Me Cogió Una Travesti Activa.

Sus manos fueron directamente a mis piernas acariciándome como nunca antes nadie lo había hecho, me prendí como papel chino por el fuego de sus besos y caricias. La camioneta estaba totalmente cerrada no dejamos ni una ventana abierta y estacionadas bajo los árboles nadie podía vernos.

Me Cogió Una Travesti Activa.

Hola que tal espero que no me hayan olvidado, hace un mes y medio más o menos vivimos la tremenda experiencia de un huracán y nos quedamos sin luz e internet por varios días, pero lo que no perdí es lo golosa y caliente de mi ser putita.

Agradezco infinitamente a todos los que me han escrito a mi correo fjgsousa60@gmail.com y me han mantenido animada con sus lindos detalles y sus palabras sucias y morbosas, me encantan este tipo de personas.

Este nuevo relato lo viví hace un tiempo, pero dejo tan hondo y agradable recuerdo que se los quiero compartir.

Yo crecí en la maravillosa ciudad de Xalapa Veracruz, pero por azares del destino he tenido que viajar o radicar en otros lugares donde también he tenido mis ricas vivencias.

En esta ocasión recuerdo bien que tuve que regresar de visita a la ciudad de Xalapa y por aquel entonces tenía yo una camioneta Aero Estar azul verdoso, la conseguí en el otro lado y la hice mexicana.

No recuerdo bien cuál en si fue el motivo de mi viaje, pero si recuerdo que me dije a mi misma, tengo que aprovechar y tener una vivencia muy espacial.

Así que empecé a preparar todo lo necesario, viajaría sola y eso en cierta manera me gusta porque tengo la libertad de moverme e ir a sitios con toda libertad.

Puse en mi maleta la ropa de los dos días que iba a estar en Xalapa, aparte puse lo que quería ponerme la madrugada que llegara yo a la ciudad.

Escogí un vestido blanco con franjas horizontales de color naranja, amarillo y negro, este vestido de una sola pieza un poco ajustado a mi cuerpo, para la parte de abajo escogí unas medias negras con rombos liguero negro zapatillas altas de punta delgada, sostén negro y una tanga plateada muy bonita y fácil de quitar, mi bolso con maquillaje y mi peluca nueva con corte tipo Cleopatra.

Cuando llego la hora de partir de Poza Rica a Xalapa eran las seis de la tarde, así que llegaría yo como a las once de la noche o un poco más tarde si me paraba en el camino a descansar o hacer alguna travesura.

Me enfile a la carretera y mi maleta iba en el asiento de atrás, pero la ropita especial la llevaba en el asiento del copiloto, maneje hasta llegar Las Trancas un pueblito muy bonito, pero a esa hora estaba un poco vació, me orille y me empecé a desvestir cuando estuve totalmente desnuda aplique crema con aroma a flores por todo mi cuerpo, luego inicie el minucioso y detallado trabajo de arreglarme para llegar bien a Xalapa.

Me puse la ropa interior el liguero, las medias, el vestido, las zapatillas y con el foco de la cabina de la camioneta encendido me pude maquillar, puse mi peluca y me mire al espejo y la verdad me gusto a zorrita que vi, empecé a sentir el palpitar de mi culito que se estaba poniendo a tono para llegar a Xalapa de mis amores.

Me acomode en el asiento encendí la camioneta y me enfile a recorrer el último tramo que me separaba de Xalapa.

Me sentía muy bien, libre y coqueta era la primera vez que manejaba vestida de niña en la carretera el aire fresco entraba por las ventanas abiertas y la noche estrellada le daba un aire de romanticismo a este maravilloso momento.

Luego de unos cuarenta minutos pude vislumbrar las luces de mi ciudad.

Empecé a hacer planes, a la familia la vería hasta el otro día como a las nueve de la mañana, y regresaría a Poza Rica hasta el otro día por la tarde noche, entonces ¿a dónde iría llegando a la ciudad?

