Me acabaron masturbando por culpa de un accidente

Debido a un accidente en ambas manos, mi madre y una amiga suya acabaron mastrubandome.

Hola, les voy a contar lo que me sucedió a raíz de un accidente que tuve, digamos que me llamo Iván y ahora tengo 25 años.

Hace un par de años me ocurrió un accidente cuando estaba con unos amigos de excursión, habíamos estado bebiendo porque era el último día del viaje. Estábamos de acampada y habíamos echo un fuego, el caso es que con un trozo de madera que por descuido alguien dejo en mal sitio me tropecé, con tal mala fortuna que tuve que poner las manos en los rescoldos del fuego para no quemarme toda la cara.

El resultado de esto fue que al día siguiente ya estaba en casa de mi madre con las dos manos vendadas tomando antibióticos y calmantes para los dolores.

Yo no tenía novia por aquellos momentos, por lo que solía masturbarme muy a menudo, me solía excitar viendo alguna película porno, con fotos en Internet, con relatos eróticos

Mi madre por aquel entonces tendría unos 48 años, muchas tetas y un culo bastante generoso. Nunca la vi con otros ojos que no fueran los de una madre.

Después de los preámbulos ahora viene interesante. La situación como he dicho es que las manos las tenía vendadas con lo cual, me tenían que ayudar a comer, a lavar y a todo, ese todo incluía ir al baño con migo y ayudarme a mear, a bañar, limpiarme….

Los primeros días todo iba bien, debido a los dolores y al malestar general no tenía la cabeza para pensar en otra cosa. Pero según fueron pasando los días la cosa se fue complicando, yo ya tenía ganas de masturbarme, pero en mi situación no podía hacerlo, y lo peor era si mi madre me ayudaba cuando tenía que mear, me bajaba los pantalones y los calzoncillos y me dejaba en el vater para que yo hiciera el resto, pero lo que ocurría era que cuando empezaba a bajarme los pantalones, mi pene empezaba a despertarse, es decir se me ponía la polla tiesa, yo no quería que esto sucediese pero no podía evitarlo, cuanto menos quería más me sucedía. La dije a mi madre que me ocurría sin que yo quisiera. Ella me bajaba los calzoncillos por detrás para no verme pero se daba cuenta porque tenía que tirar hacia fuera de los calzoncillos si quería que estos bajasen. Al principio hacía como que no pasaba nada, pero a mí me daba mucha vergüenza. Esto pasaba cada vez que iba al baño, mi madre en una ocasión me dijo que si eso era normal. Yo le decía que solo me pasaba cuando íbamos al baño, que no se preocupara, que sería debido a la situación, que ya se me pasaría. Pero lo cierto era que no se me pasaba.

En otra ocasión me tuve que bañar, como siempre fue mi madre conmigo al baño, me metí en la ducha y otra vez estaba con la polla con una erección tremenda, me estuvo lavando bien por todo el cuerpo incluso me enjabono la polla aunque con mucho cuidado como si limpiara otra parte del cuerpo. Al final me limpio con agua para limpiarme todo el jabón. Puso incluso agua fría cuando tocaba la zona de mi pene, con la esperanza de que este disminuyera de tamaño, pero vio que no daba resultado. Cómo iba a dar resultado viendo la cara de mi madre a unos centímetros de mi polla. Se quedó un momento quieta mirándome la polla y me dijo que como íbamos a hacer porque ella se tenía que ir un par de días con mi padre a una boda. Yo no me acordaba de que se tenía que ir, mi hermana tampoco estaba en casa porque estudiaba fuera. Me dijo que se lo diría a mi tía para que viniera, en ese momento me di cuenta de la vergüenza que podía pasar si me pasaba lo mismo. Y creo que ella estaba pensando también en eso.

Yo le decía que no se fuera, que no me dejara, pues nadie sabía lo que me ocurría y me daba mucha vergüenza si alguien se enterara. Ahí es cuando me dijo que algo tendría que hacer, le dije que cómo iba a hacer algo si no podía usar las manos, "pues yo no te voy a masturbar", me dijo.

