Me dieron una buena lección

Mi profe y su compañero de piso me enseñaron muchas cositas.

Hola, me llamo María y esta es la primera vez que escribo un relato. Hace algunos años que conozco esta página, pero hasta ahora no me había atrevido a contar mis experiencias. Ahora tengo 19 años, pero esta historia ocurrió hace unos 5 mas o menos. Soy de estatura media, tengo el pelo castaño y ondulado y los ojos azul grisáceo. Tengo unas buenas tetas, uso una talla 95, y tengo un culito muy respingón y redondito.

Bueno, pues en aquella época yo empezaba a ir al instituto, me sentía muy mayor por ya no ir al colegio, y obviamente hacia ya mucho que me masturbaba y veía porno en Internet. Pero nunca había tenido sexo. Un día tuve que quedarme en el instituto por la tarde para hacer un trabajo con mis compañeras, y se nos hizo un poco tarde, más o menos las 8, y a todas mis amigas las vinieron a buscar sus padres, por lo que tuve que coger yo sola el bus. Era la hora en la que la gente sale de sus trabajos, y como mi instituto está en una zona bastante complicada para aparcar, pues mucha gente también lo cogía. Recuerdo que ese día llevaba puesta una minifalda sueltita muy cómoda, porque estaba haciendo una ola de calor terrible por aquellos días, y una de esas camisas pegaditas que se usaban en aquel tiempo, con botones, y como siempre he estado muy orgullosa de mis tetas, pues bastante escotada. Pagué mi viaje y me encaminé hacia la parte de atrás del bus, ya que no había asientos libres, y si te quedabas adelante el conductor te echaba para atrás. Pues allí me acomodé, con una mano me agarré a uno de esos palos que hay en los buses, y con la otra sujetaba mi carpeta contra el pecho, y me dispuse a dar rienda suelta a mis fantasías. En aquellos años estaba enamorada de un profesor de mi instituto, estaba buenísimo y todos mis orgasmos se los dedicaba a el, imaginando que me follaba salvajemente a cuatro patas, mientras me agarraba las tetas. Recuerdo que estaba pensando en lo cachonda que me había puesto ese día porque me había chocado contra su cuerpo alto y masculino. Pues en esos pensamientos verdes estaba yo, cuando noté una presencia detrás de mí. Al principio me puse de mal humor, me daban rabia los viejos verdes que intentaban aprovecharse de mi bonito cuerpo, los consideraba indignos de él. Así que intenté apartarme, aunque había algo que me gustaba de mi inesperado amigo, su colonia. Y de repente mi corazón estaba acelerado, era la colonia de mi profesor!!! Sería el? En ese momento noté que una mano se deslizaba bajo mi faldita y me rozaba con un dedo muy suavemente el culito, y no pude evitar que mis pezones se pusieran como piedras tras ese contacto. Moví un poco el culo en señal de aceptación, y el dedo empezó a recorrer un poco mas de entusiasmo a lo largo de mi rajita. En ese momento me entró un poco de miedo y giré la cabeza, quedándome muy sorprendida al ver que efectivamente era mi profesor el que me tocaba el culo. Puse cara de idiota y le dije: Profe! Que estúpida debí parecerle, haciéndome la tonta. El me respondió:

Hola María, guapa.-Y acompañó su saludo de una gran caricia con toda la mano abierta a mi culito desnudo.

Intenté hacerme la digna y separarme, yo estaba enamorada de él, quería amor. El me sujetó del brazo y me dijo:

No te hagas la tonta, que te estaba gustando pequeña zorra.

Estas palabras me dejaron quieta, entre cachonda y asustada, en mis mas íntimos momentos imaginaba que me trataban como a una guarra y me insultaban, y estas palabras de mi profesor me dejaron a cuadros. Ni corto ni perezoso pegó su paquete, el cual estaba súper duro, a mi culo y pasó su mano por delante de mi cintura metiendo los dedos bajo el tanga. Casi no me derrito tras ese contacto, ahí dejé se ser yo misma para convertirme es su puta particular. Al notar lo mojada que estaba, pegó su boca a mi oído y me dijo:

-Con que me querías engañar, eh, putita? Mira como vas empapada como una guarra y poniendo cachondo a todo el que te mira, con esas tetas de golfa que te gastas.

Yo solo pude responder moviendo mi culito hacia su tranca y gimiendo muy suave.

-Si perrita, te gusta que meta un dedito? Y mi tranca te gusta verdad?

Me estaba poniendo cachondísima el cabrón, notaba el coño chorreando y los pezones me iban a reventar, me iba a correr de nada, mis sueños mas guarros se estaban haciendo realidad. En ese momento deslizó la mano que tenía libre bajo mi camisa y logró acariciarme una teta de una manera que me hizo estremecer.

