MCP XIV: La llama quema y calienta

La fiesta continua para algunos de los mejores nadadores juveniles de Madrid. Ahora sin la supervisión de los entrenadores, sin el límite de alcohol y sin nada que no sean sus propios límites

Al final Mateo decide irse con los veteranos de Junior a continuar la fiesta de las Escuelas Pías y la Liga de Invierno. El recuerdo de lo que Eloy y Rubén hicieron le sigue persiguiendo, pero ya no sabe qué sentir ante ello: si ira o excitación... Y estará en la fiesta con ambos

-

Mateo

Me cuestioné de nuevo mi decisión. Que David fuera quien me animara a ir con Isma y el resto de chicos de Junior fue el empujón que necesitaba. Pero por mucho que el recuerdo de Eloy pulsara con fuerza en mi mente no había querido irme de allí y dejar a mi amigo solo. El dilema interno me había hecho sentir culpable, pero David primero con sus ánimos y luego Isma llevándome casi en volandas para alcanzar al grupo que se alejaba, zanjaron la discusión.

Aún así no estaba preparado para con quien iba a salir de fiesta

El gallego me había presentado como el novato que nadaba en su calle, una vez había alcanzado la cabecera del gran grupo. Todos parecieron entonces reconocerme. Poco a poco lo hice yo también con ellos. Y eso no me había ayudado demasiado

Eran de Junior, y todos eran veteranos. Varios me conocían de los campeonatos de estos meses, y algo descolocado me di cuenta de que allí había varios campeones y subcampeones nacionales. Esos chicos y chicas eran de los mejores nadadores de Madrid, y probablemente de España, en nuestra categoría. Y todos eran a la vez mayores que yo, y con mucho más talento

La inseguridad se me agarró el estómago, y aumentó cuando al escuchar como me presentaba ante el resto Eloy se había girado desde los primeros puestos y me había mirado de arriba a abajo mientras entrecerraba los ojos. Sonriéndome con suavidad y volviendo enseguida a su calma habitual. Reparando visiblemente en mi por primera vez en toda la noche, y al parecer contento de verme allí con su grupo

Rubi había llegado poco después, esprintando hasta el inicio del grupo y se quedó cerca evitando que Isma me paseara de un sitio a otro para presentarme. Se lo agradecí con la mirada, aunque al fijarme en sus oscuros y amables ojos no pude evitar pensar de nuevo en ello

Había repasado tantas veces como había sido encontrarme hace una semana a Eloy encima de Rubén, con su polla morena ensartándole mientras follaban encima de las colchonetas de uno de los sótanos, que volví a recorrer ese recuerdo sin pretenderlo. Y de nuevo mi mente, corazón y cuerpo entraron en la pelea de la ira, la tristeza y el ardor. Cada uno tirando hacia un lado distinto, conmigo en medio

Estaba confuso

Saltamos de local en local mientras todo el mundo me hablaba. Al parecer era el único chico de dieciséis allí y, algo que no sabía hasta ahora, un novato bastante famoso en otros clubes. Intenté como pude sobrellevarlo. Isma se hinchaba como un padre orgulloso y Rubi se mantenía cerca para cuando los halagos empezaban a incomodarme… A fin de cuentas, pensaba, yo no era tan bueno como ellos ni de lejos, solo había nadado bien algunas veces. Me sentía extraño cuando me decían eso para ser simpáticos

Todos allí eran muy amables, pero algunos me miraban de forma extraña, sobre todo un par de chicas y otro tanto de chicos. Mientras estábamos en la cola para entrar a un local en una concurrida plaza de Malasaña cometí el error de preguntarselo a Isma. El gallego se giró con disimulo, extrañado de que alguien me mirara mal. Pero en cuanto vió a quienes me refería, se giró de nuevo con sus ojos verdes claros brillando traviesos.

Me pegó a su amplio pecho mientras me revolvía el pelo. Y sin poder zafarme mientras le susurraba a un interesado Rubi lo que le había dicho. Y ahora fue este el que me dió una palmada en la espalda

-Has ligado, Mateo… Por eso te miran así- me dijo con calma, sonriendo de lado

Tragué saliva, pudiendo zafarme de Isma pero teniendo que soportar su fuerte y pesado brazo sobre mis hombros.

-¿Yo?- un suave frío se me instaló en el estómago- ¿Yo?- repetí como un tonto, sin creérmelo

-No te extrañes, llamas la atención para bien- me sonrió amablemente Rubi- Y eres bueno en el agua… Eso es una buena mezcla-

-Y encima chicos y chicas, Mateo…

A boa fame non hai pan duro

  • dijo Isma con su marcado acento y cuando me tradujo lo que quería decir no pude evitar ponerme rojo mientras se reía

Estaba feliz. La copa de alcohol que había bebido en la fiesta empezaba a filtrarse a mi cuerpo y a llenarlo de un agradable calor, sobre todo en la punta de las orejas y en el pecho. Tuve que aguantar un par de bromas más e incluso contraataqué en alguna ocasión, envalentonado por estar tan poco acostumbrado a beber, haciendo que Isma y Rubi se rieran conmigo. Y me sentí parte de su grupo por primera vez

Por su parte Eloy estaba en el centro de su constelación particular. De vez en cuando se pasaba a hablar con nosotros y cuando Rubi le contó lo que había pasado, Eloy solo sonrió ligeramente mientras sus ojos caoba se clavaban en los míos. Dejando ver como siempre un deseo contenido pero ardiente que me traspasaba entero… Espoleando el calor que ya sentía en mi cuerpo

No habíamos hablado de lo de los sótanos, pero Rubén se comportaba conmigo con normalidad. Y Eloy también, aunque su normalidad pasaba siempre por tender a interactuar poco conmigo.

¿Eran novios? Era una pregunta que me martilleaba la mente, pinchándome en la base del cerebro, desde donde mandaba molestos escalofríos por toda mi espalda… Estaba confuso, Eloy y yo nos habíamos acostado… Pero luego Rubén y él también; y ninguno de los dos parecía darle mayor importancia… No lo entendía, pero para mi era importante

Aunque tampoco me atrevía a preguntar

Una vez entramos todo el mundo se separó, pronto una de las chicas se acercó a Rubi para bailar y este tras advertir a Isma que me tuviera echado un ojo se fue a la pista.

En cuanto se fueron el gallego me llevó a la barra y junto a otros nadadores pidió una ronda de chupitos de jagger. Yo nunca lo había probado y fuí tan tonto de imitarles cuando les vi bebérselo de golpe

El jagger me llameó en la garganta mientras apuraba todo del vaso de chupito que me habían puesto. Lo sentí caer espeso y los ojos me lloraron en las comisuras por el calor. En cuanto sentí que no quedaba nada dejé de golpe el vaso sobre la barra y empecé a toser mientras sacaba en parte la lengua. Varias manos me palmearon la espalda dándome ánimos y felicitándome

Isma me pasó un bol de lo que parecían ser chuches. Y con la garganta arrasada me lancé a ellas. En seguida un fuerte sabor a fresa se extendió por mi boca, calmando el ardor y haciendo más llevadero el trago por el abundante azúcar. Moví con fuerza la cabeza, intentando quitarme del todo las desagradables sensaciones y comí otra

Isma entonces me pidió un malibú con piña para beber, y algo desconfiado probé un sorbo. Sintiendo un agradable sabor dulce, continuación de las gominolas. Dí un fuerte trago sobre todo para diluir la incómoda sensación del jagger en mi estómago, y resople más agusto. El gallego se inclinó para hablarme, mientras pedía otra ronda de chupitos para todos excepto para mí

-Si te preguntan Rubi o Eloy...- me gritó al oído por la música- Diles que solo te he dado esa copa, nada de chupitos ¿vale?- le miré extrañado, encogió sus amplios y redondeados hombros malinterpretado mi sorpresa- Lo sé, yo tampoco entiendo porque son tan rancios… A mayores ya lo quemaremos en la piscina- me revolvió de nuevo el pelo- Venga, cuando termines la copa nos vamos a bailar… Que tienes a un par de las chicas rondando pendientes- y me guiñó uno de sus ojos verdes

Una vez todos acabaron la nueva ronda de chupitos y a mi copa le quedaba solo un razonable cuarto para acabarse, que Isma me ayudó apurando lo con un solo trago largo, fuimos a bailar.

