Me dejó tirado

La averia de mi moto, me condujo a una experiencia inilvidable.

Me dejó tirado

Maldita moto, siempre me pasa lo mismo, cuanto mas la necesito, mas me deja tirado; aunque poco me imaginaba que aquella vez seria diferente

Pues si, me quedé tirado, tirado en la carretera, sin moto y sin mobil, con lo cual, aparte de la putada, podía acabar calado hasta los huesos si encima, tenía razón la predicción del hombre del tiempo

Me puse a andar por el arcen de la carretera y cada vez que oía un vehiculo, hacia el ademán de autostop; al cabo de un rato, habían pasado tantos vehículos que ya ni siquiera me giraba para mirar si paraban.

Cual no seria mi sorpresa que una vez rebasado, el chirriar de unos neumáticos, hizo que levantara la cabeza; un cochazo de lujo se había detenido a unos metros de mi y había abierto una de sus puertas para que subiera.

No me hice esperar y con una carrerilla nerviosa me introduje en su interior… me llevé la sorpresa de mi vida; dos preciosidades estaban sentadas en la parte delantera del auto y me miraban de arriba abajo sin dejar de sonreír.

  • ¿Donde vas guaperas?, - me preguntó la rubia.

Me quedé mudo de asombro ante el tono de la pregunta. Inmediatamente después habló la morena.

  • Cállate, que le estas incomodando - le dijo a la rubia.

  • Se, se, se me ha estropeado la moto unos kilómetros mas atrás, logre balbucear… gracias por recogerme -

-Ya, - respondieron las dos a la vez -

En esta ocasión la que continuó hablando fue la morena.

  • Te llevaremos hasta la gasolinera más próxima, para que puedas pedir ayuda -

  • Gracias, atiné a responder. -

La situación era algo incomoda, yo en un cochazo con dos preciosidades que no conocía de nada y rumbo a saber el que

Mientras tanto empezó a llover a mares, con lo cual tuve que volver a agradecerles que me hubiesen recogido. Me presenté:

  • Soy Miguel Cancerbero y me dedico al negocio de la exportación. -

  • Me llamo Anastasia dijo la morena, pero todo el mundo me llama Nasti –

-Yo soy Maya, continuó la rubia y estamos en viaje de vacaciones. -

  • Yo no tengo tanta suerte, estoy en viaje de trabajo y ya no podré llegar a mi destino, hasta mañana.

Había oscurecido y llovía a mares cuando llegamos a una estación de servicio. No era muy grande pero tenía un pequeño restaurante muy acogedor, un bar bien surtido y unas cuantas habitaciones para alquilar, resumiendo, poca gente en el lugar.

Antes de la cena, concerté telefónicamente la recogida y reparación de mi moto.

Quería ser amable con las muchachas que tan desinteresadamente me habían ayudado, así que las invite a cenar. Después de cuchichear entre ellas durante unos segundos, acabaron aceptando.

Durante la cena, el camarero, nos indicó que Trafico, les había informado que la carretera estaba cortada a causa de la lluvia y que en principio, no seria transitable hasta primera hora de la mañana.

No nos quedaba más remedio que hacer noche en el hotelito.

Después de cenar, pasamos un buen rato bebiendo en un reservado del restaurante, la conversación fue durante casi todo el tiempo muy banal, pero no se si a causa de la bebida o de la misma situación, la cosa fue subiendo de tono, hasta el punto que Maya, empezó con comentarios muy picantes. Yo no soy ningún mojigato, pero, aquella situación estaba tomando un cauce muy erótico. Sin darnos cuenta la conversación había derivado hacia los gustos personales, mas bien, MUY personales de las dos muchachas, sobre todo de Maya, que parecía la mas abierta y dominante de las dos.

Empezó ha hacerse tarde y decidimos ir a dormir. Para mi sorpresa, Maya me cogió de la mano y se apoyo en mi hombro hasta llegar a la puerta de su habitación, una vez allí, me relevó Nasti y con un muy educado "buenas noches" entré en mi habitación.

La cabeza me daba vueltas a causa de la bebida, la ingle, por la conversación, me quemaba y el pene por culpa del perfume y las maneras de Maya me ardía… necesitaba urgentemente un bombero o un baño

Me recosté en la bañera y posiblemente me habría dormido en ella si no hubiesen llamado a la puerta.

Me envolví en una toalla y salí a abrir a regañadientes

Era Maya; estaba preciosa, con un cortisimo camisón de seda de color blanco trasparente que dejaba muy poco margen a la imaginación. Inmediatamente mi pene que se había relajado en el agua, tomo una postura bravía, una erección imponente e imposible de disimular, que Maya no pasó por alto.

