos (no hablo de que ella a mi y yo a ella, aunque este sea el objetivo), finalmente, decidimos en preparar pizza.
En la cocina estábamos con el típico jueguito de tirarse la harina, de molestar con empujones y cosquillas, así como niños, pero niños grandes. Algo que continuo cuando me agache a prender el horno y sentí como una palmada en mi cachete (obviamente me lo tome como un chiste), algo que le devolví con la mejor de las intenciones. Ahí fue cuando calcule mentalmente que mas que sus caderas, su trasero estaba ideal para mis manos.
Luego de que la comida se estuviera preparando (ahora hablo de la pizza y nosotros), seguimos bebiendo, esperando sentados en el sillón, me dijo en un silencio de aquellos donde la pelicula está en suspenso y yo bebiendo,
igual ya se está haciendo tarde, por que no te quedas mejor?
si tienes razón, además la pizza no está lista y tengo deseos de comer (no especifique que no solo quería la pizza)
Después de un tiempo, la pizza ya estaba lista, la cual creo que no duró mucho, no por el tamaño de esta, si no más bien porque el momento estaba siendo tan agradable que ni cuenta me di cuando ya no quedaba. Ya reposando lo comido, cada vez nos encontrábamos sentados más de cerca en el sillón.
A lo que me decía...
- no te dije, pero esta super rico tu perfume
Mismo momento que se acercaba a mi cuello y sentía su respiración cálida. Eso me hacía sentir un agradable alza en la temperatura personal y ambiental, algo que ella noto que estaba sucediendo, creo, aunque quizás, ella solo quería seguir haciéndolo.
Después apoyo su cabeza en mi pecho mirando la TV ( la película ya había terminado y veíamos solo imágenes). Para empezar a tocar mis piernas suavemente lo que hacía que mi temperatura siga subiendo, algo que provocaba al mismo tiempo que fuera aumentando poco a poco mi erección.
Ese día estaba con unos jeans amigables por si eso pasaba, ya que eran elasticados, ella estaba con un jeans bien apretado color negro y una polera de tirantes que fue lo que me hizo confirmar lo de sus caderas y pechos, en un principio.
En eso que ella seguía apoyada en mi, yo le daba cariño a sus brazos y hacia él típico caminito de dedos jugando. Hasta que en un momento, no se si con o sin querer, quizás solo una de esas casualidades del instante, se gira y el cariño en el brazo, se transforma en un cariño en el pecho. Algo que note por su cara que no le incomodo, por lo que continue por encima de su solera.
Cada vez ese cariño era más pronunciado y sus expresiones faciales demostraban que le estaba gustando, además sus manos también hablaban apretando en forma de caricia mis piernas. En uno de esos momentos, ella tomó mi mano y la moldeo directamente a su pecho haciendo que le apretada esos tetas que tenía, primer mito comprobado, medida perfecta para mí mano. Luego de eso ella se levantó de mi pecho me miró con cara de no saber que estamos haciendo, pero tambien con cara de mucho placer. Por lo que, la única opción que me quedo fue tomarla por detrás de la cabeza y tirarme a besarla, ya empezando a agarronearle las tetas de forma cada vez más profunda y deseosa, mientras ella ya tocaba más que solo mis piernas, sumándole mi pecho, mi pelo, mi cuello, mis brazos, sobretodo tocando mi entrepierna y moldeando mi erección con un movimiento de mano muy especial, el que podía yo seguir por el largo de mi erección que ya se notaba bastante a través del jeans amigable.
Luego de ya estar besándola solo en la boca por un buen rato, comence por su cuello, por los oídos, enredar mi mano con su cabello, ese jalón suave hacia atrás que uno ve en las películas. A lo que ella respondió parándose y sentándose dándome la espalda, mientras movía sus caderas de forma circular, lo que la llevaba a sentir mi erección de forma más cercana en su vulva. A la vez que yo con mis manos despejadas, en ese momento la agarraba de sus temas por debajo de su polera, apretando y soltando, jugando con esos pezones que estando duritos, daban ganas de comerlos en el mismo momento. Me entretuve tambien, bajando mis manos hacia su pantalón, para sacar volando el primer botón, que me permitiría entrar con mi primera mano. Con un cariño me basto para darme cuenta de lo mojada que ella estaba y que quería sentir mis dedos adentro y tocandola más y más, lo que me demostraba con sus movimientos.
