Matrimonio Chino

Se recompensaba de la fatigosa y dolorosa penetración, ahora podía decir que había sido desflorada dos veces, por su marido y luego por el amante que le envió su bien amado esposo.

Matrimonio Chino

Mao Lui, ingresa a trabajar en la construcción de plataformas, a mr.William no le agradó, pues este no hablaba bien el idioma y no le entendía las órdenes sacando a este de sus casillas y perdiendo la paciencia. A la semana lo envió lejos y solo me dice échalo no sirve para nada, pues no sabe el idioma, paciencia de digo, y trato de conversar con Mao Lui, en su mal idioma me explica que su mujer espera mucho de él para quedarse en el país y desarrollarse como personas. Le explico que el no sirve y que William no lo desea como trabajador, gime y llora, clama clemencia por el y su señora. Lo único que podría ser es llevarlo conmigo a las perforaciones de Alaska, pero no me interesa porque tengo gente mejor que él en esas tierras. Comete un error, y que pagara caro, saca unas fotos de su señora y me las muestra, son fotos que el le tomo para satisfacerse de mirarlas solo él, en ellas aparece en dos fotos casi desnuda solo con ropa interior en una y en la otra coquetea mostrándoles sus piernas, eso elevó mi morbo al máximo y desee a esa chinita teniendo una gran alzamiento de mi miembro.

Bueno le digo, primero tengo que conocer a tu pareja, ver si ella es mejor que tú para el trabajo le digo, ella debe tratarme bien y sentirme agradable al atenderme y me quedaría ese día en tu casa, tratándome ella como si yo, fueras tú, alimentándome, agradándome y satisfaciéndome en todo como una buena dueña de casa, que está atenta a satisfacer a su macho y que este esté grato. Creo que Mao no me comprendió bien pero escribió una carta a su señora para que cumpliera lo por mi solicitado…, el idioma escrito era para mi desconocido por lo que busque ayuda con un traductor y me lee las instrucciones dadas, eran las solicitadas ordenaba a su mujer una atención privilegiada a mi persona, su jefe ya que de mi dependía los contrato de trabajos de él, por lo tanto lo que yo pidiera eran órdenes que ella debería cumplir.

Llegue a casa de Mao Lui, en un barrio mas que pobre de Puerto Rico y vivía sobre un aparcadero de camiones que salían temprano y volvían a cualquier hora con un bullicio bastante grande.

Sorprendida me atiende, le entrego el dinero enviado por su esposo, U$500, es feliz con el poco dinero y lee la carta de este…, me mira y me hace una inclinación con su cuerpo menudo y frágil, diciéndome a sus ordenes, Mao me solicita, mejor dicho me ordena, que lo atienda como si Ud fuera Mao, me dice en un pésimo ingles.

Sus deseos son órdenes para mí, me dice; le comento como su hombre me mostró las fotos y ella se inhibe y ruboriza recordándolas. Me acerco a ella la cojo de sus hombros y le comento que no debe temer de mí, pues esas fotos las tengo en mi memoria, pero de ahí no saldrán, sonríe, y dice… en su media lengua, esas fotos eran solo para él.

Estabas preciosa le comento sobre todo en esa que le coqueteas mostrándole tus piernas, me gustaría que la repitieses conmigo…, ella duda, recuerda la carta de su marido, me mira y dice es tu deseo?..., si respondo y ella se recoge sus faldas y me coquetea mostrándome sus piernas y parte de su braguitas…, no me contengo y le pido…, sigue estas preciosa, sigue por favor…ella sofocada continua y llega a mi lado, sin poder controlarme la abrazo, ella me recuerda …, estoy casada con Mao, no puedes abrazarme…, la miro y siento que su respiración está agitada, como esperándome a que siga…, sin controlarme la abrazo mas fuerte , ella gira para no darme la cara…, abrazándola por detrás, pongo una mano en su cintura y la otra sobre uno de los diminutos senos que posee, vibra y respira mas agitadamente…, estoy en época de ovulación me dice, me va a llegar mi ciclo…, por eso estoy desesperada…, por tener un hombre. La guío a su cama, pues la pieza es todo el departamento que habita. La ubico en su cama… comienzo a sacarle su ropa…, ella no se opone y

Recostada de espaldas sentía como lamía sus pezones y tocaba su clítoris, jadeaba… seguí acariciando su sexo y besando, succionando sus pezones hasta que sus jadeos fueron fuertes, continuos, entonces abrió sus piernas quedando estas sobre mis hombros, ya que este macho arrodillado le profanaba su vulva y sacando mi ropa, desnudo mi miembro y de una sola arremetida trato de clavar mi pene en la mojada rajita. Imposible, era muy estrecha de vagina

