Matilde

Como la ama de llaves me hizo hombre y por primera vez pude disfrutar del inmenso placer que es su cuerpo.

La historia que voy a contar es la historia de como perdi mi virginidad, suceso que hasta el dia de hoy recuerdo como si hubiera sido ayer. Primero me presento, mi nombre es Ivan, y esta historia ocurre cuando yo apenaz era un adolecente. Soy un sujeto normal, no tengo de un cuerpo atletico, pero intento mantenerme bien. Pero esta historia tiene otra protagonista, su nombre es Matilde, durante muchos años fue nuestra empleada domestica, mujer madura, de unos 40 años, 1.65 de estatura, tez morena, cabello castaño hasta los hombros y ojos de color verde oscuro, estaba un tanto rellenita y su trasero no era nada espectacular, pero si lucia un muy buen par de tetas.

Esta historia empieza un dia en que estabamos solos en la casa, cosa que ocurria frecuentemente, ya que mis padres trabajaban todo el dia. A esa edad, y como la mayoria de los jovenes, yo me encontraba en una etapa en que mi curiosidad sexual estaba desbordada, y como la mayoria, cualquier oportunidad que tenia de poder darme placer la aprovecha. Aquel dia recuerdo haber estado en mi cuarto, usando la computadora que tenia, cuando Matilde llega a decirme

  • Ivancito, voy a tener que salir, ok? Vuelvo enseguida – me dijo -
  • Ok Matilde – le respondi -

Situacion ideal para mi, como ya lo explique, asi que espere a escuchar la puerta principal cerrarse para entrar en linea y buscar alguna pagina pornografica que saciara mis deseos. Rapidamente haye un video en linea que me parecio de mi agrado, lo coloque, me desabroche los pantalones, y empece a jugar con mi miembro. Estaba muy concentrado en el video, tan concentrado que no senti la puerta principal abrirse.

  • Ivancito – escuche mientras mi puerta se abria – creo que deje mi monedero aq...

Me di vuelta aun con mi pene en la mano, estaba paralizado, y el rostro de Matilde, una mirada de horror casi, cuando alfin logre reaccionar e intente esconder mi miembro, ella cerro la puerta con fuerza y se marcho.

Estaba aterrado, seguramente le iba a contar a mis padres y estos me iban a destrozar a regaños, pero la vergüenza que sentia era lo peor, la vergüenza de que Matilde me hubiera piyado, era tan grande que nisiquiera era capaz de salir de mi cuarto a pedirle perdon, estaba simplemente acabado. Asi estuve por lo que se sintio como horas, hasta que la puerta de mi habitacion se abrio, y entro Matilde

  • Matilde – le dije – enserio lo lamento, no se por que hice algo asi, pero porfavor no le digas a mis padres, te juro que no lo volvere a hacer
  • No Ivancito – me respondio – usted no se disculpe, despues de todo ya esta bien grande, si alguien debe de disculparse aquí soy yo por entar en su cuarto sin avisar
  • Enserio?
  • Claro, es normal que un joven de su edad haga esas cosas, no se preocupe, no le dire nada a nadie, sera nuestro secreto – me dijo mientras me guiñaba un ojo -

Que alivio, es como si me quitaran un peso de encima al saber eso, le di las gracias a Matilde por hacer lo que estaba haciendo, pero en realidad, todo cambio desde ese momento. Aunque Matilde me habia dicho que era normal masturbarme, cada vez que me metia en mi cuarto a hacerlo, me sentia extraño, como si alguien me observara, pero cuando volteaba nunca habia nadie alli, y esto sigui por mucho tiempo. Tambien note cambios en Matilde, estaba mas energetica, se comportaba mas amable conmigo, parecia otra persona.

Poco a poco empece a hacer suposiciones, pero pensaba que solo era yo pasandome peliculas, aun asi quise asegurarme, por lo que busque una forma de averiguar que era lo que estaba pasando. Nuestra ducha estaba colocada junto al espejo del baño, por lo que podia verse la puerta desde esta, asi que se me ocurrio utilizar esta para averiguar si mis suposiciones eran ciertas.

