Me convertí en un juguete para ti

Relato sexual explícito

Mohamed estaba escribiendo en la mesa

Mi admiración por él iba cada día en aumento

Me preguntaba si le parecería mal que me sentase encima de él

Le metí los dedos entre su pelo y le di suaves masajes con las yemas de mis dedos en su cuero cabelludo

Acaricie su espalda muy despacio

Empecé a besar su cuello, a introducir mi lengua en sus oídos , mientras respiraba muy rápido en su oído

Me la estás poniendo muy dura, me dijo Mohamed

Escucharte decir eso me hizo tremendamente feliz

Me metí debajo de la mesa, mientras mi vagina ya empezaba a lubricar, metí mi cabeza entre tus piernas, te mire a los ojos y te dije soy tu juguete, puedes hacer conmigo todo lo que quieras

Introduce tu polla erecta en mi boca hasta el final, la mamaba con la lengua recorriendo todo el tronco de la misma y al salir y entrar caían todas las babas de mi boca

Me agarraste la cabeza y me follaste la boca mientras yo saboreaba el regalo que me estabas entregando

No respiro bien por la nariz y sentía que me iba a ahogar pero eso me excitaba aún más

Te corriste y pude saborear todo tu jugo

Eres un hombre que no necesita tiempo entre erección y erección

Así que me ayudaste a levantar y me tumbaste sobre la mesa

Aprestaste mis rodillas contra la mesa y me convertí en un objeto para ti, estaba totalmente abierta para ti y sin posibilidad de moverme

Vi como tu cabeza se acercaba a mi vulva y solo de pensarlo ante la primera chupada que mi diste me corrí, senti fuertes contracciones en la vagina

Mohamed, metemela ahora, tu polla salia de mi coño a tu antojo, rápido y lento, deprisa y despacio, con fuerza y suavidad, proporcionandote un placer que te hizo volver loco

Me liberaste las piernas y te sentaste de nuevo en la silla

Monte sobre ti, y cabalgue siendo yo ahora la que llevaba las riendas de la situación, ver tu cara disfrutar me estaba haciendo explotar de placer, me estaban recorriendo calambres por toda la columna vertebral que partían de mi vagina

Me vas a matar tía me dijiste

Vi como explotabas de placer y tu polla se contraia en mi vagina

Me quedé besándote y abrazándote mientras mi pecho latía con fuerza, en ese momento era la mujer más afortunada por haber disfrutar de ti, Mohamed