Me convertí en tu puta por pagar una deuda? 7

Continua...

Regresé a casa en taxi, me costaba hasta andar. Había pasado la tarde entre orgasmo y orgasmo, estaba agotada física y mentalmente.

Al día siguiente Máximo me llamó  y nos vimos en el aeropuerto donde nos despedimos en un rincón.

-No quería irme sin despedirme voy a estar fuera toda la semana, quiero que sepas por mí que me voy con ella.

-Lo sé, he oído que quiere pasar unos días contigo a solas, para retomar lo vuestro

-Pase lo que pase Alba te echare de menos, pero debo intentarlo

-Si debes hacerlo, no te preocupes por mi estaré bien

Me quede llorando en un rincón, cuando se fue solo beso levemente mis labios y tanto la conversación como el beso me supieron a despedida.

Dos días después le baje la comida a mi suegra, la habían operado de una pierna y estaba en reposo absoluto. No había visto a mi suegro desde el día del hotel.

Entre con la olla aún caliente y con la llave que me había subido la prima de mi marido.

-Suegra soy yo, le traigo la comida.

Pase a verla y tras preparar su plato lo lleve a la cama, le puse la bandeja y comió. La ayude en la silla de ruedas a ir al baño y luego regresamos con gran esfuerzo de ambas a la cama. Ella la pobre jadeaba del esfuerzo, le pase unas toallitas húmedas y me senté un rato a su lado, enseguida note su acompasada respiración y dejándola dormir fui a la cocina y estaba fregando los cacharros cuando note una presencia, me gire y allí estaba en la puerta.

-Hola Alba, llevo cinco minutos mirándote, se está convirtiendo en una costumbre. A que debemos esta agradable visita? No esperaba encontrarte en mi cocina.

-Hoy me tocaba a mi traer la comida, quiere comer ya?

-Uf como me pone cuando me hablas de usted, si comería ya. Voy a ver a mi esposa un momento

Puse la mesa y calenté su comida, dos minutos después regresó y se sentó a la mesa aflojándose la corbata.

-Esto está buenísimo Alba como tu

-Le puede oír su mujer

-Está dormida

Me gire nerviosa a fregar la olla ya vacía y lo que quedaba, al momento oí como se levantara y se acercaba. Se puso detrás de mí y metió sus manos bajo mi camiseta y me agarro los pechos, me moví intentando que las soltara.

-Estate quieta puta –me dijo apretándolas con dureza-

Me quede quieta porque me hacía daño y al quedarme quieta aflojo la presión.

-Así me gusta putita que obedezcas

Empezó a magrearlas, un poco más suavemente pero con decisión. Se apretó a mi culo y note su erección.

-Te gusta saber que pones cachondísimo a tu suegro?

De nuevo no conteste y el subió mi vestido, me toco el culo sobre mis braguitas y llevando la mano hacia delante la metió entre mis piernas y la subió de canto apretándola en mi sexo.

-Puedo notar el calor a través de las bragas, no quieres que te toque, no quieres que te folle, pero no puedes controlar a tu cuerpo de puta que se excita a pesar de todo.

Se arrodillo entre el mueble del fregadero y yo y empezó a lamer mis bragas mientras su mano seguía presionando apretando la tela en mi raja.

-Noto como se mojan entre mi saliva y tus fluidos, relájate voy hacer que te corras golfa y luego podrás irte. Vale?

Asentí con la cabeza y deje que mi suegro lamiera mis bragas, me tocara íntimamente y me excitara poco a poco, hasta que aparto la braga un poco y cuando sentí su lengua en mi raja me estremecí. Lo noto y siguió lamiendo con la lengua plana todo mi sexo, no paraba en ningún sitio, le sentía por todas partes. El calor me apresaba y mis caderas se movían al ritmo de la lengua de mi suegro. Hasta que me corrí allí en la cocina de mis suegros mientras el mismo me chupaba.

-Que bien sabes alba. –dijo levantándose-

Se apartó de mí y preparo la cafetera mientras yo recobraba el ritmo normal de mi respiración. Hizo café para ambos y salió al salón con las dos tazas.

-Ven Alba, vamos a tomar café al salón

Como una autómata le seguí al salón, él se sentó en su gran sillón y dio un sorbo a su café, el mío estaba sobre la mesa, lo cogí y bebí mientras nos mirábamos ambos midiéndonos, su expresión era una mezcla de excitación y la misma rabia de siempre, me deseaba y odiaba hacerlo, pero no podía evitarlo.

Sin dejar la taza desabrocho su pantalón y sacando su polla empezó a masturbarse, yo miraba embelesada como la mano de mi suegro resbalaba por su polla, esa polla que ya había tenido en cada rincón de mi cuerpo.

