Me convertí en el esclavo de los pintores mi finca
Sólo en casa, mañana de sábado, pintaban los rellanos de mi edificio, me asomé a ver quienes eran y les invité a que me acompañarán a casa a hacerme unos trabajos que yo solo no podía hacer.
Me levanté en una mañana de sábado, estaba sólo, mi mujer había marchado un poco antes para nuestra casita del campo y yo subiría al día siguiente.
Me metí en el baño para depilarme mis partes a conciencia, me duché y me hunté de crema de afeitar para dejar bien hidratada toda mi intimidad, me miraba en el espejo haciendo varias posturas de fotografía erótica, y la verdad, es que me quedaba un perfil de infarto, me fui enrrollado en una toalla a la habitación y abrí el armario de mi mujer para vestirme con su íntima ropa, me encanta vestirme con ropa de mujer, me puse unas braguitas tanga con puntilla, negras, preciosas, después por encima me calce un vestido blanco a rayas negras horizontales con tirantes para ajustarmelo a una altura lo más picante posible y por ultimo me tape mis piernas con unas medias altas con blonda,tambien negras ocultando así todo el vello de mis piernas.
Salí descalzo al pasillo porque escuchaba ruido en el rellano, miré por la mirilla y vi que la puerta de las escaleras de incendios estaba abierta porque entraba mucha luz, abrí la puerta de casa tímidamente y me asomé con mi atuendo femenino a ver qué ocurría, y de repente subía por las escaleras un tipo grandote que quedándoseme mirando con sorpresa me dijo "buenos dias", yo no respondí, me quedé perplejo de que me encontrara con aquel tio sin esperarlo y encima con la ropita que yo llevaba puesta, allí parado lo único que se me ocurrió decir tímidamente fue: "ah, ¿habeis empezado ya a pintar?", el me respondió "buenos dias, ...estamos esperando la pintura, nosotros estamos tapando marcos y agujeros".
Por un instante me quedé sin respuesta, era una situación bastante incómoda para mí, mi intención de aquella mañana era hacerme una paja con algún objeto frutal hundido en mi culo, pero viendo que me había encontrado con aquel tipo, y que ya me había pillado con ropa de mujer enfundada sobre mi perfilado cuerpo, de repente, me puse de perfil y apoyándome sobre el marco de la puerta de chapa que separa el rellano de las escaleras de incendio, puse una nueva postura para foto, sacando bien mi culito e igual que una zorra posando, le dije con voz de entrega y medio susurrándole: "perdona, pero aquí en mi casa también hay unos agujeros que tapar...,¿te atreves?".
No sé cómo cojones se me ocurrió decir aquello, yo no estaba bien de la cabeza, aquel tipo se me quedó mirando y se quedó parado también flipando, aunque ya estaba bastante sorprendido con mi atuendo, pero gritó:"¡Florin!, sube que tenemos un trabajo extra aquí", de repente escuchaba los pasos del compañero Florín, un hombre gordo y grandote, con un aspecto de abandonado y de poco cuidarse, "¿que ocurre?", preguntó, y quedándoseme mirando de arriba a abajo se quedó también un poco parado ante mi, me preguntó: "hola, buenos dias, ¿que le ocurre?", yo le contesté "¿pueden pasar a mi casa? es que me ha comentado su compañero que estaban tapando unos agujeros y que yo también tenía dos para tapar, pero dentro de mi casa", se miraron entre ellos, y sonriéndose asintieron.
Yo iba delante y ellos me siguieron, "pasar pasar, sentiros como en vuestra casa por favor", pasaron delante mia en el pequeño recibidor de casa y cerré la puerta tras ellos, se quedaron parados por no saber a donde dirigirse, les dije "acompañarme por favor y os digo el trabajo que hay que hacer", mi aroma del perfume que me habia puesto de mi mujer a fresas, se deslizó por sus narices cuando pasé delante de ellos, caminando despacio atravesamos el pasillo donde ellos me seguian a poca distancia.
El que iba delante de repente posaba su mano derecha sobre mi cadera, seguidamente la otra sobre mi otra cadera, y deteniéndome a mitad del recorrido del pasillo me dijo: "¿tu quieres follar eh chaval?", me giré repentinamente y le dije susurrando y con voz lo más sexual que pude "necesito satisfacer mi deseo, quiero comerme una polla mientras me dan por detrás sin compasión, ¿No os gustaría follarme?", empezaron a sonreir, "vamos vamos chaval, que lo vamos a pasar en grande", continuamos hasta la habitación.
