Masturbación en la playa
En pleno mes de agosto, mi novio me fue desnudando en la playa y me masturbó hasta correrme
Un domingo de agosto, llevamos el coche hasta una de las playas más tranquilas de la ciudad. En esta época era casi imposible encontrar un trozo con menos de 5 filas de sombrillas, pero en ésta se podía guardar unos pocos metros entre una y otra.
Tras darnos el primer chapuzón y comer los bocatas que habíamos llevado, nos tumbamos para relajarnos un poquito y al final nos quedamos dormidos. Me desperté de pronto mientras notaba que él me desabrochaba la parte superior del bikini. Le encanta exhibirme, aunque rara vez dejo que se vea más de la cuenta. Para que no me resistiera coló un dedo en el sujetador y comenzó a acariciarme los pezones con disimulo. Miré a mi alrededor y nadie miraba. Me ponía cachonda que me estuviera tocando delante de la gente, así que le dejé que continuara desabrochándome el sujetador mientras yo me hacía la dormida.
Finalmente dejó mis tetas al aire, mientras seguía manoseándome. Con una mano me tocaba los pezones y con la otra intentaba colarse en mi braguita. Por un instante me la bajó un poco, mientras su pene estaba complemente duro de la emoción de saber que algún pajillero me podía haber visto el coño.
Yo estaba tan excitada por el sobeteo de tetas que ya no me importaba que alguien nos viera, así que le pedí que me masturbara en público. Con la mano dentro de mi braguita, comenzó a tocarme el clítoris hasta que hizo que me corriera como una perra.
Estallé de placer mientras notaba su pene latiendo contra mi culito. La escena no me podía haber puesto más cachonda. En mitad de una playa rodeada de gente, casi desnuda, con las tetas fuera, el coño asomando tímidamente, su polla dura y sus manos masturbándome.