Me convierto en la mujer de mi padre Parte XI

Saciar las ganas de mi padre hace que mi hermano no aguante

Hola a todos y todas, hoy os traigo mi undécimo relato: soy una mujer de 45 años, casada, con 2 preciosas hijas, soy una mujer la verdad normalita, aunque me gusta cuidarme, soy de cabello castaño claro y lacio, piel blanquita, ojos miel, mido 1.68cm y peso 69kg.

Hoy quiero contaros cómo sigue:

Antes de nada quiero agradeceros el apoyo en los comentarios, muchísimas gracias. También quiero pediros perdón por tardar tanto en escribir pero estuve enferma y me fue imposible:

Terminé de escurrirme y fui ha hacer el desayuno, mientras lo hacía todavía sentía ese placer de sentir mis nalgas ardiendo, ese picor era increíble, me hacía sentirme más suya. Terminé de hacer el desayuno y nos sentamos todos en la mesa con una charla amena, pero papá me avisó que iba a bajar al bar para tomarse algo con los amigos por la tarde lo cual me alegró pues, desde la muerte de mamá no había bajado y, a parte, tendría un rato para ir a visitar a mi hermano para satisfacerle a él también. Terminamos de desayunar y mis hermanos se fueron cada uno a su habitación, yo a recoger el desayuno y seguir con mis quehaceres y papá en el salón viendo la TV.

Toda la mañana estuve haciendo los quehaceres y la comida, lo único especial que pasó era que cada vez que pasaba al lado de papá me daba una nalgada la cual disfrutaba, puedo decir que esa mañana pasé más veces de las necesarias (jijijiji).

Terminé de hacer las cosas y me senté junto a papá mientras se terminaba de hacer la comida:

  • ¿Ya terminaste amor? - me preguntó

  • Sí cielo, ya solo falta que se termine de hacer la comida, le quedarán unos 20 minutos - le respondí acomodándome en su pecho

  • ¿20 minutos?

  • Así es cielo

  • ¿Y por qué no me descargas? - me dijo sacándose su miembro.

No dije nada, simplemente se lo agarré y le empecé a masturbar a lo que rápidamente su pene se puso en posición:

  • Benditas manos tienes amor - me dijo entre suspiros

  • Me alegro que sea así amor - dije mientras le seguía masturbando

  • hay cielo súbete, dios si, súbete - me dijo

Me levanté me quite la parte de abajo dejándome solo las bata puesta y me dispuse a montar a mí marido, agarré su pene y me lo dirigí hacia mi vagina, el estaba sentado y yo me puse sobre el con las rodillas dobladas para caber en el sofá y satisfacer a papá. Mi vagina había respondido como siempre, estaba dispuesta a recibir su pene. Una vez que me la metí, solté un suspiro de excitación mientras papá me agarraba de las nalgas. Cómo pude, al principio un poco torpe, empecé a subir y bajar sobre el pene de papá, dios qué rico se sentía. Me abracé sobre su cuello mientras subía y bajaba por aquel pene que se abría paso cada vez que bajaba hasta lo más hondo de mi ser.

En una de esas al mirar hacia el pasillo vi a mi hermano viéndonos mientras lo hacía con papá, como pude, disimulando le hice un gesto con la mano diciéndole "tú eres el siguiente" mientras subía y bajaba sobre el pene de papá, aunque estaba en la gloria no apartaba los ojos de mi hermano el cual estaba mirando y eso me ponía más. Papá seguía cogiendo con su mujer, y me daba de vez en cuando una nalgada la cual disfrutaba y me excitaba muchísimo, yo mirado a mi hermano mientras subía y bajaba en el pene de papá no paraba de venirme una y otra vez. Papá parecía dispuesto a llevarme la vagina de sus fluidos, me paró en seco cuando bajé agarrándome de los hombros y empecé a sentir su delicioso semen en mi interior mientras me mordía el labio mirando directamente a mi hermano que seguía mirándonos. Cuando papá término de descargar sobre mí, me aparté de encima de él y me dispuse a limpiarle el pene, lentamente, recogiendo hasta la última gota de nuestros fluidos mezclados... que delicia. Al terminar papá se guardó el pene, fui a la cocina y apagué las comida y como las bata me tapaba fui al baño a escurrirme, pero mientras estaba en ello entró mi hermano y se puso delante mía:

  • ¿Disfrutaste? - me dijo serio

  • Claro, me encantó que nos vieras - le dije sentada en el baño.

  • noté que no parabas de mirarme - me dijo sonriendo

  • No te preocupes que cuando se vaya papá iré contigo

  • ¿Por qué esperar tanto? - me dijo sacándose el pene

  • Guardarlo hijo que papá está en el salón - le dije terminándome de escurrir.

  • Anda mamá mira como me la pusiste - me dijo señaladose el pene.

Las verdad que la tenía muy dura, casi a punto de explotar, parecía que él también había disfrutado del show. Me levanté y cerré la tapa del WC con cuidado para no hacer ruido, me puse contra la pared ofreciéndole mi vagina a mi hermano, el cual, el levantó mi bata y apunto con su pene a la entrada de la vagina, y de una me insertó con su miembro. Me agarró de las caderas y empezó a bombear fuerte:

  • Ahí hijo, follate a tu madre, ahí ahí, sigue hijo mío - le decía bajito

El seguía con su bombeo incesante, el cual me hacía darme contra la pared, lo cual apoyé mi cara contra la fría pared para no darme:

  • Sí cielo, sigue, vente sobre mamá - le decía.

Siguió con su bombeo incluso se animó con las nalgadas, algo que me encantaba y me encanta, pero el sabía cómo yo que no teníamos mucho tiempo antes de que se diera cuenta papá de que estaba tardando, me sacó el pene:

  • Venga mamá hazme una de esas mamadas tuyas que me encantan.

Me senté el la taza del váter y empecé a lamersela mientras le masturbaba. Me la metía casi toda y la sacaba, le bajaba con las lengua desde la punta hasta los testículos y volvía a meterme el capullo en las boca y cuando estaba en mi boca le pasaba la lengua por el capullo en círculos, algo que a todos os encanta y a mi hermano también.

Mi hermano empezó ha hacer movimientos de penetración en mi boca lo cual, yo paré en seco abrí la boca y me dejaba hacer. Gracias a Dios no tardó mucho y empezó a llenarme la boca con su exquisito semen, el cual era abundante y me costaba tragarme todo, pero la gran mayoría bajó por mi garganta dejándome su exquisito sabor en mi boca. Terminé de limpiarle el pene de semen y salió del baño como si nada, yo salí como si nada y me dispuse a servir la comida, con mi vagina todavía con algo de semen de papá y las boca con el sabor del semen de mi hermano y yo con una sonrisa de lado a lado habiendo satisfecho por ahora a mis dos hombres.

Espero que las haya gustado, en cuanto pueda subiré el siguiente, al estar enferma se me acumuló trabajo que haré lo más rápido para satisfaceros con mis relatos, os leo en los comentarios

Besos 😘😘😘

LEONA