De pronto como una iluminación maravillosa me llego la inspiración, en la ciudad hay una parte de la carretera que es el boulevard Adolfo Ruíz Cortines, ahí hay muchos moteles y bares, además de ser una zona donde se ponen muchas chicas en las esquinas ofreciendo sus servicios.

Recorrió mi cuerpo una corriente eléctrica esa idea que me hizo estremecer hasta el ano palpitante, iría a ese lugar y vería si yo también podía conseguir algo en alguna esquina, total, llevaba la camioneta para moverme a mi antojo sin ninguna prisa.

Cuando entre a la ciudad iba más que nerviosa pues la verdad era mi primera vez que iba a buscar algo como prostituta en una esquina.

Empecé a recorrer el boulevard despacio y pude ver a varias chicas en las esquinas, eran chicas de todo tipo, unas heteros, otras travestis muy bonitas todas y con unos cuerpos maravillosos.

Llegue a una esquina que parecía prometedora y no había nadie en ella, pero enfrente si había unas ocho chicas combinadas, me estacione a media cuadra y me baje arreglando mi vestido, el aire de la noche acaricio mis piernas y me hizo sentir lo prendida que estaba.

Camine con mi bolso al hombro hasta la esquina y me pare junto al poste, pasaron dos taxis que me echaron las luces en señal de saludo y un carro particular toco su claxon, de pronto vi como de la esquina de enfrente se separan del grupo tres chicas y se dirigen hacia donde yo estaba, me puse super nerviosa y pensé me van a golpear por andar de puta en su territorio.

Cuando llegaron me saludaron sin ser groseras, pero si me dijeron que esa parte era de ellas y que si quería estar debía avisarle a una chica travesti que era la líder de esa zona, que era buena onda y que ellas no creían que hubiera problemas, solo era cosa de avisar.

Pregunté dónde la podía ver para evitar problemas y presentarme pues solo iba de paso y se me había antojado ejercer su maravillosa profesión, ellas rieron y me dijeron que estaba a dos cuadras, pero siempre llegaba ahí más tarde, así que me puse a platicar con ellas de como había llegado a este lugar.

Las tres eran travestis muy hermosas, una morena con el cabello rizado le llegaba hasta media espalda, iba vestida con pantimedias de lana y una falda de mezclilla desgastada y una blusa negra a cuadros rojos, la otra una pelirroja con una coleta en su cabello vestía unos pantalones brillosos de color negro y una blusa blanca de olanes en las mangas, tenía unos ojos azul muy bonitos, la tercera una morena de cabello lacio hasta los hombros con unos ojos y unas pestañas hermosas, sus labios eran carnosos, y vestía un vestido rojo con lentejuelas y zapatillas altas de color negro muy bonitas.

Nadie dio su nombre, ahí puedes ser cualquiera y lo único que importa es dar el trato adecuado al cliente en turno, estábamos muy animadas platicando cuando llego una RAM blanca y de ella bajo una espectacular chica rubia de ojos azules con un vestido plateado que le llegaba a medio muslo, sus zapatillas hacían juego con su vestido, se dirigió a nosotras todas la saludaron y me presentaron con ella.

Era ni más ni menos que la travesti a la que le debía pedir permiso de estar en ese lugar, le di mi nombre y de donde venia y cual era mi plan para esa noche, me dio un beso de lengua en la boca y me dijo bienvenida mi morenita hermosa, hoy te voy a consentir yo despidió a las que venían en la RAM y las tres chicas se alejaron como unos tres metros de distancia de nosotras.

¿Y en que llegaste mi vida? Me pregunto

Llegue en aquella camioneta azul que estacione allá para no estorbar a las chicas, le respondí con una sonrisa tierna.

Haber enséñamela se ve que es muy espaciosa una así quiero yo comprar para mí.

Nos fuimos a la camioneta nos subimos y me pidió que la llevara a comprar unas cervezas a unas cuantas cuadras de distancia.

Arranqué la camioneta y me dirigí hacia donde ella me decía, mientras iba manejando ella empezó a acariciar mi pierna que estaba de su lado, era una caricia muy tierna y sensual.

