Masaje hipnótico (23)

Algunos muy contentos, otros no importan y Josefina tiene su primera vez.

PROPIEDADES DE REGALO.

Para las 11.40 horas ya estaban todos y me preguntaron el porqué de la urgencia… “Tengo una linda sorpresa para ustedes pero primero hay que comer” -les dije y quedaron más intrigados-.  El fuego estaba listo y Luis echaba la carne a la parrilla, la llamé a María y a sus hijas y los presenté, todos se mostraron encantados por los modos y la educación de María y chicos, mi hermana me dijo que no me había equivocado con el muchacho, mi hijo menor hablaba muy suelto con las chicas y yo me sonreía porque a pesar de conocerle “ las mañas ” a mi hijo sabía que aquí no tendría “ quórum ”.  Nada de lo que pudiera intentar para que le dieran “ bola ” le resultaría, a menos que yo quisiera hacerle “ sentar cabeza ” y casi, casi que…

Dije que todos estaban encantados pues no, todos no, la madre de mis hijos volvía a la carga con alguna de sus “ pelotudeces ”, sucedía que, a pesar de los quince largos años de separación había cosas que no aceptaba, en realidad, yo tenía las cosas claras al respecto pero ella aún tenía que asumir que, desde el momento de separarnos, yo era dueño de mi vida y que podía hacer lo que quisiera con ella pero, no sé porque “puta” historia, le costaba y no lo disimulaba máxime cuando una mujer hermosa rondaba.

Esto del egoísmo es una cosa extraña, si ella hubiera conformado otra pareja yo hubiese tenido que aceptarlo como algo que era normal pero… que yo conformara una unión con otra mujer no parecía encajarle en los entendimientos o razonamientos.  Ya me había pasado antes y “ demonizó ” a la mujer que, en ese momento, tenía al lado, nunca la enfrentó pero habló lo que quiso y nunca de lo mejor, incluso no escuchaba y discutía con sus propios hijos cuando le explicaban que su actitud no correspondía.

Decía entenderlo y que no le importaba mi nueva relación aunque si llamaba por teléfono a mi casa por cualquier motivo y atendía mi pareja le decía:

  • “¿ Me podés dar con mi marido? ”…¡Insufrible! , -me costó más de un enojo-.

De todos modos ahora yo actuaba de otra manera y la ponía en evidencia ante quien estuviera presente o le desvalorizaba sus conceptos e ideas si estábamos solos.

  • ¿Así que ahora que estás bien ya tenés a otra mujer? ”, -no sabía nada pero conocía mis gustos aparte era mujer y ese “ sexto sentido ” no lo tiene el hombre-.
  • No lo había pensado pero ahora que lo decís, no es mala idea, por lo menos no es “ hinchapelotas ” y es más joven que algunas que suelen rondar , -esto fue lo primero que me dijo y lo primero que le contesté, aun sabiendo que le molestaría-.
  • Encima tiene tres hijos…  ¿Qué pasó con el marido”…  ¿Lo dejó para venir a trabajar con vos? ”, -yo trataba de no llevarle el apunte aun conociendo y entendiendo que terminaría por “ jodernos ” la tarde a todos con sus obsesiones, pues acabaría por enojarme-.

En ese momento estábamos apartados mirando unas plantas y seguía “ pinchándome ” con María entonces se me ocurrió que me quedaban dos opciones o la sacaba a patadas de la casa “ pudriendo ” todo el domingo, la sorpresa y la relación con mis hijos o la “ masajeaba ” para evitar problemas de hoy y del futuro próximo, por eso, “ jodiendo ” y haciendo bromas la convencí para que se dejara dar los masajes en los hombros y cintura.

Accedió pero sin que le sacara la ropa porque “no correspondía” que yo la viera desnuda, les avisé a los chicos que le daría unos masajes a la madre y me contestaron que faltaba poco para comer, les dije que en diez minutos terminaba.

  • Tan poco vas a tardar, no vas a poder solucionar nada en tan poco tiempo ”.
  • Vos dejame a mí, a lo sumo tardamos un poquito más, igual nos van a esperar .

