Masturbación en el camión

Mientras un linda señora duerme en asiento de lado, el camion viene algo vacio asi que aprovecho para mirarla y tocarme y hacer el viaje mas entretenido.

Vivo en el área metropolitana de la Ciudad de México, trabajo en una oficina al centro de la Ciudad así que como sabrán mi el trayecto hacia mi casa es largo, ya que tengo que tomar el metro y después un camión para llegar a casa y descansar. A veces no me es tan aburrido el regreso ya que siempre hay alguna chica linda a quien mirar y si es posible un roce que mejor. La vez que me paso esto que voy a relatarles era un día normal, aburrido en la oficina, yo iba cansado en el metro ya que todo el camino fui de pie, además de que no vi ninguna chica linda con quien echar a volar mi imaginación. Así llegue al paradero de autobuses y aborde mi camión, era un poco tarde y el camión iba algo vacío incluso partimos y yo estaba sentado así que tome el asiento junto a la ventana y para dormir un poco y no ser molestado cuando alguien subiera.

Justo empezaba a acomodarme para dormir cuando el camión se detiene y al mirar al frente veo subir a una señora madura de unos 40 años con cabello corto rubio, con un especie de saco abierto color blanco y abajo una blusa del mismo color muy pegada y un escote que dejaba ver un par de tetas suculentas, grandes y bien formadas y con un pantalón de mezclilla ajustadísimo que hacia se le vieran unas piernas enormes. No era delgada mas bien voluptuosa, yo la mire pero trate de disimular mi asombro y fingí voltear a la ventana cuando ella avanzaba a tomar lugar en el camión. Yo iba justo a la mitad del camión del lado del chofer y mi sorpresa fue mayor cuando al mirarla nuevamente ella se sentó justo a mi lado. AL verla de tan cerca no pude evitar clavarle la mirada en la panocha, las caderas y el canalillo de sus tetas. Al principio no podía vencer la tentación de mirarla de reojo pero por alguna razón comprendí que eso la podía poner nerviosa o incomoda y optaría por cambiarse de lugar ya que aun quedaban algunos lugares vacíos.

Al paso de unos 10 minutos en que me tranquilice decidí voltear a ver su escote, sentí que ella se había relajado así que mire su rostro y para mi sorpresa y buena fortuna ella llevaba los ojos cerrados, no iba dormida al parecer pero parecía como si solo tratara de descansar sus ojos, así que por lo mismo solo echa una mirada directa a sus tetas y su piel blanca y al ver como se movían sus tetas comencé a excitarme nuevamente, así que mire hacia sus piernas y pude ver sus enormes piernas y caderas que casi tocaban conmigo. Comencé a excitarme mucho al pensar que ella podía abrir los ojos y cacharme mirándola, pero como esto no sucedía y el mirar se me hacia poco pensé en ser mas atrevido. Nunca lo había hecho así que me empecé a poner nervioso pero excitadísimo cada vez mas, tome mi mochila que siempre llevo al trabajo y la coloque sobre mi pierna derecha como formando una barrera, la sujete con la mano derecha como abrazándola y por debajo de la mochila con la mano izquierda frotaba mi pene por encima del pantalón, cada vez que hacia esto yo volteaba a mirar ya seas sus tetas o sus piernas junto a mí. Ella no se despertaba y mis miradas cada vez se posaban por mas tiempo en sus tetas y yo queriendo sentir su cuerpo al menos en un roce abrí un poco mas las piernas para sentir las suyas. Ella no abría los ojos en incluso creo que comenzaba ahora si a dormir.

Para mi fortuna al poco rato de estar sobando mi pene por encima del pantalón de mi traje gris claro, se bajaron las personas del asiento inmediato de atrás con lo cual yo era libre para mirarla y sobarme mas fuerte y rápido el pene. Estaba a punto de estallar mirando su cara, era cuando más me excitaba mirarla completamente de lado mientras sus ojos cerrados y su respiración quieta hacían elevar a poco sus senos. El camión se fue vaciando y faltaba poco menos de 15 minutos para que llegara a mi destino, así que decidí ser totalmente osado y en un movimiento rápido de mi mano izquierda abrí la bragueta y libere mi verga, la tenia de fuera, duro y calentísimo así que volví a mirar su cara, sus rasgos finos y su nariz perfecta, yo no dejaba de sobar mi pene y dirigí la mirada hasta sus tetas, no me podía controlar, no me importaba que me viera así que hice a un lado la mochila y mi mano masajeando mi pene quedo al descubierto, no había nadie ni atrás ni del lado derecho así que me incliné hacia ella casi besaba su mejilla, yo estaba a punto de venirme mire sus tetas, sus piernas y justo cuando estaba a punto de venirme mire fijamente su rostro, ella dormía sin duda eso me provocó tanta lujuria que de mi verga salto un chorro de semen que fue a dar al respaldo del asiento de enfrente. Estaba como fuego quería tocarla, mamarla pero lo único que hice fue esconder mi verga, relajarme y seguirla mirando. Aproximadamente 5 minutos después ella se despertó muy repentinamente y se bajo.

Jamás he vuelto a ver a la linda señora y ahora tengo la duda si realmente iba dormida, o simplemente estaba disfrutando de un momento de lujuria o quizá era una de esas mujeres que por pena prefieren quedarse calladas y hacen como que no pasa nada. No se pero ese momento no lo olvidare jamas.