Nos encaminamos a la pista, directamente al centro. Allí donde estaban ya el resto de nadadores bailando. Era fácil moverse detrás del gallego, sus amplias espaldas, curtidas por la piscina pero basadas en parte en la genética, eran una firme pantalla tras la que cobijarse

Y era atrayente la forma en que su camisa se pegaba a ella, cayendo desde los amplios hombros hasta las estrechas caderas hasta un culo de aspecto duro y firme bajo la tela de sus chinos claros… Fuerte y musculoso, más que Eloy o que desde luego Rubi, pero también al estilo de los nadadores: sin dejar de ser fibroso y con un cuerpo pensado para la velocidad

Moví la cabeza de lado a lado, como cuando había tratado ahuyentar al jagger de mi garganta… ¿Por qué estaba pensando eso? ¿Desde cuando me fijaba en Isma así? El ardor de mi pecho aumentó como única respuesta, un reflejo del fuego que empezaba a sentir en mis venas

Y a partir de ahí es cuando la noche empezó a hacerse irreal. Pronto perdí la noción del tiempo, y casi del espacio. La música era atronadora, hacía vibrar el suelo y escalaba por mis piernas; y había una oscuridad templada por las olas de calor que desprendían las personas de la pista, como un gigantesco radiador, que era turbadora y atrayente a partes iguales

Cuando me quise dar cuenta estaba hablando con dos chicas, ambas de veteranas de Junior. Una de ellas no paraba de mirarme la boca, pero por alguna razón sentí que no podía dejar de hablar… ¿De qué lo estaba haciendo? ¿Estaba hablando de mis marcas en braza? Eso parecía… Y me pareció tan tonto que me dió ganas de reir

La música me sonaba amortiguada, pero estaba claro que era capaz de seguirla. Porque ahora estaba bailando… ¿Yo? Eso parecía. Y no lo hacía mal. Creo que había llegado a la conclusión de que todo se basaba en las articulaciones, como nadar. Y eso me relajó.

La inseguridad estaba desaparecida, contenida por el alcohol. Sentía ganas de lanzarme a la música, al ruido y al caos. Al calor de esos cuerpos compartidos. Y eso era territorio nuevo, pero lo sentía liberador. No era para nada como era yo, y eso era refrescante, vivificante

Cerca estaba Rubi, que ahora parecía estar bailando junto a Eloy y tres chicas. Los cinco pegados y en sinuosos movimientos. En un momento dado Rubén me sonrió viendo como bailaba con la chica, y Eloy captó mis ojos entre los fogonazos de luz y se mordió con suavidad el labio inferior. Mientras una de las chicas le dejaba suaves besos por el cuello

Pero yo solo podía sentir toda su atención volcada en mí. Y fue como notar todos los focos de la pista converger donde estaba, quemando mi piel, en los límites de mi cuerpo y queriendo entrar en él. Atraído por el caoba de sus ojos, que parecían conservar su brillo turbador incluso cuando los fogonazos de luz se dispersaban, como los de una pantera.

Me estaba encendiendo

No impedí que la chica me besara. De hecho me estaba calentando tanto que gire el rostro para buscar su boca y tiré del beso como si fuera un manantial, calmando mi ardor con sus labios. La chica pareció sorprenderse, pero se repuso con facilidad, me colocó las manos en el cuello y comenzamos a besarnos con cada vez más pasión mientras estábamos pegados y en un suave movimiento que ya no seguía la retumbante música.

Mi lengua exploró su boca, buscando quizá el recuerdo de los otros únicos besos que me había dado. Con Eloy. Pero era distinto, Eloy había sido suave y gentil con sus besos, pero sus manos y su cuerpo habían sido ardientes y siempre habían sabido que tocar o como hacerlo para excitarme. Y aunque mi polla palpitaba en mis pantalones, sabía que no era por los besos de la chica ni por sus manos. Que las formas que sentía bajo su ropa, enjutas y atrayentes como las de todas las nadadoras, no podían competir con lo que recordaba sentir al estar pegado a Eloy. O a Rubi. O a Ismael. O a David

En algún momento me separé de la chica y ahora estaba bailando con otra. Uno de los nadadores de otro Club acabó también conmigo y ahora los tres nos mezclábamos, la chica y el chico se pegaron a mi cuerpo y bajaron al suelo para luego subir en movimientos sugerentes haciendo que me diera un breve acceso de risa pura. Entonces, casi como si fuera un fantasma, la chica se fundió en la oscuridad entre fogonazos. Desapareciendo y dejándome solo con el chico

En mitad de la pista se inclinó para hablarme al oído. Creo que me dijo que me había visto nadar en Zaragoza. Y a mi me sonaba, pero solo de esa noche… ¿De qué?

Hablamos pegados al oído del otro, pregúntando os cosas de nuestros clubes y las competiciones. Era amable y majo… ¿Pero de que me sonaba?

La pregunta se respondió sola cuando sentí sus dientes y su lengua en mi oído, explorándolo en suaves pasadas. Era uno de los chicos se había fijado en mí afuera, ¿hacía cuanto? O bien hacía horas o solo escasos minutos, no sabría decirlo

Me empecé a mover recuperando en parte el ritmo de la música, mi polla que se había recuperado de cuando me había liado con la otra chica ahora volvía a estar a reventar. El chico me siguió comiendo el oído, poniendo una de sus manos en mi espalda y pegándome a él. Haciendo que cada uno notara la erección del otro, desde fuera parecía que me estaba contando algo al oído, casi a la vista de todos

Era atlético y fibroso, y bajo la camisa sentí sus tendones y músculos. Y aunque ahora no bailábamos ni había movimientos insinuantes como antes con la chica, mi excitación aumentó enteros. Solo por estar cerca de ese cuerpo

La música nos golpeaba, ahora más fuerte que antes. Y las ráfagas de luz eran demasiado explosivas y cortas como para distinguirse nada más en ellas que lo superficial. Solo dos chicos hablando en la pista. Sin saberse que ambos estaban empalmados y restregándose entre ellos, mientras uno le comía la oreja al otro… Entrecerré los ojos, excitado

Sus manos de dedos largos y ágiles, hicieron saltar un par de botones de mi camisa, palpando con suavidad y con las yemas la piel de mi pecho. Provocando que a su vez yo sintiera el calor que despedía el suyo propio… Me estaba empezando a costar respirar, así que me separé en parte. Por su parte él resollaba, y sus ojos me contemplaban totalmente ardidos… Había que reconocer que era atractivo

Y sin pensarlo demasiado me acerqué y le di un beso en los labios, explorando con mi lengua su boca. El chico gimió por la sorpresa y me cogió de la nuca, para volver a mi oído y gritarme por encima de la música

-¿Vírgen?-

Y esa pregunta me recordó que, en algún lugar de esa fiesta, estaba Eloy. Parpadeé, ¿qué estaba haciendo? ¿Antes con la chica? ¿Ahora con ese chico? Tragué saliva, siendo consciente por primera vez de todo mi cuerpo entre ese caos de oscuridad, luces y música. Me separé un poco, y sin pensarlo demasiado asentí sin poder sostenerle la mirada al chico, que me puso ahora una mano en el hombro

-No te preocupes, los baños de una discoteca no son el mejor sitio para perderla- me sonrió y me guiño el ojo- Ya tendremos otra ocasión… ¿Sales a tomar el aire?- y la incomodidad que ahora sentía en esa pista de baile respondió por mí