Rarel (asi se llamaba el alto y corpulento), seguía cogido de mis caderas deslizando sus manos hasta palparme mi culito, nos volvimos a detener delante de la cama de mi habitación para que sopesara bien mi mercancía, el gordo pasó para sentarse sobre la cama diciendo: "ésto no me ha pasado nunca tío, estoy alucinando", Rarel me subía el vestido descubriendome mi traserito y comenzaba pegándome fuertes apretones a mis galtas sintiendo como le gustaba y disfrutaba de sobarme, allí estaba mi culito respingón y molludito tapado por el tanga que unicamente cubria mi agujerito deseoso.
Me di la vuelta para quedarme de cara a Rarel, mientras ahora dejaba a placer y a la altura de la cara de mi trasero a Florín, que no tardó en sobarme también, mientras escuché como gemía de gusto, volviéndose loco al hundir su cara entre mis galtas, me encantó sentir como su barba de 3 dias pinchaba sobre mi regata y me cosquilleteaba mi fina y delicada piel recién depilada, hidratada y muy limpia, "pero que bueno que estás cabron!!", dijo el gordo, Rarel tenia la mano en su bragueta tocándose sus partes para prepararlas para la acción, yo entonces me senté sobre Florín, abriendo mis piernas para sentir bien su bragueta que también estaba palpitante bajo sus pantalones de chandall y que ya estaban con una buena protuberancia que noté cuando me posé sobre él.
Mientras, con sus manos me agarraba fuertemente de mis caderas para que no me separara de él. Yo gemía de placer del momento, tiraba mi cabeza para atrás para hacerles saber que me encontraba de maravilla entre aquellos tios, estaba disfrutando de aquellos preliminares, pero quería más acción, me lancé sobre la bragueta de Rarel, que a tiro la tenía delante mía, llevaba unos pantalones vaqueros cortos, por lo que me dispuse a bajarle la cremallera y a desabrocharle el botón, me abría seguidamente el paso a sus calzoncillos de color azul oscuro, la verdad es que el olor a sudor era imponente, se mezclaba con mi aroma de frutas y frescor de recien duchado y limpito, pero la verdad es que así me excitaba aún más.
Los pantalones calleron fácilmente a sus tobillos, él se los quitó del todo enseguida, yo le mire a los ojos desde aquella posición tan denigrante, me encantaba que me sodomizaran, me gustaba sentirme inferior y frágil, "quiero comerme tu polla", le dije, "vamos, no lo pienses mas, ya sabes donde está, cómemela", me dijo enseguida, sin remedio puse mis manos sobre la tira elastica de sus calzones y fuí deslizándola hacia abajo despacio, empezó a emerger el vello mas abultado y tupido de su pubis, él mientras, se quitaba su camiseta a la vez dejándose ver su enorme barriga peluda con sus pectorales caidas y con mucho pelo, continué bajando sus calzones, cuando empezo a emerger su enorme rabo, caido hacia abajo pero ya erecto, cuando logré sacarlo del todo, hizo efecto muelle hacia mi cara, topándose contra mis morros.
Le volví a mirar a la cara mientras él me ordenaba: "vamos, ¿a qué esperas?, cómeme la polla, chaval", entonces, se la cogí con mi mano derecha y empecé a descapullarle despacito y poco a poco empecé a pajearle empuñando con fuerza aquel imponente pepino, le pajeaba despacio, sentía en mi mano todas las imperfecciones de su pene, la verdad es que era grande y gordo, inclinado hacia arriba y un poco a la izquierda, palpitante, deslizaba mi mano adelante y atrás suavemente sobre aquella verga caliente, le miré de nuevo a los ojos y vi como se relamía de gusto, sin duda le estaba gustando y entonces, no lo dudé más, intenté llenar mi boca de saliva para humedecer bien mi orificio bucal, para dejar pasar fácilmente aquella verga entre mis labios.
