Me dejo follar por un vagabundo. (01)

Volviendo de una cena con amigos me encuentro a vagabundo pajeandose, y yo me ofrezco a ayudarle.

Hola, soy Mario, tengo 18 años, mido 1,64, y peso 60kg. Desde siempre he aparentando menos edad de la que tengo, incluso ahora aparento tener menos.

Lo que os voy a contar ocurrió hace algún tiempo, en mi época más salida.

Estuve cenando con unos amigos, la cena se alargó hasta la madrugada, yo vivía en otra parte pero no vivía lejos, por lo que volvía andando solo. Mientras andaba por las oscuras calles mi ciudad me encontré algo que me asustaba, pero a la vez me ponía cachondo, había un hombre, sin hogar, un vagabundo, que se estaba pajeando alado de una tienda que estaba cerrada.

Lo primero que pensé era como podía estar ese hombre haciéndose una paja ahí, y lo segundo que pensé fue: ¿y si le ayudo?.

Solo de pensar en cómo sería hacerle una paja a un desconocido, se me ponía dura, pero si encima era un vagabundo, sucio, y pensar como sería dejar que me follase era una excitación increíble así que seguí caminando hacia él y le pregunté.

-¿Quieres que te ayude?. -Le pregunte con voz nerviosa.

-Eso estaría bien. -Dijo el vagabundo, con una voz grave y sonriente.

Era un hombre algo mayor, tendría unos 50 o así, tenía la barba y el pelo largo, llevaba una chaqueta rota, y olía bastante mal, llevaría sin poder ducharse mucho tiempo.

Me acerqué un poco más a el, me agaché y comencé a pajearle, tenía una polla grande, aunque maloliente. Mientras mis manos masajeabab aquel cacho de carne, el vagabundo empezó a soltar algún gemido de placer.

-¿Me la chupas?

Justo antes de que terminase la frase, yo metí aquella polla en mi boca, estaba asquerosa, pero mi nivel de excitación era cada vez mayor, chupaba aquel trozo de carne como nunca había chupado otra antes, lo que provocó que en menos de 1 minuto se corriera en mi boca. El líquido caliente salió entero a mi boca, saqué su polla y abrí mi boca sacando la lengua para que el viese como me tragaba su semen.

-Menuda putita más joven estas hecho, me encantas. -Dijo el vagabundo mientras guardaba su polla en su pantalón.

-Jeje gracias, me lo dicen mucho últimamente. -Dije yo mientras relamia mis labios en busca de algún resto de semen.

-¿Me dejas follarte?- Me preguntó.

Le miré fijamente a los ojos, mientras pensaba mi respuesta.

-¿Donde lo hacemos? -Le pregunté.

-Acompañame.

Fui detrás de él hacia la parte de atrás de aquella tienda cerrada, donde el tenía cartones, un carro de la compra y un colchón viejo, todo estaba debajo de un pequeño techo.

El se bajó los pantalones, dejando otra vez expuesta aquella polla que ya estaba limpia, yo me desnude completamente, me coloqué encima de el, y acerque su polla hasta mi culo, fui bajando poco a poco hasta que entro del todo, y empecé a moverme cada vez más rápido

Me agarraba del culo y me ayudaba en mis movimientos, mientras yo gemía de dolor y de placer. Después de unos minutos me levanté, me puse a su lado a 4 patas, el se acercó, metió su polla de un golpe y mientras me penetraba me azotaba con fuerza mi pequeño culo.

Mientras el disfrutaba como nunca follandose a un jovencito como yo gire mi cabeza, y observe a otro vagabundo, que estaba mirando, eso me calentó aún más, e hice como que no lo había visto. Mientras el seguía penetenadome y azotandome, con mi culo ardiendo de azotes y de penetraciones, metió su polla hasta el fondo, y se quedó quieto, mientras soltaba unos cuantos chorros de semen dentro de mi culo.

Yo sin poder creerme lo que acababa de hacer me vestí corriendo y me fui de allí hacia mi casa. Cuando llegué me di una ducha, aún tenía semen de aquel hombre saliendo de mi culo, y me fui a dormir sin poder quitarme a ese hombre de la cabeza.

Este es un pequeño relato de mi primera vez con un vagabundo, cualquier cosa mi correo es fotosmariole@gmail.com