Masajes 3, 4 y 5

Son las tres menos cinco, abro la puerta y me hago paso a la sala, está allí sentado esperándome, es la primera vez que nuestros ojos se cruzan, siento estremecerme, se acerca a mí por detrás, me tapa los ojos con el antifaz

Masajes 4 parte

Llega la cuarta semana, y estoy desquiciada, mi cabeza no para de darle vueltas una y otra vez al tema, me paso el día pensando en esos dedos, esas manos, esa forma de correrme, me vuelve loca.

Son las tres menos cinco, abro la puerta y me hago paso a la sala, está allí sentado esperándome, es la primera vez que nuestros ojos se cruzan, siento estremecerme, se acerca a mí por detrás, me tapa los ojos con el antifaz, y me ayuda a desnudarme, me sube al taburete, ya sé que me espera, es increíble, pero me excita muchísimo que me ponga el edema, me siento bien después, tranquila para que haga lo que quiera conmigo, liberada. Empieza con el ritual, noto la cánula entrando, y seguidamente como entra el líquido dentro de mí, ya no me asusta, sé que tiene controlado mi aguante, esta vez masajea mi ano mientras mantengo cerrado, ni tan solo me baja, al ratito me baja y me lleva al baño, como la otra vez, el dolor desaparece por completo, él entra, noto su paquete cerca de mi rostro, me levanto y me lleva fuera, me hace tumbar boca arriba, y empieza con el masaje, como si nada, masaje normal, por la cabeza, no entendía nada, no puede dejarme así, levanto mi brazo y con la mano acaricio su polla, está dura, está dentro de los pantalones de hilo, sin calzoncillos que la presionen, la tiro con cuidado hacia mí, obligando a mi oriental que se acerque a mí, noto una necesidad increíble de chupársela, sin quitar el antifaz acerco mis labios a su glande y lo succiono, con su ayuda me coloco de lado para hacerlo mejor, empiezo a lamerla, sabe muy buena, huele a limpia, me encanta, la entro y la saco de mi boca, no sé en qué momento aprendí hacer esos giros con la lengua, pero siento que esa postura indiferente pierde su credibilidad, ahora sus manos acarician mi cabello y como poco a poco me empieza a follar la boca sin piedad, uno de mis dedos empieza a jugar con su ano, con mi saliva que va resbalando por mi barbilla, empiezo a introducirlo hasta que sin pensar presiono y entra dentro de él, me clava la polla de golpe y siento como palpita dentro de mi boca, empieza a soltar chorros dentro de mi garganta, los trago, y sin pensarlo succiono la punta y la empiezo a lamer entera, retiro mi dedo de su ano, sus músculos forcejean para no dejarme salir, me abro paso y lo saco del todo.

Se queda unos minutos de pie a mi lado aun con la polla fuera, luego se acercó a mí, y me besó, sentía su lengua dentro de mí, me besaba frenéticamente, me estremecía, empezó a tocarme los pechos a pellizcarme los pezones, me retorcía del placer, empezó a chuparlos, los succionaba sin piedad, con una mano jugando en mi boca, la otra llega a mi coño, está mojado, con un dedo abre los labios y saca el flujo y empieza a moverlo por mi rajita, arriba y abajo, muero de ganas que me introduzca algún dedo, pero él sigue, sigue hasta que un orgasmo de apodera de mí, como siempre no da tregua y sigue acariciándome, con un pezón en su boca y su otra mano ahora cogiéndome del cuello, como si fuera ahogarme, los espasmos del segundo orgasmo llegan sin avisar, deja de mover su mano rápido, ahora solo acaricia todo el coño y juega con el ano.

Estoy desvalida, pero quiero más, noto su aliento cerca de mi boca, sin mediar palabra me hace bajar de la camilla, vuelve a ponerme en la mesa con el taburete, no sé si voy a soportar otra vez el mismo juego del edema, pero me sorprende con la lengua jugando en mi ano, la entierra dentro y se ayuda con un dedo para ir abriendo paso, me abre con los dos dedos gruesos de las manos, me excita muchísimo, poco a poco siento que se acerca a mí y me mete su polla, poco a poco, esta dura, no es muy larga pero si gorda, la introduce poco a poco cada milímetro dentro, noto sus huevos apoyados en mí, acerca a mi oído y me susurra -ya acostumbrado, buena chica – eso hace que me recorra un escalofrió por todo el cuerpo, y el empieza a embestirme, me folla, me tiene sodomizada, con la cara apoyada en la mesa, una mano en mi cuello, siento que acelera, va a correrse, sube un poco más mi culo y con la mano libre frota mi clítoris con firmeza, siento como se me contraen los muslos y me corro, me corro con él, siento su semen dentro de mí, es muy caliente, sale de mi con cuidado, y me deja en esa postura, poco a poco su leche empieza a brotar por mis piernas, mi asiático, abre el grifo, llena el barreñito, se dirige a mí, me limpia con suavidad, me seca, me susurra al oído, -jueves siguiente no aquí, yo llamar- me besa en la mejilla y me deja traspuesta en esa mesita, me visto y me marcho