Traes medias con liguero morenita eres una putita muy golosa me gusta como te ves así de arregladita.

Mil gracias le respondí con una sonrisa y mirándola a los ojos con deseo y lujuria.

Llegamos al establecimiento se bajó y compró lo que quería, eran como cuatro six paq de cerveza, regresamos a la esquina donde las chicas estaban les dio dos paquetes y nos fuimos a las otras esquinas a repartir los otros paquetes.

Ella se quedo con un paquete entero y me dijo que quería que fuéramos a una calle sin pavimentar que tiene muchos árboles, estaba a dos cuadras de distancia donde las chicas trabajaban.

Cuando llegamos me abrió una lata de cerveza y me la dio, estaba bien fría y la verdad disfrute el sorbo que tome, ella tomo la suya y me dijo que nos pasáramos al asiento de atrás, este tipo de camioneta tiene dos asientos individuales al frente para el piloto y el copiloto, uno en medio para dos pasajeros y uno más al fondo para tres o cuatro pasajeros.

Nos pasamos al asiento de en medio, nos acomodamos y mirándonos a los ojos nos dimos un beso entre tierno y apasionado, nuestras lenguas estaban entrelazadas intercambiando saliva.

Sus manos fueron directamente a mis piernas acariciándome como nunca antes nadie lo había hecho, me prendí como papel chino por el fuego de sus besos y caricias.

La camioneta estaba totalmente cerrada no dejamos ni una ventana abierta y estacionadas bajo los árboles nadie podía vernos.

Nos iluminaba la lámpara del poste que estaba a unos quince metros de distancia, nos podíamos ver con claridad y disfrutamos de ese faje exquisito.

No me di cuenta cuando fue que la falda de mi vestido ya estaba en mi cintura y sus manos acariciaban mis piernas a todo lo largo y ancho de ellas, yo estaba perdida entre tantas caricias y pequeños gemidos que salían de mi boca.

Alcé los brazos y mi vestido y mi sostén ya no estaban cubriéndome, luego sentí sus labios aprisionar uno de mis pezones y succionarlo hasta hacerme sentir escalofríos.

Nos miramos a los ojos y me dijo, eres una verdadera puta morena se ve que te encanta ser prostituta y hoy te voy a coger como nadie lo ha hecho.

Llevo mi manita hacia su entrepierna y sentí su verga dura, larga y gruesa.

Se estremeció al sentir mi manita acariciándola y recorriéndola toda.

Se acomodo y se quito su ropa y dejo al descubierto su encantadora verga, tenía un capullo rosa enorme como un champiñón cabezón, su grosor no lo podía abarcar con una de mis manitas, y larga de unos 22 centímetros. Toda una delicia.

Me incline sentada aun en el sillón de la camioneta y me dedique a besar ese tremendo pedazo de carne palpitante, luego pase mi lengua por todo lo largo desde sus huevos bien cargados de semen caliente hasta ese capullo de champiñón que la coronaba.

Me la metí a la boca como pude, no toda porque en verdad estaba grande y gruesa, pero le propiné la mamada más tierna y delicada que había yo dado, mi saliva cubría toda esa vergota, sus gemidos eran espectaculares y me hacían estremecer y desear más de ella.

Me hinqué frente a ella y así me puse a mamar y besar su verga y sus huevos. Me tomaba de la cabeza y dirigía nuestros movimientos al ritmo que ella quería. Luego de un rato me levanto y me hizo que me sentara de espaldas a ella sobre su tremenda verga.

Mi ano palpitante se estremeció al sentir su roce y el intento de ser penetrado, he de ser sincera me costo mucho trabajo que mi culo se comiera semejante pedazote de verga, pero lo logro quedando tan abierto como el ancho de su verga.

