Me cogieron muchos hombres por vestir como puta
El tercero les dijo a los otros dos que me sentaran en su verga, que me queria encular, este se sentó en el catre catre y los otros dos me subieron dándole la espalda, dejando mis piernas abiertas y mi vagina abierta, el que había pasado primero aprovecho que había descansado y le dijo al tercero que le iba ayudar a cogerme, comenzando a meter su verga en mi vagina, esa fue la primer vez que tenia dos vergas perforando mi interior a mismo tiempo
Hola, quiero contar un algo que me ocurrió cuando tuve en mi primer trabajo, en el cual, por complacer a mi novio, fue la primer vez que terminé complaciendo a muchos otros.
conocí a Salvador en el kínder Dinos en el que entre a trabajar el y yo nos hicimos novios después de un tiempo, yo tenía en ese entonces 19 años y él tenía 30, las primeras veces cuando teníamos sexo, en general era bastante bueno, él me hacía llegar al orgasmo y me decía que le gustaba mucho como me movía.
Incluso me convenció de tener sexo con otras personas, yo primero me negué pero pudo más el morbo y termine aceptando,
Después de un tiempo de salir ya había sido compartida con 5 compañeros de trabajo.
Todo iba bien hasta que salvador comenzó a decirme que le gustaría verme vestida más sexy, porque que me vestía y arreglaba muy conservadoramente y las chicas de mi edad eran más destapadas y liberales, enseñaban más y yo era muy recatada.
A mí me pareció que salvador exageraba, pues a veces si me ponía minifaldas o ropa ajustada, pero aun así le pregunté qué entonces como quería que me vistiera y él, señalándome una prostituta que vimos en ese momento en una esquina me dijo: "así", Le pregunté que si bromeaba y muy serio me dijo que no, que le gustaría que un día que saliéramos me vistiera de esa manera, yo le dije que lo pensaría.
La verdad es que salvador me hizo pensar mucho, yo no quería perderlo y haría lo que fuera por estar con él, pero esa vestimenta se me hacía demasiado atrevida, la chica traía una falda que apenas le cubría las nalgas y un top súper ajustado que se pegaba a sus tetas como si fuera de licra o algo así.
Yo en ese entonces no estaba acostumbrada a enseñar tanto.
Después de unos días pensándolo, pensé que si quería a salvador tendría que hacer lo que él pidiera, además así me enseñaron en mi casa, que el hombre mandaba y la mujer obedecía. Así que fui a comprar un atuendo que le gustaría, era un conjunto de maya que me quedaba muy ceñido, y por medio de la malla se veían claramente mis tetas y de falda muy corta color rosa, era de un material que a la vista mezclilla, cuando me lo probé en el vestidor de la misma tienda no me atreví a salir porque me dio pena con el encargado.
Ese fin de semana salvador y yo quedamos de pasar el fin de semana juntos después de salir del trabajo, a mi mama le iba a dar el pretexto de quedarme en casa de una compañera de trabajo para organizar unas actividades, y la verdad ya lo había hecho en otras ocasiones.
Como todos los viernes salvador solamente estaba unas horas trabajando en la escuela y yo lo vería en la tarde en la calzada de Tlalpan, quería que cumpliera su fantasía y pasar a recogerme como si fuera una verdadera prostituta. Al salir del trabajo procure ser la última en salir, me vestí con mi nuevo atuendo, me arreglé y pinte un poco exagerada, de verdad parecía prostituta. La falda me cubría apenas lo indispensable, y el traje de maya me dejaba al descubierto el pecho, por mis senos se asomaban completamente dejaba ver desde debajo de cara hasta el vientre, incluyendo al ombligo, la falda tenía una tira que al jalarla subía aún más, falda era tan corta que si me agachaba se veía buena parte de mis nalgas y sentada se me subía casi hasta las ingles.