Masaje 5 parte

Han pasado cinco días, empiezo a desconfiar de la llamada, es martes al mediodía, sin dejar de mirar el móvil hago mi rutina habitual, de repente la pantalla se ilumina con una llamada de numero oculto, no dudo en contestar, una voz familiar, me habla, es él, su poco dominio del idioma hace sus frases escuetas, me cita el jueves a las 15h en la portería de al lado del centro de estética, iremos a su casa.

Ya es jueves me siento como una niña, estoy nerviosa, cada vez que pienso en el encuentro mojo las bragas, así que desisto y dejo de darle vueltas al mediodía me dirijo al portal, empujo la puerta y está abierta, entro con temor, siento sus manos por detrás que me tapan los ojos, esta vez con un pañuelo, suavemente, me dirige al ascensor, hay alguien más en el ascensor, no sé quién es pero acerca sus labios y me besan. Se abre una puerta oigo las llaves como caen encima de algún mueble, una mano coge de mi brazo y me acompaña a una habitación, hace calor, entre los dos me desprenden de mi ropa, cada pieza es sacada con cuidado, siento las manos de mi oriental como me hacen apoyar en una cama o sofá me pongo de rodillas, oigo pasos a mi alrededor, sin muchos rodeos la cánula entra dentro mi ano, me araña un poco pero sin acabar de hacerme daño, el ritual se mantiene igual, una vez salgo del baño, me acompaña a la cama, me tumba boca arriba encima como de una toalla, unas manos hacen poner los pies encima  de forma que quedo con las rodillas dobladas y abiertas, todo mi sexo visible, con una esponja húmeda me mojan toda la zona y seguidamente noto como empiezan a rasurarme, siento miedo, pero me encanta sentirme así, sentirme en manos de desconocidos, entre ellos hablan poco, parece estar todo estudiado, cuando estoy totalmente sin pelos y limpia, me llevan a una bañera, el agua esta templada, mi asiático entra conmigo me enjabona todo el cuerpo, y luego me sienta dentro, quedo a la altura de su pene, lo introduce en mi boca, no estoy cómoda me resbalo y no puedo ayudarme con las manos para chupársela, pero no pasa nada el desconocido me aguanta la cabeza mientras mi asiático me folla hasta darme arcadas, cada embestida es más fuerte, se corre dentro de mi boca, luego me hace lamerla, sale de la bañera y cambian los papeles, el otro tiene una polla más larga, sin dejarme ni acabar de tragar el semen me la mete, me folla duro, casi vomito un par de veces, noto las lágrimas retenidas por el pañuelo, termina rápido, su leche también está dentro de mi garganta, se mezclan sus sabores, no quiere que se la limpie, me golpea con ella la cara, dejando las ultimas gotas en mis mejillas, estoy descolocada, no me atrevo a nada, recupero el aliento sintiendo como limpian mi cara y mi boca, me sacan me secan y me llevan a la cama otra vez, empiezan a manosearme, a tocarme el coño el culo las tetas, sin un orden, meten un dedo en la boca, luego dos, me ponen a cuatro patas y siento una palmada en el culo, me pone a mil, no entiendo que me pasa, pero me encabrona esta situación, de golpe me ponen con la barriga en el regazo de uno de ellos, siento un par de palmadas fuertes en mi culo, son palmadas fuertes y secas, me excita, me recolocan de forma que mis piernas cuelgan al aire apoyándose un poco por mis pies, el culo en pompa, siento la presión del brazo encima de mi espalda obligándome a estar quieta, los pasos de uno de ellos se acerca, introduce el dildo en mi ano, es el dildo del placer, el primero, ya no tiene que ponerle aceite mi cuerpo lo absorbe sin necesidad de dilatación, lo tengo dentro, lo empuja y otra sonora palmada suena en mi trasero esta vez con un dedo ha pegado mi coño, doy un salto pero ese brazo fuerte no permite que mueva más que unos cm, siguen otras palmadas, una detrás de otra, tengo el culo adolorido e hirviendo, me recuestan en la cama el que me tenía encima me pone de forma que su cuerpo me hace de reposadero para la espalda, empiezan esas manos a tocarme el coño, no tardo ni un segundo con el primer orgasmo, a lo que como siempre le da igual y sigue sin descansar, de vez en cuando aprieta fuerte el dildo hacia dentro, cada vez que lo hace me corro, quedo sin respiración y me dan tregua de unos segundos.

