Me cogí a mi tía Belem en la playa
Primero cojio con un acapulqueño y luego conmigo.
Llegamos a la playa uno de los señores de la empresa le presto un casa. Llegamos ella, su hijo y yo. El primer día transcurrió normal.
Al siguiente día a las 12:00am fuimos a la playa y ella se puso su bikini azul, no podía creer el cuerpazo que tenía, era algo sensacional, todos los hombres de la playa la devoraban con la mirada y a mi tía eso parecía gustarle. De más está decir que cada noche me masturbé pensando en esas tetas de ensueño y en como sería poder cogérsela hasta acabar a chorros en su concha.
Al otro día en la tarde una tarde, en la playa mientras compraba un helado, la sorprendí en amena charla con un tipo desconocido, ella se reía con las ocurrencias del hombre y parecía muy a gusto, luego fui al agua y al salir no la vi por ningún lado, le pregunté a mi primo por ella y me respondió que había regresado a la casa porque le dolía la cabeza le dije horita regreso me dijo si te espero o me voy, dije te vas. Por supuesto que sospeché de inmediato y volví a la casa, entré sin hacer ruido y me dirigí a su alcoba, entonces pude oír sus suspiros pues ellos ya habían empezado.
Mi tía Belem estaba en la cama, sin la parte de arriba del bikini, por fin pude vislumbrar sus pezones erectos y rosados pues el tipo se estaba dando un festín con ellos, chupando, lamiendo, besando, devorando ese par de tetas celestiales, al mismo tiempo su mano se perdía en la entrepierna de mi tía, pude notar que le estaba metiendo el dedito por debajo de la tanga.
- ¡Oooohh Juan, que rico, me vuelvo loca, sigue así! - susurraba mi tía.
Después de unos minutos de excitación mi tía empezó a acariciar el imponente bulto que se había formado en el short de Juan y sin perder tiempo sacó su verga afuera masturbándola de lo lindo.
La quiero toda, Juan, no puedo más, quiero probar esa vergota tuya hasta el fondo - suplicó mi tía Belem.
Lo que pidas, cariño, pero antes quiero que me la mames, quiero ver esos labios devorarse mi verga - pidió el tipo.
Por toda respuesta mi tía se arrodilló en la cama acariciando el miembro con ambas manos y se lo llevó a la boca, su mamada era increíble, desde la punta hasta los huevos de Juan recorriendo su verga sin parar, como la que me hizo a mi la primera ves que me la coji, el "chuc, chuc" se oía por todo el cuarto y el tipo satisfecho sonreía acariciando su sedoso cabello.
- ¡Ya, ahora métemelo, y esta cogida será en honor de mi sobrino que en estos momentos debe estar nadando en la playa! Osease yo - le ordenó mi tía.
Ambos se desnudaron completamente y Luis enfiló su verga hacia la vagina de Belem, el gemido de mi tía me dio a entender que ya se la había clavado toda, era una visión total, mi tia con las piernas abiertas y el tipo sobre ella, acogiéndosela toda, metiendo y sacando su miembro a todo ritmo.
¡Asíiiii, cariño, que rico me la metes, no parees, aaahhhh, puedo sentir tu verga hasta el fondo! - gritaba mi tía Belem.
¡Pídeme mas, putita caliente, eres la mas rica de todas las turistas que me he tirado! - le ordenó Juan.
¡Sííí, síí, amor, seré tu puta, todo lo que quieras, pero sígueme follando que no doy más! - gemía Belem.
La cama se estremecía como en un terremoto y los gritos de mi tía seguían oyéndose hasta que los dos acabaron, mi tía primero y luego el tipo sacando su verga justo a tiempo y bañando la concha, el vientre y hasta las tetas de mi tía.
¡Oooooohhhh, Luis, me corro, fóllame que me corro, cariño, que orgasmo, aaaahhhh, sí, sí! - decía mi tía.
¡Toma toda mi leche, zorra, goza, goza, tu sobrino nunca te cogerá así! - le gritaba el tipo.
Cuando terminaron corrí a esconderme hasta que salió Juan y volví a la alcoba, pude ver a mi tía Belem en toda su espléndida desnudez descansando después del polvo, aun con rastros de semen del tipo y no supe como, empecé a desnudarme, avanzando a la cama. Belem trató de taparse con un cojín, pero ya era tarde.
Me gustó mucho tu número, tía, pero también quiero probarlo si no quieres que le vaya con el cuento a tu novio. Es una oportunidad que no puedo desperdiciar y quiero hacerlo con una mujer tan buenota como tú - le dije.
Está bien, cariño, me tienes en tus manos, además veo que estas bien erecto - dijo ella observando mi verga erecta.
Entonces acarició mi miembro y se lo llevó a la boca, succionándolo lentamente, yo no podía creerlo, por fin mi tía estaba mamando mi verga, luego de un rato se puso en la posición del perrito, levantando sus caderas tentadoramente.
- Muy bien, sobrino, veamos si puedes hacerme gozar tanto como Juan, que cobra muy caro por sus servicios, debo añadir. Mete pronto eso en mi concha que estoy ardiendo de nuevo.
La cogí por las caderas y deslicé mi verga en su sabrosa humedad, por fin estaba follándome a una chica y nada menos que a la más sexy de mis tías con quien tanto había soñado.
¡Eso, sobrino, oohh, tienes buena verga, sígueme follando, que ricoooo! - gemía Belem.
¡Tu concha es divina, tía, no sabes cuantas ganas tenia de volverte a cojer! - decía yo.
Ella acabó primero entre gritos de placer, cuando yo sentí que no daba mas, se lo saqué de su vagina, la di vuelta y lo puse en su boca, ella de inmediato empezó a mamar y en segundos me corrí en su boquita, soltando ríos de ardiente semen que Belem supo tragar como si fuera experta
En eso estábamos cuando sentimos ruidos de mi me primo llegando, rápidamente nos vestimos y me fui a mi habitación. Estas fueron las mejores vacaciones de mi vida y demás esta decir que cada noche me pasaba a su cama cuando mi primo dormía para gozar como locos, follamos en mil poses.