Apoyé mi mano atrás del todo sobre su pubis, dejándo bien al aire su gran capullo rosado y haciéndome de tope con mi mano para no atragantarme con aquel suculento nabo y hundí mi boca alrededor de aquel falo hasta que tocó la parte honda de mi lengua, donde se posó el frenillo de su capullo, entonces cerré mi boca abarcando y notando el diametro y la longitud de aquella enorme polla sintiéndola entre mis labios como cuando te comes un enorme plátano, pero ahora en lugar de morderlo lo succionaba todo lo que podía, el gemido de su dueño no se hizo esperar "ahhhhh que ricoooo", exclamó el Rumano.
Sentí como todas las venas, granitos, vibraciones de aquel pene se deslizaban en mi boca, succionándole como un calipo, hasta que notaba certa de mis labios el recorte de su glande, donde lo dejé unos instantes rodeándolo con mi lengua, intentando chupar aún más, para poder hacer el sonido de descorche de botella, le lamí todo su glande aún dentro de mi boca, rodeándolo completamente y tiré un poco más para detrás para sacarla de mi boca y ... ¡¡Flap!!, sonó en toda la habitación, su dueño gimió de gusto exclamando: "ahhhhh, sigueee, no paresss", yo, sin dudarlo ni un segundo, volví a repetir la operación de la misma manera como unas 4 ó 5 veces, y seguidamente se la chupaba sin descorcharla ya como un poseido, como hipnotizado por aquella imponente verga que surcaba mi boca como si tal cosa, que marranada, pensaba, pero el saber lo que estaba haciéndole a aquel tipo desconocido, aún me excitaba más.
¿Cómo había podido llegar a hacer aquello?, yo flipaba, pero sin embargo continuaba comiéndome su polla sin querer detenerme, notaba como algo pegajoso salía de aquella punta suave y baboseada, no me cabía duda que eran los líquidos preseminales, no supe a penas a lo que sabía porque me lo trague todo conforme iba emergiendo, lo mezclé bien con mi saliva y seguí haciendo el pájaro carpintero bajo aquella enorme y peluda barrigota, mi mano derecha se deslizó a sus pelotas para acariciarlas y sopesarlas y mi mano izquierda se fue a su trasero a acariciar sus posaderas, incluso la metí un poco en la regata sudada de aquel culo peludo y sucio mientras yo seguía sin parar con la felación de aquel tipo, que se retorcía de gusto de mi mamada.
Mientras tanto, el otro me desenfundaba completamente el vestido, le ayudé levantando mis brazos y separándome por unos instantes de mi felado, lo tiraba al suelo, él detrás mía y yo sentado sobre él, entre sus piernas abiertas, me babeaba mi espalda, me escupía sobre ella para dejarme bien plasmado su aroma, notaba como sus escupitajos resbalaban sobre mi espalda, con sus manos me acariciaba mis caderas y abriéndome también de piernas, me metió una mano en mi paquete, comprobando que era un tio, me bajó un poco mis bragas de delante, dejándome al descubierto mi polla que muy empinada hacia arriba dejaba desprotegidas a mis pelotas, que ahora eran comprobadas por el gordo de Florín a su antojo, me las acariciaba y apretaba un poco, ya que en su mano le cabían perfectamente la dos, seguidamente me abarcó la polla y me la cogió fuertemente, pajeándome y sacándome a la luz mi capullo, que dejó emergido mientras volvía a cogerme de mis caderas, dejándome completamente descapullado y libre al aire, con ansias y deseos de culminar la paja.
Yo continuaba mamándo la polla de Rarel, cuando el gordo le dijo algo en su idioma que obviamente no entendí, Rarel asintió apartándose de repente de mi boca, "vamos, ahora chúpasela a Florín, que dice que se aburre", acto seguido me levanté de él, con mis bragas bajadas de delante y mi abandonada polla empinada palpitante bien expuesta, intentaba ocultarla nuevamente bajo mis bragas para que no se viera, pero mi capullo quedaba irremediablemente por fuera de ellas, me di la vuelta y enseguida note como Rarel me las bajaba de nuevo, hasta el comienzo de mis medias altas, no me las bajó más, me abría de piernas con dificultad por culpa de mis bragas que se tensaban como una goma elástica bajo mi culito, se ve que le excitaba el verme así, ahora estaba con mi puerta trasera a tiro de Rarel.