-Joder que tetas más suaves tienes nena, te las voy a chupar hasta desgastártelas

Y en ese momento no pude más y me corrí allí mismo, gimiendo como una puta y moviendo el culo igual con tres dedos metidos hasta el fondo. Cuando acabé me entró tal vergüenza que intenté escapar corriendo ya que justamente el bus estaba parando en una de sus paradas, que ni era la mía ni nada, pero quería largarme de allí ya. Mi profesor me agarró del brazo y volviéndome a la postura de antes me dijo:

-¿Cómo? ¿Te corres y me abandonas? ¿Qué clase de putita vas a ser? Llevas todo el curso poniéndome cerdisimo con esas minifaldas y esas tetas que casi llevas fuera, y ahora te vas a largar? Perdona que te diga que tengo otros planes para ti guarra, espero que te guste la leche.

Y así siguió diciéndome guarradas hasta que llegamos a la parada de su casa, donde me cogió de la mano y me llevó de la manera más natural del mundo por la calle, como si fuéramos novios.

Cuando llegamos a su casa lo primero que hizo fue bajarme el tanga y quitármelo. Luego me abrió la camisa y dejó mis tetas al aire. Empezó a sobarlas y a lamerlas, diciéndome que tenía unas tetas enormes y que se había pajeado muchas veces pensando en ellas. Yo no podía dejar de gemir, estaba cachondísima de nuevo. Cuando se cansó de babearme las tetas, me puso las manos en los hombros hasta dejarme de rodillas, y se bajó lentamente la cremallera de los pantalones, mirándome fijamente a los ojos. Entonces se sacó la polla, preciosa y enorme y empezó a pajearsela delante de mi cara. Yo no podía dejar de mirarla, y el me preguntó:

-Te gusta?

A lo que yo respondí asintiendo que sí.

-Quieres mamarla?- Y empezó a pasarmela por las mejillas, por la frente, muy lentamente. Y empezó a pasarla por mis labios muy suavemente, a lo que no puede resistirme y la atrapé de un bocado y me puse a chuparla salvajemente.

-Tranquila putita, es toda tuya

Y entonces se dedicó a meterla y a sacarla de mi boca muy suavemente, con sus manos detrás de mi cabeza, gimiendo y diciéndome guarradas:

-Así, muy bien, ya sabia yo que debías mamarla muy bien con esa boquita, como me pones zorra, que cara deputa se te pone…se la has mamado a muchos chicos?

Yo me dedicaba chupar y lamer, mientras notaba el coño chorreando.

En eso estaba cuando oí un ruido extraño en la habitación, yo no podía moverme porque el me agarraba la cabeza, y ademas el ruido venia de detrás de mi, así que primero sentí las manos en mi culo antes de ver nada:

-Vaya, que tenemos aquí, esta es la zorrita de la que me hablabas? Que culito más precioso trae bajo esta falda...

  • Si Jorge, esta es María, ves como está buenísima? Mira que bien la mama..,

Yo estaba tan cahonda que ya me daba todo igual y veía de lo más natural que allí estuviese otro chico acariciándome el culo.

Mírala bien, mira que tetas- Y me hizo levantarme y dar unas vueltas sobre mi misma.-Hoy vamos a pasárnoslo de muerte…Ven María.

Me llevó hasta el sofá y allí se sentó con la polla tiesa como un palo, y me hizo ponerme a cuatro patas en el suelo entre sus piernas, y me dijo:

-A que estas esperando? Sigue con tu trabajo perra.

Y allí que me apliqué yo, ayudándome con una manita, como había visto en las pelis porno, pajeando y lamiendo a la vez, mirándole a los ojos y poniendo carita de guarra. Jorge decidió aplicarse a mi culo y mi coño y empezó a lamerlos suavecito con la lengua muy caliente y mojada, mientras yo me moría de gusto. Se centraba en el culito, intentaba meter la lengua y luego bajaba y me lamía el coñito con la puntita de la lengua, haciendo que yo moviera el culo hacia atrás pidiendo más.

-Te gusta que te chupe el culito guapa? Así mueve el culo como las buenas putas, tan pequeña y tan guarra que maravilla.

Cuando se cansó de meter la lengua en mi culo se dedicó a intentar meter el dedito, lo que consiguió fácilmente, yo estaba literalmente fuera de mí y empujaba el culo hacia atrás ayudándome a clavarme el dedo. Eso lo ponía súper bruto ya que intentaba meterme cada vez más dedos, hasta que se levantó y se fue a coger algo de un cajón. Cuando regresó noté como me echaban algo frió y viscoso en el culito y me lo extendían por toda la rajita. Entonces se dedicó a pasarme su polla por toda la raja del culo, frotándola bien, yo estaba súper cachonda y seguía moviendo el culo y el me decía:

-Te está encantando, que pedazo de zorra eres, mueves el culo como una profesional. Sabes que te voy a hacer? –Dejó su polla apoyada en mi culo y apoyó todo su cuerpo sobre mi espalda, yo seguía con la boca llena de la polla de mi Profe, el cual movía el culo arriba y abajo follandomela toda, y me dijo al oído mientras me acariciaba las tetas bamboleantes-Te lo voy a follar, te la voy a clavar en el culo ese de puta hasta rompértelo, así aprenderás a no ir calentando por ahí, a partir de ahora serás nuestra zorra profesional, sabes?