Se enfadó, y así se quedo la cosa, de nuevo pasaron un par de días y vuelta a lo mismo, ya era como una rutina, la polla en erección siempre que me la veía y yo sin poder desahogarme.

Les dije antes que mi madre nunca me había excitado sexualmente, tampoco había pensado en ella de esa forma. Pero a falta de otros estímulos, y con lo caliente que ya me encontraba ya me excitaba también ella, el culo, las tetas, el toque de sus manos… Ya no podía mas, se lo tuve que decir. Tenemos que hacer algo que no puedo mas, por favor ayúdame a desahogarme, pero no se lo digas a nadie. Al final, estando otra vez en la ducha cuando estaba limpiándome la polla accedió. Haber, me pregunto, que quieres que haga, solo muévemela, no creo que tarde mucho, empezó a moverme la polla despacito, que delicia, que situación. Me pregunto que en que pensaba cuando lo hacía yo solo, ni se me hubiera pasado por la cabeza hablar de esto con mi madre, la conté como me excitaba normalmente, entonces me dijo que en que pensaba en esos momentos. Me arrepentí al instante lo que la conteste, pero debido a mi excitación se lo dije sin pensar. La dije que en esos momentos me imaginaba a ella desnuda con sólo unas bragas puestas, entonces dejo de masturbarme y me dijo que si estaba mal de la cabeza. La tuve que explicar que no se lo que me había pasado que alo mejor era debido a que hacía un tiempo que no veía a otra mujer.

Al final se enfado, me vistió y estuvo sin hablarme todo, el día. Al día siguiente viendo que yo seguía igual, me dijo que le había estado dando vueltas a lo de venir mi tía para ayudarme, que vaya vergüenza como viniera y se encontrara con este panorama, que era capaz de decir lo mismo que la había dicho a ella. Que había estado pensando y que no iba a ir a la boda, pero que no se le había olvidado lo de ayer y que eso no debía haberla dicho. Yo la dije que gracias que no volvería a decir nada sobre ella, así se quedo la cosa, yo mucho mas aliviado, pues no pasaría por la vergüenza de que viniera mi tía y me ocurriera lo mismo, bastante era con que pasara con mi madre.

Sin embargo lo que paso el fin de semana quizá fue mucho peor que si hubiera venido mi tía. Mi madre suele salir con sus amigas algunos fines de semanas sobre todo con una amiga que está separada, esta amiga es un poco juerguista y siempre anda de broma y suele ligar bastante aunque dice que no quiere compromisos, siempre me ha dado morbo porque aunque no sea muy guapa es atractiva, morena con curvas, con un culito que a menudo me he hecho pajas pensando en ella. El caso es que como mi madre no podía salir de casa, quedo con esta amiga para cenar y pasar la noche en nuestra casa. Estuvimos cenando, bebimos bastante vino, y luego unos chupitos después del café. Nos lo estábamos pasando bien, pues como he dicho antes, esta amiga es muy agradable y te ríes mucho con ella. Nos pusimos a ver la tele pero no había nada interesante, la amiga de mi madre que se llama Sonia propuso jugar a algún juego para pasar la noche mas divertida. Dijimos que vale, estábamos limitados a la hora de jugar porque yo no podía usar las manos, entonces ya empezó Sonia a sonreír diciendo a mi madre si me tenía que ayudar a todo. Mi madre se puso colorada ya debido algo al alcohol, pero la cosa se quedo ahí de momento.

Entonces estuvimos jugando a juegos de cartas, pero de estos que no hay que pensar, el que perdía tenía que beber una uña de ron. Así entre risas fue pasando la noche cada vez mas cargados, yo había intentado no ir al baño, pero ya me estaba meando bastante y no podía mas, entonces se lo dije a mi madre. Me acompaño una vez mas a mear, y otra vez la polla en erección, mi madre en esta ocasión me quito los pantalones y calzoncillos por la parte delantera y la mirara ya sin ningún disimulo.

