Matimonio feliz. La tormenta

Azotes y sexo en un matrimonio muy bien avenido, aunque no lo parezca.

Daniel llamó a su mujer por teléfono, sabía que iba a tener bronca en casa, y no quería empeorar las cosas.

-Cariño, estoy en el bar de Paco, en cuanto se pase la tormenta voy para la casa.

-¿Estás en el bar verdad?

-No es lo que parece, iba para la casa, y me ha pillado la tormenta, y me he tenido que meter en el bar, voy empapado, menudo tormentón.

-Pero a quien se le ocurre salir con este tiempo???, no dirás que no te lo he dicho... Aquí no vengas... te bufo ya lo sabes!!!!!!!!!!!!

Así era Virtudes, un volcán en erupción cuando se cabreaba, y ahora estaba cabreada, le había dicho a su marido que no saliera de casa en este final de primavera tan extraño en lo meteorológico, pero él como siempre no le hizo caso, y se lo iba a hacer pagar caro.

-Pero Virtudes cariño no te pongas así, ya sabes que tenía que salir...

-A mi no me cuentes películas, lo único que te digo que cuando vengas prepárate, te voy a dar una que no la vas a cocer , golfo, sinvergüenza, siempre de bares, y siempre por ahí. no se te va a caer la casa encima no, pero ya vendrás, tu ya vendrás!

  • Joder carño como eres, pues ya me voy para allá, me da igual que esté lloviendo.

Dani vió a su mujer realmente enfadada y el miedo le hizo salir del bar para dirigirse a su casa, pese a que estaba cayendo el diluvio universal, Daniel disfrutaba de cada azotaina que le daba su Señora, pero también la temía, era una sensación de amor-odio, le dolía horrores, pero disfrutaba más aún, así que salió disparado para su hogar donde a buen seguro le esparaba su santa esposa zapatilla en mano para darle la del pulpo.

Al llegar a casa vió a su esposa con cara de pocos amigos esperandolo en el quicio de la puerta de la casa...

El matrimonio viví en una casa de planta baja, en un pueblo, y aunque no tenían vecinos pared con pared, los vecinos más proximos habían oido más de una vez a Virtudes abroncar y azotar a su marido, y sobre todo los gritos de éste huyendo de la zapatilla de su mujer

-Cuca (a Dani le gustaba llamar de esa forma cariñosa a su esposa, lo hacía cuando retozaban en la cama, pero también cuando algún castigo era inminente, para ver si era aminorado, aunque casi nunca lo conseguía) me he "calao" vivo, me pensaba que no iba a ser para tanto, pero me he "calao" hasta los güevos, dejame que me duche y me cambien y ahora hablamos... pero no me mires con esa cara, cuca no , cuquica....no es para tanto.

Virtudes se quitó la zapatilla de toalla azul  marino,con unas tiras cruzadas que dejaban ver solo dos dedos, era una zapatilla de verano de una material que parecía toalla con una suela de goma amarilla que erosionaba los culos a base de bien, asi que yendo  coja por el pasillo ,  y señalando con aquella chinela hacia al suelo dice.

  • A ESTA LOSA !!!! Te voy a decir yo lo que es pa tanto ...

A esta losa!!!! , como tenga que ir yo te arrastro esta tarde ... mira a su marido que se lo traga , el otro pie que tiene zapatilla empieza a dar golpecitos de impaciencia en el suelo ...... DA NI EL !!! Es una bronca en toda regla como le echaría una furiosa madre a su hijo, una bronca que preludia una inevitable azotaina, ambos lo saben y ambos están cada vez más excitados.

El pobre hombre se queda mudo, no dice nada, el agua le chorrea hasta hacer un pequeño charco en el suelo

-Te tengo que llamar otra vez???

( Ahora el relato lo cuenta Daniel en primera persona)

-Acudo a tu losa porque me has pasmao vivo, hacía tiempo que no te veía así de fiera.

-Quítate los pantalones Daniel

-Cuqui

-PLASSSSSSSSSS PALSSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSS PLSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSS

Aquellos zapatillazos cayeron por todo el cuerpo y me dijiste otra vez.

-Los pantalones!!!

Entonces me bajé los pantalones cortos que llevaba, mientras segía chorreando agua.

-Ahora los calzoncillos!!!

Dudé, pero al verte la cara, opté por quitármelos rápidamente.

-¿Te has mojao verdad?

-Si, pero...

-PLASSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSSSSS CONTÉSTAME!!!

-Si cariño, pero me ducho ahora mismo y...