Ese día por la mañana ya le había dicho a mi mama que pasaría el fin de semana en casa de una compañera de trabajo, organizando unas actividades que haríamos en la semana con los niños de la escuela y que regresaría el lunes en la noche después del trabajo. Guarde en un bolso mi uniforme del trabajo, para el lunes y me lleve puesto el atuendo que había comprado, tuve que salir de mucho cuidado de que nadie me viera, me puse un saco para cubrirme y no llamar mucho la atención, al salir lo hice sin que me vieran los vecinos de la escuela para evitar tener problemas después. vez en la calle me dirigí hacia el metro refinería, qe esta aunas calles de mi trabajo, los chiflidos y las palabras obscenas no dejaron de escucharse por donde yo pasaba, todos los hombres parecían perros, aullaban, silbaban y gritaban como enajenados, hasta me dio un poco de miedo cuando unos chicos me empezaron a seguir, pero afortunadamente solo me dijeron algunas obscenidades y se largaron. También subirme las banquetas fue un triunfo, apenas pude alzar la pierna para alcanzar el escalón y casualmente varios hombres me dejaron pasar con toda intención de verme las nalgas seguramente. Para colmo de males, el metro iba hasta el tope y como los "caballeros" son muy educados, nadie me dejó sentar, También fueron varios los tipos que al recorrerse por el pasillo pasaban detrás de mí y me arrimaban sus vergas colocarse entre mis nalgas, pude sentir algunas manos que me agarraron las nalgas, pero cuando volteaba no sabía ni quien había sido. Me bajé del metro sumamente enojada con todos los hombres.
Como a eso de las 7:30 llegué a la esquina donde había quedado de verme con salvador, aunque ya llevaba 20 minutos de retraso, él no estaba, no vi tampoco el carro de su Papá que era el que siempre llevaba, él siempre era muy puntual y normalmente me regañaba por llegar tarde. Saqué el celular de mi bolsa y le marqué, cada llamada que le hacía, sonaba la grabación que decía que el número no estaba disponible. Decidí esperar a mi novio a ver a qué hora llegaba.
La gente me veía como si de verdad fuera una prostituta, unos con deseo, otros con morbo, hasta un auto con tres tipos se detuvo a preguntarme cuanto cobraba, como no le hice caso, me dijeron puta apretada y se fueron. Como diez minutos después sonó mi teléfono y era salvador que me decía que estaba atorado en el tráfico por una manifestación y que llegaría como en media hora, que lo esperara ahí, la comunicación fue bastante mala, por lo que no le pude decir que mejor nos viéramos en otra parte, antes de decirle yo algo, la comunicación se cortó, volví a marcar, pero otra vez me salió la maldita grabación y resignada solo me quedo esperarlo, no podía moverme de ahí porque pensé que podría llegar en cualquier momento y si no me veía a lo mejor se iba. Lo malo es que los hombres que pasaban seguían preguntándome cuanto cobraba..
Unos cinco minutos después de la llamada de salvador una patrulla de judiciales con dos tipos se detuvo frente a mí y uno me indicó que me acercara, lo hice y me dijo que no podía estar allí, que no era zona permitida para la prostitución, le quise explicar que yo no era prostituta, pero no me dejó hablar, me dijo que me fuera o me llevarían a los separos, sin remedio empecé a caminar alejándome sobre la avenica, pero una vez que vi que la patrulla se dio la vuelta en la siguiente esquina, me regresé a donde estaba.
De nuevo intenté llamar a salvador pero otra vez la misma grabación, para relajarme un poco me distraje caminando sobre la avenida y viendo los aparadores y así no haría caso tampoco de los hombres que me seguían diciendo muchas cosas y de los autos que se paraban a verme, de todos modos los escuchaba pero decidí no hacer caso. De pronto escuché que una voz de hombre a mis espaldas que me decía: "Oye tu, , ven acá". Por más que me hablaban, yo no volteaba para no ver a algún tipo idiota haciéndome proposiciones, hasta que sentí que me jalaban del brazo y me decían: "Te estoy hablando piruja, ven acá". Volteé sorprendida, vi que era el mismo judicial que unos minutos antes me había dicho que no podía trabajar allí.
Apenas me dio tiempo de reaccionar, me jalé tratando de que me soltara, pero el rápidamente me esposó las manos atrás y me llevó hacia la patrulla con fuerza, lastimándome el brazo mientras me decía que ya me lo había advertido, le grité diciéndole que no soy prostituta, pero él no hizo caso y solo logré que se hiciera una escena en plena calle y que toda la gente volteara a vernos.