Fuera el aire fresco fue como una bendición, mi cabeza terminó de despejarse y es entonces cuando me di cuenta de todos los fragmentos que faltaban. Debíamos llevar varias horas allí dentro porque la plaza estaba mucho menos llena y de los locales entraba y salía mucha menos gente

Nos abrochamos ambos las camisas abiertas y temblé un poco por el frío. Me pasó la mano por la espalda. La conversación ahora era mucho más normal y tranquila, y para nada parecía que hacía un rato nos habíamos estado enrollando. Nos sentamos en un banco cercano y vimos como poco a poco empezaba a salir todo el mundo del local, fue un goteo pequeño pero constante, mientras hablábamos para conocernos mejor

Uno de los primeros fue Rubi, que iba del brazo con una de las chicas de otro Club. De nuevo me descolocó, porque a cualquier imagen de Rubén con otras chicas o incluso con otros chicos no paraba de superponerse la de cómo había follado con Eloy en los sótanos. Sin poderlo evitar mi cabeza no paraba de volver sobre ese recuerdo una otra vez

Resultó que la chica era compañera del chico con el que me había enrollado y acordaron juntos coger un taxi. La chica se despidió de Rubi con un beso y el chico, tras dudar un segundo, me dejo un suave roce de sus labios en la mejilla y se fue con ella. Rubén les siguió con la mirada y cuando se alejaron del todo se giró, mientras sonreía de lado

-Una buena noche, parece- se rió por lo bajo, sentándose a mi lado- Eloy estaba que se subía por las paredes cuando te vio con la chica y luego con el chico…-

-¿Celoso?- susurré por lo bajo, algo esperanzado

-Cachondo- respondió sin más, mirándome con sus ojos oscuros y amables

El silencio se interpuso entre ambos. Me mordí el labio, con la pregunta en mi garganta. Rubén estaba callado, mirándome. Y me sorprendió cuando puso una mano en mi rodilla, dejando un suave apretón

-Si no quieres hablar de ello lo entiendo pero… Pero siento lo de hace unos días- suspiró, y sonó tremendamente cansado- Pensé que lo sabías-

-¿Saber el qué?- pregunté- ¿Qué os iba a ver follando?- pregunté de forma más seca de lo que pretendía, agaché la mirada- Lo siento-

-No pasa nada… Sí, pensé que Eloy te lo había contado- se acercó en el banco a mi, agradecí en parte el calor de su cuerpo al rozarme- He intentado que hablara contigo, pero es…- se quedó callado, buscando las palabras-... difícil tratar con él algunos temas- terminó, conformándose con eso

-¿Sois novios, no?- pregunté, con algo de miedo dentro, Rubi se rió

-No, Mateo… No somos pareja… No al menos lo que tú entiendes por pareja-

-Pero follais-

-Follamos- asintió- A veces…-

Me quedé callado, sin saber cómo continuar ni cómo ordenar todos los pensamientos que se me agolpaban la cabeza

-¿Quieres hablar de Eloy?- su voz se volvió suave, comprensiva

Por un momento quise negarme, ignorarlo como él hacía cuando estábamos en público. Pero no pude evitarlo, junto al calor del pecho me estaba volviendo de nuevo toda la frustración

-Yo no lo entiendo- me miré los pies- Pensé que Eloy y tú erais…- dejé la frase en el aire- Pero luego con la otra chica… Ahí dentro- alcé mis manos frustrado, sin poder expresarme y saltando de una frase a otra sin poder acabar ninguna- Es que yo pensaba que… que… Eloy y yo hemos follado y… y … No se que pensar si luego…- me paré en mitad de otra frase, y simplemente dejé salir todo el aire- Y encima me ignora- me derrumbe contra el respaldo del banco

Rubén me miraba con sus calmantes ojos comprensivos, y dejó que siguiera con mi desestructurado discurso hasta que yo mismo me consumí, como una llama que se quedaba sin mecha. Cuando acabé, me puso una mano en el hombro y me dió un suave apretón

-Eres un sol, Mateo- sus dedos me rozaron el lateral del rostro- No te culpes de nada, es difícil saber qué le pasa por la mente-

Suspiré, repentinamente cansado por todo lo vivido ese día. De repente la pelea de David me parecía muy, muy lejana… Sobre todo después de lo confuso que estaba todo en mi cabeza de las últimas tres horas. La mano de mi hombro pasó al otro, seguida del brazo. Nos quedamos callados mientras el resto salía… La plaza ya estaba casi desierta cuando finalmente lo hizo Eloy, cargando de un Isma que se tenía que apoyar en él y que parecía semi inconsciente

Rubén suspiró cansado

-Es que no cambia, macho…- alzó el otro brazo para llamar la atención de Eloy, este empezó a andar hacia nosotros

¿Qué estará pensando al vernos así en el banco? ¿Se molestará? Poco probable si como decía Rubi el que me viera enrollarme con la chica y el chico dentro del local le había puesto cachondo… ¿Entonces? ¿Qué pasaba? ¿Qué no entendía? Eloy dejó caer a Isma en el banco, mientras resollaba un poco, nos sonrió, pero sobre todo a mí ya que seguía sin apartar la mirada

-Te lo has pasado bien, Mateo- y se sentó a mi lado en el banco- Un doblete, chico y chica- sus dedos se hundieron en mi nuca y me lo revolvieron como había hecho Isma antes- Nada mal-

Me quedé callado, los dedos de Eloy comenzaron ahora a hacerme suaves caricias en la nuca mientras ladeaba la cabeza. Yo no pude evitar reclinarme contra el brazo de Rubén, que seguía con él sobre mis hombros casi como gesto protector. Se inclinó un poco más hacia delante, para poder mirar a Eloy

-Isma veo que va doblado otra vez-

Eloy se encogió de hombros sin responder, siguiendo con sus caricias. Se acercó más en el banco, Rubi me pegó más a su cuerpo, pero no impidó nada de lo que estaba pasando… Me empecé a empalmar lentamente

Eloy entrecerró los ojos, sus dedos se movieron a mi barbilla, forzando que girara la cabeza y que le mirara directamente. Su rostro masculino y apolíneo estaba tranquilo, pero como siempre su mirada ardía de deseo. Se inclinó con suavidad hacía mí

-¿Te ha gustado más con el chico o con la chica?- me susurró, sus labios ya estaban casi sobre los míos- Yo voy por épocas, ¿sabes?-

Isma a su espalda, en el extremo del banco, se giró mientras parecía despertar brevemente. Eloy se separó de golpe, cortando la tensión que se había ido acumulando. Hasta Rubén pareció destensar la postura… Rubén y Eloy aprovecharon el breve despertar de Isma para echarle la bronca por beber demasiado mientras pedían corriendo un taxi y bajábamos andando por la calle.

Para cuando llegaba el coche Isma volvía a estar de nuevo dormido y tuvimos que dejarle recostado en el asiento de atrás, de lo difícil que era mover su musculoso cuerpo. Rubén y Eloy se miraron a los ojos en la puerta, luego ambos se fijaron en mí

-Si pillan a Isma así de borracho volviendo al MCP le van a sancionar… Y si no aparece en todo el domingo igual- dijo Eloy sin más, su rostro de nuevo una máscara de tranquilidad

-Y sancionar de verdad...Porque ya tiene un aviso de los entrenadores de cuando hizo lo mismo en el Campeonato de España de verano- continuó Rubén, y su rostro y voz estaban preocupados- Yo tengo que ir a casa, me tengo que quedar con mis hermanos pequeños-miró de nuevo a Eloy, este le puso una mano en el hombro

-No pasa nada, ya hemos hecho esto antes… Yo puedo cargar con Isma y llevarle rápido hasta su cuarto… Pero Mateo… Necesito que vengas conmigo, me vayas abriendo la puertas y sobre todo que te cueles en recepción para robar la llave del ascensor… No podemos subirle por las escaleras-

¿Quedarme a solas con Eloy? Sus ojos estaban tranquilos, hasta parecía tener parte de la preocupación de Rubi porque pillaran a Ismael… Recordé el chupito que me había tomado yo y como me había afectado, y como aún lo seguía haciendo, y recordaba a Isma beberse dos de esos y ayudarme a terminar mi copa… Más lo que él mismo se habría bebido durante ambas fiestas

Asentí. Eloy sonrió, Rubi pareció más relajado

Rubi se puso delante y fue guiando al taxista hasta que paramos al inicio de una amplia avenida donde se bajó para andar desde allí hasta su casa. Se despidió de ambas, pero en mi caso me dió de nuevo un suave apretón en la rodilla. De Isma se despidió dándole un par de golpes suaves en la mejilla por los que el gallego ni se inmutó

En el resto del trayecto fuimos en silencio. Aunque Isma fue, poco a poco, cayendo encima de mí con las curvas. Y Eloy tenía que recolocarle cada vez, aunque me daba la sensación de que no lo hacía todo lo rápido que podía hacerlo.