Se la meneaba lentamente, sin dejar de tomarse el café como si fuera lo más normal del mundo masturbarse ante su nuera.

-Ven Alba, arrodíllate aquí y mámamela

-No voy hacer eso

-Si vas hacerlo puta, mira como la tengo, gorda y dura para ti

-Porque crees que lo haría?

-Porque eres una viciosa y te pone ponerme, sé que estas cachonda

-No –sacaba mi lado más rebelde-

-Si lo estás, olvidas que he lamido tus juguitos cuando te has corrido hace unos minutos?

Me levante para irme y en dos zancadas estuvo a mi lado, me empujo y caí al sofá, con el torso me inmovilizo y su mano hurgaba entre mis muslos mientras intentaba zafarme, logro meterse en medio y apretó de nuevo su mano golpeando mi sexo, apartando mi braga y de repente sentí como tres dedos me penetraban. Estas chorreando golfa, estate quieta y calladita o vas a despertarla.

Empujo dentro de mí con dureza, entrando y saliendo, abriéndome y dilatando mi vagina y no bajo la dureza hasta que pare de moverme. Entonces bajo de nuevo la intensidad, pero no dejo de penetrarme.

-Ves golfilla que es mejor que no te intentes escapar?

Su dedo medio frotaba mi clítoris excitándolo, inflamándolo y finalmente haciendo que volviera a correrme para mi desgracia.

-Ves nena no luches

Mientras me recuperaba el volvió a su sillón y de nuevo cogió la taza y mirándome me dijo.

-Ven Alba ponte de rodillas ahora no me hagas enfadar

-Qué pasa si te enfadas? –era un juego demasiado excitante como para abstenerme a jugar-

-Que te demostrare mil veces si hace falta que aunque no quieras puedo hacer que te corras cada vez que quiera puta. He dicho que vengas!!!

-Va a despertarse si gritas –le dije asustada, al ver que no se controlaba-

-Pues ven zorra!!! –Volvió a gritar un poco más fuerte-

Me levante y me puse ante él, pidiéndole que no gritara, me agarro de ambas muñecas y tiro de mí, me puse de rodillas entre sus piernas.

-Muy bien nena, ahí te quería, acerca esos labios y esa lengua a mi polla, está que arde

Baje la cabeza y deje que la polla de mi suegro resbalara entre mis labios mientras el cogía por los lados mis tetas, lamí esa polla con glotonería hasta que me la saco y aparto.

-Los huevos pequeña, chúpame los huevos

Lamí y me los metí en la boca mientras él se la meneaba ahora, durante unos minutos no paramos.

-Sube Alba necesito follarte ahora

Sin pensármelo dos veces me levante y abriendo las piernas me la coloque en la entrada de mi vagina mientras él me empujaba hacia abajo con sus manos en mi cintura.

-Si nena, que coño más rico tiene mi nuera. Mueve las caderas preciosa, muévete como tú sabes.

Empecé a mover la pelvis mientras él me sobaba y lamia las tetas, estaba excitadísima sintiendo bien adentro la polla de mi suegro, mientras su boca me volvía loca. Encima allí en el sillón donde tantas veces le vi anteriormente. Me mordía los pezones y yo me movía más deprisa súper excitada, sus manos amasaban mi trasero, pellizcándolo, su rudeza me volvía loca. Jadeaba flojo.

-Así puta ves cómo te gusta? Córrete de nuevo, moja bien la polla de tu suegro con tus juguitos. Dime que te gusta –me dijo dándome un cachete-

Negué con la cabeza pero no paraba de frotarme la vagina con su polla

-Dímelo o te la saco!!

Volví a negar con la cabeza aun sintiendo el calor recorrer mi cuerpo y concentrarse en mi sexo, que estaba ardiendo y convulsionaba cada vez que me movía con su gorda polla dentro.

-Nena si no lo haces te la sacare y te quedaras sin ese delicioso orgasmo que empieza –volvió a darme otro fuerte cachete-

Jadeaba agarrada al respaldo de su sillón y decidí que no había marcha atrás, que tenía que hacerlo o mi suegro era capaz de dejarme sin orgasmo, note sus manos en mi cintura y al tiempo que estiraba las piernas bajándola me levanto, note como su polla salía lentamente y casi grite

-No!!! Por favor suegro no dejes de follarme –salió de nuevo la rebelde, quería hacerle lo mismo que el me hacía a mí con sus palabras soeces – Así suegro métemela bien adentro, siente como mi coño va a estrujar tu polla hasta vaciarla cuando me corra, venga viejo dale placer a tu nuera hambrienta, quiero que me llenes de leche

El casi da un alarido yo ni me reconocía en esa voz apremiante, cargada de deseo, mi suegro completamente fuera de sí y poniéndose de lado me dejo caer al sillón y así de lado me subió una pierna y me la metió aún más adentro.