Sin dudarlo escupió sobre mi culo para lubricar mi agujerito, que, húmedo de tanta excitación, agradecía el frescor de aquel escupitajo, seguidamente me separaba mis nalgas y hundía su boca entre ellas lamiéndome como su caramelo de fresa, como un poseso me paseaba su lengua por toda mi regata, el cosquilleo de su recortada barba sobre mi fina y delicada piel rasurada, combinado con el lameteo de su humeda lengua, me hacía volverme loco, me abría a su antojo mis nalgas todo lo que daban de sí, alcanzándo mi ojete una y otra vez, introducía la punta de su lengua en mi ojete, sentía como si me la metiera dentro de mí, estaba gozando como una perra, suplicándole en mi interior que no se detuviera nunca.
Yo mientras y como bien pude, me inclinaba sobre el gordo, despojándole de su camiseta, dejando a la luz ahora su torso también muy peludo, flaccido y obeso, mientras notaba como Rarel se había reincorporado habiéndome dejado mi entrepierna bien lubricada con su saliva, me separaba de nuevo mis galtas y posaba su verga sobre mi regata deslizándola sobre ella a su antojo, soltaba mis nalgas y su polla quedaba atrapada en mi regata, haciéndome notar el grosor del pepino que se me venía para adentro de un momento a otro, posaba su capullo sobre mi agujerito recién lubricado, yo lo apretaba y lo relajaba, incitando más aquella acción, deseba que me penetrara, pero le movía mis caderas para dificultar un poco lo que tanto quería, hundirla en mi virgen agujerito.
Florín me cogió de mi cabeza orientándomela a sus partes, que cubiertas por aquel pantalón de chandall, me dispuse a lamer por encima, la gordura de su paquete no se hacia esperar, su polla estaba tras aquellas telas deseando hundirse también en mi boca, levantó su culo y en un santiamén se bajaba a la vez el pantalón mojado por delante de mis babas, junto con sus calzoncillos, que ambos quedaron un poco más abajo de sus rodillas dejando a la vista y bien al aire su miembro viril bien erecto, con su capullo tapado por la piel de su frenillo, yo me dispuse a lamer su pecho y su barriga mientras con mis manos acariciaba aquella nueva polla que preparaba para mamar, pajeándole suavemente, Florín respiraba entrecortadamente disfrutando de mi ejercicio, me decía con voz entrecortada y con susurros: "ahora vas a saber lo que es que se te enculen dos tios".
Surcando poco a poco toda aquella piel de su pecho peluda, iba dirigiéndome poco a poco a su sexo, Rarel volvía a escupirme sobre mi culo, y note como su polla refregaba aquellas babas por mi ojete, de repente me gire un momento para chuparle otra vez su polla y humedecerla más para facilitar la entrada en mi ojete, sin soltar la verga de Florín, me dispuse a mamársela nuevamente, babeándosela todo lo mejor que pude, volví a girarme ante Florín y note como Rarel volvía a posar su dulce polla en mi ojal, ahora si, le dije: "Vamos, toma mi culito, ¡¡¡métemela toda!!! ¡¡quiero sentirme tuyo!!", le suplicaba de gusto.
Su capullo posado sobre mi ojal le daba la medida de lo que se me venía para adentro, Rarel se la aguantaba para que no se saliera de aquella postura, yo me quedé con los ojos cerrados ante el gordo que me miraba con cara de vicio, ayudé a Rarel separándome con mis manos todo lo que podia mis galtas, relajaba mi culo lo que podía porque sabía que Rarel me la metía irremediablemente, Rarel empezó a empujar aquella polla sobre mi ano, que pronto sucumbía su glande abriéndose paso dentro de mi ojal, topándose contra mi esfinter, aquel capullo se deslizaba suavemente y tan babeado que no fue dificil atravesarlo tampoco, cómo sentí aquel miembro atravesarme, partiéndome en dos, movía su polla adentro y a fuera, intentando suavizar el recorrido de su miembro viril, hasta que hicieron tope sus huevos sobre la piel que quedaba fuera de mi culo, el resto de su nabo gozaba ya de mi interior, topando su pelvis sobre las galtas de mi culo, se quedó al tope durante unos instantes mientras yo seguía mordiéndome los labios inferiores de gusto, era increíble el sentir aquella nueva sensación, gracias a aquel tipo.
Con mis ojitos cerrados delante del gordo disfrutando del momento, retorciéndome del placer recibido en mi puerta trasera, me dijo: "vamos chúpamela ahora y tendras dos pollas dentro de ti", abrí un poco mis ojos y empuñando la polla de Florín, la eche para arriba amorrándome a sus pelotas peludas, babeándolas me las comi a las dos como pude, y despacio fui subiendo como podía por aquella polla, mientras Rarel sacaba su polla de mi culo para volver a penetrarme nuevamente hasta el tope y escuchándole como gemía del gusto.