Me hace pararme del sillón e ir a su pieza, en el trayecto eran besos y agarrones de todo lo que se puedan imaginar, para que al momento de llegar a la cama, me lanza, se sienta arriba y continuamos con los besos. Con la primera vez que se sentó sobre mi dándome la espalda, cumplí el deseo de poder ser la silla, así que ahora podría ser fácilmente otro tipo de cosa.
Comencé sacándole la polera y ella la mía, luego los sostenes, con una mano solamente ya que con la otra la tomaba de su cabeza para besarla, despues la di vuelta para yo estar arriba, donde me suelta el cinturon y boton del jeans amigable. En paralelo yo comencé a bajarle sus pantalones y vi que tenía un calzón de encaje rojo, lo que combinado, provoco más deseo por ser mi color preferido y la prenda preferida en las mujeres.
Ahí estando ya encima de ella, yo aun con mis jeans puestos, le comencé a comer esos pechos, apretarlos, lamerlos, ambas al mismo tiempo, comer esos pezones duros que sentí en el sillón, mientras la rozaba abajo cada vez con el jeans más abajo. Justo ahí llego el momento donde me dio vuelta quedando yo en la cama y ella encima, donde comenzó con besos desde la boca, luego por el cuello, por el pecho hacia el ombligo, orilla del bóxer procediendo a bajar el pantalón hasta sacarlo (muchos dirán que estaba sin zapatillas yo y ella, pero cuando íbamos en camino a la pieza, los zapatos fueron quedando en el camino), luego de sacarme los jeans me fue bajando el bóxer lentamente a medida que me iba besando las orillas. Al momento de que se asomo mi elección, comenzó con unos besos en la cabeza, esos besos suaves que sientes por todos lados, algo que interrumpíos para sacar mi bóxer completo, para luegotomar mi pene con su mano, llevarlo dentro de su boca, lentamente, mientras con la otra mano me apretaba el abdomen, lo que me hacía sentir sus uñas clavándose, combinadas con el placer del oral. Algo que se interrumpió, ya que decidí darle la vuelta, consideraba que ya era mi turno. Comence de la misma forma con diferencia que mi lengua la empezó a recorrer saltando su zona intima, desde el cuello al abdomen y luego desde los tobillos hasta el interior de los muslos, donde sentía que lo disfrutaba por el hecho de que se movía y me tomaba de la cabeza guiándome hacia su interior.
Comencé a apretar con mis labios su vulva sin sacar aún el rojo de encaje, apretar sus orillas, dando una buena preparación para luego ir sacándolo de apoco y llevar mi lengua que comenzó nuevamente por sus orillas, luego más para el medio, y así hasta hacer que me apretada la cabeza cada vez más mientras le besaba los labios. Esos labios verticales, que complementados con mis besos, mi lengua y dedos, creaban algo que al parecer a ella le gustaba bastante. Ya después de un rato comencé a subir lentamente hasta llegar al punto de que mi pene ya demaciado erecto con deseos de entrar quedará a la altura.
Esto, lo comence con un suave roce, que hacía que la temperatura siguiese subiendo y se sintiera en su máximo. Lo que me llevo a dejar ese roce y hacer que entrará solo la cabeza de forma lenta, de tal forma de hacerla sentir cada centímetro que estaba entrando en ella.
Continue de una forma lenta para luego ir aumentando el ritmo, primero bien pegado a ella y luego más separado, lo que hacía excitarme más y más por ver esas tetas moverse al mismo ritmo. Despues de ya haber tenido sus piernas abiertas, ahora eran elevadas y cruzadas, lo que hacía que entrara con una fricción más rica. Algo que fue cambiando varias veces a diferentes posiciones: estando ella apoyada en la cama, la clásica en 4 y tambien llevándola a algunas que a mi me gustan más.