Ya era casi de día cuando el taxi paró delante del Carranza. Al llegar Eloy me mandó subir corriendo la escalinata y mantener abierta la puerta principal y vigilaba si había alguien o no. Cuando hice la señal de todo despejado Eloy sacó al gallego del coche, y echándose uno de sus brazos al hombro dió una pequeña carrera. Isma pareció quejarse con los ojos cerrados, pero no reaccionó más

Una vez dentro tuve que saltar la barra de recepción y siguiendo las instrucciones de Eloy coger dos llaves. La del ascensor y otra de un cuarto al lado del de Isma. Le miré sin comprender

-Me quedo a dormir… Cuando despierte se tendrá que quedar en su cuarto casi todo el día para que no se le note la resaca, así que le tendré que subir la comida… Vamos, antes de que bajen a desayunar todos-

Abrimos el ascensor y pulsamos el tercer piso, donde estaba el cuarto de Isma. Pero cuando se cerraron las puertas el ascensor en vez de subir bajó. Eloy y yo nos tensamos, mientras bajábamos a la planta del garaje. Y cuando se abrieron di un respingo al reconocer a Fran, como siempre alto y fuerte. Parecía distraído, pero frunció el ceño al vernos y lo hizo más al fijarse en Isma y su evidente estado de KO por el alcohol

-¿Volveis ahora de la fiesta?- sus ojos avellana se clavaron con los de Eloy

-Sí- dijo sin más, lacónico como era siempre que estaba con más gente que no fueran Rubi o Ismael o yo mismo

Fran puso una mano en la puerta para evitar que se cerrara, su brazo se tensó ligeramente aumentando la impresión que daba. Le sacaba media cabeza a Eloy, que de por si ya era más alto que yo

-Se juega el Campeonato de Madrid si le pillan- y me miró a mí ahora- Y Mateo también, no deberíais haberos llevado a ningún novato-

-Gracias por las observaciones, Fran- respondió Eloy, que se estaba tensando- ¿Subes o te quedas?-

Fran pareció estar decidiendo que hacer, me volvió a mirar y subió finalmente al ascensor. No pulsó ninguna planta, para que no hubiera paradas intermedias hasta la planta de Isma, en lo que tanto Eloy como yo entendimos que era un acuerdo tácito de que no diría nada. Y ambos nos relajamos… Fran parecía estar distraído de todos modos, jugueteando con las lo que parecían las llaves de un coche, haciéndolas bailar entre los dedos

Llegamos finalmente a la planta de Isma y salimos. Al hacerlo, sin embargo, Fran me paró un momento en la puerta, haciendo que Eloy se girara sorprendido pero siguiera andando mientras cargaba al gallego por el pasillo

-Mateo tú...- Fran pareció dudar- ¿Has estado alguna vez en casa de David? ¿O has visto a sus padres?-

Parpadeé sorprendido, tanto por la pregunta como porque fuera en concreto sobre David. Intenté hacer memoria rápidamente, ya que Eloy necesitaba que le abriera la puerta del cuarto de Isma.

-No, nunca… La verdad… La verdad que no sé donde vive David… Y solo vi a sus padres una vez, en una competición de la Escuela- dije, sorprendido por caer en eso a raíz de la pregunta

-Lo suponía…- parecía más preocupado todavía- No te entretengo más… Y cuidado con lo que haces, si te pillan te puedes meter en un lío-

Asentí algo avergonzado. La puerta volvió a cerrarse y yo eché a correr por el pasillo mientras le daba vueltas a las preguntas de Fran… ¿A qué ese interés tan concreto por David? Patiné sobre el suelo cuando llegué a la puerta de Eloy, que me mirara curioso

-¿Qué quería Fran?- me preguntó

-Oh… Nada- respondí, recordando que David no era muy popular entre mis compañeros de calle- Saber si de verdad veníamos de la fiesta- improvisé penosamente

-A saber de dónde venía él- se quejó Eloy- Venga, en uno de sus bolsillos tiene que estar la llave… Abre, corre-

Palpé los torneados muslos de Isma y en uno de sus bolsillos encontré un escueto llavero con tres llaves solamente. Y por suerte era fácil reconocer la larga llave de las habitaciones de la Residencia… Con rapidez abrí la puerta y Eloy arramplando conmigo y el propio Isma, nos metió a los tres en el cuarto, cerrando con una patada

Nos quedamos en silencio un segundo. El cuarto de Isma era como todos los de la Residencia. Solo que estaba sorprendentemente limpio y ordenado para lo que me esperaba del suyo. Hasta la cama estaba pulcramente hecha. O lo estaba hasta que Eloy dejó caer a plomo al gallego, mientras suspiraba por lo bajo

Y de nuevo, una vez estábamos a solas, el lacónico Eloy dejó paso a una versión más habladora, dentro de sus propias limitaciones naturales. Se sentó en la silla tras bajar las persianas y sumirnos en una suave penumbra

-Otra vez más que el gallego borracho se salva- dijo, estirándose en la silla para darle una suave patada que ni inmutó a Isma- Nos prometió que no lo volvería a hacer- y su voz parecía tener tanto reproche como un muy suave deje de decepción y tristeza

Se reclinó en la silla

-Ahora a esperar que todos bajen a desayunar antes de que podamos salir de aquí- suspiró- Será un rato… Mientras, desviste a Isma-

Me giré sorprendido, mirándole. Eloy me la sostuvo sin pestañear, aunque no pudo evitar sonreír de lado

-¿Qué? Yo he cargado con él desde el local- dijo sin más- Encima no le voy a desvestir también-

Miré el corpachón de Isma sobre la cama, tumbado de espaldas y totalmente fuera de combate. La verdad es que dormir con ropa de fiesta, la cartera y el móvil encima no era lo mejor; sobre todo si tenía que aparecer en algún momento del domingo todo lo descansado que pudiera estar

Me resigné. Con cuidado me acerqué a él pero dormía profundamente, y de cerca tuve que admirar más como Eloy parecía haberle cargado sin apenas esfuerzo aparente.

Me pasé una mano por la nuca sin saber como empezar, a mi espalda Eloy parecía estar atento a lo que hacía. Finalmente me decidí por la camisa, al menos abrírsela. Apoyé una rodilla en la cama y poco a poco fui desabotonándola, dejando que primero su amplio pecho y luego su abdomen quedaran al aire.