Eché la piel del prepucio de la polla del gordo hacia adelante para taparle el capullo y la hundí entre mis labios descubriendo su glande sobre mi lengua, ahora si, ahora tenía dos imponentes vergas dentro de mi cuerpo, ahora si que habia cumplido mi sueño, ser follado por dos tipos desconocidos y sin compasión, sentí como Rarel empezó el vaivén frenético de bombearme por detrás, yo apoyé mis manos sobre sus piernas para que no fuera tan rápido, me gustaba más despacio, más suave, pero Rarel no hizo mucho caso de mis suplicas, porque poco a poco fue haciéndomelo más frenéticamente, egoístamente pensaba sólo en el placer que él recibía de mí, sentía como su enorme polla me partía en dos, como el chasquido de su pelvis se estampaba sobre las galtas de mi culo, era algo tan placentero que si me tocaban mi polla un poco me correría irremediablemente, el gusto que me estaba llevando iba a ser inolvidable.
El gordo se tumbó para atrás y su polla se me salió como un muelle de mi boca, teniendo que echarme para adelante para poder cogérsela y poder mamársela, lo que hizo salirse también a Rarel de mi culo, pero aprovechó para bajarme las bragas hasta mis tobillos y yo con mis pies me las acababa de despojar quedándome únicamente vestido con mis medias altas, poco dudó en subirme una pierna encima del colchón, yo, le saqué mi culito poniéndoselo todo lo que pude en pompa, para poder entregarle mi trasero a placer. Él, enseguida con sus manos me abria mi culo aún más para penetrarme más profundamente, "siiii, siiii, no pares Rarel, dámelo, dámelo todo por favor", le gemía yo desde alante mientras empuñaba la polla del gordo y ahora lamiendo de nuevo sus peludas pelotas le hacía volverse loco.
Rarel, después de unos largos minutos de bombeo frenético, abandonó de nuevo mis posaderas para sentarse junto al gordo y contemplar como le comía la polla a su amigo, mi culito extasiado y abierto como un donut permanecía ahora solito al aire, lo que me dió unos instantes de relax para arrodillarme en el suelo y lamer el sexo de Florin más cómodamente, aunque poco estube en aquella postura, "ven aquí chaval, sientate aquí", me reincorporé despacio, el fuerte olor a tio, a sexo y a sudor se habían echo dueños de mi habitación, me excitaba aún más pensando el sentir el roce de la piel de aquellos desconocidos sobre la mía, me encantaba que mi cuerpo se impregnara del sudor de aquellos tipos, allí estaba yo sólo, ante aquellos desconocidos, con mis medias negras altas de rejilla, mi abertura anal abierta y extasiada de las embestidas de Rarel, sentía que lo que estaba haciendo me liberaba plenamente de mis tensiones como nunca antes lo había hecho nadie, me sentía muy bien conmigo mismo.
Ya de pié, me senté a horcajadas sobre Rarel y de cara a él, cogiéndole su pene debajo mía, notaba que estaba un poco seco, me unté mi mano con toda la saliva que pude y volví a cogérsela para humedercérsela, pajeándole suavemente, la descapullé totalmente y le froté su glande con mi mano humeda. La orienté de nuevo sobre mi agujerito palpitante, al posarla sobre él sentí que resbalaba y que estaba bien lubricado, pronto notaba como volvía a entrar en mi y dejándome caer sobre aquella enorme verga, me apoye sobre sus hombros y comencé a cabalgar sobre él, primero despacio para ir controlando la penetración y cuando me di cuenta, saltaba sobre el como un poseso, Rarel gemía de gusto, y yo al verlo también empecé a disfrutar de su penetración, de vez en cuando me detenía estando al tope y me retorcia sobre él para notar sus huevos esclafados entre las galtas de mi culo, sudados se pegaban sobre mi piel.