-Me vuelves loco, voy a correrme

Empujo varias veces hasta que sentí como el orgasmo llegaba, apreté fuerte y sentí los chorros de su semen al tiempo que me corría con él. Me penetro dos minutos más hasta que ambos completamente saciados relajamos nuestros cuerpos, se levantó y me ayudo a incorporarme, sentí su semen bajar por mis muslos y el sentado en el sillón mientras yo estaba de pie ante él, con un dedo siguió a la inversa el recorrido que termino en mi vagina, movió diestramente sus dedos en mi sexo y así provoco el último de mis orgasmos que me dejo con las piernas como la gelatina. Mi suegro era incansable.

Me senté agotada en el sofá, aun respiraba con dificultad mientras el descansado ya me miraba con una sonrisa.

-Eres el no da más nuera, lo siento por mi hijo. Pero cualquiera mataría por un polvo así. A mí me has pillado ya muy viejo que si no te follaría día y noche.

Me dejo en el comedor mientras le oía hablar con su mujer.

-Ya te has despertado? –Le dijo mi suegro-

-Sí, que estabas haciendo? –pregunto ella-

-Viendo una película que me ha encantado

Sonreía ante ese comentario y me fui a mi casa, esa noche Alberto volvió a hacerme el amor y de nuevo descubrí que no sentía nada al hacerlo con él. Máximo y mi suegro habían sacado a una mujer completamente distinta a la que fui un día con Alberto. A la de antes le gustaban las suaves caricias, la ternura y el cariño, pero a la nueva Alba le gustaba como la gran polla de Máximo la follaba sin piedad, notándola en cada milímetro de mi vagina completamente llena, a la nueva Alba le gustaba  el sexo sin compromiso, el placer salvaje, soez  y hasta doloroso que le proporcionaba su suegro.

Amaba a Máximo, pero no podía evitar sentir placer sometiéndome a mi suegro.

Dos días después regreso de su viaje y nos cruzamos en la entrada, me basto ver sus ojos un segundo antes de desviar la mirada como para darme cuenta que había escogido. Máximo se había quedado con su mujer. Sentí que me flaqueaban las piernas y entonces ella dijo.

-Cariño antes de subir podrías coger eso de la sala? –Le sonrió con complicidad y desapareció tras decirme adiós-

Yo intente salir corriendo pero él me agarro de las muñecas

-Alba, tenemos que hablar

-No hace falta Máximo te entiendo. Espero de verdad que seas feliz

Salí corriendo con lágrimas en los ojos, subí a casa y escuche a Alberto al teléfono

-Si cariño esta noche te juro que me escapare y nos veremos

Sabía que había otras, pero en ese momento y a pesar de mis infidelidades me dolió la suya, sé que no tenía derecho pero sentí rabia.

Cuando Alberto dijo que cenaba con unos clientes no dije nada y cuando se fue baje a tirar la basura, al regresar mi suegro estaba en la entrada esperando.

-Hola suegro

-Hola nuera, acabo de ver salir a mi hijo

-Se va de cena con unos clientes. O lo que es lo mismo ha quedado con su amiguita de turno

-Este hijo mío es completamente idiota. Aunque haga ya tiempo de eso, he estado con alguna que otra mujer o sea que no te comparo con la mía ya que sería cruel para ella, comparándote con las demás incluidas las profesionales, todas se quedan en nada.

-Gracias pero no hace falta que me animes ya sabía que había otras en su vida y no le culpo.

-No te animo solo hago constar un hecho, volverías sexualmente loco a cualquiera. Mira a Máximo por ejemplo he visto cómo te folla

-Máximo se ha dado un tiempo, va a intentar solucionar el tema con su mujer

De repente recordé que mi suegro también había visto a otro follarme, al del primer día

-Suegro quien me follo aquel día?

-No puedo decírtelo Alba.

-No pasa nada

Entre en el ascensor y el subió a su casa por la escalera, entre y me tumbe en el sofá unos momentos después me levante, me desnude completamente y empecé a tocar mis pechos, mis muslos… pensaba en quien debió follarme junto a mi suegro… estaba subiendo hacia mi sexo cuando sonó el timbre, me puse la bata de seda y fui abrir, era mi suegro. Entro rápido y cerré la puerta.

-Y mi suegra?