La piel de Isma era pálida, como la mía propia y en menor medida la de Eloy, pero la suya tenía pequeños lunares bastante espaciados por el cuerpo. Y también del resto de compañeros de calle, Ismael era el más fornido. Tenía un cuerpo proporcionado y enjuto, pero mientras que Rubi y Eloy eran casi todo fibra y músculos alargados y delgados en el caso de Isma tenía más masa muscular. Sobre todo era evidente en el pecho, los pectorales se alzaban sobre el resto del tórax, de aspecto duro y coronados por dos pezones rosados y algo más pequeños de lo que uno esperaría

Su piel soltaba un suave calor y su respiración hacía que tanto el valle de carne entre sus pectorales y el estómago marcado, fueran más evidentes. Al sentir un poco de frío Isma giró el rostro, pero no hizo nada, hasta pareció estirar en parte los brazos, como si estuviera más cómodo

Tragué saliva, ahora supongo que eran los pantalones. Mis dedos fueron al cinturon y se pelearon con él, tuve que apoyarme en parte en el estómago y contra ellos sentí la dureza de los abdominales y de la parte baja. Y sobre todo la suavidad de su piel, al menos en esa parte más baja y que iría a parar directamente a su entrepierna

¿Por qué había pensado en eso?

Me forcé a centrarme. Una vez el cinturón salió con un sonido metálico y apagado, pude bajarle la cremallera, dejando al aire unos boxers azul oscuro de Calvin Klein. Esuché una risa de fondo de Eloy por debajo cuando vio la marca… Yo solo pude fijarme en que el contraste con su piel blanca quedaba muy bien

Finalmente le quité las zapatillas y los calcetines, y ahora si que Isma soltó un breve sonido de relajación

-Eloy, si me ayudas a moverle…- empecé, girándome hacia él

Eloy estaba totalmente reclinado en la silla, con las manos sobre el estómago. Ladeó la cabeza, mirándome con los entrecerrados que me hicieron que el corazón me palpitara con fuerza. Me forcé a apartar la vista antes de que me volviera a hipnotizar con su caoba ardiente

-Claro- sonrió de lado- Pero antes me tienes que responder-

-¿A qué?- pregunté empezando a ponerme nervioso

-A la que te hice antes, ¿te ha gustado más con el chico o con la chica?- respondió mientras se ponía de pie, se acercó un par de pasos, me puso una mano en la barbilla para que alzara la cabeza- Dime-

-¿Y eso qué más da?-

-Me gusta saber que te da más placer- dijo sin más, su mano pasó a mi cuello- ¿Con quién?-

-¿Y a tí con quien te ha gustado verme más?- respondí, sacando fuerzas de no se donde pero con la voz algo temblorosa- Rubi me ha dicho que te has estado fijando-

Eloy sonrió con tranquilidad, se pegó del todo. Yo sentí como algo empezaba a despertar en sus pantalones

-Sí, Mateo… Que ganas de que te follaras a ella o a él…- se acercó más- A quien más te gustara… O a los dos… A la vez, ¿qué tal eso?- sus labios rozaron los míos- Dime, Mateo-

Apreté los dientes, intentando recuperar el control y que mi mente se pudiera volver a centrar en algo que no fuera su cuerpo duro como una tabla pegado a mí. Y sobre todo la erección creciente que se ocultaba en sus pantalones y que provocaba la mía propia

-El chico… Solo el chico- respondí, Eloy alzó las cejas y me adelanté a su pregunta- Cuando estaba con la chica no pude evitar pensar en otros chicos-

Sus labios me dejaron un suave beso, y como siempre fue suave y gentil. Pero sus manos bajaron a mis caderas, para pegarme a él y alzarme suavemente. Sabiendo ya en que postura era mejor que su cuerpo se acoplara con el mío para que las erecciones de ambos se presionara entre sí y tanto él como yo sintiéramos el cuerpo del otro

-Solo chicos para mí Mateo- su lengua entró con suavidad en mi boca, antes de separarse- Una pena, a las chicas les encantaste- siguió cuando se separó- Alba era la chica y dijo fuera del local que parecías un estudiante de intercambio centro europeo- se rió con suavidad- ¿Pensaste en mí cuando te enrollabas con ella?- su mano me acarició el rostro, y su pulgar me presionó los labios un segundo, haciendo que se mordiera el labio inferior

-Sí… Y en Rubén- respondí- En los dos juntos- y ese final me sonó igual de seco que cuando se lo había dicho a Rubi, solo que en esta ocasión no pedí perdón

La mano de Eloy se paró y sus ojos se entrecerraron más, como queriendo dilucidar lo que me pasaba dentro de la cabeza. Pero ni yo mismo lo sabía

-Desvistamos a Isma- respondió- Mientras te contaré una historia-

Con una delicadeza que me sorprendió Eloy incorporó a Isma y permitió que pudiera sacarle la camisa, dejando al aire sus brazos macizos y que no pude evitar apretar con suavidad cuando la estaba arrastrando fuera

Su voz profunda y masculina llenó la habitación

-Una vez... - empezó- Un chico me pilló follando en los sótanos... Cuando le pillé observando, ¿sabes que hizo? Se quedó allí, quieto con los como platos mientras me follaban… No es fácil excitarme- suspiró- La verdad que no… Pero ese chico, con esa apariencia de estudiante centro europeo, asustado en sus primeros días en Junior y pinta de no haber roto un plato en su vida estaba allí sin pestañear... -

Cuando volvió a dejar a Isma sobre la cama pasó una mano por el amplio pecho del gallego, para luego hacerlo sobre el marcado estómago mientras seguía hablando. Yo me quedé callado, intentando no mirarle a los ojos y no encontrando mejor distracción que su mano recorriendo con lentitud la rocosa superficie del cuerpo de Isma

-No me lo pude sacar de la cabeza… Como follé esos días, menudas corridas y siempre con ese chico en la cabeza, necesitaba sacarlo de allí… Y entonces, nos mandaron a Zaragoza juntos… ¿Y sabes que me dijo ese chico? Que era virgen… Imagínate-

Se rió por lo bajo, él sólo cogió los pantalones de Isma y comenzó a bajar lentamente desde la cinturilla. Me atraganté, Eloy no estaba solo sacándole los pantalones, estaba haciendo lo mismo con los bóxers oscuros. La pálida piel del bajo abdomen de Isma iba quedando con lentitud al descubierto… Mi polla en mis pantalones dió un bote, ya casi totalmente enhiesta y dolorida por la constricción

-Necesitaba desvirgarlo… Eso solo hacía que se me metiera más en la cabeza, no podía pasarlo por alto… Y pensé que en el hotel estaba hecho… Me preocupó que se resistiera, porque no quería hacer nada con él que él mismo no quisiera… Pero entonces ví lo que le provocaba yo a él, como su cuerpo reaccionaba al mío y eso me hizo más audaz- la polla de Isma quedó al descubierto, rosada y adormilada- Quería ir lento, pero a la vez quería sentirme dentro de él… Era difícil controlarse-

Los dedos de Eloy se deslizaron por los fuertes muslos de Isma mientras le seguía bajando los pantalones. El gallego se removió, pero no hizo ademán de nada más

-Como me enfadé cuando apareció Isma y encima con una de mis exs…- suspiró- Es un salido, hetero como él solo pero más salido que el pico de una mesa… Quiere montarse un trío conmigo y alguna nadadora desde hace tiempo… ¿Pero en serio esa noche? Cuando tenía al chico medio desnudo en la cama, ¿cortando uno de los mejores polvos que iba a echar nunca?- suspiró- Estaba con un calentón increíble… Y entonces escondí al chico en el armario, pensé que era pasarme… Que en cuanto pudiera se escabulliría sobre todo cuando empezara a follarme a mi ex delante sus ojos… Pero quería ver cuánto de lo que me gustaba a mí había en él, ¿sabes?-

Los pantalones de Isma salieron limpiamente por sus pies y cayeron al suelo. Al final de la cama. El gallego extendió las piernas y suspiró de gusto, recolocándose en la cama y haciendo que su polla se ladeara contra una de sus piernas

-Pero se quedó, no me lo podía creer… Y entonces salió y vino a la cama donde me la estaba follando… Estaba excitadísimo, pero a mi cuerpo cuesta engañarle y sabía que me estaba follando un coño cuando en realidad le había prometido algo mucho más estrecho… Y es cuando le pedí que me tocara, como hacía en mi cabeza… Y menuda corrida más placentera, cuando me pajeó con media polla dentro de mi ex- hizo una pausa mientras aspiraba el aire- Pero eso solo me volvió más loco-

