Me concierto en la mujer de mi padre parte III
Como un hecho repentino cambia nuestras vidas
Hola a todos y todas, hoy os contaré mi tercer relato: soy una mujer de 45 años, casada, con 2 preciosas hijas, soy una mujer la verdad normalita, aunque me gusta cuidarme, soy de cabello castaño claro y lacio, piel blanquita, ojos miel, mido 1.68cm y peso 69kg.
Hoy quiero contaros cómo sigue:
Antes de empezar quiero pedir perdón por la tardanza de subir este relato pues estuve bastante ocupada, también quiero agradecer el apoyo que recibo pues leo todo los comentarios, de verdad muchas gracias por animarme.
Los días siguientes siguieron como en los anteriores relatos pero hoy quiero contaros algo que cambiaría mi vida para siempre.
Mi papá venía una vez por día a mi habitación a tomar posesión de su nueva mujer, las posiciones iban variando, cada vez mi mamá me enseñaba más cómo complacer al hombre de la casa, pero una tarde cambió todo. Yo esperaba a mi papá como siempre antes de la siesta vestida con mi picardías, las ganas de volver a sentir a mi papá dentro de mí eran inmensas se estaba volviendo casi una obsesión mi papá, lo necesitaba cada vez más, le empecé a amar no como hija si no como mujer. De repente un chillido llamándome desde la habitación de mis padres retumbó en toda la casa, ardua salí corriendo y vi una imagen que no se me quitará de la mente jamás, mi mamá estaba convulsionando, rápidamente fui al salón y llamé a emergencias los cuales no tardaron en llegar, abrí la puerta rápidamente y los médicos solo pudieron certificar la muerte de mi mamá. Mi papá, mi hermanos y yo nos quedamos en shock, mi mamá había fallecido debido a una complicación de su enfermedad.
No quiero entrar en muchos detalles pues aquella imagen aún me produce mucha tristeza en mí, pero fue unos días duros, de depresión de todos...
El gran vacío que produjo la muerte de mi mamá llenó de tristeza la casa, seguía haciendo mis quehaceres, dejé la escuela, mis hermanos empeoraron sus calificaciones y mi papá sumido en una total depresión.
Ahora ya no era la sustituta de mi mamá por su enfermedad ahora era la mujer de la casa y como tal un día me levanté dispuesta a levantar la casa y seguir hacia delante. Como siempre me levanté antes que mi papá, le hice el desayuno y le desperté, se le veía triste pero eso iba a cambiar por los planes que tenía pensado. Mi papá desayunó y se marchó a trabajar, mientras hacía los desayunos de mis hermanos los oí entrar en el salón y sirviéndoles los desayunos me puse ha hablar con ellos:
- Como mucha tristeza mamá nos ha dejado, pero debemos seguir para adelante y hacer que papá supere esta perdida lo antes posible, debéis cuidar vuestros estudios, yo me encargaré de la casa - les dije sentándome a desayunar
Mis hermanos parecía que habían entendido el mensaje pues asintieron mirándome con una forzada sonrisa. Terminaron de desayunar y se dispusieron a irse a la escuela, les despedí con un beso en la mejilla como hacía mamá y salieron. Me puse a recoger lo más rápido posible pues no tenía mucho tiempo antes de que vinieran y tenía que preparame. Entré en la habitación de mis padres, vacíe el armario de mi mamá y lo dispuse todo en la mía, cogí mi ropa y la puse en el armario de mis padres. El plan era muy sencillo, la hija "dejaba" de existir, iba a ser la mamá y como tal debía estar durmiendo con el papá, y así lo hice, sabía que mi papá no estaría de acuerdo, no podía sustituir a su amada mujer pero por lo menos lo intentaría.
Terminé de hacer los quehaceres y estaba calentando la comida, papá llegó y yo como buena mujer salí a recibirle:
Hola, ¿Que tal tu día? - le pregunté cogiéndole las cosas
Un día más, ¿Que más da? - me dijo triste
Tengo una sorpresa - le respondí cogiéndole de la mano con una sonrisa
Le llevé a la habitación y le senté en la cama:
Hija no estoy de humor.... - me dijo pensando que le complacería
No papi, mira - le dije abriendo el armario
Ya sé que no podré sustituir a mamá, pero yo le juré que mientras ella no pudiera me encargaría de la casa y de ti, así que pensé que como ella ya no está puedo venir a dormir contigo y poder suplirla mejor - le dije mirándole a los ojos.
Papá no dijo nada, solamente se levantó me abrazó y se puso a llorar, yo le devolví el abrazo a lo que me dijo "gracias por todo".
Salimos de la habitación, el se sentó en la mesa y yo le puse la comida:
Entonces... ¿Te gusta la idea? - le pregunté sirviéndole la copa de vino
La verdad que sí pues echo de menos la compañía de tu madre en las noches, pero... ¿Y su ropa? - me dijo empezando a comer
Todo está guardado en mi habitación, no tiré nada no te preocupes - le respondí
Parecía que la idea le había por lo menos subido el ánimo, su hija, la que estaba sustituyendo a su mujer, se iba a convertir en su mujer, o lo iba a intentar.
Terminamos de comer los dos juntos, recogí la mesa y dispuse la habitación para que papá descansara. Llegaron mis hermanos y les puse de comer, nada más terminar les mandé a su cuarto para que hicieran sus deberes, habían entendido el mensaje, ahora yo era mamá y así lo aceptaron y se fueron ha hacer sus tareas.