Volvía a subir un poco mi culo para intentar llegar a sus pelotas, alcanzándolas con mi mano derecha para acariciarlas, me encantaba hacerlo, y a él que se lo hiciera, disfrutaba de palpar como su enorme verga se perdía en mis entrañas y sus bolas permanecian afuera retorciéndose de gusto también y fabricando esperma para mi. El gordo mientras tanto se pajeaba a nuestro lado contemplando nuestra acción, se levantó y se puso de pie sobre el colchón, yo pensé, éste se carga mi cama, se subió para dejar a la altura de mi boca evidentemente su polla, que enseguida no dudé en comerme nuevamente, su sabor era a sudor y carne caliente de tanto pajearse, era muy asqueroso pero muy erótico a la vez, mientras se la chupaba a penas podia moverme para follar con Rarel, pero éste poco dudó en bombearme desde abajo, mi culo acompasaba a sus fuertes empellones, que hacian machacar las galtas de mis posaderas escuchándose una vez más el --clas clas clas-- fuertemente en aquella habitación, junto a mis gemidos de placer con mi boca llena de carne, no podía evitar el goce gritando desconsoladamente y con suavidad, "ah ah ah ah ah".
Rarel acompasaba sus pistonazos con fuertes pellizcos en mis caderas que me hacian enloquecer, el dolor y el placer era algo que me volvía loco, "ostias, ponte a cuatro patas sobre la cama" me dijo Rarel como si se le hubiera ocurrido algo de repente, mientras paraba de darme, sentándome completamente sobre él, fuí apartandome de su sexo, enseguida notaba que su polla no estaba dentro mía, lo cual me hacía desearlo locamente, era como si no pudiera estar ya sin su polla en mi interior, era necesaria para mi, lo deseaba de una manera tan egoista, no sé qué cojones pasaba que necesitaba sentirlo dentro de mi, pero me fui poniendo en esa nueva postura que deseaba, gateando me quedaba a 4 patas sobre el colchón, eché mi culito para detrás y maullando les retozaba pidiendo que me cubriera alguien, les sollozaba con maullidos: "miaaaauuuu, miuaaauuuu".
Retorcía mis caderas ante ellos para que no me dejaran solo, pronto Rarel ya cogía posición y cogiéndome de mis caderas y ayudándose con una mano, orientaba su verga nuevamente sobre mi agujerito que enseguida era nuevamente torturado placenteramente por su pepino rebentón, yo enseguida se lo hice saber: "uuufff, no puedo estar sin ti, amor mio", le dije gimiendo de gusto.
El gordo se sentó abierto de piernas delante mía, su enorme polla la tenía ahora más a placer que nunca y sin dudarlo la engullía en mi garganta tragándome todo lo que podía, el movimiento sexual de mis labios sobre aquella verga era más veloz ahora y mucho más fácil, aunque con las fuertes empitonadas de mi anfitrión Rarel, que me daba por el culo a mayor velocidad ahora, notaba como sus pelotas se estampaban contra mi perineo, chocando y abrazandose con las mias, yo las trataba de alcanzar, cuando el notaba que iba tras ellas me dejaba embestido al tope para poder acariciarlas, le encantaba que se lo hiciera "tócamelas así chaval, uffff que gustazo, sigue sigue", palpaba cuatro pelotas a lavez, las suyas peludas junto a las mias depiladitas, luego volvía a empellarme fuertemente, mi pene estaba languido y mustio sin acción, bamboleaba allí debajo triste y sin control, a merced de los empujones del rumano que me poseia a placer y descontroladamente.
Mis pelotas muy caidas, buscaban algo de frescor del ambiente, y acompañaban a mi pene, tambíen tristes, depiladas, limpias, aterciopeladas, allí bamboleaban acompasadas del movimiento sexual, Rarel se inclinó encima mia para cubrirme con su cuerpo mi espalda, por un momento pensé que se corría, le dije de inmediato: "no te corras aún por favor" le gemía, "tranquilo chaval, solo quiero...", y soltándome una de mis caderas, abarcaba mis huevos con su mano derecha, me encantó que me cogiera mis pelotas, mi cuerpo era todo para el, podia hacerme lo que quisiera con ellas, yo permanecía comiéndome la polla del gordo ayudándome con mis manos y mi sexo estaba a su plena merced, "ummm, que pelotitas mas calientes y blanditas tienes", yo gemia del gusto que ahora me daba con aquel gesto, me las empezó a acariciar subiendolas y restregandolas contra mi cuerpo, las volvio a dejar colgar y volvía a abarcarlas, las sopesaba y empezo a palmetearlas.