Siento como mi reposadero me levanta abre bien el culo y saca el dildo, empieza a llenar el agujero con su polla, esta dura, cuesta un poco entrar  pero su compañero la moja con mi flujo y entra a la perfección, estoy sentada encima de él, con su polla en mi culo, se tumba y me tumba encima por encima, siento como unas manos abren mis piernas ahora es el turno de mi asiático, me penetra con facilidad el coño, se tumba encima, me aprietan y me falta la respiración, Mueven las caderas y el mete saca de ambos es cada vez más fuerte, un mano quita e antifaz, abro los ojos y veo sus ojos clavados en los míos, -buena chica – vuelve a decir en voz baja me dan duro y siento como se corren los dos, estoy atónita, yo sigo sin correrme, sale de mi coño, dejando el culo aun con la polla de su compañero de juegos, aún está un poco dura, me abra bien las piernas y me come el coño con sus dedos dentro de él, jadeo, me corro sale su leche de golpe, él la chupa y sigue comiéndome el coño, llego al tercer orgasmo cuando el desconocido saca su polla de mi culo, quedo tumbada, esta vez me tapa con una toalla, y salen de la habitación, sigilosamente, como siempre.

Masaje 6 parte

Van pasando los días, sigo sin recibir llamada y no me atrevo a ir al centro de belleza, quizás había llegado el final de esa locura, decido no dar más vueltas y saborear cada recuerdo de él.

Al mediodía me siento cansada del trabajo y decido pedir unas horas para ir a descansar, bajo las escaleras y una vez fuera un coche está mal parado en el paso de peatones, se baja la ventanilla, ¡es él! El corazón se me dispara, me hace un gesto para que suba al coche, ni parpadeo, subo sin más, llevo una falda tejana sin medias, todavía hace calor y una camiseta negra de tirantes. Sin mediar palabra me acaricia el muslo y mete su mano hasta tocar mis braguitas, siento vergüenza porque ya estoy mojada, él lo nota, se acerca con la otra y me baja las braguitas hasta que quedan por mis rodillas, levanto un pie y las acabo de sacar, me siento caliente, arranca el coche y salimos de allí, empieza a conducir por una avenida ancha, no hay mucho tráfico, vuelve a colocar la mano entre mis muslos y llega a mi coño, no puedo más que suspirar y dejar los ojos en blanco, empieza a acariciarme, el primer orgasmo llega a los segundos de su tacto, él sigue, sigue acariciándolo, sigue haciéndome mover como una perra, jadeo y pierdo el control. Para el vehículo, estamos en un descampado, sigo sin aliento, abre la guantera, y saca el dildo, me desabrocha el cinturón de seguridad y me hace bajar hasta que mi culo queda fuera del asiento, levanta mis piernas, y sin pensarlo lo clava en mi culo, siento que muero de placer, nunca imagine que esto me gustara tanto, una vez está dentro del todo y mi ano cierra al paso del juguete, agarra mi pelo y me acerca a su paquete, presiona fuerte, desato el pantalón y no tarda en asomar su miembro, esta duro, asoma la cabeza rosada, eran varias las veces que se la había chupado pero nunca la había visto, sin pensarlo más la empecé a lamer, acabe de ponerme a cuatro patas en el asiento, dejando mi culo en pompa, el coloca su mano en mi ano y presiona el dildo que con la postura empezaba a salir, paso la lengua a lo largo de su polla, succiono la punta y la entro dentro de mi boca, oigo sus jadeos y su respiración alterada, no sé por qué pero decido mirar arriba, ver sus ojos, las miradas se cruzan y el me azota en el culo, bajo la mirada y sigo chupándosela, cada vez está más dura, empieza a palpitar, el coge mi cabeza la aparta y dice – aun no – estoy de rodillas con su dedo presionando el dildo en el culo y con la otra mano sube mi camiseta y sujetador dejando mis pechos fuera, presionados por el sujetador en la parte de arriba, me pellizca los pezones, y los muerde, automáticamente bajo mi mano a mi pubis y me masturbo, siento su mano encima de la mía y me hace frotar sin descanso, me corro, me quedo extasiada con las dos manos aun masajeando mi clítoris, coge mi mano y la chupa, lo miro y vuelve a darme un azote, esta vez fuerte, siento el ardor del golpe en mis nalgas, vuelve a poner la mano en mi cabeza y me lleva otra vez a su polla, me folla hasta la garganta, siento que me ahoga, ahora es él el que marca el ritmo, me lo hace fuerte, su polla palpita y me la clava hasta que noto su semen en mi garganta, no puedo hacer más que tragar cada chorro, deja de hacer presión y la empiezo a lamer, como si fuera una perra, su mano aun postrada en mi culo acaricia mis nalgas, me suaviza el dolor del ultimo azote.