Fuimos al Gabinete y apliqué una técnica similar a la usada con los cinco primeros pacientes, “ mi amigo ” se “ alimentó ” una vez, casi como degustando un “ tentempié(yo hubiese opinado que fue algo agridulce) y ella salió creyendo que me había crecido el miembro, todo fue mental pero salió sin dolores y más que feliz y contenta, además, ya no molestaría ni mi vida ni la vida de quienes la rodeaban, asimismo, por lógica, aceptaría con alegría todo lo que yo hiciere.

Tardé quince minutos y juro que no la toqué, creo que con ella no habría podido “ funcionar ” aunque me lo exigiera “ mi amigo ” el Demonio.  Mi hijo mayor preguntó que le había hecho…

  • Sólo la curé de ese dolor de “ mierda ” que la ponía de mal humor y ahora está mucho mejor , -encima, le tuve que pedir a ella que dejara de hacerme propaganda mientras mi nuera le hacía bromas con doble sentido-.

Después de comer y antes de los postres me levanté para ir a hablar por teléfono y dije que enseguida volvía, entré al Gabinete y disqué el número de la casa del Rematador.

  • ¿La casa de la “Odalisca”? -pregunté y contestó muy pronto y solícito-.
  • ¿Cómo está señor?, estaba esperando su llamado ”.
  • ¿Tiene todos los papeles y las llaves de las propiedades?
  • Sí señor, tengo todo en orden y a mano ”.
  • Bien, entonces súbase al auto, venga hasta mi casa con la papelería y las llaves y va a decirle a mi familia todo lo que yo le diga , -le di todas las indicaciones y colgué, no tardaría más de diez minutos.  Volví a la mesa y mi hijo me preguntó si no tenía que ir a darle masajes a alguien más-.
  • No, quedate tranquilo ya terminé con lo de la “ viejita ”, fui a encargar unos postres “ especiales ” y estoy seguro que no los van a poder despreciar .

Al rato llegó el Rematador, se presentó con todos ( mi hermana y la madre de mis hijos ya lo conocían ).  Les contó que gracias a mí, su única hija de quince años, luego de un accidente grave, que la había dejado postrada y con una depresión suicida, no sólo caminaba sino que tenía nuevamente ganas de vivir y como yo no quise cobrar la atención que él hubiese pagado gustoso con toda su fortuna, con la esposa habían decidido darme algo de lo suyo para que lo repartiese en mi propia familia.

  • Luego de mucho insistir, el señor aceptó pero me pidió que la entrega la hiciera yo en persona y les contara todo lo acontecido incluso para erradicar cualquier tipo de dudas ”.

-Todos lo miraban expectantes y continuó-…  “ Por todo lo que les dije, esto es para cada uno de ustedes dos ”…

Los fue nombrando y le entregó a cada cual una carpeta lacrada con los nombres al frente, se dio vuelta y me reiteró su eterno agradecimiento con lágrimas en los ojos, después saludó y se fue sin que nadie le preguntara más nada.  La cuenta de tres la escucharía en la puerta de su casa.  Se quedaron mirando y me preguntaron qué hacían con las carpetas que cada uno tenía.

  • No sé, decidan ustedes, ya lo escucharon, es un regalo y los regalos primero se abren .  -La primera fue mi hermana, abrió la carpeta leyó y pegó un grito a la vez que me abrazaba-.
  • Es una casa a mi nombre, es una casa ” -decía y besaba a todos-.

Luego la madre de mis hijos hizo lo mismo y los gritos, besos, abrazos y alegrías se multiplicaron, ninguna podía dar crédito a lo que veían y tenían refrendado por papeles.

  • ¿Cómo fue viejo?...  ¿Cómo fue? ” -preguntaba mi hijo menor-.
  • Fue otra casualidad pero quise que lo entregara él en persona porque si no iban a pensar que yo era una especie de delincuente o que “ robaba ” por los caminos,(por los caminos no pero que la inducción causaba su efecto, no cabían dudas)…Decidí que ésta capacidad que tengo para los masajes tenía que usufructuarla y cuando preguntó que quería no lo dudé .

