Matrimonio con Sumisos 2
Segunda experiencia en este mundo de Amos y Sumisos..
Pasados 15 dias de aquella primera vez, mi esposa ya no entró en la habitación del motel con la venda en sus ojos, no la necesitaba, ahora estaba segura de todo, de si misma, de mi, como dije , de todo..
El haber sentido que dos pollas de dos desconocidos se habían puesto duras en sus manos mientras la lamían, hizo que el tapón de su mente de si gustaría a alguien nuevo, ya no existiese, justamente al contrario, eso la calentaba enormemente, saber que eres deseada por alguien extraño…excita..
Ese día fue ella misma la que quiso demostrarme esa seguridad, quedándose desnuda delante de mi y delante del desconocido que tenía una venda en los ojos, es más, comenzó a lamerme mi polla mientras miraba al chico acostado en la cama, estar desnuda ante dos hombres la emputecía de mala manera, mi dedo da fé de ella , ya que lo tenía en su coño mientras lamía mi polla..
Haz lo que quieras con él, es tu regalo, tu dildo, le dije.
Los ojos de de mi esposa se dilataron al oírme decirle eso
Le di una nalgada en su culo en señal de niña mala.
Ella se subió a la cama, quedándose al lado de su regalo, me miró , vió que asentía con mi cabeza con un SI, dándole permiso.
Comenzó a jugar con su juguete nuevo, colocando uno de sus pezones empitonados en la boca del chico, dejando que este lamiese sus pechos
Mi esposa cogió en su mano su polla, comenzó a meneársela muy lentamente, su mirada no se desviaba de esa nueva polla, viendo como esta crecía en su mano, evidenciando que el extraño le gustaba como lo hacía, mi esposa estaba a 4 patas, yo desde atrás tenía una magnífica visión de su culo y de su coño, brillando por las babas que veía como salían del interior de su sexo .
Ver eso concretamente no tiene precio. Mi esposa puso su boca en la punta de la polla y comenzó a lamerla mientras me sorprendió diciéndome: Fóllame, por favor
Era su sueño hecho realidad, uno de sus más secretos deseos o fantasías que todos/as guardamos y que no decimos ni a nuestras propias parejas.
Follé bestialmente el coño de mi esposa mientras ella comía hasta hacerse correr la polla de un desconocido.
Sentí como mi esposa se corría, empapando mi polla al notar la leche del chico salir disparada en su boca, tragándola toda y sintiendo como mi leche llenaba por completo todo su sexo
Esto fue lo que ocurrió en nuestro segundo encuentro, como dije, poco a poco, tal y como habíamos quedado, dando esto a un estado sexual bestial a diario en casa, sin precedentes
Siendo en casa una madre y esposa de lo más normal y siendo una diosa sexual fuera en un motel con dos hombres a la vez.