Yo seguía con la vista clavada en el desnudo cuerpo de Isma, por eso cuando la camisa de Eloy cayó a un lado de su cama lo capté enseguida. Las manos me empezaron a sudar, escuché un ruido metálico y no tuve que imaginar mucho, lo había escuchado igual cuando había desabrochado el cinturón del gallego

-Me rompí la cabeza para quedarme a solas con él, pero parecía que después de lo de Zaragoza le daba miedo lo que podíamos llegar a hacer si nos quedáramos solos… Y la de cosas que podíamos hacer…- suspiró- Casi dos semanas haciéndome pajas diarias y follando como loco para intentar paliarlo, fue una especie de tortura… Sobre todo verle nadando todos los días, y en las duchas y en los vestuarios… Muy duro… Pero al final tuve suerte… Aceptó un entrenamiento en las piscinas de flujo continuo… En una de las zonas más aisladas del MCP, me costó no empalmarme de golpe cuando vi mi oportunidad-

El sonido de sus pantalones al caer por sus piernas fue tan real como lo había sido la atronadora música de la discoteca

-Tuve que ser paciente, creo que hasta hice mis mejores ritmos de lo que cachondo que estaba mientras nadaba- sentí como estiraba su cuerpo, y se colocaba a mi espalda, al borde de la cama- Pero nos quedamos a solas… Y dios, como mereció la pena la espera… Los arneses, la cuerda y el poste… Cómo fue cuando admitió que quería que me lo follara, que lo desvirgara… Lo dura que tenía la polla… La forma en la que se corrió y en la que me corrí yo solo a fuerza de pegarme a su cuerpo-

Sus manos se pusieron en mis hombros, y cayeron hacia delante para comenzar a desabotonarme la camisa y a acariciarme el pecho mientras seguía hablando

-Y seguimos follando los días siguientes, no tenía suficiente de él… Nunca… Y eso me ha pasado muy pocas veces en mi vida- sus dedos me rozaron los pezones mientras la camisa iba cayendo por mi espalda- Y como se estaba poniendo, lo veía cada semana que pasaba… Como su cuerpo se iba tonificando, como se iba rellenando- suspiró- En lo guapo que será cuando crezca un poco más… Se las llevará a todas… o a todos- se rió, dejándome un beso en la nuca cuando me quitó del todo la camisa, que dejó caer al lado de la suya

Una de sus manos fue entonces a mi enterpierna, donde empezó a jugar con mi erección por encima de la tela y con el cinturón

-Ese chico se había vuelto especial para mí, y quería compartirlo con otro de los pocos chicos que también es especial para mí… Quería que folláramos los tres, quería verle con él… Besándose, penetrándose, acariciándose…- Eloy me empezó a besar por los hombros mientras sus dedos hacían suaves presiones para quitarme el cinturón y abrirme la bragueta- Y quería que me follaran a mí, ambos… Sentirles dentro a los dos… Sería perfecto…-

Me empezó a besar por la espalda mientras sus dedos empezaban a bajarme los pantalones junto a mis boxers. Su lengua fue dejando un camino desde la mitad de la espalda hasta una de las nalgas, donde dió un suave mordisco y siguió hablando

-Pero algo salió mal, yo pensaba que no habría problema… Cierto que no pude contenerme y quise echar un polvo antes con el otro chico, pero pensé que no pasaría nada si nos pillaba… Sería como en los sótanos o como en Zaragoza, pensé… Y entonces apareció… Estaba guapísimo recién duchado, ¿sabes? Porque sus ojos se vuelven más verdes durante un rato cuando sale del agua, y eso me desarma-

Sus manos hicieron el camino inverso, ahora dejando dos caricias continuas que escalaron por todo mi cuerpo. Lentas y constantes, explorando cada recoveco

-Pero se fue… Se fue… No lo entendí… Decidí dejar tiempo, porque eso había funcionado con Zaragoza… Esperar...- su mano me cogió el cuello por delante, dejándome caricias- Entonces llegó la fiesta- su otra mano fue a mi polla, y comenzó a masturbarme con suavidad, dejando que la suya propia se colocara entre mis nalgas, separándolas de forma delicada pero firme- Era difícil, porque nos movemos en algunos círculos comunes pero ya está-

Suspiró, pegándome contra su pecho y me empezó a besar por el pelo y la sien

-Pero en la segunda fiesta se vino con nosotros... Y parecía que todo se había normalizado, pensé que era verdad que necesitaba tiempo… Y en la segunda fiesta le ví tan suelto, disfrutar con esa chica y ese chico que pensé que todo estaba bien de nuevo… Y como me gustó el verle pasárselo bien, me puso a mil-

Me hizo girar el rostro, sus ojos caoba y ardientes se clavaron en los míos

-Y ahora quiero que me folles, Mateo- me acarició el rostro- Quiero tenerte dentro-

Por fin pude sentir mi propio cuerpo, que había quedado suspendido en éter y al margen de todas las sensaciones que no fueran su voz, sus manos y la visión del desnudo cuerpo de Isma mientras me contaba la historia… Mi piel estaba ardiendo, mi polla durísima y mi mente secuestrada por la avalancha de recuerdos que me había lanzado encima

Era tan vasto de manejar el caos de sentimientos y deseos que tenía… De nuevo la lucha entre mi mente, mi cuerpo y mi corazón… Sobre todo con esos ojos caoba ardientes clavados en mí, traspasándome

-Isma- dije simplemente

-¿Está bueno, eh?- dijo Eloy, sonriendo de lado- Quiero que me folles encima de él-

Me atraganté por la sorpresa, el chico de los ojos caoba se rió, besándome con lentitud

-Hazme caso, no se despertará… Duerme como una roca- y para corroborar sus palabras le zarandeó de un hombro, haciendo que Isma simplemente gruñera y cambiara de posición la cabeza sobre la almohada- Hasta después de comer no se levanta, una vez lo cronometramos Rubi y yo, con la cogorza que lleva estará al menos ocho horas de sueño sin pausa…- le miré interrogante y se rió- Nos ha sido útil para follar en hoteles cuando los tres estábamos de competición en la misma-

-¿Lo has hecho más veces?- pregunté, sintiéndome inseguro

-Sí- se subió a la cama y puso ambas piernas al lado de la cintura de Isma- Tranquilo, no le vamos a tocar, ni a hacer nada... Ven, Mateo… Ven- y sus ojos relucieron ardientes y con deseo apenas contenido, como cuando me había pedido que le besara y tocara mientras se follaba a su ex o que le dijera que quería que me follara

Mi cuerpo tomó el control. La poca cordura y autocontrol que me quedaban fueron aplastados por olas y olas de ardor y deseo. Me puse a la espalda de Eloy, ambos ahora sobre las piernas de nuestro compañero de calle. Eloy giró el rostro y cogiéndome las manos las comenzó a pasear por su cuerpo

Y como siempre era increíble e intimidante. Dejaba claro porque era el mejor nadador de Junior del Carranza-Pío. Su cuerpo era una máquina perfecta. Atlético, fibrado y bien dimensionado. Desde los hombros macizos, los brazos torneados o el amplio y fuerte pecho. Los músculos nudosos de la espalda, su marcado abdomen o sus fuertes piernas

Mis manos recorrían toda su figura, guiadas por las suyas, mapeando un cuerpo que se merecía su propia obra dedicada. Y entonces una de ellas hizo que la mía se cerrara sobre su polla, que empezó a masturbar… Para luego pasar a estirarse y a ponerse a cuatro patas, mientras rebuscaba por la mesilla de noche

-Isma siempre tiene unos pocos, para cuando le dejan follar por detrás… Suele colar chicas en su cuarto los findes- suspiró- Se pasan dos días follando como monos… No se como no le han pillado ya en alguna- lanzó una carcajada seca y triunfante- Aquí está-