Me tomé un tiempo para explicarlo…

  • Pasó así: la “ pendeja ” se pegó un palo feo, muy feo con el cuatriciclo y decían que quedaba paralítica, que ya no había nada que hacer y al cuarto día, aunque no le daban esperanzas, le dijeron que se podría tratar con la Fisioterapia para ir recuperando algunos músculos, entonces se acordó de mí porque ya me conocía por la venta de los departamentos y de esta casa y me llamó .
  • Verdaderamente la chica estaba complicada y le dije que el tratamiento le saldría muy caro, aceptó sin preguntar cuánto y tampoco se lo dije, entonces me aboqué a trabajar en los músculos cercanos a la columna partiendo desde la base del cuello hasta el coxis, sin olvidar los laterales a la columna.. .
  • Lo que no entiendo es por qué los Médicos no descubrieron donde estaba el problema, aunque posiblemente fuera porque los músculos y nervios no salen en las Radiografías y faltaba un tiempo para los turnos de las Ecografías y Tomografías Computadas, la cosa es que a mí me vino muy bien…  Digamos que el apuro y la desesperación que el padre tenía ayudó a que le ganara a los médicos…
  • Masajeé músculos interiores, los estiré, desinflamé el nervio “tal” que le apretaba la médula y luego de tres sesiones comenzó a moverse, ahora, lógicamente sin hacer malabarismos, camina perfectamente…
  • Cuando me dijo junto a su mujer de entregarme las propiedades no lo dudé y acepté antes que se arrepintieran, evidentemente está agradecido y no se arrepintió y sigo creyendo que la mujer influyó bastante en esto…  Finalmente, por eso, ahora esto es de ustedes, sin embargo hay dos cosas que quiero aclarar:

1) Traten de usar las propiedades sin hacer demasiados comentarios porque muchos no lo van a entender o todos van a querer y esto no se da todos los días y ya pueden habitarlas…

2) Por último les quiero decir que dudé bastante con recibir estas propiedades porque el tipo es un “ cagador ” y “ no da puntada sin hilo ” pero lo consulté con la Escribana que firmó las cesiones y me dijo que están todas legales, definitivamente, no sé qué le pasó y a esta altura tampoco me importa, habrá tenido un “ ataque ” de bondad, dije sonriendo…

Demás está decir que el resto del Domingo lo pasamos viendo las distintas propiedades y decidiendo reformas o fechas de mudanzas y/u otras cosas.  Mi hermana se mudaría en dos días, la madre de mis hijos lo más rápido posible, mi hijo menor seguiría viviendo con ella y eso ya no era mi problema.

Cuando volvimos a la casa le dije a mi hijo que llevara a su tía hasta la casa y me encerré a disfrutar de “ mi casita ”.  Ya eran las 22.00 y María que también se alegró por los regalos había ido a cenar a su casa con sus hijos y no me quedó más que despatarrarme en un sofá y ponerme a ver un rato de televisión.  Apenas pasadas las 23.00 estaba medio adormecido y “ el insaciable ” vibró haciéndome sobresaltar.  De inmediato pensé en María pero surgió “ la pizca de maldad ” y otro culo pasó por mi mente.

JOSEFINA.  PRIMERA VEZ.

La llamé a Josefina y avisé a los demás que no me molestaran.  Cuando entró apurada yo seguía en el sofá.

  • ¿Qué necesita señor?
  • Solamente tres cosas… que te saques toda la ropa… que me beses y… que me desnudes despacio y gozándolo, hoy vamos a gozar juntos, vas a ser participativa y decir lo que sientas …  -Cada vez me sentaba mejor esto de pedir y exigir sin que surgiera la mínima negación-…
  • Sí señor, como usted me pida y como más le guste ” -dijo y se me presentó a mi lado tal como debía ser y tal como me gustaba a mí y a quien quiera que fuera el morador del colgante, desnuda, deseosa y expectante-…

Había en su actitud un “ algo ” rarísimo que me provocaba un morbo y una excitación difícil de describir, estaba quieta y esperando como quien no sabe nada de nada de lo que tiene que hacer pero a la vez, todo su cuerpo, sus gestos y su mirada denunciaban una entrega, lejana a la sumisión, a la que siempre consideré como una degradación del ser humano, tanto del sumiso como del dominante…  No podía concebir que se debiera infringir o recibir dolor para gozar de un acto tan maravilloso…

Ella se mostraba totalmente entregada al hombre y al placer que esperaba recibir y ¿por qué no? darlo…  Mezcla rara, si se quiere de virginidad e inocencia con putísima hembra consumada…  Me encantaba verla así y si…  posiblemente fueran sólo ideas mías.