Un dia, tras llegar de la escuela, le dije a Matilde que tomaria una ducha, asi que me meti al baño, deje la puerta entre-abierta, ademas deje la cortina de baño sin cerrar, asi que me puse a bañar, poniendo ojo en el espejo, y espere hasta que ocurrio lo que yo pensaba que ocurriria. Derrepente, desde el espejo pude ver como Matilde me estaba mirando atravez del hueco que deje en la puerta, no me lo pude creer al principio, nunca me imagine que ella dehecho me observara, pero me hice el que no se dio cuenta, asi que me segui bañando, cuando algo perverso se me vino a la cabeza, si bien ella me estaba mirando, puede que quisiera un espectaculo, asi que empece a masturbarme en la ducha, y por la ventana pude ver como Matilde se mordia el labio viendome, nunca me lo imagine, pero no me detuve, me segui masturbando, la idea de que Matilde me veia me éxito enormemente, volvi a revisar el espejo y pude notar como se tocaba la entre-pierna por sobre su delantal de trabajo, estaba tan excitado que no pude aguantar mas y eyacule, por lo que tuve que parar la ducha, pero el saber que Matilde me veia de esa forma fue bizarro y exitante, pero esto estaba lejos de terminar, es mas, aquí fue cuando en verdad se puso interesante.

Al dia siguiente yo estaba en mi habitacion haciendo mis deberes, cuando Matilde toco la puerta

  • Ivancito – me dijo -
  • Si Matilde?
  • Ya termine con la limpieza de la casa, y hay un sol hermoso, y hace tiempo que tengo ganas de tomar un poco de sol, pero puede que sus padres se enojen si saben que hago algo asi
  • No te preocupes Matilde – le dije – no les dire nada
  • Muchas Gracias Ivancito – me dijo mientras salia de mi cuarto y cerraba la puerta -

El hecho de que haya venido a mi cuarto a decirme eso me parecio extraño, hasta que por mi mente paso otro pensamiento perverso, quizas ella queria comprobar lo mismo que yo el dia anterior, puede que ella queria que yo la viera, asi que lo mas rapido y silencioso que pude me dirigi a la ventana del segundo piso que daba al patio trasero, y me quede mirando, esperando a Matilde.

Tras unos minutos de espera, alfin la vi salir, llevaba puesta una bata de baño azul, acomodo una silla del patio, se desato la bata y la dejo caer al piso, revelando su cuerpo totalmente desnudo, y desde donde estaba podia apreciar cada centimetro de su piel morena, pude apreciar por primera vez sus pechos, con aureolas marrones, abundantes, que volverian loco a cualquier hombre con tan solo verlos, como era mi caso, era un paisaje encantador, y era solo para mi, estaba seguro que lo estaba haciendo a proposito, me estaba dejando disfrutar de su cuerpo desnudo, tal y como yo la habia dejado disfrutar del mio, ¿estaria sintiendo la misma excitación que yo senti el dia anterior?¿sabria que yo la miraba con deseo?, no importaba, lo unico que importaba en ese momento era el espectaculo frente a mis ojos, y decidi disfrutarlo al maximo, asi que me quite los pantalones y me comence a masturbar con tal bello paisaje.

Pero cuando estaba en lo mejor, note que Matilde comenzo a reir, luego se levanto del asiento, se puso la bata y entro a la casa. Rapidamente me puse el pantalon y volvi a mi cuarto, pretendiendo como si nada hubiera pasado, pero tal como imagine, ella entro en mi cuarto

  • Ivancito – me dijo – puedo hablar con usted?
  • Claro Mati... - fue todo lo que logre decir -

Frente a mi puerta estaba Matilde, la bata de baño abierta, dejando ver una porcion de sus senos, y toda sus concha, con su bello pubico algo rebajado. Volvi a paralizarme, una cosa era verla desde la ventana, pero tenerla tan cerca me resulto impactante

  • Que ocurre, Ivancito – me dijo – acaso solo le gusta espiar de lejos?
  • D...de que estas hablando?
  • No te hagas el tonto, si yo se que te estabas palmando mientras me mirabas por la ventana, esa era mi idea, tomalo como un agradecimiento por el show de ayer – me dijo acercandose a mi -
  • Asi que sabias que te podia ver mientras me espiabas?
  • Claro, Ivancito, dejame decirte que eres un pervertido, te gusta que te miren tanto como te gusta mirar, no?