Nuevamente fui trabajando lentamente, recorriéndola con mi lengua hasta llegar al pubis, el olor a hembra me excitó aún más, acaricio sus vellos, luego separo sus piernas y comenzó a lamer muy suavemente, apenas rozando con la punta de la lengua los alrededores del clítoris, Li Chain suspiraba y se retorcía y tomaba mis cabellos con su mano derecha…, lamía el extremo del clítoris, con caricias apenas perceptibles, casi sin tocarlo, lo humedecía con la lengua y después soplaba muy despacio. Ella estaba muy excitada, su entrepierna estaba completamente mojada y no dejaba de suspirar y jadear.

Nuevamente trato de empalarle mi miembro. Li Chain empujaba con sus manos hacia atrás mis caderas, rogaba, no… no… gritaba, es muy grueso, es más grande que el de Mao, pero el jefe de su marido había conseguido meter las tres cuartas partes de sus 26cm de largo de su pene, con un grosor de unas dos pulgada de diámetro. Li Chain sentía que le estiraban la vagina como si fuera un globo al que se había introducido un palo. El de su amado Mao no tenía más de 15 cms y del grosor no pasaba más allá del dedo pulgar. Le dolía muchísimo y era imposible gozar o tener orgasmo, semidesmayada sólo gritaba cada vez que llegaba al fondo, ya no suplicaba ni se resistía, estaba fatigada sin fuerzas ya ni siquiera se quejaba, sólo gemía al compás de los embates del macho, jefe de su marido, casi desmayada dejó de luchar y de inmediato sintió los testículos de este contra su entrepierna, al clavarle este su pene hasta el fondo de su vagina, era un pene el doble de largo que el de su marido. No podía moverse, cualquier movimiento le dolía, estaba empalada.

¡¡¡ AAHhhhhhhh!!!!! Gimió ella mientras el miembro desaparecía en su interior. Aayyy!!..., Ayyy!!.. ¡Sácala que me partes dijo ella!.

Semidesmayada sólo gritaba cada vez que llegaba al fondo, ya no suplicaba ni se resistía, estaba fatigada, gemía al compás de los embates del pene. Finalmente, casi desmayada sentía que la penetración de ese palo duro y grueso. Con la invasión del miembro que le iba dilatando las paredes de su vagina, sentía como si una masa cálida la abriese en dos para finalmente, al llegar al fondo con los movimientos de vaivén, entrando y saliendo de su sexo, relajándola y luego clavándola hasta adaptarse aceptando el pene con placer, el cual iba a escupir en su interior su semen y ella recibiría una larga descarga de semen de ese miembro, no podía moverse de lo adolorida que estaba pero gozaba al sentirse regada por esa caliente leche que invadía toda sinuosidad de sus entrañas.

Ella gemía y jadeaba besándo al hombre que la estaba saciando y partiendo en dos, recibiendo caricias y sintiendo las dos manos del jefe de su marido se aproximaban a su pelvis para hacer más íntimo el contacto. Además la boca del macho se apoderó de sus pechos y mordía sus pezones endurecidos por la calentura, jugando hasta sacarles un jugo lechoso y dulzón, mientras Li Chain sentía el pene de su amante en su vagina y percibía el calor de un hilillo de semen que corría por sus muslos, lloraba de un placer doloroso y agradecía el momento vivido. Había entregado su bien más preciado, la habían desvirgado nuevamente iniciándola en una nueva vida de estímulos y placer.

Como se recompensaba de la fatigosa y dolorosa penetración, ahora podía decir que había sido desflorada dos veces, por su marido y luego por el amante que le envió su bien amado esposo.

Me llevé a Li Chain conmigo a Alaska. Mao Lui estaba feliz que su esposa estuviera cerca y trabajando para su jefe, sabía que cada veinte días iría a su lado y estaría doce días con ella, pero lo que no sabia es que los otros veinte días, ella, satisfacía a su jefe. Por más de 18 meses compartimos a Li Chain, luego me fui a un curso en Holanda. Como iba a estar en tierra llevé a mi familia por ese año a mi lado, como a los ocho meses recibí de Li Chain unas fotos de una chinita y me decía…"esta es Li Shi, tiene dos meses es mi hija, pero no tengo seguridad de quien es su padre".