Volvimos con Sonia, nos pregunto que cómo había ido la cosa y mi madre se la escapo decir "si yo te contara", y claro Sonia, cuenta, cuenta. Yo miraba a mi madre para que no dijera nada, pero a ella se la veía una sonrisa que quería decirlo pero se callaba.

Seguimos bebiendo, yo ya notaba a mi madre y a Sonia un poco borrachas pero como me lo estaba pasando bien no quise decir que pararán de beber. Otra vez tenía ganas de mear, entonces lo volví a decir, mi madre dijo que qué coñazo, entonces fue cuando Sonia salto y dijo que si quería que iba ella, a mi madre se le hizo una sonrisa de oreja a oreja y dijo, vale, "que cabrona pensé esta me la paga". Fue Sonia con migo y sucedió lo mismo que me empalme aún más, se quedo pasmada cuando me bajo el canzoncillo y se encontró con aquello. Dijo, ya comprendo a lo que se refería tu madre.

Volvimos nuevamente al salón, mi madre partiéndose de risa. Sonia dijo que teníamos que hacer algo, que no podía estar así tanto tiempo. Mi madre dijo, y que propones, pues que tenemos que hacer algo para que se desahogue, eso ni de coña, dijo mi madre, entonces Sonia dijo que el hijo es tuyo, que se lo podían jugar a las cartas haber quien me masturbaba, yo sólo de oír que me iban a masturbar me estaba poniendo cardiaco.

Al final mi madre accedió, entonces yo visto que la cosa se podía poner interesante dije que porque no jugábamos los tres y el que fuera perdiendo se iba quitando una prenda, entonces mi madre se dio cuenta de por donde iba yo, pues ya sabía que me excitaba verla desnuda. El alcohol hizo el resto y al cabo de media hora ya estaba yo en canzoncillos con la polla como un palo, Sonia solo se había quedado en sujetador, todavía tenia puesto los pantalones, pero lo mejor fue mi madre que estaba con las tetas al aire y las bragas puestas, tenía unas bragas blancas, se la notaba todo el coño, algunos pelos se le salían por los lados, y las tenía ya mojadas, según nos contó, la siguiente ronda la perdí yo, y me quede totalmente desnudo con la polla imponente. Sonia al ver aquello dijo que basta de juegos, que la próxima que perdiera de las dos empezaría a hacerme la paja. Y la toco a Sonia, entonces fue enseguida hacía mi polla en empezó a meneármela, allí de frente estaba mi madre de pie en bragas y viendo como me masturbaban, no tarde ni dos segundos en correrme, empecé a echar grandes chorros, una locura, todos fueron a parar encima de la mesa, poniéndolo todo perdido.

Bueno, pues ya esta, no ha sido tan complicado dijo Sonia, que tal estas, bien, respondí todavía atontado.

Después de esto estuvieron fumando un cigarrillo, el tiempo que empezó otra vez mi polla a volver a ponerse poco a poco en erección. Al verlo Sonia dijo, que ella estaba calentísima que estaba cachondísima, y mi madre confeso que ella también, pues yo dije que por mi no se cortaran. Sonia dijo a mi madre que la gustaría ver como me masturbaba, entonces fue mi madre directa a mi polla y empezó a masturbarme, ya Sonia sin ningún pudor se bajo los pantalones y el tanga y también empezó a masturbarse. Yo no quería correrme tan pronto como antes, quería que aquello durara más, esa visión con tanto morbo no creo que la tuviera en la vida. Mi madre como vio que aquello no era tan rápido, me pidió que me tumbase en el sofá, entonces siguió masturbándome pero con la otra mano empezó a acariciarse su coño. De repente Sonia dijo, quita de ahí, vino hacia mi y se sentó encima de mi polla metiéndola entera en su coño, aquello era fantástico me estaba follando la amiga de mi madre, y mi madre mirando, mi madre empezó a decir, mira no es lo que querías ver, se quito las bragas y me enseño todo su culo, que visión, al poco Sonía se corrió, yo aguantaba pues no quería que terminara nunca. Sonia se quito de encima y la dijo a mi madre que se pusiera ella. Mi madre dijo que eso nunca, pues comelé la polla, entonces eso si que lo hizo, se sentó con el culo encima de mi cara y empezó a mamármela, tenía el coño de mi madre en la boca, estaba pringoso, yo empecé a frotar y a lamer, veía como mi madre también se movía y se retorcía, creo que nos corrimos los dos a la vez, me corrí en su boca y ella gemía.