Me incorporé, la abracé y comencé a besarla, primero en la boca, tomándome mi tiempo porque tampoco conocía mucho de besos y después en todo el cuerpo haciéndola gozar en cada incursión.

  • Así, así, como me gusta, esto es lo que he esperado siempre ” -decía cuando yo, luego de arrodillarme, besaba su clítoris y bebía de su fuente virgen sin poder evitar que me mojara toda la cara-, asimismo, su ano chiquito y cerrado palpitaba pero pareció querer tragarse mi dedo lubricado con sus jugos.

Luego me desnudó y con un poco de torpeza comenzó a besarme y a tocarme.  Estaba apoyada en mí, besaba lentamente mi pecho, mi cuello y mi boca mientras una de sus manos acariciaba mi vientre acercándose despacio a mi miembro, no lo miraba pero al tocarlo experimentó un estremecimiento que me resultó agradable.

Lo recorría con su mano, lo palpaba y cerraba sus ojos, finalmente lo miró y abrió sus ojos sorprendiéndose, no decía nada probablemente porque lo que sentía era demasiado como para expresarlo y yo la dejaba que hiciera sin decirle lo que podía desear, era su momento de embeleso, de intriga y de deseos y me pareció lógico respetarlo.

Se fue corriendo hasta mis pies y desde allí ascendió besando mis piernas alternando en uno y otro muslo, sus manos se abrían y se cerraban en mi piel realizando una caricia felina similar a la que había hecho su madre, apretaba y soltaba, apretaba y soltaba provocando con sus uñas una sensación sensual y deliciosa que comprendí como algo instintivo, propio de la hembra.

Finalmente subió al sofá, pegó su cuerpo al mío y me aprisionó en su entrepierna ejerciendo una leve y húmeda presión sobre mi pene.  Besaba mi pecho alrededor del colgante y me miraba con picardía, mordiendo suavemente su labio superior, el orgasmo silencioso no se hizo esperar y junto con el repentino endurecimiento corporal calzó sólo el glande en su interior y allí se quedó quieta como esperando.

  • No te los guardes, gritalos, ya no hay problemas de que te escuchen.

Eso que le dije pareció encenderla originando otro orgasmo que nació desde un gemido y se transformó en un grito de descarga acompañado de temblores y contracciones, luego se quedó quieta unos segundos y reanudó sus movimientos en leve descenso introduciendo un poco más el duro miembro, a la vez que abría y cerraba sus ojos aguantando el dolor y gozando la penetración.

El tope de su himen frenó el ingreso y apoyándole una mano en el hombro le pedí que no se apurara, que se moviera y lo gozara un rato más allí, lo hizo y sus movimientos suaves me hicieron sentir bien además, lo estrecho del lugar me  transmitía sensaciones que se entremezclaban.

Yo seguía sin moverme y me daba cuenta que no estaba tomando o sacando una virginidad que sabía que me pertenecía por un trance pre elaborado…  Todo su cuerpo y su mirada cargada de deseo me decían que era ella quien me la entregaba utilizando sus instintos y necesidades de hembra.  Era ella quien “ usaba ” mi cuerpo y mi miembro como si fueran objetos independientes dotados de calor propio.

No renegaba de ello, yo quería estar allí gozando de ese momento “ especial ” que me brindaba…  No cualquiera puede gozar y hacer gozar al tomarse los tiempos para disfrutar de esa entrega íntima y especial (¿Experiencia de años o “Demonio?, ¡¡Vaya uno a saber!!... lo que sí es cierto es que me gustaría que alguna mujer me contara si ese “momento especial” lo prefieren así o a los “apurones”, nada más que para que el hombre cumpla…  ¿Serán “cosas de viejo”?) …  Del modo que fuera, no quise estar tirado en un sillón, necesitaba otro marco, otro lugar y cuando ella incorporaba un poco su cuerpo para consumar lo esperado, me salí.

