Me cogió por coquetearle.

A los hombres no se les calienta y se dejan así.

me encanta calentar a los hombres con la mirada, los miro fijamente y de paso sonrió. Lo hago solamente porque me gusta que se confundan.

Una de esas tantas veces fui a un Moll con mis amigas, nos sentamos a comer y vi un hombre alto, guapísimos y agarrado, andaba con la novia y yo aun sabiendo eso empecé a mirarlo y sonreír.

El me seguía el juego de miradas.

Creo que la muchacha se dio cuenta porque todo empezó a volverse turbio entre ellos. Yo no volví a mirar otra vez. Tapaba mi rostro para que ella no me viera.

A el muchacho le cambio el rostro automáticamente.

Nos levantamos y nos fuimos.

En la noche fuimos a una fiesta en casa de un amigo, estábamos tomando habíamos llegado temprano, para disfrutar la noche.

Para mala suerte mía a eso de las 10 de la noche. Llego ese muchacho con la novia, estaba que me Moria de la vergüenza. Aun así, cuando tomo se me calienta la cocada. Y volví con mi juego de mirada.

Y el paso a el baño y me dijo eres la chica del Moll.

Solo sonreí.

Se formo la bailadera y lo rose varias veces, haciendo que su novia se enfadara, se formo la gritadera y yo haciéndome la inocente me fui a sentar, después de hacer la trastada.

El muchacho se retiró con la novia.

Yo seguí con mis amistades ya se había ido que iba a hacer.

Sorpresa la mía fue cuando el volvió y solo. No tenia rostro de buenos amigos, me dio mucho miedo y me arrepentí. Empecé a decirle a mi amiga que nos fuéramos, sentía que algo malo pasaría.

Me dirigí a el baño antes de retirarme.

Cuando Sali el chico venia pasando me tomo por el cabello y me introdujo a un cuarto, tapando mi boca me decía que no isisera ruido que yo lo había provocado.

Me dijo: A el hombre no se le calienta y se deja así.

Yo sentí miedo temblaba y las lágrimas que querían salir. Le dije discúlpame en cuanto pude.

Pero no fue suficiente.

Dijo coopera y disfrutaremos ambos.

Tomo mis manos e iso un nudo con las sabanas a las que luego amarro a la parte arriba de la cama.

Le pedía que por favor me dejara, suplicaba que no me isiera nada.

Me dijo que la sabia jugar y me enseñaría como hacerlo.

Subió mi blusa hasta medio brazo con lo cual tapaba mis ojos, luego el Brasil lo puso justamente en mis ojos quedando arriba de la blusa, como estaba amarrada no saldría la blusa.

Bajo mis pantalones y panty, escuche cuando los tiro y pegaron contra algo.

Decía: que cuerpo tan rico tienes, de seguro que no volverás a hacer eso nunca más.

Dije que gritaría y el me puso sus medias en la boca.

Sentía miedo, pero era algo excitante, pero por mi dignidad me resistía, estaba a punto de ser tocada por un hombre sin permiso.

Como no habría mis piernas me dio un golpe en el estómago, haciéndome aflojar.

Lamio mis cenos, besaba cada parte de mi cuerpo, tardaba tanto como para ponerme peor, mi cocadita estaba cooperando, el sentido que se estaba humedeciendo cuando rosaba sus dedos en ella.

Mis piernas temblaban.

Dijo: putita la pasaremos rico.

Se quito sus pantalones y empezó a rosar su pene en mi cascadita, hundiendo mi clítoris y moviéndolo circularmente haciéndome gemir hacia dentro, estaba arrecha, paso de ser algo sin permiso a algo deseado. Lamio mi cocacida y logro hacerme correr.

Sentí como su pene iba entrado era grueso, me iba recorriendo cada vez mas dentro. Hasta que topo. Y fueron movimientos bruscos que entraban y salía, el gemía duro.

Y yo empecé a moverme a su ritmo.

Yo intentaba soltarme, pero para disfrutar más y él pensó que me resistía y lo arrecho más.

Quiero que te resistas me decía. Empezó a insultarme y fue lo mejor.

Me puso en tantas posiciones como pudo, antes de terminar me saco la media de la boca y me metió su pene en la misma garganta y eyaculo dentro. me ahogaba, pero a él no le importaba, solamente le satisfacía hacerme sufrir.

Al soltarme estaba agotada me tenia de muñeca, se hecho a reír.

Y cada uno salió de la habitación.

La verdad seguiré coqueteando, me encanto que me tratara como una puta.