Me convencen para calentar a papi... 2

Después de que un extraño me convenciera para zorrear a mi padre acabo con su polla dura delante de mi...

Esta es la continuación directa a mi primer relato “Me convencen para calentar a papi…” el cual podréis encontrar entrando en mi perfil, os recomiendo que lo leáis primero o no entenderéis bien la situación. Como mencione anteriormente no diré mi edad verdadera, pero podemos asumir que en el relato tengo 18 años. Os recordare también que mi nombre es Mónica, vivo en España, Mido 165 cm y peso 52 kg, tengo el pelo negro, liso y me llega un poco por debajo de los hombros, al no ser muy alta y bastante delgada mi pecho resalta bastante más en mi cuerpo, llevo una 110c de sujetador (la rara vez que uso uno) las cuales gracias a dios aún se mantienen tiesas en mi cuerpecito. De espaldas también suelo gustar bastante dado que tengo un buen culo duro y redondo curtido en 6 años de voleibol, el cual aún practico a día de hoy. Mi cara es perfilada y afilada con los labios carnosos y las pestañas largas.

Me quedé fría, quieta aguantando la respiración. La mano seguía acariciándome la cabeza mientras su polla dura palpitaba contra mi mejilla, no quería mirar hacia arriba, no me atrevía a mirarle a los ojos.

“Parece que papa se ha despertado niña.” Susurraba Don Enrique en mis cascos. “¿Qué pasa, no era lo que querías?”

Yo cerré los ojos aislándome de todo, solo concentrándome en la voz de Don Enrique.

“Abre la boca cerda”

Le hice caso. Al segundo note como la metía dentro, estaba caliente, probablemente la llevaba sobando un rato, me había estado mirando mientras hacía todas esas cosas. Yo aun tímida empecé a pasear mi lengua sobre la cabeza de su polla, los gemidos de mi padre se podían escuchar por encima de mis cascos. Aproveche para quitarme uno y dejarlo en el suelo mientras mi lengua seguía jugando con su capullo, de repente note sus dos manos en mi cabeza sosteniéndola con fuerza y empezando a empujarla hacia su polla. Yo me deje hacer, cubrí mis dientes con mis labios saque la lengua y empecé a dejar que mi padre me follara la garganta. Notaba como entraba y salía, él había empezado a mover sus caderas al ritmo en el que me movía la cabeza, yo seguía notando como su polla entraba y salía de mi garganta mientras yo me atragantaba, no podía saborearla y disfrutarla como a mí me hubiera gustado, pero sabía que a él le estaba gustando así que no me opuse.

“MMMM como suena esa mamada, tienes la garganta profunda eh niña, bien entrenada en tragar… No te preocupes he quitado mi cámara para que no me vea, pero yo sigo disfrutando jeje.” Se rio burlón Don Enrique “No veas que culazo tienes eh, ¿tú crees que papi te lo va a follar esta noche?”

Yo respondí bajando mis manos y poniéndolas en mis nalgas separándolas para darle un buen espectáculo, cosa que me puso aún más caliente. Me armé de valor y abrí los ojos mirando hacia arriba con cara inocente mientras engullía su polla, el miraba hacia arriba mordiéndose el labio, no se atrevía a mirarme a la cara. Me sentó un poco mal que no me mirara así que me dispuse a arreglarlo para pasarlo mejor juntos. Me quité sus manos de la cabeza y puse una en mi teta y otra delante de mi boca.

“¿Te gusta cómo te la mamo papi?” Le pregunte mientras me metía un dedo de los suyos en la boca y lo empezaba a chupar

El miro hacia abajo un segundo y volvió a mirar para arriba enseguida. “Si” murmuro rápido mientras volvía a poner la mano que tenía en mi boca detrás de mi cabeza y comenzaba a empujarla de nuevo contra su polla.

Yo poco satisfecha con la respuesta y con cómo estaba actuando me decidí a animarlo así que agarré su polla y empecé a pajearla contra mi boca, masajeando su cabeza con mis labios y mi lengua, dándole besos y chupándola cuando me apetecía. El no paraba de resoplar y gemir dejando descansar la mano que tenía en mi cabeza y empezando a usar la que tenía en mi teta apretándola.

