Me cogí a una joven madre

Este relato me lo comentó un maigo taxista y lo escribo por petición de él, espero les guste.

De cómo logré cogerme a una deliciosa y joven madre.

Hola, soy un hombre joven y soltero de 27 años y como se lo podrán imaginar con las hormonas al límite y los huevos a reventar por la carga de leche.. es así como un día manejando mi taxi una hermosa mujer me hizo la parada llevaba un bebé en los brazos, y pude ver un espléndido trasero grande y muy firme, con solo ver ese culo se me puso dura la verga, así que me detuve y la llevé, me pidió que la llevara a una zona apartada de la ciudad, mientras avanzábamos la observé por el espejo retrovisor y pude notar una cara agraciada y una cabellera abundante y bien cuidada, como todo hombre a mi edad siempre estoy buscando un buen hoyo donde aliviar mi carga de semen así que comencé a hablarle y a preguntarle cosas, de tal forma que con mucha maña y sin que ella lo notara pude averiguar que tenía 23 años, que estaba casada desde hace un año y medio y que tuvo su primer hijo hace solo dos meses.

También pude deducir por lo que me dijo que estaba sola en la casa y que su esposo no llegaría sino hasta dentro de ocho días, con estos datos y mi ya notoria calentura planeé cogérmela y no me importaba si sería a las buenas o sin su consentimiento, cuando llegamos a la casa, me bajé del taxi, lo apagué y me ofrecí a abrirle la puerta y a entrarle unos paquetes que llevaba, estabamos frente a la puerta de su casa y ella sin sospechar mis intenciones me dijo que buscara las llaves en el bolsillo de su chaqueta, mientras lo hacía pude notar que tenía unos senos grandes y a pesar de haber parido recientemente ya había recuperado su figura.

Una vez adentro, cerré la puerta con llave y me dirigí hacia la alcoba donde estaba ella acostando a su hijo, como estaba de espaldas y no me veía la empujé sobre la cama y le dije que me gustaba mucho y que tenía ganas de tirármela, ella se opuso y forcejeó conmigo para tratar de quitarme de encima de ella pero no lo logró, yo con todo este jaleo ya me había empalmado y sentía a mi hambrienta verga pidiendo a gritos acción.

Comencé a besarle el cuello y a sobarle las tetas ya que me habían quedado al alcance y pude comprobar lo voluminosas y suaves que las tenía, al mismo tiempo le refregaba mi paquete contra su bien formado trasero, ella siguió luchando hasta que comenzaron a hacerle efecto los besos y la sobada de sus partes erógenas, poco a poco fue dejando de luchar y me dejaba hacer. Comencé a desnudarla de arriba hacia abajo empezando por su camiseta y siguiendo por sus pantalones, la verdad no pensé que esa mujer fuera a oponer tan poca resistencia y por lo que se veía iba a echar un polvo tranquilo y placentero.

Solté su sujetador y pude ver como salían de ella un par de tetas muy grandes surcadas por muchas pequeñas venas y un poquito caídas (debido a su peso) las cuales besé, lamí y mordí con pasión al tiempo que tomaba toda la leche que manaba de ellas, baje suavemente mis manos por todo su cuerpo hasta encontrar sus pequeños calzoncitos y le acaricié la concha por encima de la braga, la cual a ese momento estaba empapada, dándome una clara señal que estaba calentándose mucho con mis caricias, motivo por el cual decidí correr su panty y al mismo tiempo acariciar su rajita, metí uno de mis dedos en su húmeda caverna y noté como entraba con gran facilidad, luego metí otro dedo y luego otro, debido a lo reciente del parto su concha estaba mas dilatada que bolsillo de payaso, saqué mis dedos y pensé: afortunadamente la vida me dotó con una buena verga aunque no muy larga (19cms) si muy gruesa, por lo cual creí que su amplia caverna no sería un inconveniente para darle placer a mi nabo.