-No, no te vas a duchar!!! te voy secar yo...  pero a base de zapatilla PLASSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSSSS,

-NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO AUUUUUUUUUUUUUUUU AHRGGGGGGGGGGGG PARA AMOR MIO PARA AHHHHHHHHHHHH.

-PLASSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSS

-VEN AQUI, QUE TE LO VOY A DECIR YO CON ÉSTA

PLASSSSSSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSSSSS

TE BUFO ESTA TARDE

PLASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS,

¿QUE TE HE DICHO YO?

PLASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

QUE

PLASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

TE

PLASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

HE

PLASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

DICHO ?

PLASSSSSSSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

-AUUUUUUUUUUUUUUUUUUU UYYYYYYY AUUUUUUUUUUUUUUUUUU AYYYYYYYYYYYYYYYYY

Cuando Virtudes acompasaba cada sílaba con uno o varios zapatillazos, era porque la paliza iba a ser realmente dura, como lo estaba siendo esta.

-PARA CUCA QUE ME MATAS ,

AUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU AHHHHHHHHHHHH AYYYYYYYYYYY,

-NO ME DA LA GANA DE PARAR!!!!!

PLASSSSSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSS

TE VOY A DAR UN PIE PALIZA ESTA TARDE QUE NO LA VAS A COCER

PLASSSSSSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

SIN  VER  GÜEN  ZA!!!!

PLASSSSSSSSSSSSSSSSSSSS  PLASSSSSSSSSSSSSSS   PLASSSSSSSSSSSSS   PLASSSSSSSSSSSSSSSSS

TE TENIAS QUE IR AL BAR NO????

PLASSSSSSSSSSSSSSSSS  PLASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS   PLASSSSSSSSSSSSSSSSSS,

TE HAS DIVERTIDO VERDAD??

PLASSSSSSSSSSSSSSSSS PLASSSSSSSSSSSSSSSS

PUES AHORA SUBE PA LA ALCOBA DELANTE MIA, QUE AHORA ME VOY A DIVERTIR YO...

Virtudes metió a su marido en la bañera a zapatillazo limpio, lo duchó con agua caliente, lo enjabonó como si fuera un niño, le quitó el jabón, y como había hecho más de una vez, le secó el culo a base de zapatilla, esta vez ya lo tenía como un tomate, pero eso no impidió que su mujer le diera otra zurra recién salido de la ducha, sólo entonces le dijo.

-Vete a la habitación y me esperas en el rincón, estás castigado!!!, ahora iré yo.

Virtudes se dió una ducha rápida, a punto estuvo de correrse mientras se acariciaba pensando en la paliza que acababa de darle a su marido, y sobre todo pensando en lo que vendría a continuación. Finalmente se contuvo y prefirió que fuera su hombre el que le sacara su preciado nectar, así que salió de la ducha, se secó rápidamente, y poniendose un sexy salto de cama y sus zapatillas azul marino se dirigió a su habitación donde estaba su marido en el rincón esperándola sumisamente, con las manos en la cabeza y  con el culo y los muslos rojos con más de un tono morado.

Daniel se estremeció cuando oyó los inconfundibles pasos de su mujer acercándose hasta su posición, el enérgico andar de Virtudes producía un inconfundible ruido lap lap lap lap de chocar la zapatilla con el talón... sintió los pechos de su mujer presionar su espalda, mientras la mano acariciaba las zonas castigadas.

-Te parece bonito lo que te he tenido que hacer?

-Lo siento cariño

-Menuda tunda te he tenido que dar, es que no vas a aprender nunca?

-Si cariño, lo siento de veras.

Virtudes agarró a su marido por sus partes de una forma que no hubiera ninguna duda quien mandaba en aquella habitación, y le dijo al oido, y de manera muy sensual.

-Ahora tienes pilón, y luego quiero que me folles bien follada, está claro???. Al decir estas últimas palabras le pegó un apretón a su marido en sus partes nobles que provocaron un:

-SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

-Pues manos a la obra, que tienes trabajo!

Ambos excitadísimos, cualquier roce en su cuerpo harcía que se estremecieran hasta el borde del paroxismo, una batalla húmeda y sexual estaba a punto de empezar a librarse en aquel ring con forma de colchón.

Entonces Virtudes se encaminó hacia su catre como a ella le gustaba llamar, se descalzó con sendas pataditas sus zapatillas, y se acostó bocarriba remangándose su sexy salto de cama, y llamó a su marido.

-Ven anda, que me tienes contenta!!!