Me comí una polla gracias a mi novia

Me comí una polla gracias a mi novia

Hola a todos.

Mi nombre es Fran y vivo en una ciudad cerca de Barcelona. Desde hace unos meses vivo con mi novia, y aunque la convivencia al principio es dura, la llevamos lo mejor posible. Ella es diez años mayor que yo, que tengo veintiséis, y es un poco chapada a la antigua en lo que al sexo se refiere.

Yo sé que es una cachonda, pero no es capaz de sacarla, creo que se avergüenza de ella misma.

Muchas de las discusiones que tenemos son por el sexo. Yo soy muy abierto, tan abierto que alguna vez me he comido una polla. No me ponen cachondo los hombres, ni los miro por la calle, pero no le hago ascos a comerme una buena polla...solo de pensarlo se me pone dura.

La cuestión, es que un día de esos en los que discutimos, cogí las llaves, el móvil y dando un portazo me fuí de casa, necesitaba despejarme.

Después de estar dando vueltas con el coche si saber qué hacer ni a dónde ir, me vino a la mente visitar a una vieja amiga que vivía por la zona, una vieja amiga que había saciado mi deseo sexual más de una noche.

Mi amiga se llama Miriam y es una cachonda perdida, le da igual comerse una polla que un coño, no le hace ascos a nada. Le encanta el sexo anal : siempre iba a su casa, me abría la puerta, le daba la vuelta para bajarle los pantalones, me escupía en la polla y de un solo golpe se la metía por el culo...eso le encantaba. Pero el día que me heché novia se acabó lo bueno. Qué tira más, el amor o el sexo?

Volviendo a ese día...fuí a casa de Miriam sin llamarla, en el mejor de los casos estaría en su casa y me podría aconsejar qué hacer con mi novia. Llamé al timbre una, dos y hasta tres veces, pero no hubo respuesta, y cuando me iba a ir, una voz jadeante me dijo por el interfono :

• Si?
• Hola Miriam, soy Fran, te pillo ocupada?
• Hombre...me pillas ocupada...estás bien? - se fué relajando la voz.
• Me he discutido con mi novia y venía a pedirte consejo – dije con voz apenada.
• Mmmm, va sube, pero un momento, te abro.

Cogí el ascensor, subí hasta el cuarto piso y al abrir la puerta me la encontré apoyada en la puerta, vestida únicamente con un albornoz.

• Hola guapo – me dijo sugerentemente
• Hola niña, vengo a que me des algún consejo – dije tranquilo, ya que no era la primera vez que la veía con esas pintas.
• Pues me pillas ocupada, pero dime, qué te ha pasado con tu novia?
• No me vas a dejar entrar?
• Pues no, tengo el piso patas arriba y tengo algo de prisa – dijo cambiando el tono, parecía molesta.
• Va tonta, déjame entrar – insistí
• Venga pasa, pero rápido que tengo prisa – me decía mientras me dejaba entrar.

Me senté en el sofá esperando que ella también se sentara, pero como no lo hizo, seguí explicándole :

• No hay manera de que saque la cachonda que lleva dentro, mira que la caliento, se pone muy cachonda, pero no hay manera, y eso me corta el rollo.
• Pues chico, ten paciencia – me decía mirando hacia su habitación.
• Pero...
• Espera un momento Fran, ahora vuelvo.

Y corriendo se fué hacia su habitación. Pasaron cinco, diez y a los quince minutos salió, con unos coloretes muy sugerentes, esos coloretes ya los conocía yo...se había estado masturbando?

• Perdona, ya estoy aquí - me dijo jadeante.
• Qué estabas haciendo? Te estabas tocando? - tenía la suficiente confianza como para preguntarle eso.
• Pues la verdad es que no, tengo a un cubano en la habitación y se la estaba chupando.
• Estás graciosa ehh, va déjate de rollos y ayúdame...qué hago con mi novia?

Miriam no hacía más que darme respuestas sin sentido, como dándome la razón. Algo le pasaba, porque no me prestaba atención. En eso que mirando hacia su habitación dice :

• Nooo, no salgas, espérate que ahora voy.

Cuál fué mi sorpresa, que apareció, sin yo esperarlo, un mulato con la polla tiesa :

• Miriam, vas a tardar mucho o me hago una paja y me voy – dijo el mulato con cara de pocos amigos

Miriam y yo nos miramos :

• Perdona Fran, pero me has pillado ocupada, te llamo luego y hablamos? - dijo dirigiéndose hacia el mulato.