Me levanté rápidamente de ella y me desnudé completamente, tomando mi mástil con las manos le decía mira lo que te vas a comer muñequita y ella no decía nada, me acerqué a ella para que me la mamara pero no quiso, (al parecer faltaba exitarla más), de modo que me tumbé sobre su cuerpo y apuntando mi arma al centro de su coño comencé a metersela despacio mientras ella cerraba los ojos y apretaba los dientes, le metí la verga hasta la empuñadura y para mi sorpresa se sentía como sus paredes vaginales se estiraban un poco más para darle cabida a mi caliente polla, comencé a moverme más rápido dentro de ella y ella empezó a gemir de placer y a gritar primero suave y después fuertemente, llegó su primer orgasmo y sentí como sus flujos lubricaban más mi pene y me permitían deslizarlo mas fácilmente dentro de su muy caliente chocho, cada vez lo sentía mas caliente y encharcado, era sensacional, nunca creí que un coño pudiera darle tanto calor a mi picha.

Me estaba exitando muchísimo, así que empecé moverme con más fuerza y ella a gritar y a gemir con más frecuencia, de pronto no aguanté más y comencé a gemir, ella se dio cuenta que me venía y me gritó sácalo, no te corras adentro, puedo estar en período fértil, sácala por favor, sácala, yo no escuchaba lo que me decía pues solo estaba pensando en mi placer y cuando llegó me corrí mucho, creo que solté unos seis chorros grandes de semen dentro de ella, quien había parado de hablar y estaba disfrutando de su tercer orgasmo.

Fue tanta mi corrida que empezó a salírsele con mi verga aún ensartada en su vagina, saque mi palo aún tieso y me recosté en la cama mientras me decía lo bien que la había cogido y que había tenido varios orgasmos intensos como no había sentido después de parir, pues pensaba que había perdido algo de sensibilidad y al parecer era cierto pues solo había podido estimularla mi gruesa verga que según me dijo era como tres veces más ancha que la de su marido y que por eso no había querido chupármela pues no creía que le cupiera en la boca.

Yo seguía empalmado y con todo lo que ella me decía me calentaba aún más, pero estaba un poco cansado por lo que decidí ponerla arriba de mí y ensartarla de nuevo por el coño ella frente a mí, podía ver como se bamboleban sus grandes pechos al mismo ritmo con que ella se sentaba sobre mi, empezó a moverse con mucha rapidez y gran ansiedad era como si nunca hubiera cogido, a veces se sentaba tan duro sobre mí que me hacía doler un poco los huevos, mientras tanto yo agarraba sus tetas y las apretaba cada que ella se metía mi tranca hasta el fondo de su vagina haciéndola gritar de placer, a pesar del ritmo endemoniado que le imprimía ella a la cogida aguanté mucho y nuevamente me vine abundantemente dentro de su caliente cueva, pero esta vez ella ni se inmutó.

Llevábamos tirando casi dos horas cuando se despertó el bebé y empezó a llorar ella lo sacó de su cunita y empezó a amamantarlo, al ver la escena me calenté nuevamente y me puso detrás de ella, quien estaba acostada de costado, me deslice entre sus piernas se las abrí y nuevamente la penetré por la vagina diciéndole voy a bomberale la leche al bebé, esto pareció exitarla pues a los pocos segundos de estar bombeándola empezó nuevamente a gemir y a decirme que siguiera y que no parara hasta que el niño vaciara sus dos cántaros, yo empujaba muy duro y cada rato se salía el pezón de la boca del bebé, así que tuvo que hacer un gran esfuerzo para poder alimentarlo al tiempo que yo la embestía con violencia, quería que mi semen se confundiera con la leche materna y por eso metía mi pistón hasta lo más profundo de su conchita mientras ella gritaba emocionada, nuevamente tuvo un orgasmo sensacional, el cual me manifestó con rítmicas contracciones de su coño y a las cuales correspondí nuevamente con mi leche.

Lo que pasó después y cómo me la cogí de todas las formas posibles será motivo de un nuevo relato.

Si les gustó mi relato espero sus comentarios en mi e-mail: juanchocalle@hotmail.com