A la mañana siguiente mi madre se había marchado, le dijo a Sonia que se iba con mi padre, que cuando volviera no volviera a mencionar esto en la vida, me dejaba con Sonia para que me cuidara pues la echaba la culpa a ella de que esto hubiera ocurrido. Yo también quería olvidar lo que había pasado, pues era mi madre, pero Sonia no era nada mío y con ella no me arrepentía de nada. Me tenía que quedar unos días con ella y quería aprovecharlos, ya me había follado una vez y podría ocurrir alguna más.

Ese mismo día nos trasladamos a la casa de Sonia, a esta tampoco la gustaba el embrollo en el que se había metido, cuando llegamos a su casa estaba su hija Sandra, la estuvo explicando que me quedaría con ellas unos días pues mi madre quiso aprovechar el viaje y pasaría con mi padre una semana fuera. Sandra tenía 19 años, no estaba mal, también morena como su madre, de la misma estatura 1,64 aproximadamente y algo más delgada que su madre, solía ponerse cuando salía de fiesta unos escotes que dejaban ver gran parte de sus pechos y con los pantalones ajustados estaba cañón.

Sonia la dijo a su hija, que no se preocupara de nada, que ella se encargaría de ayudarme en todo.

La semana fue pasando sin ninguna novedad, mis erecciones ya no eran tan a menudo como antes, de vez en cuando me volvía a pasar, pero en general me comporte bien, menos mal, porque no quería poner en apuros a Sonia, aunque no me quitaba de la cabeza lo ocurrido el fin de semana.

Todo fue bien hasta el jueves, que se volvió a liar la cosa, los jueves de verano Sonia suele quedar con sus amigas de trabajo a Cenar y a tomar algo, ese día no quiso ir, Sandra dijo que si quería se quedaba con migo, pero ella no la dejo. Así que Sandra fue la que salió de fiesta y dijo que no vendría a dormir a casa que dormiría en casa de una amiga. Se quedo Sonia con migo, yo ya pensaba en la noche que podríamos pasar si ella estuviera animada. Estuvimos cenando y bebiendo algo, pero ya me avisó que me olvidara de hacer algo con ella esa noche, que por mucho alcohol que bebiera no le volvería a pasar. Vale, la dije, no te pongas así, nadie te obligó el otro día. Yo con el alcohol que tomamos ya me estaba poniendo otra vez caliente, me apetecía jugar otra vez a algún juego, pero no me atrevía a decírselo.

Sin embargo no fue necesario jugar a nada, estuvimos hablando mucho tiempo, de diferentes temas, hasta que empezamos a hablar de su ex, de sus ligues, de mis novias, todo esto entre copa y copa de vino, la conversación se fue haciendo cada vez intima, me refiero a que empezamos a tocar temas mas personales, estábamos a gusto. Al final la pregunte que cuando tenía ganas de echar un polvo que si lo tenía fácil, me dijo que normalmente si quería ligaba, pero que había tíos muy pesados y que ha veces prefería masturbarse cuando la entraban ganas. Entonces pasamos a preguntarnos que cada cuanto nos masturbábamos, que nos excitaba, como lo hacíamos

Esto ya me iba gustando, yo ya quería provocar alguna situación, por si picaba y pasábamos a la acción, entonces la dije que si me podía colocar bien la polla, que la tenía en mala postura, pues la tenía en erección debido a la conversación. Me bajo los pantalones y los calzoncillos, me la agarro con una mano y con un movimiento me dejo todo el capullo al aire, estaba todo brillante y lubricado debido a la excitación. Me dijo que qué desperdicio, la conteste que porque ella quería, me volvió a repetir que me olvidara de que volviera a pasar nada.