  • Ya veo que te alegras de verme, Miguel, por lo menos, eso parece opinar tu hermano pequeño. -

  • Yo estooo, esteeee - no sabia que decir… - las palabras no me salían, pero mi pene hablaba por mí, alto y claro.

Maya se abalanzó sobre mí y trastabilleando me condujo hasta la cómoda cama de mi habitación.

Su lengua me atacó por sorpresa, casi se la muerdo en una reacción de defensa instintiva, pero como nuestro instinto siempre va un paso por delante, fue él, el que tomó el mando de la situación

No me lo podía creer, aquella beldad en mi cama y para mi solo, bueno, eso es lo que creí en un principio, porque al cabo de un minuto oí como alguien cerraba la puerta de la habitación con llave. Era Nasti que se había autoinvitado a aquella fiesta, ni siquiera pude ver como iba vestida por lo rápido que se desnudó.

Si Maya era hermosa en camisón, Nasti desnuda, era un sueño. Algo mas bajita quizás, pero de mayores senos y mas caderas.

  • Tendría que estar muy enfadada con vosotros dos por no haberme invitado a vuestra fiesta, - dijo con un tono de voz jovial simulando un enfado; mientras Maya, se quitaba el sexy camisón.

Y sin pensárselo dos veces, Nasti se unió a la fiesta, y vaya si se unió

Inmediatamente, al ver aquellas diosas desnudas, tracé un plan

Maya que llevaba la voz cantante, cogió mi pene, que sin ser exageradamente grande, tiene unas buenas proporciones y golosamente se lo puso en la boca; en ese momento me pareció recibir una descarga eléctrica, el placer me recorrió por todos los nervios del cuerpo, incluso note sensaciones que no sabia que existiesen. Maya, tenia razón cuando durante las copas, confesó que le apasionaba chupar penes. Se notaba que era una experta con la lengua. Mientras tanto Nasti estaba lamiendo el coño de Maya, se veía que también tenia mucha experiencia en esas lides ya que cuando alcanzó el centro de placer de Maya, está me trasmitía el gozo que recibía de su amiga.

Aquella situación me causo tanto placer como sorpresa y casi eyaculo en la boca de Maya, pero por fin me hice dueño de la situación y poco a poco empecé a tomar el control.

Cogí a Nasti y le comí el coño como solo puede hacerlo un hombre, sus gritos de placer hacían que dejara de chupar a su amiga consiguiendo que Maya protestase por la falta de atención. Mis lamidas llevaron a Nasti a un orgasmo tras otro en muy poco tiempo, mientras tanto conseguí poner mis dedos en el coño de Maya lo que se reflejo inmediatamente en su cara, abandonándose a mis caricias. Las dos amigas se fundieron en un abrazo imposible, chupando, tocando, lamiendo, mordiendo, frotando

Pasados los primeros minutos de descontrol, mis acciones habían conseguido llevar a las dos amigas al orgasmo. Ahora llegaba el momento de la verdad.

Penetré a Maya con mucha suavidad, sabiendo que lo que ella quería era todo lo contrario

  • Empuja con fuerza cabrón, mas fuerte, mas fuerte, cabronazooooooo – gritaba, pero yo hacia caso omiso a sus deseos; seguía con mi plan.

Ahora, yo era el amo y señor de la situación. Mas por suerte que por experiencia había conseguido llevar a Nasti al encadenamiento de sus orgasmos y ahora tenia una esclava a mis pies, me lamía, me tocaba, incluso me excitaba aun mas que su amiga. Ese cuerpo y sus caderas empezaban a ser una obsesión

Poco a poco fui aumentado el ritmo de mis embestidas en el coño de Maya, lo que hizo que cambiase su actitud conmigo

  • Asi, asi, mi amor, más, más, más, no pares, no pares por favor, aaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhggggggg –

No, no iba a parar, ahora eran mis esclavas y tendrían que plegarse a mis caprichos; hice que Nasti se sentara sobre la cara de Maya con lo que esta pudo deleitarse comiendo su coño de una manera sublime, Maya sabia usar su lengua y desde luego lo estaba demostrando para deleite de Nasti que se beneficiaba de la experiencia de su amiga.

Mis envestidas continuaron in crescendo y ese placer que recibía Maya lo transmitía a Nasti por medio de su lengua. Mientras, yo me había encaprichado de los hermosos senos de Nasti que al ser atacada por dos frentes tuvo que rendirse a las olas de placer que la invadían.