Cayeron a mi lado varios envoltorios pero no parecían condones. Cuando los examiné de cerca vi que indicaban que eran de lubricante y que estaban melosos al tacto, como si contuvieran un líquido semi espeso. Eloy se puso a cuatro patas de nuevo, sobre el cuerpo de Isma, y arqueó ligeramente la espalda para que su culo, que parecía capaz de partir nueces, quedara totalmente expuesto

-Extiendelo Mateo, en mi culo y en tu polla… Y luego dilata un poco con dos dedos… No demasiado, prefiero que duela pero que me la empieces a meter antes-

Abrí el primer sobre. El líquido se escapó de él como si fuera una herida abierta. Estaba templado, aunque en contacto con el aire se enfriaba con rapidez, lo moví entre mis dedos e hice lo que Eloy me pidió. Que estaba con el rostro girado y atento a lo que hacía

Primero fue su culo, luego dejé caer espesos goterones por mi polla erecta y descapullada y finalmente en un dedos y el segundo. Dilatarle fue un proceso extraño, era cálido y de una textura extraña que no había sentido antes, como rugosa. Pero duró poco, en cuanto metí el segundo e hice varios círculos para tratar de dilatarle, Eloy dijo que se la empezara a meter ya

Bajé la vista hasta mi polla. Con el lubricante brillaba un poco, pero sobre todo el glande estaba brillante por el líquido preseminal. Mi propio cuerpo me estaba pidiendo a gritos que comenzara

Le cogí de las caderas, estrechas y fibrosas, y coloqué la punta de mi polla en la entrada de su culo. Eloy hizo una suave presión con la cadera para indicar que estaba listo y dejó caer un poco su cuerpo hacia delante, para favorecer la entrada. Tragué saliva y empecé a penetrarle

Al principio fue bien, pero creo que era porque mi polla era ligeramente más estrecha en la punta que en el resto del tronco. En cuanto pasó la cabeza y fui avanzando Eloy empezó a gemir por lo bajo, apretando las sábanas de Isma entre sus dedos… Paré un par de veces pero en ambas Eloy me ordenó enseguida que continuara, que yo solo me preocupara de disfrutar

Era increíble. No se que había esperado pero no era eso. El culo de Eloy me presionaba por todos lados, y tanto con una presión constante como con contracciones puntuales cuando se excitaba o tensaba por el dolor… Lo que paradójicamente me daba más placer a mí.

Pronto no me limité solo a hacer fuerza con las caderas, sino que mis manos empezaron a empujar desde las caderas de Eloy hacia atrás; penetrándose ahora a doble velocidad. Y que hizo que su culo se contrajera también con mayor fuerza esporádica, haciendo que tuviera que parar en cada ocasión para recuperar el aliento… Y que Eloy me pidiera seguir en cada momento así

-Joder, Mateo…¿te aprieta?- me susurró

-Ya ves… Es increíble- jadeé

-Bien, porque me vas follar tanto como yo a tí…- gimió al final de la frase- Me encantas, Mateo-

La espalda titánica de Eloy era un espectáculo privado. En cada nueva acometida los hombros se tensaban, los músculos que caían hacia la columna y los dorsales se contraían y marcaban y desde ahí la ola se replicaba. Sus brazos se hinchaban cuando sus manos agarraban con tanta fuerza los sábanas de Isma, y su culo se ponían a contraerse como loco, haciendo imposible que fuera capaz de controlar el placer de uno de esos estrujones que parecían diseñados para extraerme todo, sin que me viniera casi al momento el siguiente… Y luego el siguiente… Y el siguiente a ese

Una vez estuvo toda dentro Eloy se alzó ligeramente, con cuidado de no tocar el cuerpo de Isma que seguía tendido debajo del suyo y sin reaccionar.

Tras un par de segundos de espera comencé a follarme a Eloy por primera vez en mi vida… Mientras este, decidiendo cargar todo su peso sobre una mano, se dirigía a su entrepierna y comenzaba un movimiento frenético de una paja a toda velocidad

Desde detrás era más evidente la fuerza y la tensión que soportaban sus brazos, en los que pronto se remarcaron un par de venas y los bíceps se hincharon a su máximo potencial. Las nalgas de Eloy chocaban ya con mis caderas con un sonido más que audible, y pronto la habitación tuvo el aire un poco viciado por la respiración y que empezaba cada vez más a relacionar con la follada que le estaba metiendo

-¿Te gusta?- le pregunté, imitando en parte su forma de proceder cuando me follaba él a mí

-Joder, ya ves… Que ganas tenía de que me follaras, Mateo- jadeó con fuerza- No pares de metermela-

-Alzate del todo- le pedí, y Eloy ni se lo cuestionó

Se alzó del todo, haciendo que mi rostro se colocara sobre su hombro, y tuviera una completa visión vertical de sus pecho, de pectorales fuertes, y su estómago pavimentado de abdominales. Y sobre todo de su polla enhiestas siendo masturbada a toda velocidad.

Eloy subió un brazo para cogerme la nuca por detrás hinchándolo de manera brutal mientras me lo follaba así y aumentando mis propias ganas de aumentar la velocidad… Entre jadeos Eloy consiguió hablar

-Fíjate en Isma, Mateo- dijo mientras se echaba un poco a un lado para que pudiera ver

Al principio no me di cuenta de nada, solo era el armonioso cuerpo de Isma: hombros y pecho amplios, estómago plano y brazos tallados… Y siguiendo el camino de sus abdominales estaría su… Abrí los ojos como platos, la polla de Isma estaba totalmente erecta, en un ángulo bajo y que le llegaba hasta el ombligo y que rebasaba la primera línea de abdominales y llegaba casi hasta la mitad. Como si su marcado abdomen fuera un medidor natural

-Está empalmado- susurré hipnotizado por la dura polla del gallego

-Está oliendo lo que estamos haciendo, Mateo- se volvió a poner normal y retomamos la follada, aunque ahora más lenta ya que ambos estábamos mirando el cuerpazo de Isma y sobre todo lo dura que tenía la polla- Mira lo empalmado que está, el cabrón–jadeó, un espeso goterón de pre le cayó a Isma sobre el tronco de su polla- A saber con qué guarrada le estamos haciendo soñar–

Eloy se tensó, gimiendo más y volvió a la posición horizontal, a cuatro patas y sobre Isma, que seguía sin inmutarse de cintura para arriba, aunque tenía la boca entre abierta, como si quisiera captar más de aire que olía y sexo. A Eloy y a mí… A Eloy mientras era follado por mí

Entonces es cuando me pidió que parara de embestirle para llevar él el ritmo. Y aunque sus caderas empezaron lentas pronto retomaron el ritmo de bombeo que tenía antes… Y cuando creía estar preparado, empezó a hacer también suaves movimientos pendulares con las caderas que me hicieron gemir de placer con tanta intensidad que me dió miedo que nos oyeran… Aunque luego recordé que todos debían estar desayunando a esas horas y Eloy no parecía preocupado

Los espasmos del culo del chico de pelo platino aumentaron tanto de cadencia como de intensidad, como si el ritmo que llevaba ahora fuera el que exáctamente necesitaba Eloy para tener el máximo placer y que de paso me estaba dejando a mí totalmente extasiado

Mis manos cayeron de sus caderas a su estómago y subieron por cada uno de sus abdominales frenéticos con lentitud, explorando ese cuerpo creado para la competición. Y de ahí pasaron a los pectorales donde sin mucha dificultad localicé esos pezones que tanto conocía: oscuros como las moras sobre su piel blanca. Erectos y que destacaban contra la palma de mis manos que amasaba con delicadez cada pectoral como si fuera una fruta madera