Y sin más empezó a clavármela en el culo, lentamente pero sin parar, yo intenté zafarme, me estaba doliendo un poco, pero entre los dos me agarraban muy fuerte y mi Profe me tenia ocupada la boca, con lo que no podía gritar. Cuando estuvo toda dentro, empezó a moverse dentro y fuera, lo que hizo que de repente yo me sintiera en la gloria, me estaban follando el culo y me estaba encantando, joder!! Entonces fue cuando fui consciente de la situación: Yo a cuatro patas, con un desconocido follandome el culo, sus manos en mis tetas, mi boca llena de la polla de mi profesor, sus manos en mi nuca, y los dos diciéndome lo guarra, puta y zorra que era. Entonces empecé a notar como un tremendo orgasmo llegaba, y empecé a estremecerme, y oí como Jorge me decía:

-Sí, córrete puta, córrete con mi polla en tu culo

Debí poner una cara súper guarra, porque mi profesor no pudo mas, y me gritó:

-Abre la boca!

Y en medio de un brutal orgasmo abrí la boca y saque la lengua, y profesor empezó a pajearse como un loco sobre ella, llenándome la boca de la leche caliente y espesa que tanto había soñado saborear. Cuando terminé de correrme, tenía la boca llena de leche aún, y mirando a los ojos a mí Profe me la tragué saboreándola lo máximo posible y dije:

-Que rica- A lo que el contestó:

-Sabía que eras una zorra, María.- Y se dejño caer de nuevo en el sofá y se dedicó a observar como me follaban el culo y a hacer comentarios:

-Follatela bien, clavasela bien adentro.

Así estuvo un rato, hasta que le dijo:

-Jorge, quiero follarme ese coñito, mira lo depiladito que lo lleva, siéntate en el sofá.

Jorge me cogió en volandas y sin sacarme la polla del culo se sentó en el sofá, dejándome el coño bien abierto, y agarrandome las piernas abriéndolas muchísimo. Yo empecé a gritar y a intentar quitarme:

Dejadme!! No quiero hacerlo así!! Me vais a destrozar!

Por supuesto ignoraron mis suplicas y mi Profe empezó a sobarme las tetas y a meterme un dedo en el coño:

-Cállate guarra, mira como tienes el coño de empapado y te piensas que lo voy a desaprovechar?

Y empezó a clavármela en el coño, lentamente al principio y de repente de un golpe seco, que me hizo llorar.

-Así, llora un poquita mi putita, me encantan las niñas lloronas, me ponen más! –

A todas estas Jorge no había parado de taladrarme el culo, y habían conseguido un ritmo constante y maravilloso, yo estaba cachonda de nuevo, y nunca había podido imaginar lo maravilloso que podía ser tener una polla en el culo y otra en el coño a la vez, así que me volví literalmente loca, y empecé a moverme y a gemir y gritar:

  • Sí, sí, sí! Clavádmela mas adentro, folladme cabrones!! Soy vuestra puta, quiero vuestra leche!

-Sabía que te gustaba, tienes una cara de zorra

Y yo gemía y gemía, y de repente empecé a notar como se sucedían los orgasmos, y no podía parar de correrme, hasta que mi Profe no lo pudo soportar mas, se Salió de mí y empezó a pelársela enfocando para mi cara, mientras yo sacaba la lengua y me acariciaba las tetas, gimiendo como una zorra. El primer chorro de leche me cayó en la lengua, pero el segundo y el tercero me los echó en las tetas, leche que yo me apresuré a recoger con los dedos y lamer, porque me había vuelto adicta a la leche. En esas estaba cuando Jorge me apartó de encima de él y dejándome tumbada allí mismo como estaba, repitió la jugada de su amigo, viendo como yo aún recogía los restos de corrida del profesor, pero centrándose en mi cara, ese fue el lugar escogido para echarme su corrida, en mi cara y mi pelo. Cuando acabó me chorreaba la leche por el cuello, pero por supuesto no desperdicié nada y me la bebí todita, porque yo soy una niña muy muy buena. Luego estuvimos un rato tumbados, mientras ellos me acariciaban el cuerpo y me exigían volver otro día, a lo que respondí que por supuesto que sí.

Espero que os haya gustado mí experiencia. Os dejo mi correo por si queréis mandarme vuestros comentarios o sugerencias: Mariapg_1987@hotmail.com