Las dos diosas quisieron agradecerme el placer que les daba y en un arrebato me colocaron sobre la cama y se abalanzaron al unísono sobre mi pene, no quedó parte que no fuera tragado, lamido o chupado. Ante aquel traidor ataque y dado que yo no fui a luchar contra los elementos, no me quedó más remedio que rendir la plaza y obsequiarlas con una eyaculación histórica. Aquella brutal cantidad de semen fue a caer sobre el rostro de las dos muchachas que ávidas de semen, no paraban de chuparse mutuamente buscando cualquier rastro de esperma en la cara de su amiga. Aquella visión resulto milagrosa y la plaza que había caído bajo el ataque enemigo, reunió fuerzas y realizó un contraataque relámpago que acabo con la penetración de Nasti.

A causa de aquel envite, tuve que tapar su boca, ya que los gritos que emitía, podían haber alertado a otros huéspedes del hotel. La temperatura en la habitación iba in crescendo; en lugar de relajarnos, la situación iba en aumento. Éramos un revoltijo de bocas, pene, manos, coños, lenguas. No se sabía que era de quien, pero el olor del placer inundaba el ambiente de la habitación.

Mi posición sobre Nasti me permitía besarle los pechos, cosa que según me confeso le entusiasmaba. Mientras, Maya no estaba inactiva, no se como pero se había puesto debajo de mi y me chupaba los testículos. Aquella situación, supongo que parecía más una escena de peli porno que un encuentro fortuito entre unos desconocidos.

Conseguí que Nasti tuviese un nuevo orgasmo, eso facilitaría mis intenciones mas tarde. Después de ese orgasmo, Nasti parecía una muñeca rota sobre la cama, estaba destrozada, casi ni reaccionaba a las rabiosas lamidas de coño que le daba Maya. En esa posición, cogí a Maya de sorpresa y por detrás y esta vez nada de delicadezas, "garrote vil" a saco, la penetre sin compasión y le llegue al alma; sus alaridos hicieron reaccionar a su amiga que para hacerla callar se puso a besarla y ponerle los pezones en la boca. Fue un buen remedio, pero entre tanto placer, yo tenia miedo que Maya se desmayase así que ralentice mi ritmo para que normalizase su respiración.

Es curioso, ahora que lo pienso, jamás he sido un amante excepcional, más bien algo discreto, pero parece ser que eso cambia según las situaciones y yo, en aquellos momentos, estaba TRIUMFANDO

Las dos amigas se abrazaron fundiéndose en un millar de besos y caricias y poco a poco se fueron relajando

Esa imagen de las dos amigas acariciándose y sus caras de felicidad es algo que no olvidaré mientras viva.

Lentamente como el león que acorrala a su presa, me fui acercando a las maravillosas mujeres y cogiendo a Nasti por la espalda empecé a lamerle el coño y el ano; al llegar a su botón del placer, Nasti se dejo llevar y siguiendo mi plan, poco a poco empecé a introducir un dedo en su ano; Nasti se puso tensa y me comentó que, eso, era algo que no le gustaba en absoluto y la ponía muy nerviosa cuando se lo tocaban.

Con mucha suavidad y caricias y con los besos de Maya, Nasti, se volvió a relajar y esta vez no dijo nada… volví a insistir y la encontré algo mas receptiva.

Mientras tanto Maya volvió a su deporte favorito, la mamada de pene. Realmente es increíble lo que una mujer experta puede conseguir con la boca. Con esta técnica tan perfecta, Maya habría sido capaz de hacerme confesar que fui el asesino de Kennedy y así, casi consigue que me distraiga de mi objetivo… el maravilloso y virginal culo de Nasti.

Con mucho tacto y manipulando su clítoris, conseguí que Nasti volviese a perder los papeles, entonces decidí que era el mejor momento para penetrarla.

Supongo que Nasti, inconscientemente, se estaba haciendo a la idea de que inevitablemente seria penetrada analmente y no opuso tanta resistencia como yo esperaba, aun y así, continuaba negándose a que la sodomizara. Lenta pero inexorablemente, la fui penetrando y ante su constante negativa, yo, tenía la sensación de que la estaba violando

Hinqué mi barra de carne en aquel maravilloso ano que se me ofrecía no sin cierta resistencia y que lenta y milimétricamente absorbía mi pene hacia su interior, tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para no correrme inmediatamente solo con la idea de conquistar aquel maravilloso culo, pero mi esfuerzo valió la pena con creces cuando a las pocas y lentas embestidas la respiración de Nasti empezó a cambiar, su cara, anteriormente crispada de dolor daba paso a una sensación de placer. Estaba pasando el punto sin retorno entre el dolor y al mayor de los placeres. Lentamente ese culo, se estaba convirtiendo en una maquina de placer.