Con lujo de violencia me subió a la parte de atrás de la patrulla mi abrigo se abrió completamente dejando ver mi atuendo y los que miraban lograron ver mis pechos asomarse por el traje de maya, una vez yo adentro del auto, él se subió adelante con su compañero, que arrancó a toda velocidad, Les volví a decir que yo solo estaba esperando a mi novio, pero ellos me dijeron que me callara que ya sa habían dado cuenta que tan decente era por el atuendo que traía, y que como no les hice caso, me llevarían a los separos, les dije que eso era una equivocación. Pero nuevamente uno de ellos me dijo que me callara o me encerrarían por 72 horas. Decidí callarme y enojada pensé que en cuanto llegáramos con el ministerio público le explicaría todo.
Uno de ellos habló por radio, dijo varios números en clave pero alcancé a oír que la persona del otro lado de la comunicación le decía: "cámbiate al 5", o algo así, el judicial movió algo en su radio y dijo: "ya estoy", y dijo: "llevamos una piruja" y el otro le dijo: "nos vemos donde siempre" y cortaron.
el coche en el que me llevaban siguió avanzando hasta llegar a una zona muy sola de fábricas y bodegas, no había gente en la calle, nos detuvimos frente a un portón de una bodega o algo así, les pregunté dónde estábamos y no hubo respuesta. Tocaron el claxon y un hombre abrió el portón, entramos y vi que era una especie de bodega, había otros tres coches estacionadas a un lado y supuse que estaríamos en los mentados "separos", el mismo hombre que había abierto, cerró el portón.
Nos detuvimos y los judiciales se bajaron, otros cuatro hombres se acercaron y saludaron a los que me habían llevado, luego el que me había subido regresó y me abrió la puerta, me ordenó bajarme y lo hice, notando como todos ellos miraron hacia mi entrepierna cuando salí de la patrulla.
Uno de los hombres silbó con admiración y el que abrió la patrulla me tomó de un brazo y me llevó hacia ellos, les pregunte en donde estábamos, ellos comenzaron a reír, lo que me molesto aún más. Les dije que conocía mis derechos y que ellos no podían retenerme allí por ningún motivo, pero ellos no dejaban de reírse.
uno de ellos me dijo que me estaban ayudando y que si me portaba bien con ellos, no habría necesidad de llevarme a los separos ni al ministerio público. Le dije que no me importaba, pero que me llevaran a donde fuera necesario. Ellos empezaron a ponerse serios y uno me dijo: "mira, como se ve que eres nueva te voy a explicar, si te portas bien con nosotros te vamos a dejamos ir así nada más, si no, de todos modos nos vamos a divertir contigo y te llevamos con el juez y de seguro te mandará encerrar unas 72 horas, como lo ha hecho con otras putas como tú que son bastante salvajes, así que tu decide". Me quedé asustada de escucharlo, pero pensé que la primera opción era mejor, de todos modos estaba sola con esos seis tipos que se decían judiciales y en cualquier momento podrían hacerme algo, así que respondí: "Está bien, me portaré bien, pero luego me van dejarán ir, ¿sí?". "de acuerdo", dijeron ellos.
Uno de ellos que parecía mandar a los demás me dijo, "A ver, me safo el saco y me dijo primero date una vuelta, queremos verte bien", me di una vuelta despacio y ellos quedaron embobados, luego me dijeron que me hincara y obedecí, me rodearon y uno se paró enfrente de mí, me ordenó abrir su pantalón con la boca y sacar su verga, me le quedé viendo , pero obedecí, con trabajo pero saqué la verga del tipo, ya estaba dura y él me ordenó mamársela, lo vi y estuve a punto de no hacerlo, pero analicé la situación rápidamente, estaba esposada, vestida como prostituta, rodeada de seis tipos que decían ser judiciales, en quien sabe donde y ellos tenían el poder de hacer lo que quisieran conmigo y me imaginé la vergüenza ante mi familia, mi novio y mis compañeros del trabajo, además, ellos podrían forzarme a cualquier cosa y este tipo solo quería una chupada, pensé que sería mejor hacer lo que me pedía y acabar lo más pronto posible.