Unos segundos después se guarda la polla, se gira y coge una manta del asiento de atrás, me presiona para sentarme bien, con el dildo en mi culo, y me tapa, vuelve a retomar la marcha con el vehículo, me siento extraña, en ese coche, sin mirarlo me acomodo la ropa, y sigo tapada. En unos minutos llegamos a una casa, baja y se dirige a mi puerta la abre y me da la mano para ayudarme a salir, bajo aun mareada, entramos en la casa, es una casa vieja, muy vieja, pero al entrar me sorprende gratamente, está reformada, hay una chimenea, el fuego está encendido, hace mucho calor.

Me mira fijamente, yo bajo la mirada, este parece ser nuestro juego, el se acerca y me desabrocha la falda y la deja caer al suelo, luego me quita la camiseta y desabrocha el sujetador, recoge la ropa y la deja encima de una silla, se sienta en el sofá, y me hace referencia que me ponga de rodillas a su lado, no rechisto, me hace sentarme encima de mis pies y aparta el pelo de mi cuello, lo acaricia, me pone un collar, un collar suave, un collar de perra, y me ata una cuerda, empiezo a ponerme nerviosa, me obliga a poner las manos en el suelo y me pone el culo de forma que le queda delante, me aprieta el dildo fuerte y estira de la correa, levanto las manos para coger el collar, y él me azota, esta vez has sido muy fuerte, me ha hecho daño, siento ganas de llorar, las lágrimas brotan en mis ojos y se deslizan por las mejillas, vuelve azotarme y seguido empieza a jugar con el dildo de mi ano, no entiendo porque pero estoy excitada otra vez, sentir como lo entra y lo saca, como lo mueve dentro de mi, mis fluidos empiezan a caer por mis muslos y una carcajada sale de su boca, me siento entre humillada y excitada, me azota una vez más, me hace subir al sofá dejándome con la barriga apoyada en el cabezal, de golpe me penetra, me la clava fuerte, me azota, una y otra vez, saca el dildo del tirón y me folla el culo, fuerte, bombea rato, me hace un poco de daño, nunca había sido tan duro, no para, me quejo en forma de chillido, me tapa la boca y sigue clavándomela, suelta mi boca y estira la correa haciéndome tirar la cabeza atrás, me ahoga, creo que me voy a desmayar, se corre, noto en la última embestida como suelta chorros calientes de semen, la retira de mi ano, vuelve a meter el dildo. Me hace bajar con la correa, me pone la polla en la boca y me hace que se la limpie, lo hago, el acaricia mi pelo y me dice -buena chica – eso me hace hervir la sangre, no me atrevo ya a mirarlo. Termino mi tarea de limpiarla, me tumba al suelo, cerca del fuego, empieza a acaríciame, sus dedos empiezan a rozarme el pubis, cierro los ojos y me introduce los dedos en el coño, otro dedo junto al dildo, el ano me duele, pero ahora sus caricias me gustan, la otra mano frota el clítoris, no tardo en correrme, sigue acariciándome durante unos orgasmos más, despierto en el coche, delante de mi casa, él no está. Salgo del coche voy a casa sin bragas, algo me aprieta, el dildo sigue dentro…

Continuará…

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