  • ¿No le gusta? ” -preguntó y me miraba desconcertada-…  “ ¿Hice algo mal? ”…
  • No Josefina, lo tuyo es delicioso y me encanta, sucede que quiero estar en la cama con vos, quiero sentirte y abrazarte en la cama porque creo que es el lugar que merecés .

Me abrazó, me besó profundo y se incorporó con un movimiento ágil y presuroso, luego subió las escaleras caminando adelante y la vista de su belleza joven me hizo sentir distinto.  Ya dentro del dormitorio volvió a abrazarme y a besarme, abrimos la cama y se acostó haciéndose luego un “ bollito ” junto a mi cuerpo.  Su mano descendió hasta alcanzar su objetivo deseado y logró rápidamente una respuesta.

  • Está muy seco, -dije-.

Asintió con la cabeza y desapareció de mi vista perdiéndose entre las sábanas para lamer y ensalivarme, después de unos pocos instantes en que gocé su impericia entusiasta volvió a emerger destapando nuestros cuerpos y arrodillada con sus piernas al lado de mis caderas se dispuso a completar su entrega.

La miré con el pecho agitado y con toda la belleza del instante cerré los ojos para retener su imagen… su mano guió “ lo mío ” y recomenzó lo que había dejado inconcluso pero esta vez no se detuvo, lo introdujo despacio y el peso de su cuerpo hizo el resto.  No fue una “ rotura ”, fue un “ permiso de paso ” a sus propios placeres y lo disfrutó trasladando su goce con un orgasmo gritado desde lo profundo de sí misma.  Luego se movió riendo y soltándose.

  • Te siento, soy tuya, te siento ” -gritaba olvidándose de ese “ no tutear ” que la mantenía limitada-…  “ Quiero gozarte, gozá conmigo, es hermoso ”, -decía- y sus movimientos se incrementaron clavándose más profundamente.

De pronto volvió a gritar, contrajo todos sus músculos y se desplomó sobre mí.  El orgasmo había sido espectacular e impensado, a los dos nos sorprendió y “ alguien ” se debe haber “ empachado ” de gozo y “ alimento extra ”.

Ahora me tocaba a mí y recordé para que la había llamado, la corrí de encima y la hice girar para que quedara boca abajo con la cola apuntando al techo y allí me zambullí para lamer y besar su piel y para penetrar con mi lengua el redondo y fruncido encanto de lo prohibido.  Las sábanas manchadas no mentían y denunciaban que “ algo ” se había “ perdido ” hacía un escaso rato pero era “ pasado ” y ya no importaba tanto, yo iba por más y no me defraudó.

Mis manos “ dibujaron ” la forma de sus nalgas y luego mis dedos acariciaron el orificio tentador, lo mojé con sus propios jugos y noté que los intentos prosperaban, primero uno y el masaje se profundizó, luego otro que se resistía hasta que forzó la entrada acompañado de gemidos de placer y espera.

  • No creo que por allí pueda entrar nada más que quieras meter ”, -dijo sonriendo y moviendo su cola con sensualidad-.
  • Vos relajá el músculo, relajate vos y dejame a mí .
  • Bueno, seguí, seguí así que me encanta y no sabés cuanto ”, -a un tercer dedo se le permitió el paso a pesar del pequeño gesto de dolor y luego mi mano se divirtió con el beneplácito de los dos-.  El gusto por la maniobra desembocó en un orgasmo que se prolongaba,
  • Siiiii, seguí, seguííííí que no puedo detenerme, siiiii, seguíííí ” -yo lo hice detener de golpe o de “ entrada ” si se quiere-.

Apunté el glande, lo metí y empujé hasta el fondo, ya no pudo decir que siguiera, el “ seguíííí, seguíííí ” se congeló con un grito que sacudió las paredes y no existieron patadas o manotazos desesperados ni ruegos que me sacaran de allí.  Allí, en el fondo de sus entrañas y palpitando esperé a que se calmara.  Las palabras eran incoherentes y el llanto no le dejaba hilvanar frases.

  • Calmate y relajate , -le pedí y cuando me hizo caso y la sentí floja comencé a moverme lento, dejó de llorar y las palabras retomaban un poco de coherencia-.
  • No pupu, no pu, puedo agu, agua, aguantar, más des despa pa cio, sasacalaa, pop pop faavor, sasasacalaa ”,
  • Tranquila mi vida, ya te va a gustar, si estás calmada y relajada vas a notar un verdadero gusto , -sonreí un poco y pensé, ( decime ahora que allí no entra nada más )-.