Abrí la boca y empecé a mamarle la varga, cerré los ojos y se la chupé como salvador me había enseñado, escuché unos gritos como de triunfo de los demas y al que se lo chupaba comenzó a gemir y a decirme: "Así puta, ya ves que fácil es, eres experta mamacita" y colocó una mano en mi cabello, empujándome y jalándome al mismo ritmo al que yo chupaba, me dijo que también le chupara los huevos y obedecí, chupe y chupe hasta que él gritó: "¡Me vengo, me vengo!", quise sacar su verga de mi boca, pero me lo impidió sosteniéndome la cabeza con ambas manos y ordenándome que me tragara su leche, casi me ahogo con todo lo que arrojó en mi garganta.
Una vez que el primero terminó, me hicieron moverme hacia la derecha, donde ya otro me esperaba con los pantalones abajo y su pene erecto, tuve que hacer el mismo trabajo que con el anterior, le chupé la verga hasta que se vino y luego pasé al siguiente, pensé que si se los tenía que chupar a los seis para que me dejaran libre, sería sencillo, aunque ya la quijada se me empezaba a cansar. Aun así, seguí chupando y tragándome su semen, tardé bastante con cada uno pero al final logré hice venir a los seis.
Uno de ellos se acercó a mí y me ayudó a levantarme, empezó a quitarme las esposas y supuse que ya me dejarían ir, pensé en que de inmediato le hablaría a salvador , pues mientras yo chupaba una de esas vergas escuché sonar mi celular desde la bolsa donde traía mis cosas.
Pero cuando él terminó de quitarme las esposas me dijeron: "Quítate la ropa". Me les quedé viendo sin saber que hacer, les dije que no y el que siempre hablaba me dijo: "Quítatela ahora o te la quitamos nosotros puta". Deseé con toda mi alma que solo quisieran verme desnuda y que se conformarían con eso. Empecé a desvestirme despacio, me quité el saco y la falda mientras ellos aplaudían y casi babeaban. Quedé solo con el traje de maya yla tanga que traia y me dijeron que me la quitara también, les pedí que ya me dejaran ir y uno de ellos dijo: "Ya estuvo, muchachos llévenla así a la delegación, dicen que así la encontraron", dos de ellos se acercaron amenazantes y solo alcancé a decirles: "¡No, no, yo lo hago, yo me la quito, está bien!". Me quite la tanga la dejé caer al suelo junto con el saco y mi falda, solo quede con las zapatillas y mi traje de maya el cual traía un hueco desde mis nalgas hasta mi vagina, dejando esa área libre para poder tener sexo con el puesto, ellos ya no hacían ruido, pero noté sus miradas morbosas sobre mí. Los miré tratando de que se apiadaran de mí, pero sus miradas frías me decían lo contrario,.
Quedé totalmente desnuda frente a esos seis hombres, tapándome con las manos los senos y mi vagina, ellos ya estaban desvestidos y con sus vergas levantadas, supe que querían que cogiera con ellos, por eso cuando se acercaron les dije que no haría nada más y retrocedí indicándoles que se quedaran donde estaban. Choqué contra uno de los carros, me arrinconaron y uno de ellos me mostró unas esposas. Fácilmente me cargaron y me metieron a un coche, me colocaron bocabajo en el asiento trasero y estiraron mis manos, me colocaron las esposas una en cada mano, pasando la cadena por uno de los tubos de la base de los asientos. Luego, me colocaron empinada de tal manera que ellos me veían todo, uno me empujó la cabeza dejándome agachada viendo el piso y sentí como el primero de ellos se colocaba atrás de mí y alcancé a ver que se acercaba. No tardé en sentir como sus manos se colocaban en mis nalgas y me abría la vagina y luego sentí como su lengua húmeda se introducía en mí culo.