Yo estaba flipando, no me lo podía creer...con razón tenía prisa y había salido jadeando, ahora me lo explicaba todo...pero lo que más me turbaba era que no podía apartar la vista de la polla tiesa, gorda y morena de aquel tío, que seguro se había follado a Miriam por el culo más de una vez.

• Claro Miriam, os dejo solos, ya hablaremos otro día – dije resignado y caminando hacia la puerta.

Ella me abrió la puerta, cuando de repente el mulato dijo :

• Espera Miriam, ven un momento, quiero hablar contigo
• Que quieres Juan? - así se llamaba el amiguito.
• Ven – y se metieron en la habitación.

Yo no sabía qué hacer, si irme o esperar a que salieran...En eso apareció Miriam, y como si una brisa entrara en el pasillo y la ayudase, se quitó el albornoz, dejando sus impresionantes curvas a la vista de mis ojos. Yo me quedé inmóvil, sin saber hasta dónde quería llegar.

• Si no me falla la memoria, no le haces ascos a una buena polla, verdad? – me dijo al oído,
• Pues no... - dije nervioso, a la vez que notaba como me estaba empalmando.
• Quieres comerte una? - y de golpe me cogió el paquete.

Ya sabía lo que quería, quería un trío, quería que le comiese la polla al cubano, pero lo peor de todo es que la idea me puso cachondísimo, tan cachondo que cogí dos dedos y se los metí de golpe en el coño :

• Veo que la idea te ha gustado – me dijo entre suspiros.
• Eres una cachonda, y eso me encanta, te voy a follar el culo mientras me como la polla del cubano.

Nada más decirle eso empezó a desnudarme, me cogió de la polla, y como si de una perrito buscando su premio se tratase, me guió hasta su habitación, donde estaba su amigo :

• Veo que la idea te ha gustado – dijo Juan con una sonrisa mientras se tocaba el rabo.
• Hace tiempo que no me como una polla, y la tuya no pinta mal – dije super cachondo.
• Pues empieza a chupar.

Y salté a la cama con ansia de meterme ese pollón en la boca, con ganas de vicio, de sentir su leche... Me puse a cuatro patas y empecé a comerle la polla :

• Chupa cabrón, que seguro que no te has comido una polla como está en tu vida.
• La chupa bien? - dijo Miriam mientras se besaba con Juan.
• No lo hace mal, pero seguro que si le ayudas lo hace mejor.

Y Miriam bajó hasta la polla de Juan, donde me ayudó con aquel manjar.

Allí estaba yo sin conocimiento de tiempo y disfrutando de la mamada, cuando de repente Juan nos apartó :

• Miriam, ponte a cuatro patas que Fran te va a follar el culo.
• Mientras yo te la chupo – dijo ella ya a cuatro patas.
• Pues no, me la va a seguir chupando Fran.

Imagináos la escena, yo que había ido a pedir consejo a una amiga, me encontraba allí, follándole el culo mientras le comía la polla a un desconocido :

• Sigue Fran, cariño sigue follándome el culo, me encanta mmmm – gemía Miriam loca de placer.
• Mira como goza la perra – se reía Juan, mientras con sus dos manos me guiaba en la mamada que le estaba dando.

Entre el culazo de mi amiga y la polla de su amigo, no iba a aguantar mucho más, estaba en el paraíso.

• Estoy a punto de correrme – dijo Juan esperando a que yo me apartase, cosa que no hice.
• Siii, dámelo a mí, córrete en mi boca – dijo Miriam fuera de sí.
• No no, esto es para tu amigo...me corro, me corrooo.

Y entre espasmos y gemidos, Juan se corrió en mi boca, llenándomela de semen. Eso hizo que yo no aguantara más y dándole los últimos azotes :

• Te gusta que te follen el culo perra, quieres mi leche? Quieres que me corra en tu culo?
• Siiiiii Fran, fóllame, córrete en mi culo, dame más, más fuerte cabronazoooooo

Y los dos nos corrimos como hacía tiempo que no lo hacíamos.

Juan y yo nos tumbamos en la cama, cosa que aprovechó Miriam para acabar de limpiarnos las pollas. Después de darnos un tiempo para relajarnos, me vestí y me fuí, dejándolos solos, y prometiendo repetir la experiencia.

Nunca pensé que una pelea con mi novia iba a ser tan placentera.

Es mí primer relato, espero que os haya gustado, al igual que espero vuestras opiniones.

Saludos people!