Con las yemas tanteé de nuevo en su búsqueda y cuando los tuve localizado se los apreté con suavidad, rotando en lo que podía mis dedos para acompasar el movimiento. Y entonces Eloy tembló, apretándome la polla como nunca antes. Sus brazos fallaron en parte y durante segundo la frente de Eloy se tuvo que apoyar sobre uno de los duros pectorales de Isma para no perder de todo el apoyo

Pero en seguida se recompuso… Aunque ahora que había podido recolocarse me di cuenta de que había apretado las piernas que tenía a ambos costados de Isma contra ellos. De tal forma que el roce entre ambos era constante, yo quise imitarle y con la poca gracia que pude reunir en mitad de la follada hice que mis piernas se rozaran directamente con las de Isma

Eloy se dió cuenta y dejó caer la cabeza hacia abajo. Me llegó su fuerte voz

-Isma tiene la polla babeando, Mateo… Se está manchando entero… Debe estar cachondísimo- se rió con fuerza- Le cabecea la punta, creo que le vamos a hacer correrse en sueños y sin tocarle… Casi- alzó la cabeza y giró el rostro hacia mí, mordiéndose el labio interior- Como me pones-

Y por primera vez lo que me vino a la mente no fue la inseguridad, el imaginarme un saco de huesos como siempre hacía. Al igual que en la fiesta ahí era libre y estaba probando algo nuevo, fruto de ese caos. Y lo que ahora vino a mi mente fue lo que creía que veía ELoy: un chico delgado pero atlético, con el cuerpo ya recubierto de una capa de músculo dura que semana a semana iba aumentando su volumen y definición, pero que era ya evidente a simple vista

Le sonreí de lado y me mordí a la vez el labio inferior, acabando con una mi mano buscando su polla para masturbarle. Eloy gimió y bajó tanto las caderas para follarse mi mano que casi se sacaba mi polla de dentro, y de hecho hasta sospechaba que por lo menos la punta de la polla de Eloy debería haber tocado la polla de Isma; si no es que se habían tocado casi enteras, a juzgar por el jadeo ahogado y que Eloy dejara un par de segundos esa postura hasta volver a una más cómoda

Puse las manos en sus hombros y para recuperar el terreno le hice apretar hacia atrás, ensartándose entero y, preveyendo el inevitable gemido, dejándome caer contra su espalda y tapándole la boca contra la mano. Le mordisqueé el lóbulo, imitando lo que estaba seguro que Eloy me hubiera hecho a mí de estar en mi lugar

La excitación ganó el control de mi boca

-Gime todo lo que quieras mientras te follo, Eloy- le mordí el hombro- Ojalá hubiera podido follarte mientras te tirabas a tu ex en Zaragoza… Te hubiera podido marcar el ritmo a embestidas-

Eloy dejó caer la cabeza ante mis palabras, y un fuerte gemido cuando le dije lo del ritmo de la follada se escapó entre mis dedos de lo intenso que había sido. Ahora tanto él como yo hacíamos fuerza en la follada, por lo que las penetraciones casi salía enteras para volver a entrar de golpe hasta el fondo. Haciendo que lanzadas puras de placer nos atravesaran enteros

Llegó un momento en el que no pude resistirlo más y le estrujé la polla a Eloy con fuerza mientras le masturbaba; yo no iba a tardar en correrme y quería precipitar la suya. Eloy movió la cabeza con fuerza de lado a lado hasta que escapó de mi mano tapándole la boca

-Me correo Mateo, no puedo más…- gimió con su voz profunda y masculina ronca por el deseo- Tu correte dentro, yo cuando me digas que…-

No hubo tiempo para ninguno. Fue decirlo y en seguida liberé todas las barreras que lo intentaban contener. Antes de que acabara la frase ya había comenzaba a descargar en Eloy, que se alzó por la sorpresa ardiente que le había dejado y sin querer, al volver a intentar ponerse a cuatro patas, puso las palmas de las manos en los pectorales de Isma

-Joder, no puedo…- y gimió con fuerza mientras su culo se apretaba con fuerza alrededor de mi polla y exprimiendo lo poco que me quedaba ya dentro

Eloy estuvo un par de segundos más en esa postura, apoyado sobre el gallego. Cuando suspiró, giró el rostro

  • Me he corrido encima de Isma- dijo resollando, se rió- Joder-

Retrocedimos un poco aún con mi polla dentro y vimos lo que habíamos provocado. Isma seguía con la polla durísima y lanzando líquido preseminal como loca, solo que ahora todo su musculoso torso estaba surcado de trallazos con las corrida de Eloy, algunos incluso había caído sobre el pectoral derecho de la potencia que debían llevar. Uno justo sobre el pezón

-Tenemos que limpiar- jadeé

-Sí…- le señaló la polla- Y hacer que se corra o le van a doler los huevos horrores cuando se despierte-

-Voy a por papel-

-Vale… Aunque ya de perdidos, metámonos un poco en el rio- sonrió

No supe a qué se refería, pero Eloy se inclinó de nuevo sobre Isma fue directo al pectoral derecho con las corridas. No pude verlo bien, pero por la postura se había parado encima del pezón con la corrida. Entonces es cuando la cabeza de Eloy descendió del todo y la ladeó ligeramente para que pudiera apreciar que le estaba comiendo el pezón pequeño y rosado

Eloy estuvo unos segundos y cuando se separó estaba erizado, limpio y algo húmedo. Se rió

-Listo- se levantó y ladeó el cuerpo mientras bajaba con cuidado de la cama- Tengo que ir a echar la corrida- dijo sin demasiada ceremonia- Ahora te traigo el papel- miró a Isma- Menéasela un poco a ver si así se corre-

Eloy desapareció en el baño, cerrando la puerta tras de sí. Yo me quedé a solas, con Isma tumbado debajo de mí, con la corrida de Eloy por todo su pecho

-Joder- me pasé una mano por la frente, preocupado por como había perdido el control por el calentón y por tener a Eloy delante y listo para follar

Me sentía culpable por haber usado a Isma así. E inspiré hondo todo ese aire a sexo de su habitación… Suspiré. Al menos las cosas de una en una

Extendí mi mano con algo de cautela… La polla de Isma estaba también manchada en parte por la corrida, pero sobre todo de su propio pre aunque había varios goterones por el tronco que me hacían sospechar de cuando Eloy se había reclinado tanto sobre él. Suspiré con resignación

A ver si tenía suerte y…

Solo dos intentos de meneo algo titubeantes hicieron falta para que la polla de Isma empezara a correrse como si fuera un surtidor sobre su propio estómago, con fuerza pero a diferencia de Eloy que había tenido la gravedad a su favor, en el caso de Isma se extendió como un espeso lago sobre sus abdominales, mezclándose con la de Eloy

Contemple como había extendido esa especie de obra de arte del sexo y la pérdida de control por el calentón… No sabía qué pensar

Al par de minutos apareció Eloy, totalmente desnudo y moviéndose con mucha mayor soltura. Llevaba un rollo de papel higiénico y asintió impresionado a la corrida de Isma, y a como su polla se había reducido hasta caer de nuevo entre sus muslos

Me tendió un buen trozo y poco a poco fuimos limpiando a Isma. El silencio volvió entre nosotros, pero distinto a como era antes. Todo iba a ser ya distinto a como era antes, para bien y para mal

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Hola. Lo primero es que siento haberme retrasado en el calendario tan bueno que creo que llevaba, al final han sido unas semanas algo (bastante) llenas. En fin, por suerte ha sido algo de finales de octubre-noviembre, debido a una especie de tormenta perfecta. Ya por fín tengo más hueco. En este de nuevo he preferido centrarme en Mateo solo, porque me gusta como ejecicio probar de vez en cuando a no mezclar narrador. Teneis como siempre respuesta a vuestros comentarios en el anterior, queda alguno pendiente que responderé hoy. Me ayudais mucho a reflexionar y darme cuenta de otros puntos de vista; además que muchos teneis más razón que un santo en lo que me decis