Por más que quise evitarlo, las lengüeteadas del tipo empezaron a hacer que me mojara, cerré los ojos y me mordí los labios para no gemir de placer, los demás empezaron a decirle: "ya pareja, ya cógetela de una vez" y él se levantó, colocó su verga en mi vagina y empezó a empujar, con mi vagina mojada fue más fácil la entrada para él. Poco a poco fui sintiendo placer. Fueron varios minutos que él estuvo cogiéndome me hizo sentir un placer mayor al que yo había sentido con salvador. Unos momentos después, yo estaba a punto de venirme cuando con un gran grito de satisfacción, se vino dentro de mí.
Cuando el primero terminó y se retiró, otro de los hombres se colocó detrás de mí, puso sus manos en mis nalgas y de igual forma, empezó a penetrarme con fuerza, de nuevo empecé a sentir placer con él, pero no pude llegar al nivel que logró el anterior, pero poco a poco fue subiendo la intensidad de sus embestidas, y al poco tiempo sentí que estaba a punto del orgasmo y en ese preciso instante, el segundo soltó su leche dentro de mí y de nuevo me dejó a medias.
Lo irónico del asunto es que yo ya estaba deseando que el siguiente entrara, para poder terminar y aunque ya sabía que los seis iban a cogerme, en ese momento el placer dominaba todo mi ser, de tal manera que cuando el tercero me penetró empecé a moverme al mismo ritmo que él para poder venirme. Unos minutos después lo logré, por fin tuve un profundo y delicioso orgasmo que me hizo sentir que valió la pena el haber satisfecho a los otros 2 primeros.
Lo malo vino después, pues al yo haber terminado, mi vagina se cerró y se le quitó lo húmeda, así que cuando el siguiente hombre me penetró, comencé a sentir dolor y le pedí que se detuviera, el me dijo que me moviera como había hecho con su amigo para que lo gozara más, y lo hice, movía mis nalgas intentando obtener una penetración profunda, el continuó entrando y saliendo de mí, De nuevo me mordí los labios para no gemir.
No se detuvieron, el cuarto hombre entró y salió de mí durante un buen tiempo hasta que también soltó toda su leche dentro de mí. Los dos siguientes continuaron con la misma forma, me metieron sus vergas y me cogieron de forma salvaje, sin importarles nada.
Todos se vinieron dentro de mi vagina, al terminar los 6 mi vagina quedó muy rozada, me ardía, cuando me quitaron las esposas. Ellos ya estaban vestidos y fríamente me ordenaron vestirme, en cuanto terminé dos de ellos se acercaron y mientras uno me sujetaba, el otro me colocó de nuevo las esposas con las manos atrás. Les pregunté qué hacían y me dijeron que ya nos íbamos a otro lado, pero que me sacarían de allí como llegamos. No quedé muy convencida, pero tuve que aceptar sus argumentos.
De nuevo me subieron a la patrulla y salimos seguidos de los otros tres coches, más adelante los 3 autos se fueron por otro lado y la patrulla donde iba tomo otro rumbo, pregunté a donde me llevaban y no recibí respuesta, ni siquiera voltearon y entonces si me dio miedo, les dije que yo ya había hecho lo que ellos me habían pedido, así que me tenían que liberar, el judicial que me subió al principio, se volteó y me dijo: "Mira puta, ya cállate o de verdad te va a ir mal, tu solo síguenos el juego y todo saldrá bien". Me callé, pero seguí nerviosa. Hubiera querido tomar mi celular y llamar a salvador, pero mi bolsa estaba en el piso de la patrulla y el teléfono adentro, era imposible sacarlo.
Un poco después llegamos a una casa donde había varios coches tipo patrullas afuera, se estacionaron y ellos bajaron, uno me abrió la puerta y me sacó mientras otros de los que estaban ahi allí les decían: "Ahora si le trajeron una buena al jefe, eh, ¿en qué esquina la encontraron?"yo iba a responder, pero el que me bajo, me jaló del brazo y me metió rápido a la casa, casi no había gente , no sabía si eran judiciales o delincuentes. De nuevo todos los hombres me miraron con morbo mientras el judicial me abrió paso hasta un cuarto que parecía oficina y allí nos detuvimos.