Salía hasta la mitad y volvía a profundizar, así unas cuatro o cinco veces y luego no pude hacerlo igual, ella empujaba su ex virgen cola y acompasaba los movimientos.

  • Seguiii, seguiii, metela más, seguíííí” -y le di para que “ tuviese y guardase ” moviéndome con más intensidad-.

Esta vez su orgasmo fue pequeño y creo que fue porque literalmente lo ahogué terminando con fuerza en el fondo de sus tripas, me quedé quieto y tirado sobre su cuerpo trataba de recuperarme pero ella continuaba con sus movimientos y gemidos, incrementándolos a medida que se recuperaba y “estrangulándome” la verga con sus “ apretones ”, ( no hay caso, siempre pueden un poco más ).  Me cansé, verdaderamente me cansé, me agoté y después de un rato me “ expulsó ” de su interior.

  • Me rompiste toda, no voy a poder caminar, todavía me parece sentirte.  Gracias, mil gracias, fue hermoso ”.

Luego de un par de minutos se deslizó de su lugar ayudada por el sudor que nos bañaba y se levantó para ir al baño de donde regresó con una toalla húmeda, me hizo girar, me limpió, después desplegó un toallón sobre ese costado de la cama y se extendió sobre él.

  • Me sangraste por los dos lados pero me hiciste muy feliz, ya me siento muy mujer ”, -me besó, la abracé y recuerdo que se incorporó para taparnos y nada más porque me dormí volviéndola a abrazar con fuerza ( la poca que me quedaba )-.

Me desperté a las seis y estaba solo, fui al baño y volví a dormirme hasta las nueve, hice tiempo estirándome en la cama y luego fui a bañarme.  Esta vez usé el jacuzzi y luego de casi una hora salí renovado, cuando me vestí y acomodé el colgante me reí con ganas pensando que lo intenso de su “ alimento ” de anoche lo había cansado y me había arrastrado a mí, hasta me pareció que vibraba confirmando mis pensamientos.  Bajé con ganas de “ comerme a un caballo ” y me encontré con María haciendo de comer.

  • Buen día mi reina, ¿Cómo estás?, -pellizqué su cola y la besé-.
  • Estoy muy bien y después de ese saludo, mucho mejor ”.

Me puse a comer un poco de queso y le pedí a María que llamara a los chicos, vinieron, me besaron y se sentaron, le pregunté a Josefina como estaba, contestó que estaba muy bien y verdaderamente se la veía radiante.

  • Los llamé porquequiero saber cómo se encuentran aquí , -contestaron que no se podrían encontrar mejor y que estaban contentos-.
  • El tema es que yo no quiero que sean toda la vida “ Caseros ” por lo tanto van a averiguar por la posibilidad de anotarse en un Secundario nocturno y van a comenzar a estudiar, tienen capacidad e inteligencia y tienen que aprovecharlo, yo sé que no les va a ir mal , Luis y Josefina ocúpense de averiguar lo que necesitan para inscribirse…  ¿Están de acuerdo?
  • Si señor ”, dijeron todos…  María se alegró y me agradeció por la propuesta besándome efusivamente.

Josefina me dijo que quería hablarme…

  • Dale, decime y no te hagas problemas porque los demás no van a escucharte .
  • Quería decirle que anoche fue glorioso y me sentí muy bien ”.
  • Yo también me sentí muy bien…  ¿Por qué te fuiste?
  • Porque si usted no lo dice ese lugar no me corresponde ”.
  • ¿A quién le corresponde?
  • No sé, esa es su elección y, eso sí, cuando quiera me gustaría repetir todo el placer que sentí y además, quiero aprender a darlo ”.
  • Está bien, no faltará oportunidad y cuando puedas contale a tu hermana con lujo de detalles lo de anoche .
  • Listo, de acuerdo ”, terminamos y luego almorzamos todos juntos.

Continuará…

POR FAVOR, se les gusta, valoren y comenten.

Gracias… GUILLEOS1.**