Aquello no me gustó ya tanto, empezó a golpearlas con los dedos como si estuviera jugando a las canicas, se cebó en mi huevo derecho, la verdad es que me dolía lo que me estaba haciendo, pero cada vez que me golpeaba yo instintivamente apretaba mi culo, él lo notaba y me bombeaba con mas fuerza, como se lo sabía el cabrón que aquello iba a darle más gusto, de repente paró de hacerlo y abarcando mis huevos de nuevo sentí como me los apretó con fuerza, "ahhhhhhhhh" grité, estrujó mis pelotas todo lo que pudo, notaba como se le salian mis testiculos entre sus dedos, yo apreté mi culo inconscientemente con toda la fuerza que pude, fui a apartar su mano de inmediato, pero su puño cerrado sobre mis testículos era imposible abrirlo, yo apretaba mi culo acto reflejo de los apretones que me estaba propinando sobre mis partes más nobles, lo que me hacía sentir su polla aún más dentro mía, "cabroooon", le dije, me aflojaba el apretón, pero volvía a hacerlo de nuevo, bueno, aquello fue desesperante.
"¡¡¡Me corro chaval!!!, ¡¡¡me corro!!!", fuertemente a su merced me ordeñaba mis pelotas mientras me penetraba hasta el tope explotando su polla dentro mia, sollozando, el Rumano gemía fuertemente su orgasmo en mi interior haciendo resonar el sonido en la habitación, sentí como los chorros de su semen inundaban mis entrañas sin ningún control, acto seguido soltaba mis huevos enrrojecidos y sentí un placer que me hizo sentir un escalofrio enorme desde mi culo recorriendo mi espalda hasta mi cuello, no cabía duda, me estaba corriendo analmente, gracias a su experta follada.
Mi pene goteaba semen sobre las sabanas, el gordo pajeándose sobre mi cara también dijo también que se venía, lo que instintivamente me hizo amorrarme sobre su polla para sentir su corrida sobre mi lengua, mamé su polla como si fuera lo último que iba a hacer en mi vida, le acariciaba con fuerza sus testiculos y acto seguido gemía fuertemente de placer gritando su orgasmo al unísono y moviendo su pelvis inconscientemente tocaba con su glande sobre mi garganta, estallaba la primera lletada sobre mi campanilla, siguió salpicando su leche sobre mi paladar, chorreaba semen sobre mi lengua, muy calientes sus lletadas desbordaban mi boca que chorreaba ya por mi barbilla, como podía tragaba su leche haciéndoselo ver a mi descargador, "trágatelo todo capullo", seguía mamando su polla en busca de escurrir hasta la última gota de su marrón maná pastoso y pegajoso, el gordo lloraba de placer.
Rarel salía de mí, dejando mi ano muy abierto, enrrojecido y palpitante, y golpeaba con su polla sobre mis sobadas posaderas de tanto azote y chasqueteo de machacar mi culito, y se tumbaba a nuestro lado con cara de satisfecho, el gordo se pajeaba ante mi boca escurriéndose las ultimas gotas de su glande sobre mi lengua, yo no dejaba de mirarle a los ojos, le encantaba que lo hiciera, que increible, se reclinó para detrás quedandose relajado.
Yo me tumbé también entre los dos bocaarriba, pajeándome ahora mientras mi pene se empezaba a poner duro, continué machacándomela hasta que en unos instantes mi barriga se llenaba de los escupitajos de mi propia polla, untado en mi propio semen, me quedaba hipermegarelajado entre aquellos dos tipos quedándome plácidamente dormido, que increible, se corrieron en mi culo, en mi boca y ahora yo sobre mi mismo.
El gordo se reincorporó para sacar una cajetilla de tabaco que llevaba en un bolsillo de su pantalón y le ofrecía un pitillo a Rarel, los dos se fumaron sendos cigarrillos en mi habitación, no sé cuanto tiempo pasó, pero al cabo de un buen rato se debieron ir sin decir nada, porque cuando me desperté allí ya no quedaba nadie. Me dirigí al baño, notaba en mi boca algo pegajoso y pastoso, evidentemente eran los restos de la corrida del gordo y como de mi culo manaba algo también resbaladizo, la corrida de Rarel emergía de mi ano resbalando ya por mi entrepierna, aún medio abierto de sus empujones tras mia, me metí directamente en la ducha recordando lo bien que lo había pasado. (fin)