Un señor alto, flaco y algo moreno, vestido con camisa y sin corbata se levantó del escritorio y le preguntó al judicial: "¿Qué me trajiste raya?". El judicial se puso a hablar con él, "como quedamos, patrón, encontramos a esta prostituta y es de las que le gustan, estaba ejerciendo en lugar prohibido, al parecer es nueva en el oficio, le dimos chance de que se fuera, pero en cuanto nos alejamos volvió a la esquina y decidimos traérsela por necia jefe”, simulamos un arresto, Mientras él decía todo eso, al que le decía patrón, me recorría de arriba abajo con la mirada y no disimulaba su morbo, deteniendo su vista en el mis pechos que se notaban totalmente por traer el saco completamente abierto, y luego viendo mis piernas, intenté hablar para explicar que todo era equivocación, pero el tal patrón me hizo señas de que me callara. Obedecí esperando que cuando terminara, me dejaran hablar a mí.
Pero cuando el judicial terminó, el tal patron le dijo: "Pues bueno, de seguro ya le hicieron la su iniciación tú y tus compañeros, ¿verdad?", el judicial se puso nervioso, negó con la cabeza y dijo: "No, señor. ¿Cómo cree, se la trajimos directo?". El Patron me barrió de nuevo con la mirada y dijo: "s déjamela hoy y mañana, pero el lunes temprano regresas por ella, no la puedo tener aqui mucho tiempo, sirve que la pones a trabajar, para que se le quite andar de desobediente", comencé a decirles groserías, pero el tal patrón me dijo que me callara o no me dejarían ir, el tipo que me llevo me jaló, pero intenté soltarme y forcejeé con él mientras gritaba que ellos me habían estado cogiendo en una bodega y que yo no soy prostituta. Tuvieron que llegar otros tres de los que estaban ahi y solo de esa manera me sometieron y me pudieron llevar casi a rastras.
Me aventaron en un cuarto muy pequeño , solo había una catre que hacía de cama, y un foco de luz amarillenta que medio iluminaba el lugar. Uno de los tipos me quitó las esposas y salió, cerraron una puerta que se abría desde afuera. El olor del lugar era espantoso, una mezcla de sudor era lo que se sentía, casi me vomito de la pestilencia.
Cansada de todo lo sucedido, me senté en el catre y comencé a llorar de impotencia ante la prepotencia y bajeza de los judiciales, no supe a que hora fue que me quedé dormida.
Desperté cuando escuché el ruido de la puerta que se abría, entró al que le decia Patron, aun me encontraba medio dormida cuando el empezó a hablar, me dijo: "A ver putita, de seguro quieres irte rápido de aquí para seguir ganando dinero de prostituta, ¿verdad?" Estaba a punto de contestarle cuando él, sin dejarme hablar prosiguió: " te puedo dejar ir en este momento, pero como ya sabrás, todo tiene su precio y tu deberás pagar para irte". Le dije que no tenía mucho dinero y que tenia que llegar a i casa y a trabajar el lunes temprano, que me dejara ir, pero él sonriendo sarcásticamente me dijo que no era dinero lo que quería precisamente, acto seguido, el patron se bajó los pantalones con todo y trusa y vi su enorme verga erecta, el me ordenó hincarme y mamarsela, me dijo que obedeciera o me quedaria ahí encerrada, le respondí que no me importaba, que ya no se la mamaria a nadie y que prefería que me dejara allí.
El Patron se me quedó viendo y me dijo que me arrepentiría de mi decisión, salió y de nuevo azotaron la puerta. Unos segundos después, el tal patron entró de nuevo, pero esta vez acompañado de dos tipos diferentes a los que me habían llevado, cerraron la puerta y el tal patron. Les dijo que me amarraran, yo me hice hacia atrás, pero quedé arrinconada. Me voltearon hacia la pared y mientras uno de los dos me sostenía los brazos desde atrás con fuerza, el otro me coloco nuevamente unas esposas, atorándolas en una armella que había en la pared del cuarto, de tal manera que quedé con las manos hacia delante y un poco empinada.
