Masturbándome para mi vecino

Conocí a un chico por internet y tuvimos sexo telefónico... pero se sumo un factor más al morbo, mi vecino me espiaba desde su ventana.

Hoy estaba como cualquier día de verano en casa haciendo las cosas habituales. Siempre que estoy sola aprovecho para ir ligerita de ropa, por lo que llevaba puesto solamente un tanguita y el sujetador. Cansada de hacer las cosas de la casa decidí ir al chat, como hago siempre que estoy aburrida y quiero pasar un ratito agradable, sobre todo cuando quiero encontrar experiencias sexuales diferentes.

Se que si me pongo frente a la ventana de mi dormitorio mi vecino me va a ver y el simple hecho de pensarlo me excita y muchísimo. Así lo hice, cogí mi portátil y conecte al chat. Allí encontré a muchos hombres con ganas de sexo pero fue David quien consiguió excitarme de verdad. Comenzamos como es típico en los chats, qué llevas puesto, te comería esto, te comería aquello, estoy muy cachondo… hasta el punto en que cuando me vine a dar cuenta tenía el tanguita empapado.

Cuando le dije a David que en la ventana de enfrente tenía un mirón pareció excitarle la ideo, me dijo que por favor me quitase la braguita y tocara mi coño. No sé por qué pero le obedecí al instante. Aquello me estaba provocando un morbo increíble. El hombre de la ventana estaba alucinado, su cara de placer me estaba volviendo loca y no podía dejar de meterme los deditos en el coño. Solo paraba para contestar a David. Fue cuando me pidió el teléfono. No dudé en dárselo y no había pasado ni tres segundos cuando recibo una llamada con identidad oculta. Lo cogí y era él:

Si?

Soy David, dime, está mirándote tu vecino?

No deja de hacerlo, y me está poniendo cachondísima.

Dime, cuántos deditos tienes ahora en tu coño?

Tres, mmmmm y que gusto, está empapado y me encantaría que hundieras tu boca en él, lo saborearas, lo lamieras y metieras tu lengua en mi agujerito, rodearas mi clítoris mientras yo magreo mis tetas, mientras somos observados.

Mmmm que bien cielo ah ah ah si, no pares quiero correrme escuchando tu voz, sigue así zorrita.

Ummm me encanta que me llames zorrita.

Nuestra conversación subía de tono conforme pasaban los segundos, yo me había desprendido de mi tanga y mis tetas sobresalían del sujetador. Estaba sentada en el sillón de mi dormitorio a la vista de mi curioso vecino, el cual había empezado a menearsela a mi costa. Me encantaba ver como se calentaba gracias a mi, gracias a mis sacudidas en el coño en el que introducía mis dedos y revoloteaban alrededor de él para notar la humedad. Una de las veces saboreé uno de mis dedos y eso pareció gustarle mucho al señor de enfrente, lo noté en la expresión de su cara.

mmmmm estoy saboreando mis juguitos cielo, están de vicio, me encantaría que pudieras probarlos.

Ahhhhh y a mi que probaras mi enorme polla, dura y gorda, que te arrodillaras frente a mi y te la comieras como una putita.

Seguro que te iba a encantar cielo, me encanta comer pollas, soy una experta.

Joder nena, me estoy poniendo como una moto, tienes que ser la bomba en la cama.

En la cama, en el coche, en los baños, donde quieras cielo, follar follo donde tu quieras.

Joderrrrrr que zorra eres.

Me encanta serlo.

Cielo, metete un dedito en el culo por favor, hazlo.

Mmmmmm como entra, que me gustaría que fuera tu polla la que entrase, la que me petase el culo y me lo llenase de leche calentita.

Yo intentaba subir la voz, quería que mi vecino me escuchase, quería que se corriera ya, para ver la expresión de su cara. La verdad es que ya era un poema verlo pero estaba tan excitada que necesitaba ver a un tío correrse. Supongo que la vista era de la mejor, una tía con las piernas abiertas en los apoyabrazos de sofá, con las tetas fuera y metiéndose los dedos en el coño y en el culo mientras se magrea las tetas.

nena, necesito oírte gemir, quiero oírte.

Mmmmm ah ah si, cielo soy tuya, pídeme lo que desees, pero no se si aguanto más ….ahhhhhhhhh mmmmmm joder me voy a correr.

Yo también nena, venga puta, correte, quiero escuchar ese tremendo orgasmo, quiero oírte zorra ahhh yo también estoy a punto de soltar toda mi leche, donde te gustaría que te le echara?

Uffffff en las tetas y en la cara, me encantaría saborearla, tragar parte de esa leche.

Me corro zorra, correte tu tambien ah oh oh oh oooooooooohhhhhhhhhhhh.

Ya, si ah ah ah.

No dejes de meterte los dedos aaaahhhhhhhhhhhhhh

Siiiiiiiiiiiiiiiiiii

Por fin nos habíamos corridos y creo que mi vecino también. Me gustaba mirarle a la cara mientras me masturbaba, ver sus ojos de vicio clavados en cada uno de los puntos de mi cuerpo, deseándome. Me encanta despertar en él y en todos los hombres ese sentimiento de placer, excitación y morbo, sobre todo mucho morbo.

No es la primera vez que me masturbo delante de él, pero si la primera que lo hago frente a él y gozando con alguien al teléfono, y me ha parecido una experiencia muy gratificante.

Cuando hemos terminado nos hemos despedido (Daniel y yo) y hemos quedado para volver a practicar sexo telefónico, os lo aconsejo, es muy muy excitante y provoca muchas sensaciones, y si encima tienes a alguien enfrente que te mira y te desea ya

Bueno, hasta otra y espero seguir contando cositas que sean de vuestro agrado, un besito y aunque haya sido corto espero que el relato os haya resultado intenso ;)