Me dejo tocar por un desconocido en el bus
Voy a mi escuela en el bus de transporte público sentada junto a un tipo de edad avanzada y...
Holis, soy Sabrina, actualmente tengo 23 años y quise compartir algunas experiencias sexuales y locuras que he hecho en ocasiones.
Esto me pasó en 3ro año de año secundaria, soy delgada sin mucho pecho ni nalgas pero de curvas "sensuales" por decirlo de alguna manera, de tez blanca con un toque de morena y de cabello largo castaño oscuro, mi cuerpo es casi exactamente igual que desde el tiempo en que me ocurrió esto.
Era un día en la mañana cuando me tocaba tomar el bus de transporte público para irme a clases. Recuerdo que esa vez iba muy atrasada para tomar el bus de siempre, así que no tuve más opción que simplemente esperar al siguiente que aparecía después de unos 20 o 30 apróx.
En ese tiempo usaba un jumper que me iba un poco ajustado y enseñaba más pierna de lo normal, en la calle casi siempre notaba más de alguna mirada con lujuria de hombres de edad mucho mayor a la mía, al principio me incomodaba y se sentía desagradable a veces, pero con el tiempo me acostumbré y me empezaron a gustar esas miradas, e incluso empezaron a levantar una leve excitación en mi cuerpo.
Una vez pude subir al bus noté que por el hecho de ir un poco más tarde a clases, el bus iba con muchos menos pasajeros de lo habitual, así que tenía la libertad de elegir en qué asiento quedarme y elegí el último de atrás que daba por el lado de la ventanilla del bus, me sentía como una alma solitaria en aquella parte de atrás ya que de los pocos pasajeros que habían, estaban casi detrás del conductor del bus.
Después de unos minutos, el bus se detuvo en una parada y se subió un adulto de unos 50, 60 años, y se fue a sentar en la mía fila de asientos que yo, antes de inclinarse para tomar asiento notó mi presencia y me examinó de pies a cabeza con la mirada, recuerdo que me dijo:
-Vas tarde a la escuela pequeña.
Yo: Si jeje...(tratando de evitar contacto visual)
El tipo se sentó dejando un asiento vacío entre nosotros sin sacarme la mirada de encima. No sé por qué pero recuerdo que en lo más profundo de mis pensamientos sentí una extraña calor en mi entrepierna y por alguna razón me empezaron a invadir unos pensamientos perversos y morbosos que no me podía sacar de la cabeza. Entonces el viejo siguió tratando de entablar una conversación:
- Mi sobrina va a la misma escuela que tú, y es igual de hermosa.
Yo: Muchas gracias, señor jejeje (con una risa suave pero traviesa al mismo tiempo lo miré a los ojos, y el tipo me estaba decorando con la mirada)
En ese momento me di cuenta de que mis impulsos me estaban llevando al límite de cometer una locura con ese señor pero cuando lo ví a los ojos, me excité tanto que solté un pequeño suspiro agitado, mi mente poco a poco se empezó a nublar y tenía que lograr de alguna manera que el señor se mueva a mí asiento de Aldo para empezar con mi morboso plan.
El viejito me siguió dando conversa del tipo: "En mi tiempo, esta ciudad era muy distinta, etc..." Mientras yo fingía ponerle atención teniendo en mente muchas morbosidad es, hasta que de pronto se me encendió la ampolleta de luz encima de mi cabeza y le interrumpo la conversación de manera respetuosa:
Yo: Señor, no le escucho bien por el ruido del bus, ¿Quiere sentarse más cerca? (Lo dije con un tono de voz muy suave y sensual
-Bueno señorita.
Creo que para ese momento el señor ya se percató de mis intenciones porque puso su rodilla junto a las mías y dijo:
- No tienes frío con esa faldita tan corta?
Yo: un poco señor, pero solo en las piernas, miré...
En ese momento hice mi jugada maestra, le tomé su mano y la puse en mi rodilla.
- Uy! Que heladas tienes tus piernas jovencita (empezó a acariciarme de manera suave)
Yo: Su mano está muy calentita señor. (Lo miré y puse una cara de ser una putita)
En ese momento el señor ya no se contuvo más y me metió la mano debajo del jumper, tocando de manera indebida mis muslos y rosando mis calzoncito que ya para ese momento estaba más que húmedo. Empezé a poner caras de excitación y a respirar más agitadamente.
-No sabía que habían chicas tan juguetonas como tú.
Yo solo atiné a mirarlo con cara de niña mala y empezé a acariciar el bulto de su pantalón que ya estaba duro.
Yo: qué es esto durito que tiene aquí señor?
-Es mi caramelo que tengo para las niñas malas como tú.
Le bajé su bragueta y miré disimuladamente hacia todas partes del bus para ver si alguien había notado nuestro pequeño encuentro con el señor, desesnvainé su pene erecto, no de gran tamaño pero si muy grueso, y lo empecé a masturbar mientras seguía mirándolo fijamente a la cara.
- Sigue así zorrita, frótalo hasta que salga lechita espesa.
Incliné mi cabeza hacia su pene y le pasé toda mi lengua por la puntita mientras lo seguía masturbando, con una mano me sostuvo de la nuca para que no me sacara su pene de la boca y con la otra mano me agarraba un pecho por encima de mi uniforme.
- Aquí viene tu recompensa. (El señor estaba cada vez respirando más fuerte y apresurado)
Después de unos segundos sentí algo caliente y espeso llenándome la boca mientras se lo chupaba, con la calor del momento solo me lo bebí y sin tratar de saborearlo.
Hasta aquí dejo mi relato. Sigue pero ya se hizo muy largo jaja sí les gusta me lo hacen saber y escribiré la segunda mitad. Besitos.