Mientras tanto Maya, a la que habíamos olvidado completamente debido a nuestro propio goce, estaba masturbando frenéticamente dos de sus agujeros favoritos, mientras se excitaba aun mas si cabe, mirando la ya inevitable sodomización de su amiga Nasti.

  • No, no, para, Miguel, ¡nooooooo, para…! - decía Nasti, pero su cuerpo decía otra cosa

Entre espasmos de placer, Maya comentó:

  • Te lo dije Nasti, cuando lo pruebes te va a gustar…aaahhhhhrrrrrrrrr -

  • No, nooo, para, paraaaa ¡¡¡NOOOOO!!!... balbuceaba Nasti.

  • No pares… ahora no; si, si, mas, maaaaaas, no te pares Miguel, sigue apretando hasta el fondo, es maravilloso, ¡¡me gusta!!, sigue así, sigueeeeeeee, más fuerte más, mas a fondo, no te pareeeeeeees, ahora noooooooo… -

Las contradicciones de Nasti, me demostraban que había conseguido mi objetivo. Aquel maravilloso culo, ¡¡¡ahora era mio!!!

Nasti, por fin, había descubierto el sexo anal… y le gustaba

-Quiero sentir tu leche en mi interior, decía Nasti - córrete, córrete Miguel, córrete para mí, quiero sentir tu semen muy dentro de miiiiiii -

Un caballero JAMAS, puede desoír esa petición y ya sin ningún reparo descargué en el interior de ese ano que hasta pocos minutos antes había permanecido inmaculadamente virgen. Con la manipulación de su clítoris, los dos alcanzamos el orgasmo al mismo tiempo, durante esos instantes el tiempo se paró y los segundos se hicieron eternos

Me deje caer sobre la cama, exhausto; mi pene palpitaba, parecía tener vida propia y no había manera de que decayera. Supongo que las amigas, en el bar, debieron ponerme algún tipo de droga en la bebida, porque normalmente no puedo mantener una erección durante tanto tiempo.

Maya desde un rincón nos dijo:

-Si os pensáis que esto ha terminado, estáis muy equivocados –

Y salto sobre nosotros como si fuéramos sus presas.

Empezó un furibundo ataque de besos i caricias hacia mi pene, que de una manera increíble aun continuaba erguido, ni yo mismo creía lo que me estaba pasando

Volví a la carga hacia el coño de mi nueva amiga, pero ella dijo:

  • ¡¡¡De eso nada amiguito, no soy como Nasti, a mi SI que me gusta que me den…!!!

Y dejando la frase inacabada levanto sus piernas para que le hincara el pene en su masturbado y dilatado ano. Aquella postura que en un principio podía parecer incomoda para una penetración anal, resulto ser la mejor ya que así permitía participar a la ahora relajada Nasti de nuestro nuevo juego

Mientras yo penetraba analmente a Maya, Nasti le besaba el clítoris o los pezones indistintamente, estas sensaciones de placer hacían saltar a Maya salvajemente con lo cual conseguía incrustarse aun más en mi rebelde pene.

El placer era indescriptible. Y yo deseaba que aquello no se terminara nunca.

Nasti posó su coño sobre la cara de su amiga y pasó a besarme a mí, aquello me exaltó aun más y arrecie mis acometidas al dilatado y no menos deseado ano de Maya.

Los gritos de placer de Maya, habrían despertado a toda la comunidad si su boca no estuviera sellada con el coño de Nasti. El placer que conseguimos mutuamente nos llevo a un orgasmo múltiple y al mismo tiempo.

Esta vez nos derrumbamos como un castillo de naipes y durante mucho tiempo nadie pudo ni quiso decir nada. Fue un momento mágico que no estábamos dispuestos a romper.

Antes de dormir, a Nasti aun le quedaron fuerzas para sorber el semen que emanaba del ano de su querida amiga Maya

Así, nos encontró el alba, sudados, sucios y cansados… pero satisfechos.

Una situación que un baño y un buen desayuno no pudieran reparar.

Después de dormir un rato, nos reencontramos para desayunar. Nos confirmaron en recepción que ya se podía transitar por la carretera y finalmente, continuamos el viaje.

Les pregunté a las nuevas y ahora muy buenas amigas mías:

  • ¿Lleváis muchos días de vacaciones?

Y me respondieron entre carcajadas:

  • Este ha sido el primero…-

La cosa… prometía.

Nemo