“Uff así vas a conseguir que papi te folle seguro niña jijiji, o igual se corre antes.” Me dijo Don Enrique mientras oía de fondo como volvía a machacársela.

“Dime cosas” Le dije en voz alta a mi padre mientras la pajeaba contra mi mejilla. Al no obtener una respuesta en cinco segundos pare de pajearla. “Ahora no soy tu hija soy tu puta, dime cosas” le dije dulcemente mientras me levantaba, volviendo a colocar mi mano en su polla y pegando mis tetas contra su barriga desnuda.

Se quedó quieto unos segundos, me miro a los ojos y yo me distraje tanto que no vi venir su mano la cual impactó contra mi mejilla dándome tremendo tortazo, era la primera vez que mi padre me pegaba en mi vida. Doble la espalda del dolor cosa que el aprovecho para darme la vuelta y pegarme contra la pared clavando su polla entre mis nalgas.

“Cállate zorra de mierda” me susurro al oído mientras empezaba a mover sus caderas, restregando su polla contra mi culo.

Yo me puse diez veces más cachonda de lo que ya estaba y giré la cabeza apoyándola contra la pared mirándole a los ojos, ahora él también me miraba. Acerco su cara contra la mía, yo cerré los ojos en lo que el empezaba a besarme, no dude en empezar a meter lengua cosa que hizo que su agarre perdiera fuerza y yo pudiera separar un poco el cuerpo de la pared, poniendo el culo en pompa y empezando a ser yo la que lo restregaba contra su polla. El respondió cogiendo mis tetas desde atrás sin separarse de mi boca, y empezando a masajearlas y estrujarlas.

“Menudo espectáculo estas dando zorra, cuando te tenga delante yo no te voy a tratar tan bien...” Me susurro Don Enrique, cosa que yo ignore concentrándome en lo que tenía detrás.

“Fóllame” Le dije a mi padre cortando el beso y cogiendo su polla con mi mano mientras la colocaba contra mi coño.

El respondió dándome una gran nalgada la cual resonó en toda la casa y empezando a mover su cadera, yo estaba tan mojada que entro de una.

“Ufff papi” empecé a gemir conforme sus acometidas ganaban potencia.

Él se limitaba a manosearme las tetas mientras me la metía, de vez en cuando resoplaba un “puta” o “vaya tetones” o “que rico culazo nena”. Yo simplemente disfrutaba de su polla con la mitad de la cara pegada a la pared y el culo en pompa. Después de unos minutos dándome, pego todo su cuerpo contra el mío comprimiéndome, mis tetones aplastados contra la pared, yo seguía gimiendo esta vez en alto sin importarme que me oyeran los vecinos. En un oído escuchaba los gemidos de mi padre mientras me la clavaba sin piedad alguna y en el otro los gemidos de Don Enrique masturbándose frenéticamente mirando como mi propio padre me empotraba contra la pared.

“Por fin tengo este culazo para mi” gemía mi padre entre resoplidos mientras me daba nalgadas dejando mi culazo rojo.

Después de seguir así un rato se separó, yo estaba encharcada en sudor y en mis propios fluidos, me di la vuelta y vi lo dura que la tenía, brillante por la mezcla de su liquido preseminal y mis fluidos. Él se sentó en la cama, mirando mi cuerpo fijamente mientras se empezaba a masturbar incitándome a que me acercara, yo sin dudar me acerque arrodillándome delante suyo y dándole un besazo a su capullo mientras el soltaba un “UFFF” muy prolongado, su polla se notaba especialmente tensa en mis labios, palpitante, deseosa de jugar.

“Ahí no os veo zorra.” Me dijo serio Don Enrique.

Yo me quede arrodillada, lamiendo y besando la polla de mi papi mientras le miraba fijamente a los ojos, el mantenía la mirada unos segundos y la quitaba, pero yo sabía que en el fondo lo estaba disfrutando. De repente se me ocurrió una idea, me levanté y fui al armario sacando una corbata negra.

“Igual así es más fácil…” susurre tímida mientras le ponía la corbata alrededor de la cabeza a mi padre tapándole los ojos.