-Se ha tomado sus pastillas para dormir…

-Y se despierta

-Le deje una nota en la que le decía que no podía dormir y me había ido a andar

-Ah

-Que lleva mi nuera debajo de esa bata?

-Nada

Por primera vez iba a jugar desde el principio, deseaba que se quedara, deseaba que me hiciera daño, deseaba que me diera placer y sobre todo deseaba que se quedara y no quedarme sola

-Desátala y ábrela un poco!

Hice lo que me pidió bajando la cabeza demostrándole mi sumisión, abrí solo un palmo la bata.

-No vas a invitarme a beber algo?

Fui a la cocina y volví con su copa, el estaba sentado en mi sofá. Le pase de nuevo con la cabeza gacha el vaso y me quede esperando.

-Alba súbete a la mesa del comedor, flexiona las piernas y enséñame bien ese coño

Hice lo que me pedía, apoye los pies y me abrí, vi como el admiraba mi coñito abierto

-Eres tan hermosa, tan joven, tan suave y deliciosa que me duele la polla de dura que me la pones

Estaba apoyada en mis codos y le vi acercarse, separo los labios de mi coño y bajo a lamer mi sexo, lo succiono y lo lamio hasta que levantando las caderas me corrí en su boca.

-Muy bien nuera mía me encanta hacer que te corras. Confías en mí?

-Si –descubrí que no solo era cierto sino que no dude-

-Harás lo que te pida sin hacer preguntas?

-Si

Vi como cogiendo su corbata dio la vuelta y me tapo los ojos

-Ahora ya no hace falta, ya se quién eres –le dije sonriendo-

-No lo sabes todo Alba y hoy vas a tener de todo. No te muevas recuerda que me has dicho que serias sumisa y obediente putita

-Si

Oí como andaba y me quede helada cuando oí la puerta de la calle abrirse y aun más cuando le oí decir.

-Entra, ya está preparada

Enseguida note otras manos retirando más mi bata, abriéndola y cubriendo mis pechos, acariciándolos, masajeándolos y pellizcando levemente mis pezones antes de lamerlos y succionarlos, eran no solo otras manos y otra boca era un estilo distinto al de mi suegro, lo supe antes de oírle a mi lado en el otro extremo de la mesa

-Nena relájate –estiro mis manos sobre mi cabeza y me inmovilizo mientras el otro separaba mis muslos sin dejar de acariciarlos-

Notaba sus manos recorrer mi piel, mientras las de mi suegro agarraban mis muñecas mientras decía.

-Quiero que se la metas ya, quiero ver cómo te la follas, acababa de correrse cuando has llegado y esta mojada.

Sus manos no soltaron mis muñecas cuando otra polla empujaba en la entrada de mi vagina, empujaba un poco presionando y abriéndose camino dentro de mí, ganando terreno hasta estar dentro completamente.

-Recordabas la sensación de estar en ese pequeño coñito amigo? –Dijo mi suegro y supe que era el mismo de la primera vez-

Empezó a moverse en mi interior, su polla no era ni tan gorda como la de mi suegro, ni tan grande como la de Máximo, pero el ritmo que llevaba y la manera en que agarrándosela la movía me estaba volviendo loca.

-Alba me pones a cien, me encanta verte y disfrutar de ti de cualquier manera.

Note su polla en mis labios y girándome empecé a lamerle mientras él se la meneaba, las arremetidas en mi coñito eran cada vez más profundas, mas rápidas y su mano ahora jugaba con mi clítoris.

-Así mi niña chupa bien mientras te corres

Así lo hice succione esa polla mientras otra me penetraba y me corría sin poder parar de convulsionar mi cuerpo.

-Sal o sus apretones van hacer que te corras

Le dijo mi suegro ayudándome a incorporarme, me bajo de la mesa. Notaba las piernas flojas por los dos orgasmos.

Me llevo hacia mi sofá cogiéndome las manos las apoyo en los muslos del otro y me inclino la espalda

-Chúpasela como no se la han chupado nunca nena

Él estaba sentado en el brazo del sofá y yo me agache y agarrando su polla empecé por la punta y lamí toda y cada rincón de esa polla mientras le acariciaba los muslos, los huevos y entonces note sus manos en mis caderas, mi suegro se puso  detrás de mí y me penetro brutamente echándome sobre el otro, que agarrando mi cabeza me hacía tragarme su polla. Sentía su respiración entrecortada cada vez que apretaba bien sus huevos con mi mano y succionaba la polla que me cabía entera en la boca.

-Ves que bien la mama, te lo dije.

Sus fuertes arremetidas me doblaban las rodillas pero sus manos me levantaban y me pegaban a él.

