Me convierto en la esclava de mi marido
Mi marido me convierte en su puta particular
Ayer me case con Jorge, mi novio desde hace 6 meses. Ya se que la mayoria de la gente pensara que no es mucho tiempo para conocer a una persona lo suficiente como para estar segura de querer dar este paso tan importante, pero desde el primer dia he estado muy segura de mi amor por el.
Fuesido una ceremonia preciosa. Me emocione mucho cuando hicimos los votos matrimoniales. Incluso se me escapo una lagrima de felicidad cuando prometi"obedecer a mi marido". Lo que he descubierto esta noche es en cuanto lo debo obedecer. EN TODO.
El banquete fue perfecto. La comida, la bebida, la musica, nuestros familiares y amigos... Todo salio a pedir de boca. Estuvimos bailando y disfrutando hasta las 6 de la mañana, hora en la que cerraba el salon de bodas en el que estabamos.
Desde alli Jorge y yo, Aurora, nos dirigimos al hotel en el que habiamos reservado habitacion para pasar nuestra noche de bodas. Estaba muy ilusionada, pero tambien un poco nerviosa. Jorge no habia querido hacer el amor conmigo hasta ahora, porque decia que era un poco especial para el sexo, que no le gustaba lo que a la mayoria de la gente y que tenia que conocerle mas para poder entenderle mejor cuando nos acostaramos por primera vez.
Cuando me decia estas cosas, yo pensaba que era virgen o que era demasiado vergonzoso. Pero como estaba tan enamorada, no me importaba esperar. Como tampoco me importaba su caracter. Autoritario. Tenia que vestir como el queria, elegante, provocativa, pero sin parecer una fulana. Tampoco le gustaba que me maquillase en exceso. Muchas veces le decia que era un poco dominante. El no respondia, solo sonreia,como si guardase algun secreto.
Por mi parte, a mis 25 años no era virgen, por supuesto. Habia tenido 2 relaciones que no llegaron a nada serio y unos cuantos rollos de una noche. Todos me dejaron mal sabor de boca respecto a las relaciones sexuales. No alcanzaba el orgasmo con facilidad, por muchos preliminares y mucho romanticismo que hubiera. Solo conseguia un orgasmo cuando me masturbaba pensando en que algun desconocido me obligaba a acostarme con desconocidos o cuando imaginandome a alguien humillandome, dominandome...
Pero me estoy desviando de la historia principal, mi noche de bodas. Llegamos a la habitacion de hotel. Jorge me tomo en brazos como manda la tradicion, abrio la puerta, entro en la habitacion y me deposito con mucha suavidad en la cama. Despues me beso muy dulcemente.
Te quiero mucho, Aurora. Soy muy feliz.
Yo tambien soy muy feliz, Jorge. Y por supuesto tambien te quiero muchisimo.
Muy lentamente, me cogio una pierna con la mano y empezo a besarmela desde el muslo hasta el tobillo por encima de mi media. Hasta lamio mi zapato. Mientras, su otra mano aprisionaba uno de mis pechos por encima de la ropa.
Volvio a dejar mi pierna encima de la cama y su mano subio hasta mi muslo. No se detuvo alli, sino que siguio su camino hasta llegar a mis bragas. En ese momento, encendida como estaba, solo deseaba que su mano apartara la tela de mis bragas y se metiera en mi sexo, pero no lo hizo. Aparto la mano, me cogio el menton y me volvio a besar.
- Eres preciosa- me dijo con la voz ronca de deseo.
Yo no podia contestarle, porque no dejaba de gemir de la excitacion que tenia. Excitacion que crecio cuando metio su mano en mi blusa, me aparto el sujetardor y me saco un pecho. Inmediatamente acerco su boca a mi pezon endurecido y lo lamio, consiguiendo arrancarme un gemido mas fuerte que los anteriores.
- ¡Ahhh!
El siguio besando mi pezon. Bueno, a estas alturas, no solo lo besaba. Pasaba su lengua alrededor, cubriendolo de su saliva, lo cogia entre sus dientes y tiraba de el hacia arriba... Me estaba volviendo loca de placer y no habiamos hecho nada mas que empezar.
Entonces se levanto de la cama, me cogio de la mano y me levanto. Me desnudo muy despacio, dejandome solo con mis medias, y despues se desnudo el.
Su sexo se alzaba glorioso delante de mi. Me llevo de nuevo a la cama y se tumbo en ella. Yo me tumbe a su lado y deslice mi pierna arriba y abajo de su vientre, masajeandole el pene con ella. El no paraba de besarme.
Volvio a lamerme el pezon, su boca ascendio por mi cuello hasta mi oreja, me volvio a besar... Yo estaba cachonda perdida y solo pensaba en que me follase ya para conseguir por fin el ansiado orgasmo, pero el prolongaba mi placer... y mi tortura.