Ella ya estaba a un par de centimetros de mi, luego tomo mis manos en las suyas y me levanto de mi asiento

  • Pero sabes que es aun mejor que mirar? – me dijo mientras ponia una de mis manos en uno de sus pechos –

La sensacion de ese pecho era indescriptible, tan suave, aun puedo sentirlo en mi mano. Ella misma empezo a mover mi mano, asi que me di cuenta de lo que queria, y empece yo mismo a masajear aquel seno

  • Tocame el pezon – me dijo -

Obediente empece a pasar mi pulgar por encima de su pezon, a jugar con el, y de la nada, casi como un instinto, acerque mi boca a su pezon, su pase mi lengua por encima de el. Ella solo cerro los ojos, lo cual asumi como que estaba haciendolo bien, asi que pose mis labios sobre el, y como un infante empece a succionar ese bello pezon, ella luego tomo mi otra mano y la puso en su otro seno, y tambien empece a jugar con este, a manosearlo, a alternar entre sus pezones con mi boca, mientras tanto ella puso una de sus manos en mi bulto y empezo a sobarlo por encima del pantalon.

  • Dios mio – susurro – alfin puedo sentirlo

Sin decir nada mas hizo que me detuviera, tomo mi rostro con sus dos manos y me dio un beso con lengua, que aunque breve, fue delicioso, luego tomo mi mano y me dirigio a la alcoba de mis padres, especificamente a su baño privado, el cual era bastante mas espacioso que el que yo usaba normalmente. Acto seguido, empezo a desabrochar todos los botones de mi camisa, y cada vez que un poco salia, ella iba besando la porcion de piel que quedaba al aire, luego se arrodillo, me saco los calcetines, luego desabrocho el boton de mi pantalon, para finalmente desprenderme de los boxers, dejando salir a mi polla, la cual estaba mas dura de lo que nunca habia estado en toda mi vida, ella le dio un beso en la punta a esta, luego me alcanzo un banco que habia en el baño e hizo que me sentara en el

  • Quiero ver que tan pervertido eres – me dijo –

Luego saco del armario de aseo una afeitadora y crema de afeitar, y luego se saco la bata de baño, quedando finalmente sin ninguna prenda sobre su cuerpo

  • Quiero que me veas mientras me rasuro la concha – me dijo – pero no quiero que te toques, ok? Si te tocas me marcho y nunca mas haremo esto
  • Ok Matilde – le respondi obediente –

Luego me dio otro beso, esta vez un poco mas largo, para luego dar el agua de la tina, mientras se ponia crema de afeitar en toda la concha. Acto seguido, entro a la tina, puso sus piernas a los costados de esta, y lentamente empezo a rasurarse sus bellos pubicos, de tal forma que yo tuviera una vision total de todo el show. Podia ver cada centimetro de su conchita peluda, mientras pasaba la hoja de afeitar por toda su zona pubica, desaciendose de todos y cada uno de los bellos que alli existian. La escena me parecia muy excitante, estaba a mil, pero tal y como me ordeno Matilde, no me masturbaba, a pesar de que mi cuerpo apenas lo soportaba, no me toque la polla ni una sola vez.

Finalmente se deciso de todo su bosquecito, quedando su vientre completamente depilado, y yo ahi, apenas conteniendo mi excitación, tras observar en primera fila aquel show

  • Que obediente eres, Ivancito – me dijo mientras salia de la tina y se secaba la espalda – quieres sentir como quedo?
  • Si Matilde – le dije –

Ella se acerco a mi, mientras yo estiraba mi mano para acariciar aquel sexo rasurado, pose mis dedos en la entrada de su vagina, y separe sus labios con estos, y casi por instinto acerque mi lengua a su cavidad, y por primera vez senti el sabor de una mujer. Ella me dejo disfrutar de su sexo mientras terminaba de secarse, luego me levanto, me llevo al cuarto principal, me tumbo sobre la cama, para luego tumbarse a la altura de mi verga

  • Creo que te mereces un premio por tu obediencia – me dijo – dime, alguna vez te han hecho una mamada?
  • No Matilde – le respondi -

En ese momento ella paso su lengua por sobre mi verga, desde los huevos hasta la punta, y una vez en la punto, poso sus labios alrededor de mi miembro, envolviendome en lo que fue mi primera mamada. Lentamente empezo a subir y a bajar a lo largo de mi verga, aumentando la velocidad en cada pasada, mientras con su mano jugaba con mis huevos. Podia sentir como su lengua recorria toda mi verga por dentro de sus labios, y el placer que en sentia era inmenso.