Durante mucho tiempo trague polla por la boca y por el sexo, hasta que los tres gemíamos, mi suegro salió y dándome la vuelta me sentó sobre la polla de ese hombre, separo mis piernas y se arrodillo a lamer mi coñito, estaba en el paraíso, succiono hasta que no podía soportarlo más y entonces subió y agarrando su polla la puso junto a la otra y empezó a meter su glande también en mi coño.

-Me duele

-Lo se zorra, aguanta que te caben las dos, te prometo que iré despacio

Ciertamente empujaba muy despacio mientras el de abajo acariciaba mis tetas con una mano y mi rajita con la otra, mientras mi suegro empujaba y empujaba deshaciéndome, me dolía y me daba placer, hasta que dejo de doler y me adapte a esas dos pollas que empezaron a moverse al unísono dentro de mi vagina frotándose entre ellas, matándonos a los tres de placer.

-Ves mi niña como tienes coño para dos pollas?

Estalle al momento arqueándome sobre mi otro amante aún desconocido, gritaba poseída mi orgasmo devastador casi no podía apretar los músculos de mi vagina de estirada que la sentía. Ellos también jadeaban cuando mi suegro salió lentamente y dándome la vuelta me puso mirando hacia el otro y mientras frotaba mis pechos por su pecho sentí la polla de mi suegro en mi ano.

Intente que no me penetrara, no estaba dilatado, movía las caderas intentando escapar y solo conseguía que el de abajo suspirara más y más, el glande de mi suegro entro en mi ano y este presionando mi espalda me empujaba contra el otro al tiempo que su polla me deshacía y abría el culo.

-Que rico Alba, no luches ya no te me escapas, voy a llenarte ese culito de leche

Tras unos segundos empezó a moverse, entraba y salía ferozmente empujándome más y más sobre el otro hasta que sus gemidos eran lamentos y se vacío en mi culo.

-Si mi niña me corro –decía mi suegro con resuello-

Salió lentamente y note como su semen escurría de mi culo, entonces sin esperarlo el de abajo me hizo girar, pensé que le gustaba más desde esa postura y cuando bajaba mi coñito, me empujo levemente y me hizo caer clavándomela en el culo, grito al sentir la estrechez y yo la sorpresa, aunque no dolía al ser más pequeña y estar más lubricado por el semen. Me follo gimiendo como un animal mientras mi suegro hipnotizado por lo que veía se arrodillo a lamer mi coño hasta que me corrí agarrando su pelo mientras de nuevo sentía que me llenaban el culo con más semen. Caí rendida hacia atrás y tuvieron que acostarme en el sofá entre ambos, no sentía mi cuerpo de laxo que estaba. Me dormí y no desperté hasta por la mañana, estaba en el sofá tapada con una manta y creí haberlo soñado a pesar de notar mi cuerpo dolorido, no recordaba haber ido por la manta. Me levante y las piernas no me sostenian, supe que no lo había soñado cuando sentí el semen escurrir de mi culo.

Recordé toda la noche anterior de camino al baño intentando recordar algo del desconocido, mire hacia la habitación y vi a Alberto dormir plácidamente.

Me di una ducha y me metí en la cama, me arrodille a su lado y le chupe la polla a Alberto hasta ponérsela dura, al principio quiso seguir durmiendo supongo que cansado de haber follado con alguna.

Pero a al rato gemía mientras mi boca succionaba su polla y mis manos le acariciaban.

-Si Alba dios que bien la chupas madre mía

Había practicado mucho últimamente, lo lleve al borde del orgasmo varias veces con mi boca, luego me subí y cabalgue moviendo mis caderas apretándole en mi interior hasta que de nuevo lloriqueaba como un niño

-Dios Alba que te ha pasado, vas a matarme

Recordé las pollas que me habían follado hacia un hora y gire más el móvil. Había llamado a mi suegro para que viera en lo que me había convertido y este en videoconferencia vio cómo su nuera se follaba a su hijo bien follado unas horas después de que él me hubiera poseído.

Mire hacia el móvil y llevando mi mano entre mis piernas me frote el clítoris hasta correrme apretando la polla de Alberto que seguía gimoteando, cuando termine de córreme saque su polla y de nuevo la mame hasta que entre gritos me agarro del pelo y con fuertes movimientos de cadera se corrió en mi boca arqueando la espalda mientras pequeños gritos salían de su garganta

Dos minutos después aun le deje gimiendo y con la respiración entrecortada y metiéndome en el baño cogí el teléfono y le dije a mi suegro.

-Te ha gustado?

-Si putita mía, mucho.

…Así me sentía ahora mismo la mas puta de todas las putas…