En cuanto su capullo traspaso mi esfínter y esperamos unos segundos a que mi culo se acostumbrara, inicie yo misma a darme sobre esa vergota unos deliciosos sentones como nunca antes, sentía que los ojos se me salían de tanto que mi culo estaba tragando, escuchaba sus huevos chocar con mis nalgas, sus manos acariciaban mis piernas o me apretaban los pezones para excitarlos al máximo.

Casi no hablamos, no había necesidad de hacerlo pues ambas sabíamos lo que queríamos y cómo lo queríamos, nos entregamos a la lujuria de un sexo libre y sin tapujos, no había condón que estorbara nuestra unión era una cogida al natural a pelo como dicen por ahí.

Me la saco y me dejo que se la mamara.

Luego me acostó boca arriba en el asiento y poniendo mis piernas sobre sus hombros acomodo su capullo a la entrada de mi palpitante y feliz ojete y me le taladrado hasta el fondo de una sola estocada.

Sentí como mis entrañas eran invadidas por ese tremendo trozo de verga dejando mi esfínter tan abierto y palpitando pidiendo más.

Sus embestidas eran maravillosas, baja el ritmo y luego lo subía hasta levantarme literalmente del asiento, a veces me la metía de tal modo que parecía que me quería meter hasta los huevos cargados de leche.

Las ventanas de la camioneta estaban empañadas y escurrían de lo que nuestra respiración agitada por el sexo desenfrenado estábamos viviendo.

Su mirada clavada en mis ojos, se mordía los labios en cada empeñon que me daba, una sonrisa se dibujo en sus labios pintados de rojo carmesí y me dijo eres una puta deliciosa tienes el culo apretado y me vas a sacar toda la leche, veras que rico te voy a preñar morena.

Puso mis pies atorándolos sobre el techo, así mi culo quedo totalmente expuesto y libre para ser tratado a su entero gusto, me dispuse mentalmente a ser su mujer y entregarme plenamente a esta travesti activa con esa verga descomunal maravillosa.

Acomodo su tremendo capullo a la entrada y me lo fue enterrando poco a poco sin dejarme de ver a la cara par así disfrutar mis gestos de putita siendo empalada por ese garrote delicioso.

Cuando chocaron sus huevos con mis nalgas se desato un mete saca como una tormenta con vendavales de pasión morbo y lujuria, nuestros gemidos se hicieron fuertes y se mezclaban con el sonido de nuestros cuerpos chocando en esta ceremonia de placer y sexo.

Después de estarme cogiendo por espacio de una hora y media aproximadamente y emitiendo un gemido como animal herido me la clavo hasta el fondo y sentí sus tremendos chorros de leche caliente depositarse en lo más profundo de mis entrañas, fueron fácilmente diez o doce chorros de semen los que me deposito.

Mi ano estaba bien abierto y resoplando como tomando aire de la culeada que había recibido, pronto su leche espesa empezó a escurrir por mis nalgas, me destrabo los pies del techo y pude bajar las piernas para apretar las nalgas y no dejar salir el manjar recién recibido.

Nos besamos en la boca y yo en agradecimiento me arrodillé para limpiarle con mi lengua toda su verga semi erecta, pude saborear las últimas gotas de semen que le salían.

Dibujo un corazón en la ventana y me dijo, eres la puta más rica que me he cogido disfruta tu viaje y cualquiera que tú escojas de las chicas y quieras que te coja dímelo y así será morenita.

Nos vestimos y moví la camioneta donde antes me había estacionado cuando llegue, nos bajamos entre sonrisas y tomadas de la mano, me presento a las chicas y les dijo desde ahora ella será de ustedes cuando ella venga y las veces que ella quiera, solo les digo esta fenomenalmente rica.

Pase esa noche con mis nuevas amigas platicando de los detalles de la vida linda de la prostitución gratis que he vivido, me despedí de ellas cuando ya eran las cinco de la mañana, me dolía un poco el culo, pero estaba feliz de estar en mi ciudad Xalapa viviendo una nueva experiencia sexual.

Espero les haya gustado pronto volveré a narrar una vivencia más para ustedes, besos siempre suya Lupe.