El mismo se hizo el nudo para que quedara bien fija “Si mejor” murmuro rápido mientras volvía a llevar la mano a su polla. Aproveché para ir rápido al pasillo a por el móvil, una vez lo cogí volví a arrodillarme delante de mi padre. Con una mano levante el móvil enfocando desde arriba y con la otra le cogí la mano a mi padre y la lleve a mi teta. Don Enrique volvió a poner la cam y yo mirando el móvil empecé a meterme la polla de mi padre en la boca chupándola con gusto mientras miraba fijamente a un viejo que conocía desde hace dos horas que no paraba de masturbarse pese a haberse corrido hace poco.

“Estoy seguro de que tienes entrenada esa garganta perra, traga más mira que la de tu padre no es tan grande como la mía, vas a tener que hacerlo mejor si quieres probarla.” Dijo Don Enrique sin poder esconder su excitación.

Yo abrí la boca todo lo que pude y empecé a tragar hasta que mi barbilla se pegó a los huevos de mi padre.

“Ufff si así” Dijeron Don enrique y mi padre al unísono mientras el colocaba su mano en mi cabeza y hacia fuerza sin dejar que me despegara.

Yo aguante todo lo que pude intentando respirar por la nariz mientras Don Enrique se la jalaba y mi padre me estrujaba la teta, mi otra mano estaba en mi clítoris frotándolo sin parar, hasta que tuve que subirla y empezar a darle palmadas a mi padre en la pierna para que me dejara respirar. Cogí aire como pude mientras hiperventilaba, mi padre aprovecho para empezar a masturbarse contra mi teta. Yo volví a enfocar desde arriba.

“Fóllatelas que viendo cómo me las mirabas antes llevas mucho tiempo queriendo” dije segura de mí misma.

Mi padre esbozo una sonrisa y junto mis tetas alrededor de su polla con sus manos, yo escupí en medio de ellas y el empezó a mover las caderas de arriba abajo follándoselas sin ningún tipo de prejuicio estrujándolas cuando le apetecía. Yo sacaba la lengua y ponía morritos para Don Enrique que había acercado la polla a la cámara mientras yo abría la boca y con la lengua formaba un bulto en mi mejilla, con el puño abierto al lado imitando el gesto de una mamada, todo esto con cara de zorra.

“Fóllatelo ya niña, lo estas deseando” me susurro Don Enrique al rato.

Era cierto. Me levante aprovechando para besar a mi padre, se ve que como ahora tenía los ojos tapados se le hacía más fácil hacer cosas conmigo y no tardo ni medio segundo en meterme lengua mientras me estrujaba las tetas.

“Dame un momentito.” le dije a mi padre mientras me separaba brevemente para colocar el móvil en el mueble de la tele enfocando a la cama.

Rápido volví al lado de mi padre, él estaba sentado al borde de la cama con las manos apoyadas en el colchón, su polla durísima y gorda como un bate. Me senté encima de sus piernas colocando mis rodillas en el colchón y mis pies colgando del aire, con una mano coloqué su polla entre mis nalgas y acto seguido empecé a besarle con lengua poniendo mis manos en su nuca. El no perdió ni un segundo y rápidamente coloco sus manos en mis nalgas y empezó a manosearlas y apretarlas mientras nos besábamos cachondisimos poseídos por la lujuria. Notaba su polla palpitando en mi culo y yo respondía restregándome contra ella mientras jugaba con la lengua de mi padre, el empezó a azotarme con una mano mientras ponía otra en mi cuello y la apretaba mientras me comía la boca. Yo estaba perdida en el deseo, nuestras bocas estaban completamente babadas y aun así no las despegábamos mientras yo empezaba a notar como el bajo la mano de mi nalga a su polla y la colocaba contra mi vagina. Lentamente empezó a introducirla dentro mío, yo empecé a cerrar las manos en su espalda disfrutando del placer que sentía. Una vez estaba toda dentro rompió nuestro beso despegándose, yo aparte un poco la cabeza y el bajo la suya a mi pecho empezando a lamer y succionar mi pezón derecho, yo junte mis tetazas con las manos y el empezó a hundir su cara en ellas con la lengua por fuera, empezó a lamerlas, a besarlas, a morderlas, a intentar metérselas todas en la boca poniéndose más y más cachondo hasta que llego al punto en el que saco casi toda su polla de mí y de repente me dio una estocada seca con ella metiéndola entera.