El patron les ordenó a los dos que se salieran y en cuanto lo hicieron él se colocó detrás de mí, me dijo: "¿Ya ves?, más te hubiera valido hacerlo por la buena, ahora va a ser a fuerza y si te voy a cumplir tu petición, te vas a quedar aquí hasta el lunes en la mañana porque ya sabes que no te puedo tener más tiempo", mientras decía eso, me bajaba mi tanga y me subió la falda hasta dejármela en la cintura. Le grité groserías y le dije que los denunciaría a todos, él se rio y me dijo que me callara o me iría peor, pero en ese momento él ya comenzaba a introducir su verga en mi vagina sin dar oportunidad a nada, a él le provocaba un tremendo goce, siguió empujando hasta meter toda su verga, sin hacer caso a nada.
Metió hasta el fondo su dura verga que me quemaba y lentamente comenzó a moverse dentro de mí primero despacio y luego más rápido y más y más rápido, hasta que su vaivén era tan fuerte que se escuchaba el golpeteo de sus testículos contra mis nalgas, sus manos se apoyaban en mi cadera y él seguía metiendo y sacando su verga con fuerza, gozando con mi sufrimiento y diciéndome cosas como: "Ya ves puta, si este es tu trabajo del diario, no sé por qué te haces la inocente", "yo no te voy a pagar, pero te hubieras podido haber ido rápido, ahora te vas a amolar". él seguía entrando y saliendo y diciendo cosas que yo ya no escuchaba.
De repente se detuvo y se salió, pensé que ya había terminado, pero luego me di cuenta de que introducía algo en mi ano, creo que era un dedo, empecé a decirle que por allí no lo hiciera, que tuviera piedad, pero él me dijo que me aguantara o sería peor y que había dejado pasar mi oportunidad cuando él me lo pidió por las buenas. Unos segundos después sacó su dedo y se colocó en posición de penetrarme por el ano, le supliqué que se detuviera, pero fue inútil, su verga caliente se introdujo en mi ano haciéndome sentir que me iba a partir en dos.
Poco a poco su verga se introdujo por completo, grité con fuerza, pero nada cambio, él empezó a entrar y salir de mi pobre ano gozando con la cogida y tomándose nuevamente de mis caderas. El tiempo se me hizo eterno y su movimiento no cesó hasta que sentí como su líquido caliente entraba en mis entrañas con fuerza, el gemía de placer y yo lloraba de rabia y dolor.
Él se subió los pantalones y me dijo que nos veríamos despues, le grité que no me dejara en esa posición, pero él se salió sin hacerme caso, alcancé a escuchar que decía: "Ahi se las dejo muchachos, nada mas no la maltraten". Escuché que la puerta se cerró y volteé por encima de mi hombro, vi a los dos que habían entrado antes con el, y noté que se empezaron a desnudar, les pedí que se detuvieran y que si me hacían algo los denunciaría, pero ellos se echaron a reír, no dijeron nada, uno de ellos se acercó a mí y me quitó las esposas, quise defenderme pero ya el otro me detenía las manos. En unos cuantos segundos me desnudaron mientras yo me retorcía pidiéndoles que me dejaran, cuando me di cuenta, ya me habían esposado de nuevo, pero esta vez en la espalda, ellos me obligaron a hincarme y uno se paró frente a mí ordenándome que le chupara su tremenda verga erecto, yo me negué y volteé la cara hacia otro lado, pero el otro, que estaba atrás de mí, me tomó del cabello y de las mejillas y me obligó a voltear hacia su amigo y a abrir la boca, me hicieron introducir su asquerosas vergas en mi boca y el que estaba detrás de mí me hizo moverme hacia delante y hacia atrás jalándome de los cabellos. Ellos reían y se burlaban de mí diciéndome que si yo era una prostituta porque me hacía del rogar y que apenas era el principio.
Estuve chupándosela al tipo un buen rato hasta que terminó y me hizo tragarme toda su leche. El otro no me soltó hasta asegurarse que me había tragado el semen de su compañero, luego, me sentaron en el catre y me hicieron abrir las piernas, todo el tiempo estuve suplicando que me dejaran en paz, pero casi de inmediato el otro se acomodó y me penetró en esa incómoda posición sin darme tiempo a nada. Empezó su mete-saca con fuerza haciéndome sentir sus salvajes penetraciones.