Terminé de fregar los platos y me fui a ver a papá, estaba dormido, una sonrisa se despertó en mi rostro, quería entrar, despertarle y unirnos en un sólo ser pero, como dijo mi mamá, ese impulso debía ser controlado pues era él quien tenía que llamarme a ese encuentro. Cerré la puerta y fui a ver a mis hermanos, estaban cumpliendo, estaban estudiando y yo me dispuse en el salón a descansar.
Pasó la tarde, oí a mis hermanos salir al salón así que pues, la merienda se tenía que hacer, mejor dicho... la tenía que hacer. Les puse su merienda y fui a avisar a papá. Entré sin hacer ruido, sin encender la luz, una mínima rendija en la persiana dejaba que entrara algo de luz en el dormitorio. Me acomodé al lado de papá en la cama:
- Papá, despierta, ya es tarde - le dije embelesada mirándole
Empezó a abrir los ojos:
¿Qué hora es? - me dijo acomodándose
Las 5:30 - le dije sonriendo
¿Y los niños? - me preguntó
¿Los niños? ¿Mis hermanos? Me había preguntado por los niños - pensé para mí
- Están merendando, ya hicieron la tarea - le respondí con una sonrisa
En la posición de mi papá vi como tenía su miembro erecto, las sábanas no podían tapar aquello y se le notaba que estaba bien despierto. Mi papá me miró fijamente a los ojos y sonrió, fue la primera vez que sonrió desde que mi mamá marchó. Se destapó de la sábana y ahí estaba en su máximo esplendor, solo lo separaba de mí sus bóxer. Le sonreí y metí la mano por debajo del bóxer, lo empecé a masajear, dios que duró estaba... me acomodé en una posición mejor, le quité los bóxer a mi papá, los arrojé lejos de la cama, y seguí con el masaje. Me acerqué más, mi boquita pedía su parte y quería deleitarme después de tanto tiempo y ya con algo más de práctica. Me metí la punta en mi boquita, con la lengua le repasaba el capullo, mi papá empezó a gemir y poco a poco fui metiéndomela más. Mi papá me ayudó pues me agarró de la cabeza y presionó para que se metiera lo máximo posible, la notaba en mi garganta, las primeras arcadas empezaban a venir, me faltaba el oxígeno, no aguantaría más... mi papá me soltó y pude respirar, un enorme hilo de baba iba desde mi boquita hasta su pene. Cogí aire y volví a disponerme para meterme ese trozo de carne en la boca. Mi papá está vez no presionó, al notar eso empecé ha metermela y sacármela mientras le masajeaba los testículos, mi vagina estaba chorreando a punto de reventar necesitaba ya ese pene dentro de mí. Me desnudé delante de mi papá haciéndole un medio striptease, con movimientos sexys, quería que mi papá, mi hombre, mi marido, disfrutara de la posesión de mi cuerpo. Mi papá sonreía, le gustaba lo que veía, lo disfrutaba y yo lo disfrutaba con él. Me puse encima de él, agarré su pene y lo dispuse en la entrada de mi vagina, iba a entrar pero mi papá me agarró de los hombros y con fuerza tiró de mí hacia abajo, su pene se me incrustó de una en mi vagina, literalmente me empaló. Dios que dolor sentí, pero me recompuse, debía satisfacer a mi hombre, de cuchillas empecé a subir y bajar en aquel pene, mi papá me manoseaba los pechos, estiraba de mis pezones, jugaba con ellos. Hasta que de pronto mi papá entre jadeos y bendiciones empezó a estirar, pellizcar y retorcer mis pezones, de vez en cuando me soltaba algún tortazo, notaba dolor en mi vagina, en mis pezones y en mis pómulos pero de verdad me estaba gustando, no el dolor, el cómo tomaba más posesión de su mujer. A lo anterior, se sumó nalgadas fuertes, yo seguía con mi movimiento, con mis subidas y bajadas, con mis flujos empapando ese pene que me desgarraba por dentro, facilitando ese trabajo, notaba como ese flujo mio caía a borbotones, estaba dolorida sí pero viniéndome como nunca. Mi papá seguía a lo suyo, tomando posesión de su mujer, notaba las manos de mi papá marcadas en mis nalgas ya enrojecidas, los pezones ya no daban más de si y mis pómulos rojos, pero disfrutaba, entendía mi posición, la posición de sometida ante el hombre, y vaya que si lo estaba disfrutando. De repente mi papá me agarró rápidamente por los hombros y me volvió a empalar, entre sus jadeos y mi vagina chorreante con su miembro llenándome note como un líquido espeso llenaba mi vagina mientras veía a mi papá retorcerse de placer, por primera vez en mi vida un hombre se había venido dentro mía, me quedé casi estática, moviendo lentamente mi cintura, recreandome y jugando con su semen y su pene dentro de mi vagina, no quería que terminase esa sensación, pero como todo lo bueno... su pene se desinfló y salió de mi vagina dejando tras de sí un reguero de su semen y mi flujo, volví a mi posición y le limpié su pene con mi lengua, saboreando mis flujos vaginales mezclados con sus flujos. Sabía muy bien le recorría desde la punta hasta la base en su miembro ya casi flácido pero aún así grandecito. Al terminar caí extasiada en la cama, seguía sintiendo su semen en mi vagina y me encantaba, solo pude mirar a mi papá y darle las gracias por aquella bendita cogida.
Mi papá se levantó y se fue para la ducha, yo me quedé un rato rendida en la cama.
Espero que os haya gustado, subiré la continuación lo más breve posible, os leo en los comentarios
Besos
Leona