“DIOSSS” grite en una mezcla de dolor y placer, una lagrima asomando en mi ojo.

Mi padre seguía comiéndome las tetas esta vez sujetándolas el mientras empezaba a follarme frenéticamente. Yo eche la cabeza hacia atrás con la lengua por fuera gozando de la follada que me estaba dando mi propio papi.

“Uuuff sii monica sí que estrechito lo tienes que puta eres siiiii” Empezó a gemir mi padre entre mis tetas cada vez más caliente.

Yo empecé a mover las caderas siguiendo su ritmo, contenta porque por fin me estaba empezando a hablar.

“Me encanta tu polla papi me encanta diosss, fóllame fóllame todita.” Empecé a decir entre gemidos mientras comenzaba a botar fuertemente sobre su polla.

“Ooooh ooooh AAAAAHH” gimió Don Enrique mientras se corría una segunda vez mirándonos. “Os dejo solos zorra, mañana sabrás de mi” resopló Don Enrique unos segundos después mientras colgaba la llamada.

Yo cogí las manos de mi padre y las puse en mi culo mientras seguía botando sobre su polla, acto seguido separo su cabeza de mis tetas y volvimos a besarnos de manera muy cerda. Después de unos minutos así mi padre me levanto con sus brazos y me coloco boca arriba en la cama, él se puso de rodillas en frente mía buscando con su polla mi vagina, yo le ayude con la mano y la follada frenética volvió al instante.  Puse las manos en el cabecero de la cama agarrándome fuerte mientras mis tetas no paraban de botar arriba y abajo, pasados unos minutos en los que yo estaba gozando mi padre decidió quitarse la corbata de los ojos y empezó a mirarme fijamente mientras me follaba. Yo le alentaba poniéndole cara de zorra, mordiéndome el labio y sacando la lengua sensualmente, el me respondía fóllandome más y más fuerte y empezando a azotarme las tetas. Notaba como clavaba sus ojos en mis tetas botando, después me miraba a la cara y se relamía mientras me daba acometidas más duras hasta que llegó el momento. Empezó a respirar muy fuerte y rápidamente saco su polla de dentro mío, machacándosela mientras salían varios chorros con mucha potencia, llegándome al abdomen tetas y cara, yo lo recibí contenta con la lengua por fuera. Una vez no salían más chorros me puse de rodillas en la cama y el empezó a pajearse contra mi teta soltando las ultimas gotas, una vez se exprimió la polla por última vez me la metí en la boca para limpiarla, lamiéndola y dejándola bien limpia. Cuando termine le mire a los ojos y empecé a lamer mi propia teta, limpiando el semen de ella y tragándomelo, él no me quito la mirada de encima en ningún momento. Después de terminar empezó a comerme la boca nuevamente, nos acostamos en su cama mientras nos enrollamos durante toda la noche, más de una vez acabe bajando debajo de la manta para hacerle un trabajito mientras el me sobaba toda y se dejaba hacer. Acabamos por la mañana yo dormida de espaldas a él, con su polla dura contra mis nalgas y con su mano en mi teta mientras yo fantaseaba con la follada que me iba a dar al día siguiente.

Así termina la segunda parte de mi primer relato, espero que lo hayáis disfrutado y sobre todo excitado tanto como yo al escribirlo, como sabéis estoy dispuesta a leeros y contestaros a todos/as en mi email: ablacklina@gmail.com Podéis decirme lo que queráis, las críticas son bien recibidas. Como ultimo me haría mucha ilusión que valorarais el relato o que me dejéis algún comentario. Por cierto, tengo pensado escribir un par de relatos más, algunas situaciones reales que me han pasado y otras más fantasiosos, así que si me poneis en autores favoritos igual os podéis enterar de cuando subo uno, os adelanto el título del siguiente “Crónicas de una tetona en Badoo”. Un besito os quiero <3

Moni