No duró mucho, pero a mi se me hizo eterno, sentí como su semen invadía mi vagina y casi de inmediato se salió, rápidamente vistieron y se fueron, dejándome adolorida y esposada. Como pude me acomodé en el catre no dejaba de pensar en todo lo que me estaba pasando, me volví a dormí.
en uno de los momentos que quede dormida, tuve una pesadilla con lo sucedido, que me rodeaban varios hombres y me sometían, uno a uno me cogían con saña, en un momento yo veía a uno de los que me estaba cogiendo y veía la cara de mi novio salvador sonriendo con burla, luego otro me violaba, pero todos tenían la cara de salvador, uno tras otro pasaban por mí, era interminable, un ruido muy fuerte me despertó, apenas abrí los ojos.
vi que entraban por la puerta otros tres tipos iban a coger conmigo, me cogieron de la manera en que se les antojo, mientras me hicieron montar a uno los tres mientras los otros dos colocaban sus vergas cerca de mi boca para que se las mamara, cuando el primero vacío su leche dentro de mi vagina el siguiente tomo su lugar poniendome en cuatro y bombeando mi vagina y mi culo de forma salvaje hasta que termino vaciando su leche en mi culo, el tercero les dijo a los otros dos que me sentraran en su verga que me queria encular, este se sento en el catre catre y los otros dos me subieron dandole la espalda, dejando mis piernas abiertas y mi vagina abierta, el que habia pasado primero aprovecho que habia descansado y le dijo al tercero que le iba ayudar a cogerme, comenzando a meter su verga en mi vagina, esa fue la primer vez que tenia dos vergas perforando mi interior a mismo tiempo, el dolor era tal que sentia que me estaban partiendo por la mitad, el segundo que recien habia vaciado su leche en mi culo entrodujo su verga en mi voca para ahogar mis gritos que por el dolor eran muy fuertes, asi me tuvieron hasta que el primero se vacio nuevamente dentro de mi y el segundo cambio lugar con el, hasta que los tres se habían vaciado completamente su leche dentro de mi vagina salieron de la habitacion, así pase esos dos, días durmiendo un par de horas y siendo despertada para satisfacer los deseos sexuales de dos, de tres y hasta cuatro hombres que entraban a la habitacion para cogerme,
Ese fin de semana no sé exactamente a cuantos hombres terminaron cogiendome pero fueron cerca de 15 veces las que entraron a despertarme en ese pequeño cuarto, solo note que algunos pasaron varias veces a coger conmigo
La madrugada del lunes antes de amanecer, el Patron les dijo a los que me cuidaban que me dieran mis cosa y me dejaran vestir, aun cansada y adolorida tome mi uniforme de la escuela y me arregle lo mejor que pude para irme a trabajar, el patrón al verme, me dijo que realmente no parecía prostituta así vestida, pero que esperaba poder verme pronto, le ordenó a uno de los que estaban ahí que me llevaran a algún lugar donde pudiera tomar un taxi para irme a donde quisiera.
Salí del lugar adolorida, triste, humillada y cansada, aún con lo mal que me veía los hombres que me habían estado cogiendo, al pasar junto a mí me decían cosas. Al salir de la casa estaba tan cansada que no me di cuenta por donde me llevaron, pero al dejarme me di cuenta de que estaba cerca del centro, ahí me quede esperando que fueran las 8 de la mañana para poder llegar a trabajar, al llegar a mi trabajo tuve que sufrir la llamada de atención de mi jefa por ir en esas condiciones a trabajar, ella pensaba que iba llegando de alguna fiesta, aun cuando le intente explicar que no había estado de fiesta (claro, le oculté que me habían confundido con una prostituta y había pasado el fin de semana complaciendo a muchos hombres) aun así, descontó el día.
Al ver a mi novio salvador, me pregunto cómo me había ido en la fiesta con mis amigas, y que después de haber llegado por mí, se puso a platicar por mensaje conmigo yo diciéndole que me había cansado de esperarlo y que me iba con unas amigas de fiesta, que lo veía en el trabajo.
Los judiciales, se encargaron de que nadie me buscara durante el fin de semana, y como salvador me estuvo llamando decidieron responderle para que no me siguiera buscando.
yo decidi que no queria levantar algun acta y menos queria tener nada que ver con los judiciales que me habian arrestado.