Bueno, ya es tarde, a la cama, además con la conversación y con la polla tuya tengo ganas de hacerme una paja, y tú cómo no puedes, pues te aguantas. Era cierto, aunque las quemaduras de las manos iban mejorando mucho, el médico me había dicho que tuviera cuidado, que cuanto menos contacto con ellas tuviera que mejor.

En ese momento sin que nos diera tiempo a reaccionar oímos la puerta de la calle abrirse, en un segundo vimos a Sandra que se nos quedo mirando perpleja, todavía estaba yo con la polla al aire y Sonia a mi lado de rodillas. Sonia dijo titubeando que no era lo que parecía, y tú qué haces aquí, preguntó. Nada que mi amiga se fue pronto a casa porque se encontraba mal y no tenía ganas de irme con ella tan pronto. Sandra tenía los ojos brillantes, se la veía que estaba algo chispilla, a continuación nos dijo riendo que si nos podía ayudar a lo que estuviéramos haciendo. Entonces Sonia enseguida me subió los calzocillos y pantalones, despidiéndose de nosotros con mucha prisa, estaba avergonzada por lo que pudiera haber pensado su hija.

Ahí estaba yo con Sandra en el salón, me empezó a preguntar que qué habíamos estado haciendo toda la noche, se lo fui contando todo mas o menos, no me ahorré detalle con la esperanza de que entrara ella en el juego, la dije que lo último que me había dicho su madre es que se iba a hacer una paja, Sandra estaba asombrada, no se lo podía creer, ¿podíamos ir a su habitación a ver si es verdad? Me dijo, cuando llegamos sin hacer ruido se veía luz entre las rendijas de la puerta y el marco, estuvimos escuchando a través de la puerta y se oían unos pequeños ruidos acompañados de una respiración entrecortada y con mucha frecuencia, ¡lo ves! Dije. Sandra no se lo podía creer, ¿sabes que me estoy excitando? Me dijo, que pena de no poder verla. Pues podrías entrar con cualquier excusa, seguramente con el susto que tuvo cuando llegaste que ni se ha dado cuenta de poner el cerrojo.

Sin que me diera cuenta Sandra abrió la puerta de golpe, el espectáculo fue fantástico, Sonia estaba gozando de lo lindo, tenía una cara de felicidad, totalmente desnuda con las sabanas quitadas, una mano tocándose las tetas y la otra con un consolador totalmente introducido en su vagina. Sonia se quedo parada de golpe, sin saber que decir, sin mover un músculo de cómo estaba empezó a decir que había que llamar antes de entrar a la puerta, Sandra se disculpó diciendo que vio luz y que pensaba que estaba leyendo como suele hacer, sólo venía porque Ivan quiere ir al baño, pero si quieres ya le acompaño yo así continuas lo que estabas haciendo. Ya voy yo, total ya me has jodido la paja.

Sandra salió de la habitación y me contó la escena, dijo que estaba calentísima, ver a su madre masturbándose había sido muy fuerte.

Apareció al rato Sonia, sólo llevaba puesto una bata, que dejaban ver casi todo el pecho, tuve que ir con ella al baño, pues era la excusa que puso Sandra para entrar en su habitación. Otra vez yo, desnudo de cintura para abajo, con el pene en erección. ¿Y tu qué? ¿Es que esto no te baja?, y cómo quieres que me baje, con la conversación de hoy y viéndote con esas tetas. Esto es de locos, para remate mira para atrás y ve a Sandra que estaba viendo atenta todo lo que pasaba en el quicio de la puerta. Lo que faltaba la otra mirando, esto es de locos. Mamá, te he visto como te hacías una paja, le estoy viendo el pene a Ivan, ya no soy una niña, me ha contado que le pasa eso porque lleva unos cuantos días sin hacerse una paja, y que tu no querías hacérsela, si tu no quieres déjame a mí. Necesito una copa contesto Sonia, y salió del baño con dirección al salón, Sandra se quedo en la puerta sin saber que dirección tomar, me da igual lo que diga mañana mi madre, pero hoy estoy cachondísima y voy a hacer lo que quiera. Mira que alo mejor se va a enfadar mucho tu madre, la conteste. Me da igual, vino hacia donde estaba yo y puso su mano en la polla, comenzó a moverla poco a poco para delante y detrás, cuando aparece su madre con la copa de la mano. Ya veo que vas a hacer lo que te da la gana, anda vamos al salón que por lo menos estaremos mas cómodos.