La mamada fue esplendida, por desgracia no duro mucho, el show anterior mas la paja que me habia hecho antes me habian dejado con muy poca resistencia, trate de aguantar todo lo que pude, pero al final le dije a Matilde

  • Matilde, no puedo aguantar mas

Pero esta no hizo nada para detenerse, al contrario, incremento la velocidad, y yo ya no aguante mas, y descargue todo mi semen dentro de su boca. Ella en ningun momento se despego de mi verga, solo la solto cuando la ultima gota de semen habia terminado de salir, ella se lo habia tragado todo

  • Eres toda una guarra Matilde – le dije en broma -
  • Y tu todo un pervertido, Ivan – me respondio -

Luego se puso a mi altura en la cama, y me envolvio en sus brazos, yo volvi a fujarme en sus senos, y como infante me puse a succionarlos. Asi estuvimos un buen rato, hasta que mi verga volvio a tomar tamaño

  • Dime, Ivan – me dijo Matilde – alguna vez has tenido sexo con una mujer?
  • No, nunca Matilde – le respondi -

Abrio la mesita de noche de mis padres, y de adentro de esta saco un condom, lo retiro de su empaque, y ella misma lo puso sobre mi verga

  • Bueno – dijo ella - creo que ya es hora de que te conviertas en un hombre Ivan.

Ella misma se subio encima de mi, y dirigio mi verga a la entrada de su cavidad, y lentamente fue desendiendo, hasta que mi verga entro completamente. En ese estado se acosto sobre mi y me beso los labios, para luego susurrarme

  • Ya esta adentro, ya no eres Ivancito, ahora eres un hombre, mi hombre Ivan

Despues de esto empezo un movimiento de vaiven con sus caderas, podia sentir como mi miembro entraba y salia de su concha, cada vez con menos esfuerzo, cada vez mas rapido, Matilde estaba cabalgandome con mayor velocidad cada vez, yo puso mis manos en sus nalgas y empece a apretarlas, mientras seguia el ritmo que ella llevaba. Nuestro jadeos se intensificaban al igual que lo hacia la velocidad con la que Matilde me cabalgaba, en un momento hasta le di una nalgada sin pensarlo, a lo que ella me respondio con una leve sonrisa, pero sin nunca detener aquel delicioso ritmo. Ambos estabamos sumidos en extasis, casi gritando de placer, hasta que ella se abalanzo sobre mi, curvando su espalda, y dio un grito seco en mi oido. Despues, si decirme nada, se separo de mi, y se puso en cuatro patas al otro lado de la cama, y por encima de su hombro me invito con una mirada maliciosa, yo me acerque a ella por detras y dirigi mi polla a la entrada de su cavidad, ahora era yo quien llevaba el ritmo, me costo un poco en un principio, pero finalmente logre imponerle un ritmo a Matilde, mientras mi miembro la embestia en cada pasada, mis manos se regodiaban jugando con sus nalgas, y fueron subiendo por su cuerpo hasta llegar a sus senos, los cuales masajie y exprimi, el placer me tenia loco, coloque mi cuerpo sobre ella, y fui besando su cuello y su espalda mientras continuaba embistiendo y deleitandome con los ruidos de placer que Matilde emitia.

El juego continuo por un buen rato, hasta que mi cuerpo volvio a hacercarse a su limite nuevamente

  • M..matilde – le dije – me voy a volver a correr pronto
  • A...aguanta un poco – me dijo entre gemidos – ya casi...casi

Obediente, me contuve lo mas que pude, hasta que vi a Matilde llevarse su mano a la boca y morderla fuerte para evitar gritar, y entendi que se habia vuelto a correr, asi que me deje de aguantar y relaje mi cuerpo, corriendome y separandome de Matilde, tumbandome en la cama. Luego ella se tumbo junto a mi, me beso y nos quedamos abrazados por varios minutos. Ese a sido nuestro secreto y nuestra entretencion desde entonces, desde que me convirtio en un hombre.