Yo ya no podia mas. Tenia que tocar y probar su polla. Llevaba esperando este momento 6 meses. Me solte de su abrazo y con la punta de la lengua chupe sus pezones, que se pusieron tan duros como estabn los mios en ese momento. No me detuve mucho tiempo alli, ya que mi objetivo era otro. Me dirigi a su polla dejando un rastro de saliva por todo su torso y me detuve en el ombligo. Lo lami, meti mi lengua dentro... El gemia y me instaba a continuar.
No me hice de rogar. Segui bajando con mi lengua y, por fin, llegue a mi verdadero objetivo. Su sexo. Le di un pequeño lameton y lo cogi con mi mano. Empece a acariarla en toda su longitud. No me olvide de sus testiculos, los cuales masajee con verdadero placer mientras mi lengua volvia a subir a sus pezones, a su cuello, a su boca...
En ese momento me aparto con una mano y me dijo:
- Estoy muy cansado, cariño. Ha sido un dia agotador. Mañana lo haremos...
Me quede de piedra. Le pedi explicaciones, ya que no me creia que no quisiera hacer el amor por estar cansado. Me acababa de demostrar que si tenia ganas, pero algo pasaba. Me dio un monton de explicaciones que no me crei ni por un momento. Al final me puse seria con el y acabo confesandome:
- Mira, Aurora, te voy a decir la verdad. Yo te quiero, de verdad, pero ya te dije que en el sexo yo era especial, que me gustaban cosas que a lo mejor casi nadie entenderia.
-¿Que quieres decirme con eso?
-Pues eso, que yo no soy como todo el mundo. De todas maneras, es tarde. Durmamos y mañana te doy todas las explicaciones que quieras.
No me quede muy convencida, pero tenia razon en una cosa: era muy tarde. El cansancio de todo el dia y la sorpresa de que me dejara con la miel en los labios en nuestra noche de bodas me habian agotado. Asi que segui su consejo y nos quedamos dormidos enseguida.
A la mañana siguiente bajamos a desayunar al comedor del hotel. No habia podido seguir con la conversacion de la noche anterior, pero tenia un plan. De esta mañana no pasaba de que hicieramos el amor. Volvimos a subir a la habitacion. La suite nupcial tenia tambien un pequeño saloncito. Jorge se dirigio al sillon con el periodico en la mano. Yo me sente en el otro sillon, desabroche mi chaqueta, dejando al descubierto el sujetador y empece a acariciarme esperando que el se animara y acabaramos lo que habiamos dejado a medias anoche.
No dejaba de mirarme mientras yo me sacaba los pechos fuera del sujetador y con una mano me los acariciaba y con la otra me tocaba el sexo por encima de las bragas, pues tambien me habia quitado la falda. No pudo resistirse y llevo una mano a mis bragas, pero enseguida la aparto. Me las quite y me acaricie el coño directamente .
- Cariño, estoy caliente.
Mientras le decia esto, cogi mis pechos con las manos y acerque mi boca a ellos. Primero lami uno y despues pase al otro. El volvio a acercar una mano a mis muslos mientras que con la otra se saco la polla del pantalon y empezo a pajearse.
Yo no podia parar de acariciarme. Incluso me meti un dedo mientras mi otra mano se dirigia a mi culo para tocarlo tambien. Jorge seguia haciendose una paja hasta que de pronto y sin motivo, paro y me empujo diciendome.
- Deja de intentar encenderme asi, guarra. Cuando quiera follar contigo, yo te lo dire. Deja de portarte como una zorra
Su lenguaje soez hizo que me quedara quieta de la sorpresa.
-¿ Por que me hablas asi? Yo solo queria hacer el amor contigo.
- Te hablo como me da la gana. Ya va siendo hora de que te enteres de la verdad. A partir de ahora aqui se hace lo que yo diga.Y yo decido cuando quiero follar contigo.
-Pero cariño...
- Nada de peros. Si lo quieres asi, bien. Y si no, mañana vamos al juzgado y nos divorciamos. ¿De acuerdo?
Yo no supe que responder. No queria divorciarme de el, ya que estaba muy enamorada, y ademas.... No sabia por que, pero el oirle hablar con esa dureza y esa frialdad me habia puesto mas cachonda que antes. Senti mi sexo humedecerse y mis pezones endurecerse por la excitacion.
Yo no quiero divorciarme de ti.
A mi tampoco me gustaria, pero ya sabes mis condiciones. Te follare cuando me de la gana y follaras con quien a mi me de la gana. Seras mi esclava y mi puta particular.
Dios mio, no podia ser. Me corri simplemente con oirle decir esas palabras. Era igual que en mis fantasias. Mi marido me iba a dominar y me iba a entregar a otros hombres. Me oi contestarle:
De acuerdo. Acepto ser tu esclava.
Muy bien. Empiezas esta noche. Van a venir dos amigos mios a cenar. Espero que estes a la altura.
Y sin mas, se marcho y me dejo sola en la habitacion. Esperaba haber elegido bien