Por fin parecía que la noche iba a ser buena después de todo. Ya estábamos los tres en el salón cuando dijo Sandra que ya podríamos disfrutar todos, no solo yo. Su madre muy reticente acabo por aceptar, la pregunto que qué proponía. Propuso que cada uno por turnos pensara en algo, pero que no nos podíamos echar atrás. Cómo estábamos todos con una excitación enorme dijimos todos que sí.

Lo echamos a suerte y me toco a mí primero decir algo. No sabía que decir pero estaba claro que lo mas morboso para mi es ver a madre e hija hacer algo juntas. Las dije que Sonia masturbara a su hija hasta que yo dijera basta y tendrían que parar, después que Sandra masturbara su madre hasta que también dijera basta.

Sandra rápidamente se despojo de la ropa y se tumbo en el sofá totalmente desnuda, su madre al principio estaba muy cortada pero empezó a tocarla el clítoris con sus dedos y se fue animando, cuando vi que Sandra se iba a correr dije que pararan y cambiaran, así lo hicieron. Sonia sólo tuvo que abrirse la bata, pues no llevaba nada mas puesto, entonces Sandra muy decidida con mucha soltura le paso la mano por todo el coño, el cual estaba totalmente mojado, cuando vi que estaba a punto de correrse les volví a decir que pararan, con gran disgusto para Sonia.

El turno ahora le toco a Sandra, dijo a su madre que apoyara los brazos en la mesa del comedor y de pies con el culo en pompa que la follara yo por detrás, yo encantado, así lo hicimos, que gozada, ya me iba a correr cuando Sandra me cogió por detrás y tiro hacia atrás de mí. Lo he hecho para que no te corras, dijo.

Ahora le tocaba a Sonia, no me podía imaginar que nos mandaría, pues siendo su hija alo mejor se cortaba. Efectivamente dijo que la daba apuro ver como follaba con su hija, así que dijo que fuera yo quien la comiera el coño a su hija, yo encantado. Pero otra vez cuando Sandra estaba a punto de correrse me separo de ella.

Estábamos los tres como al principio pero con una excitación inmensa, todavía mayor que antes, esto tiene que terminar ya, no aguantábamos más. Pensamos en algo para corrernos los tres a la vez, entonces enseguida Sandra dijo que me tumbara en el sofá, la mando a su madre que se sentara encima de mi, el coño a la altura de mi lengua, así lo hizo, entonces Sandra cogió y sin que a su madre le diera tiempo de protestar, me agarro la polla y se la metió enterita en el coño, su madre ya no protesto, estaba en otro mundo, al cabo de un par de minutos estábamos todos gritando de placer, me iba a correr, Sandra ya se había corrido, se saco la polla de su coño y me la cogió con las dos manos, yo ya no aguantaba mas, me corro dije, entonces agarro la cabeza de su madre por los pelos y la puso cerca de mi polla en el momento que me corría, no dejaban de salir chorros de semen, la puse la cara empapada, cuando todavía no había terminado de correrme se metió Sandra la polla en la boca, tragándose el semen que aún quedaba.

Fue increíble, al día siguiente lógicamente, quedamos en que ninguno dijera nada, nunca más volvimos a hablar del tema. Cuando mis padres llegaron del viaje, fuimos al medico y me dijo que toda estaba bien, que ya podía coger cosas. Con lo cual volví a mi vida habitual, y nunca más volvía a hablar de este tema con mi madre, ni volví a excitarme con ella.