Luego, de a poco incluir algunas palmadas y apretones de trasero, que se intensificaba con algunos jalones de pelo, para llevarla más en mi dirección. Era tanto lo cerca que estábamos el uno del otro, que sentía el rebote de su trasero en mi cuerpo, en mis huevos y en todo su ser.
Hasta que me dijo…
- sigue sigue sigue sigue, no pares que me voy
Sintiendo ese punto de contracción donde comienzas a entrar mas apretado, llegando a ese punto de relajo que solo debes haberlo sentido para saber de cuál estoy hablando. Para luego, con tono de desafío, decirme: “Ahora, te toca a ti”. Lo que me llevo a sentir esas ganas aun más deseosas de que me tocará a mi ahora, por que con la cara que me lo dijo combinado con ese tono de voz, a cualquiera le hubiese pasado.
Ya estando apoyado en la cama, se sentó encima, haciendo que entrará nuevamente de apoco, primero la cabeza y luego completo, con unos saltos suaves que me permitan ver el entrar y salir, yo sentía que pronto me tocaría a mi, pero nuevamente me dijo que siguiera y siguiera, ya que le tocaría nuevamente, por lo que reaccione a apoyarla contra mi, levante y apoye mis piernas, para darle a mi ritmo, desde lento y suave hasta rápido y duro. Para nuevamente sentir esa contracción, en la que se siente que se aprieta el espacio para mi pene, que ya empezaba a sentir con calor propio, además del calor que salía por la vagina de ella. “Uf. Me toco nuevamente”, me dijo algo agitada al ya haberse relajado, sintiéndolo como uno de esos comentarios de confianza que pocas veces se dan.
Ella comenzo a moverse lentamente todavía con mi pene dentro de ella, para luego separarnos y sentirla dándome la espalda nuevamente, algo que me excito mucho más de lo que ya estaba, ya que nuevamente podía ver el entrar y salir, poco a poco, además de que sus caderas calzaban perfectamente.
Ya estaba con esa sensación de tanta calentura que en cualquier momento me iba a tocar a mi, eso que sabes que puedes dar más pero al mismo tiempo no, cuando esa sensación aumentaba, acerque hacia mi su espalda, con las plantas de mis pies apoyada a la cama y ella solo moviéndose al ritmo que estaba dando yo. Cada vez más profundo, mi respiración cada vez más concentrada, hasta que comenzo ese cosquilleo que da antes de irte, donde ya combinando los gemidos de parte de ella con los míos, hacia cada vez más intensa esa sensación hasta llegar al punto que ese cosquilleo se transformó en ese expulsar de mi pene (esa misma sensación que la mujer puede sentir cuando lo tienen adentro y llega ese momento). Ella sintio en mi ese relajo del que hablo, pero se para y nuevamente en ese tono de desafío me dice: “te falta una”.
Aun estaba mi pene erecto después de ese relajo, por lo cual rápidamente lo tomó y comenzó a hacerme un oral, mientras con la mano bajaba y subía, mientras yo seguía con mi erección, a la vez que me gustaba mucho lo que ella hacía.
Cosa rara, ya que cuando te vas, Normalmente se debe esperar para volver a lograr una ereccion satisfactoria, pero ella con solo un oral, hacía que lo normal no valiera.
Ella veía mientras me hacía el oral mi cara de satisfacción y me decía: “lo quiero acá” mostrando su lengua, “dámela toda” mientras la entraba a su boca, “dame esa leche” pasando esa lengua desde mis huevos, hacia la cabeza.
Luego de unos momentos así, terminé cumpliendo lo que me pedía y en ese instante de cosquilleo que veía como me empezaba a mover involuntariamente, seguía lamiendo mi pena hasta poner la lengua justo en el momento que me volví a ir.
Finalmente me llevo a la duda de esa poca experiencia que dijo tener.